Ｄａｎ
Abrí los ojos escuchando algunas voces que me hicieron despertar. Observé la hora en mi habitación y noté que son apenas las ocho de la mañana. ¿¡Quien se atreve a despertarme tan temprano!?
Me levanté y abrí mi ventana viendo a un grupos de Shinobis hablando y riendo.
—Odio vivir en la torre Hokage —dije molesta.
Minutos después llegué a la oficina de mi madre dónde se encuentra revisando algunos papeles.
—Que sorpresa que estés despierta tan temprano —me crucé de brazos.
—No me gusta vivir en la torre Hokage, los ninjas hablan demasiado alto y no me dejan dormir —me miró unos momentos.
—Te acostumbrarás.
—Claro —rodé los ojos.
—He estado hablando con Shizune —me senté frente a ella para poner atención.
—¿Sobre qué? —pregunté curiosa.
—Sobre tu futuro como Kunoicihi —me acerqué más.
—¿Y que ocurrió? ¿Qué acordaron?
—Quiero que seas Jōnin —mi sonrisa se borró en cuanto dijo eso.
—¿Eh? —asintió—. ¡No! —grité haciendo que se sorprenda por mi respuesta.
—¿Por qué?
—Por qué no quiero ser Jōnin solo porqué mi madre es la Hokage, quiero ser asignada a un equipo, hacer misiones con ese equipo y presentar los exámenes chunnin —expliqué moviendo mis brazos con molestia.
—¿Quieres presentar los exámenes chunnin?
—Sí, quiero vivir esa experiencia y que todos digan que yo merezco ser Chunnin, o un Jōnin —mi madre sonrió de lado.
—Muy bien, te asignaré a un equipo —asentí—. Pensaré en que equipo te pondré, mientras tanto, puedes ir a hacer lo que quieras.
—Muy bien —me levanté—. Nos vemos luego, espero que me pongas en un buen equipo.
Salí de su oficina por la ventana dando un salto. Primero tenía que desayunar algo nutritivo y que me diera la fuerza para comenzar con el día.
— ¡Una orden de ramen! —pedí con una gran sonrisa.
El hombre me entregó lo que pedí y comencé a comer ese delicioso ramen.
—Sabía que esa voz tan problemática me resultaba conocida —miré a Shikamaru quien se sentó a mi lado con una expresión de cansancio.
—¿Qué hace un vago despierto tan temprano?
—Lo mismo pregunto, problemática —sonreí de lado por la forma en la que me llamó.
—Vivir en la torre Hokage no es muy lindo, hay muchos ninjas hablando por doquier —dije con un toque de molestia.
—Ve el lado bueno, nadie sería tan estúpido como para intentar secuestrarte —lo miré con una ceja arqueada.
—Que alivió —dije con sarcasmo—. ¿Y tú qué haces despierto tan temprano?
—Mi madre me sacó de casa diciendo que hiciera algo que no fuera dormir hasta tarde —solté una risa pequeña.
—Tu madre tiene toda la razón, eres un flojo —terminé mi comida.
—Tal vez —murmuró—. Quiero ver las nubes, ¿Vienes? —me sonrojé un poco ante su propuesta.
—Muy bien —pagué mi ramen y salimos del lugar caminando por la aldea.
Al llegar al lugar en aquella terraza nos sentamos para observar el cielo cubierto de enormes nubes.
—¿Cómo son los exámenes chunnin? —pregunté sin apartar la mirada del cielo—. ¿Son complicados?
—Son todo un fastidio, hay tres pruebas muy difíciles —contó—. Cuando los presenté primero eran con un examen escrito, después uno de supervivencia y la última fueron combates.
—Ya veo —sonreí de lado—. Espero ser parte de los siguientes exámenes —murmuré con emoción—. Será fantástico.
—¿Ya fuiste asignada a un equipo? —preguntó con interés haciendo que lo mirara.
—Mi madre me propuso ser Jōnin, pero no creo que sea justo, así que le pedí que me asignara a un equipo para poder presentar los exámenes.
—Ya veo, espero que te toqué en un buen equipo.
—Yo espero lo mismo —ambos nos mantuvimos mirándonos mutuamente por un tiempo.
Sus ojos me gustan, son de un color muy lindo que me transmite confianza, valor, un color que hace resaltar más sus rasgos.
—Shikamaru —una voz interrumpió nuestra conexión de miradas—. Sabía que eras tú.
Miramos al frente y al hacerlo me encontré con un hombre que tiene un cigarrillo en su boca.
—Asuma-Sensei. ¿Qué hace aquí? —preguntó Shikamaru con un tono de fastidio.
—Estaba paseando cuando los ví y supe que eras tú —su mirada se puso sobre mi—. ¿Quien es tu novia? —abrí de más los ojos.
—¡No soy su novia! —grité poniéndome de pie, el comenzó a reír—. ¿De que se ríe? —me crucé de brazos.
—Que escandalosa —se quejó Shikamaru.
—Silencio —lo miré rápidamente para después ver al Sarutobi—. Soy...
—Eres la hija de la nueva Hokage —asentí—. Yo...
—Y tu eres hijo del antiguo Hokage —dije con una sonrisa burlona.
—Así es —se acercó—. Soy Asuma Sarutobi—. Estiró su mano en mi dirección.
—Dan Senju, un placer —tomé su mano.
—Veo que tienes un carácter parecido al de tu madre, ¿Tu fuerza es igual?
—No tiene ni idea —dijo Shikamaru frotando su mejilla.
—¿Golpeaste a Shikamaru? —preguntó con una risa.
—Sí, digamos que lo golpeé por accidente —dije mirando a Shikamaru con una sonrisa.
—Es una mujer demasiado problemática —advirtió el vago.
—Pero bonita —me defendí—. Y esta problemática puede cortarte la cabeza si quiere.
—Me agrada —me señaló Asuma.
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