Era 1988, y la homosexualidad era tema del momento, algo para nada bueno entre las personas gay's de la sociedad. Pues se difundía en los medios que el homoerotismo en esa época era un tipo de enfermedad mental, además que se tenía mayor posibilidad de contraer alguna enfermedad.
Por lo cuál, a las personas con estos rasgos se les tachaba como bichos raros, locos, dementes, entre otros apodos hirientes. Inquietante situación para todos, espantosa.
Ahora imagínense la posición en la que se encontraba nuestro protagonista, por tal riesgo de ser motivo de burla a través de sus compañeros universitarios, mantiene en secreto su verdadera orientación sexual. Causándole problemas y complicaciones más adelante, todo mientras terminaba sus últimos años de estudio para poder convertirse en un gran artista a futuro.
¿Podrá ser él mismo algún día?
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|Reparto|
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Recuerden, bebés. Ser homosexual o tener cualquier otra atracción sexual NO es malo. Así que si son víctimas o ven que a alguien más le hacen burla o no se le respeta ayuden o pidan ayuda. Hay que hacerse respetar.