BRONX-Jaden Hossler

By v4lentinakill

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"Toda chica quiere un chico malo que la haga sentir bien". Escritora original: @stratfordssbabe Traductora: @... More

Introduccion.
Capitulo 1: Bonito coche.
Capitulo 2: No hablo con extraños.
Capitulo 3: Gossip girl.
Capitulo 3.2: Gossip girl.
Capitulo 4: Problema es su segundo nombre.
Capitulo 4.2: Problema es su segundo nombre.
Capitulo 5: Princesa.
Capitulo 6: Puedes pretender que lo que has dicho es cierto.
Capitulo 7: Preguntas.
Capitulo 8: Nerviosa.
Capitulo 9: Sé con quién estabas.
Capitulo 10: Shallow.
Capitulo 11: Surprise.
Capitulo 12: No hagas promesas que no vas a cumplir.
Capitulo 13: Basketball.
Capitulo 14: Party & bullshit.
Capitulo 15: Es tú culpa.
Capitulo 16: Lo mucho que mi vida está cambiando gracias a ti.
Capitulo 17: Feliz cumpleaños.
Capitulo 17.2: Feliz cumpleaños.
Capitulo 18: Sé cosas que te harán huir lejos de él en un segundo.
Capitulo 19: Sangre.
Capitulo 20: Prision Break.
Capitulo 20.2: Prision Break.
Capitulo 21: Making amends.
Capitulo 22: Playa.
Capitulo 23: Beginning with...
Capitulo 24: Química.
Capitulo 26: Una buena razón para no confiar en mí.
Capitulo 27: Trust me.
Capitulo 28: Dope.
Capitulo 28.2: Dope.
Capitulo 29: Monster.
Capitulo 30: Perfect imperfection.
Capitulo 31: Todo esto es debido a un chico.
Capitulo 32: High.
Capitulo 33: Drop the bomb.
Capitulo 34: Los chicos malos pueden enamorarse también.
Capitulo 35: Like a tattoo.
Capitulo 36: Familia.
Capitulo 37: Runway.
Capitulo 38: Love me.
Capitulo 39: Unapologetic.
Capitulo 40: Oreo kisses.
Capitulo 41: Boys Like you.
Capitulo 42: Subway.
Capitulo 43: I knew you were trouble.
Capitulo 44: Los chicos de mi lado no reciben finales de cuento de hadas.
Capitulo 45: Lost souls.
Capitulo 46: Promise.
Capitulo 47: Wedding Bells.
Capitulo 48: Inked.
Capitulo 49: He could be the one.
Capitulo 50: Denial.
Capitulo 51: Make me forget.
Capitulo 52: Mute suspicions.
Capitulo 53: Love the way you lie.
Capitulo 54: Risky business.
Capitulo 54.2: Risky business.
Capitulo 55: I need you now.
Capitulo 56: Off the races.
Capitulo 57: Bad day.
Capitulo 58: Broken.
Capitulo 59: Playing with fire.
Capitulo 60: Recovery.
Capitulo 61: Forgiveness & Love.
Capitulo 62: Real & True.
Epílogo
Por siempre y para siempre.

Capitulo 25: B2.

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By v4lentinakill

💀💀💀

Brooklyn Reed's POV

Cerré la puerta detrás de mí y me fui a la cama de Nessa, donde ella estaba acurrucada en una bola.

Cuando sintió el peso de mi cuerpo en el borde de la cama, ella descubrió su rostro. Sus ojos castaños verdosos estaban hinchados y rojos, y tenía las mejillas llenas de lágrimas y enrojecidas.  Me quedé en silencio hasta que decidió hablar para que no se sintiera presionada.

—Los chicos son idiotas. —Murmuró, su labio inferior temblando todavía.  Por supuesto, esto tenía que ver con los chicos. El 99,9% de los problemas de las chicas afectadas es a causa del sexo opuesto.

Le di una mirada compasiva. —¿Quieres hablar de ello? —Ya que nunca he tenido una hermana menor opté por tratar a Nessa como yo trataría a cualquiera de mis amigas.  Una punzada de dolor atravesó sus ojos y ella luchó por no llorar, sentada en posición vertical, apoyando su cuerpo contra la pared.

—Pensé que me quería, me dijo que lo hacía. —Sus ojos miraban perdidos en la pared. —Dijo que yo era diferente. —Ella moqueo una vez y cambió su mirada hacia mí. 

Me lamí los labios. —Sea lo que sea que hizo, no te merecía si no te apreció. 

Se burló, agitando el pelo de la cara. —Eso es muy fácil de decir. Tú no has sido a la que han engañado porque no quieres tener sexo por el momento. —Ella exclamó con amargura mientras una nueva oleada de lágrimas superaba sus ojos cansados.  Bueno, ahora puedo decir que el fuerte temperamento es algo que todo el mundo tiene en la familia de Jaden.

Cogí una caja de pañuelos que descansaba sobre la mesita de noche y cogí unos pocos, limpiando su cara lentamente. Yo le habría dado un abrazo, pero ella no se ve muy similar a una chica de abrazos. 

—He sido engañada, ¿sabes? —Le contesté en voz baja, por lo que la expresión de Nessa cambió de amargura a incredulidad. —El chico que me gustaba durante unos cuatro años estaba besando mi mejor amiga, el día de mi cumpleaños. En frente de mi cara. —Me reí entre dientes ante el recuerdo, ahora me parecía estúpido llorar por Quinton. 

La boca de Nessa formó una gran 'O'. —¿Qué carajo? Bueno, tu amiga es una azada y ese chico es un idiota. —Dijo. —Le hubiera cortado el pene al pijo y se lo habría dado de comer a ella, para ver si le gustaba tanto ahora. —Ella se burló. 

Me reí en voz alta por su elección de palabras y ella me acompañó. —No puedo creer que hayas dicho eso. —Negué con la cabeza, tratando de deshacerme de la risa porque mi estómago me dolía de tanto reír en el mismo día. —Pero el punto es... —Me puse en serio una vez más, metiendo algunos mechones de pelo que se pegaban a la cara de Nessa detrás de sus orejas. —Hay que besar muchas ranas antes de encontrar a tu príncipe. 

Suspiró antes de mirarme de nuevo. —¿Crees que mi hermano vaya a ser tu príncipe? —Ella dejó escapar.  La pregunta me tomó por sorpresa, lo que hizo que me sonrojara.  —Quiero decir, yo nunca lo he visto así antes. —Y continuó: esbozando una sonrisa.

Me moví en la cama mientras mis dedos jugaban con el dobladillo de la camisa a cuadros.

—Supongo que podría ser. No lo sé todavía. —Tiré todo el pelo hacia un lado, sonriendo ligeramente a Nessa —Pero realmente espero que lo sea. —Admití tímidamente.  Ness demostraba que la tristeza seguía siendo evidente en sus ojos, haciéndome fruncir el ceño. —Mira, sé que todo se ve terrible ahora pero, te prometo que será mucho mejor si tratas de tener un buen rato con Axel. Es su cumpleaños, después de todo. —Animé a ponerla de pie. 

—No le digas nada a Jaden. Dios sabe lo que le va a hacer a Colton si se entera. —Ella me suplicó con los ojos. —Si te pregunta, simplemente inventa una excusa. —Se puso de pie, sonándose la nariz con un pañuelo de papel. —Oh, y gracias, Brooklyn. 

Yo no podía dejar de morderme el labio. ¿Mentir a Jaden y ganarme la confianza de su hermana, poco a poco o decirle y perder toda esperanza de tenerla?

Fui por la segunda opción, también asustada de lo que Jaden iba a hacer con el chico si se enterara de lo que le hizo a su hermana pequeña, y cómo podría afectar a su ya larga lista de crímenes. 

—Está bien. Y no es un problema. —Susurré, dando a Nessa una pequeña sonrisa. 

En cuanto cerré la puerta de su dormitorio, Jaden estaba a mi lado con una expresión ansiosa con su camiseta de cuello en V y pantalón negro.

—Hola. —Murmuré, sonriéndole. Aquí empieza la mentira. 

—¿Te dijo lo que pasó? —Me empujó a contarlo todo y me mordí el interior de la mejilla. 

—Ella acaba de tener una discusión con su mejor amigo, nada importante. No tienes que preocuparte, Jaden. —Le aseguré, pero evité su mirada, incapaz de mentirle directamente a la cara. 

Por el rabillo de mi ojo, vi que me miraba con una mezcla de desconfianza y confusión, así que le di un abrazo tranquilizador que dejara sus pensamientos fuera. 

—¿De acuerdo? —Sonaba más como una pregunta que una afirmación, pero me tocó fresca, dándole una sonrisa.

De inmediato me devolvió la sonrisa, inclinándose para dejar un dulce beso en mis labios.  La puerta detrás de nosotros se abrió, por lo que hizo a Jaden saltar alejándose de mí del susto.

Ness estaban allí torpemente, ahogando una risita. —Yo sólo voy a lavarme la cara. —Ella señaló con su dedo el cuarto de baño por lo que asintió. 

Jaden estaba un poco rojo cuando lo miré de nuevo, por lo que me hizo gracia. —¿Cómo están los niños? —Le pregunté, caminando con él a la sala de estar. 

—Bien, supongo. Me hicieron jugar a los bomberos Playmobil. —Él me dio una mirada aburrida lo que me hizo romper en un ataque de risa. Tommy había elegido ese juego como regalo de cumpleaños de Axel.  —La venganza es dulce. —Me susurró en el oído antes de hablar en voz alta. —¡Hey chicos, Brooke quiere jugar con vosotros! 

Los niños se pusieron de pie gritando y vinieron corriendo el espacio corto hacia mí, tomando cada uno una de las manos y obligándome a sentarme con ellos. Antes de que mi trasero tocara el suelo envié a Jaden una mirada de muerte, pero, poco después, me encontraba totalmente inmersa en su pequeño juego. 

***

—Por lo tanto, tenemos toda la casa para nosotros. —Jaden murmuró, dejando caer besos por mi mandíbula hasta que encontró mi boca, pero me separé para hablar. 

—¿Y tu mamá? 

Abrió los ojos y los encerró con los míos. Su intensa mirada todavía me hacía marearme. —Ella no llegará hasta la cena y entonces no va a estar aquí así que... —Se interrumpió con su voz seductora que siempre pone como si supiera que no puedo resistirme. 

Nessa había llevado a los niños al parque cercano después de cantarle "feliz cumpleaños" a Axel y comer el pastel, porque quedó con sus propios amigos. Entonces sí, Jaden y yo estábamos solos. Y yo no podía decidir si eso era bueno o malo. 

Después de algunos intentos fallidos por besarme, dejé que lo hiciera. Estábamos sentados en el sofá de color crema de su sala de estar, nuestras piernas enredadas. Trató de tirar de mí en su regazo a horcajadas sobre él, pero me negué, riendo en el beso. Cuando se separó, Jaden parecía molesto y puso los ojos cuando empecé a centrarme en el juego de Bomberos Playmobil.

—Eres una tomadura de pelo. —Se quejó en mi oído ganando más risitas de mí. 

—Me recuerda a mis padres. —Dije después de unos momentos. Los ojos de Jaden se movieron por la habitación hacia el juguete tirado en el suelo, muñequitas esparcidas a su alrededor. 

—¿Cómo? —Sus cejas se fruncieron en interés.

—Se conocieron a causa de un incendio. —Dije, tocando los dedos de Jaden sobre mi regazo. No significa que sonara como una pervertida, pero Jaden tiene dedos largos y sus manos son sexys.

Está bien, me callo. 

—¿En serio? 

—Si. Mi madre acababa de mudarse a la ciudad de un pequeño pueblo de Tennessee, en busca de fortuna en el mundo de la moda. Así que un día, la cocina de su apartamento se quemó y los bomberos tuvieron que ir. —Elaboré. —Llamaron a la policía también, y así fue como conoció a mi padre. —Terminé, sonriendo. —Lindo, ¿no es así? —Miré a Jaden a través de mis pestañas cuando él resopló.

—Tú lo encuentras todo lindo. —Yacía de espaldas en el sofá, dejando que pusiera una de mis piernas por encima de algún lío enredado. 

—Tú eres el más lindo. —Me agaché para achichar sus mejillas, haciéndole gemir y golpear mis manos, aunque él se rió en voz baja.

—Pero, de todos modos no es tan linda como la historia de una chica que conoció a su novio en el Bronx, pero lo que sea. —Él puso los ojos en broma, acariciando mi pierna con una mano mientras la otra estaba escondida debajo de su cabeza. 

—No fue exactamente lindo cuando viniste a mi coche como todo tipo duro y me asustaste. —Yo le di un puñetazo en el brazo juguetonamente. 

—Te encanta mi rudeza. —Se burló.  —No te engañes a ti misma. 

—Tengo que admitir que es bastante sexy. —Susurré seductoramente, reconectando nuestros labios para un beso rápido. La sonrisa/mueca de Jaden contra el beso fue una de las sensaciones más increíbles de nunca. 

—¿Qué puedo decir? Soy sexy. —Jaden respondió después de que nos alejáramos, me cerní sobre él un poco. Negué con la cabeza ante su arrogancia sólo para descansar en la parte superior de su pecho. —¿Por qué tus padres te llamaron Brooklyn? —Él dejó escapar después de algunos minutos de silencio cómodo, cepillando algunos mechones de mi cabello fuera de la cara. 

—No lo sé, en realidad, dijeron que era tan hermoso como yo —Sonreí. 

—Awwwww. —Él susurró haciéndome reír incontrolablemente, sentado en posición vertical, para no ahogarse. 

No sé si alguna vez será consciente de lo adorable que es cuando me mira con esa sonrisa infame, sus ojos se iluminaron con diversión. Me siento feliz en esos momentos. 

—¿Por qué tus padres te llamaron Jaden? —Le pregunté con curiosidad pura. Mis dedos distraídamente dibujaron patrones en su camiseta, sintiendo su abdomen debajo de mis dedos. Sí, mi novio se ejercita. 

—De acuerdo con mi madre, quería ponerme Jesse durante todo su embarazo, pero cuando nací yo no tenía cara de Jesse. —Se encogió de hombros. —Así que me llamaron Jaden. 

—Oh Señor, me alegro de que lo hicieran. —Apreté los labios para evitar reírme. No tengo nada en contra de ese nombre, pero me gusta más Jaden, para ser honesta. 

—Yo también. —Admitió como hubiera sido lo peor ser llamado Jesse, enviándome su sonrisa del millón de dólares.

—Tengo una propuesta para ti, por cierto. —De repente me acordé de mi conversación con mi madre. 

—¿Qué es? —Preguntó lentamente como si tuviera miedo de lo que iba a salir de mi boca después. ¿Pensaba que iba a pedirle que se case conmigo? 

—Bueno, verás, mi mamá va a presentar su nueva línea de ropa para hombres y está buscando algunos modelos... —Mi voz se apagó, dándole el toque a dónde iba con esto. 

—No. —Él rápidamente exclamó.

—Ni siquiera me permitiste explicar. —Me quejé, golpeando sus muslos con los puños.  Se sentó, con el objetivo de salir.

—No voy a modelar para tu mamá. —Su figura estaba fuera de la habitación antes de que tuviera tiempo de parpadear. 

Seguí detrás de él. No iba a dejar que niegue esta oferta.

—Jaden. —Arrastré su nombre. 

—Brooklyn. —Él me imitó, abriendo la nevera para sacar una lata de cerveza. 

—Jesse. —La broma escapó de mis labios antes de que pudiera detenerla, por lo que di una palmada con la mano a mi boca. 

Jaden me miró ofendido, pisando fuerte junto a mí y de nuevo en la sala de estar. Lo seguí como un perrito perdido y me quedé junto a la puerta mientras él estaba sentado y abría la lata. El chasquido de la tapa y el gas que salía de la lata fueron los únicos sonidos que se escucharon. 

—No puedes rechazar esto, Jaden. —Me quejé, pasando mis manos por el pelo.  Al principio, ni siquiera miró a mi camino, pero luego me lanzó una mirada sarcástica. —Mírame. 

Suspiré ante su terquedad. —Es una gran oportunidad. No sabes lo bien que se pagan estas cosas. —Mordisqueé mi labio inferior, esperando que el dinero le haga cambiar de opinión. 

—Ya tengo mis maneras de ganar dinero. —Él se encogió de hombros, tomando un trago del líquido. 

—Me gustaría que no las hicieras. —Murmuré para mí misma, rodando los ojos. 

—¿Qué fue eso? —Sus cejas se dispararon hacia arriba como retando a que lo diga otra vez. Maldita sea, ¿es bipolar? Un segundo estamos con bromas y diversión, el siguiente él está molesto conmigo. 

—Nada. —Murmuré. —Solo hazlo, Jaden. Es muy divertido. 

—Nunca he hecho nada de eso. —Se negó a mirarme, pero yo sabía que estaba empezando a darse por vencido. 

—Eso no es un problema. Eres descarado y estás c... —me detuve a media frase, volviéndome de rojo escarlata. 

Jaden se volvió sonriendo. —Continua —Hizo un gesto con sus dedos para que siguiera adelante, disfrutando de mi vergüenza. 

—No tenía nadas más que decir. —Tartamudeé, mirando las uñas, los ojos mirando al suelo. 

Jaden dejó la lata sin terminar en la mesa de café frente al sofá y comenzó su camino hacia mí. —Ibas a decir que estoy caliente. 

Cuando me di cuenta de que ya estaba de pie frente a mí, mirando a los ojos inocentes, mi respiración se detuvo en la garganta. Sus manos se colocan en la pared a cada lado de mí, dejándome atrapada. Me parece que siempre termino en esta situación con este chico.

—No, no lo iba a decir. —Me sentí como en los viejos días en que apenas conocía a Jaden y él me intimidaba fácilmente.

—¿Así que no estoy caliente? —Su voz bajó hasta un susurro sexy que siempre conseguía barrerme fuera de la tierra y tropezara en el aire, al igual que mis piernas se habían convertido en jalea y ya no podían soportar mi peso.  Yo, literalmente, no podía articular palabra y Jaden sólo se rió a sabiendas, su aliento caliente golpeando mi mejilla nerviosa cuando se acercó a mi oído. 

—No. —Me las arreglé para exhalar, a pesar de que era una mentira. 

Casi podía imaginar a Jaden sonriendo. —¿Es por eso que tengo ese efecto en ti? —Sus labios rozaron mi piel sensible, dejando besos como plumas a lo largo de la mandíbula y el cuello, volviendo a mirar a mi cara justo después. Estaba apoyado tan cerca que nuestras narices se tocaban y yo estaba casi hiperventilando. 

Sus labios estaban tan atractivos que yo sólo quería que dejara de hablar y me besara ya, pero yo no iba a mostrar mi vulnerabilidad a él y dejarle ganar. 

Agarrando las manos detrás de la pared, reuní toda mi confianza y hablé.

—¿Qué estás hablando? —Una de las manos de Jaden se trasladó desde la pared hasta mi cintura, frotando hacia arriba y hacia abajo y enviando escalofríos por mi espina dorsal.

—Esto. —Señaló, obligando a nuestros ojos permanecer juntos. Su otra mano tomó mi mejilla y parecía que sus dedos estaban enviando ondas eléctricas a través de mi piel. —Esto. 

Nunca en mi vida me sentí como ahora, como si estuviera bajo una espelta y todo a mi alrededor estaba borroso. No había espacio entre Jaden y yo. Una emoción desconocida comenzó en mi estómago y disparó a través de todo el cuerpo, prendiendo fuego. Era como si yo sufriera por los labios de Jaden.

Me asustó. Me asustaba pensar que me estaba volviendo dependiente de alguien en quien no confío plenamente, sin embargo, alguien que había conocido hace apenas un par de meses. Era lujuria. 

—Y esto. —Jaden rozó sus labios con los míos, creando una especie de corriente eléctrica entre nuestra carne, pero se alejó casi inmediatamente. Repitió el proceso varias veces, sus labios suaves y perfectos alejándose cada dos por tres. 

Mis ojos parpadearon con violencia. —Deja de tomarme el pelo, Jaden. —Gemí, cansándome de sus juegos. El deseo estaba creciendo cada vez más intensamente por segundo y yo tenía miedo de lo que pudiera suceder si no se disolvía la tensión sexual.

Jaden iba a reír, pero no dejé que su boca tuviera suficiente tiempo para hacerlo mientras yo tomé el control y ataqué sus labios con los míos, mi mano se sujetó en la parte posterior de su cuello para que no pudiera alejarse de nuevo. Tan pronto como se conectaron nuestros labios, me di cuenta que no era la única que anhelaba esto. Nuestras bocas se movían en sincronía, nuestra cabeza inclinándose a los lados opuestos para profundizar el beso.

Como de costumbre, y a pesar de mi entusiasmo, fue Jaden quien deslizó su lengua en mi boca, aprovechando un grito que emití cuando apretó mi culo. Sus caderas me tiraron a la pared mientras su mano que estaba en mi mejilla tiró de mi pelo ligeramente. Mis manos se apretaron alrededor de su cuello. 

—Sabes a cerveza. —Murmuré cuando momentáneamente nos quedamos con falta de aire. Nunca me ha gustado la cerveza, pero supongo que la mezcla de cerveza y Jaden no estaba tan mal. 

Nuestros labios se juntaron una vez más, la atmósfera cada vez estaba más caliente, mientras sus manos viajaron hasta los costados de mi cuello, soltando aún más pasión en el beso. En el camino llegando a mi cuello, deslizaron mi camisa con ellas.

Dejé mis brazos caer a los costados y la camiseta rodó hacia abajo para terminar en el suelo e inmediatamente después, mis manos subieron a su pelo otra vez. Un gemido profundo salió de la garganta de Jaden mientras jugaba con su pelo de bebé, haciéndome gemir en el beso también y presionarme más contra él. 

¿Qué demonios estás haciendo?¡Para ahora, Brooklyn!

La voz en mi cabeza gritó, pero la ignoré, perdida en la sensación que Jaden me estaba haciendo sentir.

Una de sus manos levantó una de mis piernas, haciéndome saltar un poco para envolver las piernas alrededor de su cintura. Estábamos tan cerca que podía sentir su corazón latiendo en su pecho, al igual que el mío. Jaden se movió hacia atrás hasta el sofá, donde me dejó, nunca desconectando nuestros labios mientras se cernía sobre mí. 

Sus labios dejaron de mi boca y se posaron en el cuello, esta vez dejando besos húmedos con la boca abierta y haciéndome morder el labio inferior para no gemir en voz alta. Jaden no se detuvo, sin embargo, continuó trabajando con su mágica boca moviendo los labios calientes hasta mi clavícula. Sentí que me quemaba la piel, donde su lengua lamió y chupó.

—No... chupetones. —Me ahogué y sentí la vibración de su risa en mi piel. Sentía algo presionando contra mi muslo y tenía miedo de saber lo que era, pero no pude encontrar la voluntad para detenerlo por el momento.

Yo sabía lo que estaba arriesgando al permitir que todo esto fuera tan lejos, pero en ese momento, mi mente estaba demasiado nublada para pensar con claridad. 

Te vas a arrepentir de esto. 

Los labios de Jaden volvieron a conectar con los míos, mis manos viajaron por su pecho y sus abdominales, disfrutando de la sensación. Lo interpretó como una pista para tomar su camiseta y eso es lo que hizo. Agarrando el cuello de la parte posterior de la camiseta, descartó la prenda y la tiró al suelo, al lado de mi camisa. 

Oh, Dios mío.  Me mordí el labio. ¿Por qué tiene que ser tan caliente? 

—¿Disfrutas de la vista? —Jaden me susurró al oído, nos giró así que yo estaba en la parte superior. Me dio otro beso casi sin darme cuenta que él estaba tratando de quitar la parte superior de mi ropa interior.

Luego algo se hizo clic en mí.  No puedo hacer esto.  Desconecté nuestras bocas. —Jaden, yo, yo estoy en mi período... —Mentí, lo que hizo que todo el deseo flotando en el aire desapareciera y el calor viniera a mi cara rápidamente.

Una parte de mí quería seguir haciendo aquello porque me encantó, pero yo no estaba preparada para la siguiente etapa -y yo tenía miedo de que Jaden no esté dispuesto a parar si seguíamos- así que tuve que hacer algo rápidamente. Lo sé, idea brillante. 

—Oh. —Fue todo lo que contestó. Podría sentir la molestia en su expresión. 

—Si. —Yo torpemente me levanté de encima suyo por la vergüenza. 

Imitó mis acciones, de pie y mirando brevemente a sus pantalones. Seguí su mirada y juro que mi corazón dio un vuelco cuando vi el tamaño del bulto.

Tener eso dentro de ti tiene que doler. Apartando mis ojos rápidamente, sentí que mi cara se ponía aún más roja cuando me incliné a recoger mi camiseta del piso de madera. 

—Voy a cuidar esto. —Murmuró en parte divertido, en parte molesto. 

Me senté en el sofá y soplé una bocanada de aire, haciendo que el pelo volara de mi cara. 

Bueno, es la primera vez que le das a un chico una erección, chica... 

*****

—¿Estas decente? —La voz de Blake gritó desde el otro lado de la puerta. 

—Sí, lo estoy. —Le grité, riendo. 

La puerta se abrió de golpe -el hábito de mi hermano- revelando a Blake en traje. —Mamá me envió a saber si ya estás lista. 

Me reí de lo formal que parecía.  —Ella me hizo usarlo, ¿de acuerdo? —Exclamó con enfado, pero terminó riendo también. Sé lo mucho que odia arreglarse. 

Volví la vista hacia el espejo de cuerpo entero.—Ya he terminado. —Dije aplicando una capa de mi favorito brillo labial en mis labios regordetes. Todavía estaban hinchados de antes.—¿Cómo me veo? —Me di la vuelta, dejando que Blake se fijara en lo que llevaba puesto. 

Un vestido rojo botella de abrazaba mi cuerpo, deteniéndose justo encima de mis rodillas.

  —Trés chic. [Muy elegante]. —Respondióen un terrible acento francés.  Le golpeé la parte posterior de la cabeza al pasar para salir de la habitación.

—Ow. —Le envió una sonrisa inocente y agarré el bolso negro en el que meto mi teléfono y algunas otras cosas. 

—Hace que tu trasero se vea grande. —Exageró detrás de mí como venganza. Me reí entre dientes.

Mientras a Jaden le guste mi trasero, está bien para mí. 

Salimos de la casa poco después, metiéndome en el Mercedes de mi papá para ir a su edificio. El edificio estaba en el centro de la ciudad y era uno de los más altos de toda la ciudad de Nueva York. Hoy en día, sólo se cubriría con las familias de las personas que trabajaban allí y mi estómago estaba orando que hubiera comida.  Me senté junto a la ventana, mirando distraídamente las calles que pasaban, mientras todos los demás conversaban. Fuimos por el Starbucks que había ido con Jaden, la estación de metro, las calles que habíamos caminado juntos...

En ese momento, todo me recordaba a él. Estaba empezando a convertirse en todo lo que pensaba, y no voy a mentir, era aterrador. Me estaba enamorando de él, y duro. 

—¡Isabella! Estás tan crecida. —Todo el mundo me recibió cuando llegamos. Me encontré entre las personas que ni siquiera recuerdo llamándome por un nombre que odiaba. Mis padres y hermanos estaban por algún  lado, así que sólo tenía que sacar un poco de conversación con estas personas.

Mantener una falsa sonrisa en mi cara era mi única opción.  —Es el último año de la escuela secundaria, ¿verdad? —Una mujer con el pelo de color rojo brillante en cascada hasta la cintura preguntó. Creo que ella era la esposa del jefe de mi padre, así que decidí ser agradable. 

—Sí, señora Hicks. —Asentí con la cabeza, sonriendo cortésmente. 

—¿Alguna idea para la universidad o todavía no? —Ella sonrió, tomando una copa de champán de un camarero que pasaba. 

Cogí una coca-cola y tomé un sorbo antes de responder. —Todavía estoy pensando en eso, pero estoy muy interesada en Bioquímica y Matemáticas. 

—Wow, por lo que eres una buena estudiante, entonces. —Esa era su manera eufemística de llamarme friki. Enderezó su vestido negro con la mano libre. —Tu padre siempre está alardeando de su querida hija. —Ella señaló muy bien, terminando su copa de champán y deteniendo al mismo camarero para tomar otra. Woah, alcohólica.

  —Gracias. —Giré mi pelo en mis dedos por aburrimiento. En realidad, no me divertía estar entre personas mayores que me preguntan acerca de la escuela. 

—Realmente me encanta tu vestido, por cierto. ¿Quién lo creó? —Ella levantó las cejas negras que hacían un contraste horrible con el rojo de su pelo. 

—En realidad es creación de mi madre. —Confesé con orgullo, enderezando la espalda. 

—Voy a tener que pasar por una de sus tiendas en breve. —Ella se rió y ahogó su tercera copa de champán. 

Después de la señora Hicks, otro montón de gente me preguntó acerca de la universidad por lo que cuando vi a Blake a través del cuarto, vi mi oportunidad de escapar.  Me apoyé en la mesa que estaba a mi lado, comiendo todo lo que había.

La comida era casi tan poca atractiva como el catering en el partido de fútbol de Tommy, que me recordó, una vez más, a Jaden. 

—Teniendo el momento de tu vida, ¿eh? —Blake habló, masticando un camarón. Ew, odio los camarones. 

—Por supuesto. —Respondí con sarcasmo.

—Esta mierda es tan aburrido. —Suspiró, en busca de su próxima presa en la mesa, que terminó siendo un salmón que parecía bastante podrido. 

—Blake. —Le susurré/grité, esperando que nadie lo hubiera escuchado. 

—¿Qué?

—Tu lenguaje. —Le regañé.  —¿Estás saliendo con nuevos amigos que son una mala influencia o algo? 

—Dice la chica que sale con un criminal del Bronx. —Escupió en ironía.  Golpeé su mano, lamentando después cuando quedó manchada con mayonesa.

—¿Puedes callarte? —Le susurré. —Y él no es un criminal. —Defendí a Jaden, limpiándome la mano con una servilleta. 

—Sí, lo es sis. —Puso los ojos y volvió a comer. 

Mi teléfono sonó, lo que indicaba que tenía un nuevo texto. Lo saqué de mi bolsillo con la esperanza de que sea Jaden, pero para mí -y lo siento- decepción, era de Addison. 

Yo estoy sola, ¿quieres venir a una fiesta de pijamas gurl? 

Me reí entre dientes. ¿Desde cuándo Addison dice 'gurl'? 

No puedo. Ya tengo plan... bueno, si se puede llamar a venir a la oficina de mi padre un plan :(

Escribí de nuevo la respuesta rápida y casi grité cuando levanté la vista y me encontré cara a cara con un chico. No es un chico cualquiera, era Troy McAdams. 

—Bella, hace mucho tiempo que no nos vemos. —Dijo con emoción, envolviéndome en un abrazo. Torpemente envolví mis brazos alrededor de él, todavía con mi teléfono en mi mano y pronunciando palabras de SOS hacia Blake. 

—Sí. —Metí mi teléfono en mi bolso, mirando a todas partes menos a él.

Troy era lindo, tenía pelo marrón y ojos verdes.  Cuando teníamos 10 años, lo encontré encantador y divertido, pero con los años llegó a ser molesto y acosador. No lo había visto en meses por lo que había cambiado, era más alto ahora y hasta a través de su camisa azul se podía ver que había estado ejercitándose. Pero él todavía era un engreído de 16 años de edad, que creía que estaba loca por él.

—¿Mirándome? —Él movió las cejas sugestivamente. 

—Troy, tengo novio. —Dije, aburrida, mientras que Blake nos miraba con diversión.

—¿Hablas en serio? Pensé que estabas enamorada de mí. —Él movió su dedo entre nosotros en decepción falsificada.

—Veo que no has cambiado. —Tomé otro sorbo de mi coca, dejando el vaso ya vacío sobre la mesa. Troy se unió a mi hermano en su misión vamos-a-reventar-con-toda-la-comida. 

—No me gustaría cambiar siendo tan genial, ¿verdad? —Él me guiñó un ojo, con un Nugget en la boca. 

—Por supuesto. —Mis ojos se pusieron en blanco involuntariamente.

Cuando sentí que mi teléfono emitía un pitido y casi canté la canción de Aleluya, Dios me estaba salvando de este idiota. Yo esperaba que fuera Addison, pero para mi sorpresa -y felicidad- era Jaden. 

Ven al B2.

Fruncí el ceño ante la pantalla. Parecía como si Jigsaw me hubiese enviado el mensaje, para ser honesta. ¿Por qué Jaden siempre tan reservado y misterioso? ¿Por qué quiere que vaya al sótano? ¿Esto quiere decir que él está en el edificio?

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Espero les guste.

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