"Te amo y te amare aún más..."
Esas fueron sus últimas palabras, y luego lo vio abandonar la vida, desde lo alto de aquel puente, donde el dio su último respiro, su último adiós.
Ya había pasado un mes desde que Taehyung se había suicidado, dejándolo viudo y deprimido. Solo y desequilibrado... Pero la familia Kim estaba igual, a lo largo de sus años casado con él comprendió lo esencial que él era para su familia, en ese mes todo con los Kim se fue al carajo, todo, ya no quedaba nada de nadie, todos estaban aún en shock y autodestructivos.
Así como él, que aún estaba en cama siendo las diez de la mañana, pero no se sentía con fuerzas para ir a trabajar, ya no. Antes alguien siempre lo despertaba con besos y con palabras cariñosas...
"Arriba dormilón", "Despierta mi amor", "Quisiera siempre tenerte así, durmiendo entre mis brazos."
Recordaba todas las frases que el solía susurrarle al oído, miro a su alrededor contemplando el desastre del lugar y frunció el ceño, "El odiaría ver esto así", se dijo, recordando también como Tae siempre mantenía todo limpio y ordenado, como este era más amable y delicado solía ser tierno a la hora de hacer un comentario o una opinión... "Amor... ¿Podrías... No sé, tal vez no dejar la ropa tirada en el suelo del baño al ducharte...?" y al terminar la frase le regalaba un beso y una mirada llena de amor, y aun así él seguía tirando la ropa en el suelo del baño al ducharse.
"Maldito..." Se dijo a sí mismo.
Cuando su reloj volvió a sonar eran las seis de la tarde, se había vuelto a dormir al parecer. Se levantó y fue en busca de comida, se puso un albornoz sobre el pijama y caminó por los pasillos, fríos y solitarios, silenciosos y oscuros... Ya no estaba la luz de su presencia ni la melodía de su voz y su sonrisa, bailando en cada rincón.
Con una picazón en los ojos se los talló y entró al desastre de cocina...
Ollas y platos sucios, restos de comida y botellas de alcohol, otros recuerdos lo invadieron...
Ultimamente cada rincón le llevaba a tiempos lejanos que extrañaba y que nunca pensó que extrañaría, estos se trataban de cuando llegaba a casa y encontraba a su esposo cantando al son de la música mientras cortaba verduras, o de él retirando las velas de lo que iba a ser una cena romántica y pasó a una cena "común" gracias a Hoseok y sus malos comentarios.
Tomó una caja de pizza de la heladera y las pocos y frías porciones las metió al microondas.
Su cuerpo dolía y sus ojos hinchados también.
Constantemente su mente revivía los momentos antes de verlo morir, antes de perderlo, era todo su cumpla, lo sabía. Pero lo peor de todo fue enterrarse del embarazo de cuatro semanas de Taehyung...
Sí. La autopsia había revelado un prematuro embarazo que el mismo Taehyung desconocía...
El sonido del aparato lo llamó a la realidad. Tomó sus porciones de pizza y volvió a la cama. Otra vez allí pensó en la carta... En como aquella mañana le había dado igual dejarla sobre su escritorio... Y como él la había encontrado y la leyó, todo el tiempo su mente recreaba ese momento. Se amargaba al pensar en el dolor de Taehyung, en su desilusión. En su certeza al saber que sus veinte años de matrimonio fueron solo una farsa por un capricho adolescente.
Repentinamente su mirada captó algo sobre el armario. Se levantó y se dispuso a bajarla... Era una hermosa caja, de estampado floreado que tenía el nombre "♡TAESEOK♡" escrito sobre un papel y pegado a la tapa, trago saliva con diñcultad y con fuerza de voluntad regreso a la cama llevándose la caja con él. Se sentó y la posó sobre sus piernas, la acarició y tomó unos momentos preguntándose si se animaría a abrirla, estaba seguro de dos cosas: La primera era que, nunca la había visto. Y la segunda, que pertenecía a Taehyung... Nadie más escribiría "Taeseok" y le dibujaría corazones rojos alrededor.
"Te amo y te amare aún más" las palabras se repitieron y la caja se abrió…
........
Tienen permitido llorar, yo lo hice:(