Versos fríos [EN EDICIÓN]✔️

By laurel_writer

1.6K 209 15

El frío era un escudo para ella, una capa de invisibilidad para evitar que la dañaran. Pero ella ya estaba ro... More

Prefacio
1. Tan solo una sonrisa
2. Miedo a la soledad
3. Poco orgullosa
4. Sufrir en silencio
5. Sin tanto hielo
6. Sentimientos de hielo
7. Máquina perfecta
8. Los chicos de Indiana
9. Los estragos del pasado
10. Desastres de un recuerdo
11. Miedo a enamorarse
13. Brillo
14. Libre de represalias
15. Impulsos destructivos
16. "Deudas"
17. El infierno que nadie merece vivir
18. Palpar el amor
19. El arte de sentir
20. El error al no escuchar
21. Objeto explosivo
22. Voluntad
23. Un heróe con debilidades
24. Una persona especial (parte 1)
25. Una persona especial (parte 2)
26. Inquebrantable
27. Marioneta
28. No todo está en el olvido
29. Es doloroso ser fuerte.
30. Hechizo
31. Sentirse útil
32. Vacío de incertidumbre
33. Dejar ir
34. Cristales rotos
35. Pensamientos que consumen
36. Antes y después
37. Cuestión de minutos
38. Alguien que ya estaba perdido
39. Desconocido
40. Intentar olvidar
41. Estallar
42. Sueños rotos
43. Inocentes
44. Versos fríos
45. Sospechas preocupantes
46. Luz en la penumbra
47. El villano que quería ser un héroe
48. Un recuerdo intacto
49. Dos copos de nieve.
50. En algún lugar de España
Epílogo
Agradecimientos

12. Viaje de emociones

32 5 2
By laurel_writer

¿Qué pasó? Se preguntarán, ¿qué pasó con las canciones? Y la respuesta es que hasta ni yo misma sé por qué carajos no me deja buscar los videos y ponerlos!!!!! *grito incomprensible* pero bueno, espero les guste el cap jeje.

Dalia.

—¿y estás seguro de que ella...?

—Stella, no tienes que susurrar, prácticamente escucho todo lo que dices.

—¿estás segura de que quieres hacerlo?—preguntó preocupada y yo le di un trago a mi sopa.

—no lo sé pero... si lo postergo más puede ser peor.

Kyle me había hecho recapacitar, tenía miedo pero, asumo que es lo mejor para mí y para enorgullecer a mi padre dondequiera que esté.

—¿otra aspirina o ya se te pasó el dolor de cabeza?—añadió Kyle sentándose a mi lado.

—estoy bien así.

Estábamos en la mesa de la cocina en la cual me estaban dando todos los cuidados para que se me pasara la horrible resaca.

—¿cuánto bebiste anoche?—preguntó Donna quien estaba frente a mi.

—no lo recuerdo...

—como ocho o nueve martinis, unos shots y un cóctel cargado. Ah, y Newt manda a decir que no te salvarás del pronto regaño de Moyra—dijo Kyle.

—esa vieja está loca—musite hastiada de Moyra—, Marcus no se enteró, ¿cierto?

—no tardará en llegar y si, Moyra ya le contó. Hubiéramos podido sacarte sin que él se diera cuenta pero Moyra no es capaz de quedarse callada.

—¿ya he mencionado lo mucho que detesto a Moyra?—todos rieron—. Es desesperante.

—¿a qué hora quieres ir?—preguntó Kyle.

—¿puede ser en la tarde?

—Marcus dice que irá para el almuerzo pero si quieres yo puedo llevarte en la tarde.

—estaría bien.

—lo llamaré para que se vaya adelantando.

Kyle salió de la cocina y aproveché el momento.

—¿qué más cosas vergonzosas hice además de vomitar miles de veces?—Donna rió.

—le dijiste a Newt cuanto lo quieres sabiendo que los dos no se tratan de la mejor manera posible, ahí ellos supieron lo borracha que estabas.

Oh, no puede ser verdad.

—¿eso es cierto, Stella?—imploré para que Donna solo estuviera jugándome una mala broma.

—no me mires a mí, tu fuiste la que se tomó un montón de bebidas exóticas sin cenar anoche.

—lo siento.

Kyle entró y no pude evitar sentir vergüenza en la mayor capacidad, tanto que ni siquiera podía verlo fijamente a los ojos.

—él dice que no hay problema y que está orgulloso de ti por tomar esa decisión pero que va a darte un buen sermón por ponerte de borracha anoche.

—pues prácticamente me obligaste así que...

—yo no te obligué, tu misma aceptaste.

—como sea—repuse—, voy a ponerme algo mejor que esta ridícula pijama que huele a vomito.

—ah, si, se me olvidó que también vomitaste un poquito en el baño—se burló y mi rostro se enrojeció.

—cállate, Kyle.

—yo no tengo la culpa del exceso de bebidas extravagantes que tomaste—Stella se rió al escuchar como decía algo parecido a su reproche de hace rato.

—¿de qué lado estás?—repliqué.

—del lado de la gente sobria—contestó ella restándole importancia.

—eso es traición.

—ve a cambiarte—dijo Kyle sin parar de reír.

Alguien iba a pagar por eso algún día.




Las manos me sudaban y no podía dejar de moverme en el asiento del auto de Kyle. Ya estábamos completando dos horas de viaje para llegar a nuestro destino y conforme pasaba el tiempo más inquieta me ponía.

—¿puedes tratar de calmarte un poco? Me pones nervioso también a mí.

—no tienes porqué estar nervioso.

—cierto pero igualmente, ¡ya deja de tocar tu muñeca!—exclamó.

Observé mis manos y si, estaba de nuevo midiendo mi muñeca como acostumbraba cuando me ponía nerviosa.

—lo siento.

Kyle acercó su mano derecha hasta la mía entrelazando nuestros dedos.

—trata de respirar profundo, todavía faltan unos minutos para llegar.

Asentí y traté de controlar mis respiraciones cerrando los ojos. Luego de un rato Kyle detuvo su auto pero yo no quería abrir los ojos para ver esa casa, aún no. Sentí que la otra mano de Kyle tomaba mi rostro con delicadeza.

—si sucede algo malo, no te preocupes, no te dejaré sola.

Abrí los ojos encontrándome con los de Kyle quien tenía una suave sonrisa en su rostro para animarme. Bajamos del auto y pude ver la vieja casa de mis padres. No era la que yo había comprado, esa era enorme para que pudiéramos estar todos juntos, pero el orgullo de mi madre era tan grande que no soportó la idea de seguir viviendo a costillas mías y prefirió volver a la casa donde yo había pasado mi infancia. Kyle volvió a tomar mi mano para ayudarme a seguir caminando hasta que llegamos a la puerta la cual el tocó y luego una señora de cabello castaño recogido con uniforme de enfermera abrió.

—eh... venimos a ver a Beth Foster—dijo Kyle cuando yo no podía argumentar palabra.

—ustedes deben ser los chicos de los que habló Marcus.

—si, ella es Dalia y yo soy Kyle.

—pasen por aquí.

Entramos en la casa y pasamos primero por el pasillo que llevaba hacia la sala.

—ella está en el jardín con Marcus, ¿quieren esperar a que entren o prefieren salir?

Kyle me miró esperando una respuesta.

—eh... creo que podemos ir al jardín—murmuré nerviosa.

La enfermera nos llevó al jardín y abrió la puerta corrediza para dejarnos pasar.

Ahí estaba ella. Estaba sentada en la mesa de la esquina observando el árbol mientras Marcus trataba de hablarle. Se veía muy diferente a como la recordaba, su cabello rubio ya estaba repleto de canas y sus arrugas que tanto se esmeraba en ocultar ya eran muy notorias.

—chicos—Marcus nos hizo una seña para que nos acercáramos.

A pasos tímidos tomé asiento un tanto distante de Beth. Ella nos nos miraba, solo tenía sus ojos puestos en el árbol.

—Beth, mira quién está aquí—dijo Marcus pero ella continuaba con la mirada perdida—. Delilah está aquí, Beth, tu hija Delilah.

—¿Delilah?—preguntó ella en un tono bajo.

—si, Beth, Delilah y él es su amigo Kyle.

—¿Delilah?—volvió a preguntar y el miedo de que ya me hubiera olvidado era tanto que me estaba cortando la respiración—, querrás decir Dalia...

—también—respondió Marcus un poco nervioso.

Los ojos de Beth de repente dejaron de estar enfocados en el árbol y cayeron en mí.

—tu—eso no me estaba gustando—. Dijiste que era Delilah, ella no es Delilah—comentó señalándome.

—si lo es, Beth.

—ella es... Dalia.

—son la misma persona, Beth.

—no, Dalia es una asesina—lo dijo de una manera tan cruda que las lágrimas no dudaron en acumularse nublándome la vista, Kyle tomó mi mano pero yo no dejaba de temblar.

—no, Beth, ella no es una asesina.

—no la defiendas, ella mató a tu padre... mi hija Delilah nunca hubiera hecho eso.

—yo soy Delilah, mamá—musité con la voz temblorosa.

—¡asesina!—se levantó de golpe y nosotros con ella. Marcus la ayudó a estabilizarse pero ella estaba temblando mientras me señalaba con su dedo—, ¡tu y tu maldita ambición lo mataron! ¡Tu lo hiciste! ¡Él no hubiera muerto de no ser por ti!

—Beth...—Marcus trató de calmarla pero ella seguía gritándome.

—¡no tendrás perdón de Dios! ¡Eres una asesina!

La enfermera apareció y ayudó a llevar junto con Marcus a Beth dentro de la casa.

—fue una muy mala idea—dije rompiendo a llorar frente a Kyle.

—lo siento, Dely.

—dentro de mí algún día guardé la esperanza de que olvidara todo pero... ella sigue odiándome.

Kyle me acercó a él abrazándome mientras yo lloraba en su pecho desconsoladamente.

—¿quieres irte?—asentí.

Kyle me llevó afuera de la casa y me ayudó a entrar en el auto. El camino fue silencioso y yo había parado de llorar en esas dos horas de viaje pero aún sentía esa presión en el pecho que no me dejaba por completo.

—¿quieres ir a tu apartamento?—negué.

—no quiero que Stella haga preguntas ahora.

—¿entonces? ¿Quieres ir a mi apartamento?—asentí. Era preferible eso.

Llegamos al apartamento de Kyle, él cerró la puerta y me ayudó a quitarme la chaqueta que traía.

—quítate los zapatos, traeré algo de ropa de Donna para que estés más cómoda.

Me quité los zapatos y Kyle subió a traer la ropa de Donna. Cuando volvió me entregó una sudadera y unos shorts sueltos que de por si se veían bastante cómodos. Me cambié en el baño y cuando salí Kyle estaba afuera de este pensativo.

—¿qué sucede?—pregunté.

—pensaba en que comiéramos algo pero en el refrigerador no hay más que un gran bote de helado que Donna siempre me obliga a comprar, ¿quieres helado?

—si, ¿te molesta si entro a la cabina?

—no tienes qué preguntarlo, puedes ir. Y deja tu ropa por ahí, igual todo está desordenado.

Kyle se fue a la cocina, dejé mi ropa en la sala y me adentré en la cabina. Me acurruqué en la silla giratoria y en la computadora busqué mi grabación, para recordar que aún existen buenos tiempos como en ese día con Kyle. No podía dejar de pensar en lo devastada que estaba. Ir a ese lugar solo me había recordado lo mucho que sufrí tras las acusaciones de mi madre y ahora volver y escucharla decir lo mismo no era más que sentir una granada estallando en mi corazón. Sin importar lo enferma que esté... ella nunca dejaría de odiarme... nunca dejaría de hacerlo. Las lágrimas salieron de mis ojos sin aviso quemándome por dentro. Estaba harta de lidiar con eso día y noche en mi cabeza y que me lo recuerden... solo empeora las cosas.

Escuché que Kyle había entrado a la cabina, se sentó frente a mi con dos vasos de helado que luego depositó sobre la mesa. Yo no era capaz de verlo a los ojos. Me quité los audífonos. Tomé una respiración y dejé que todo saliera con tal de desahogarme.

—¿por qué todas las personas que antes me amaban ahora me huyen?

—eso no es cierto, Dely.

—Me he sentido tan sola desde que mi papá murió... he sentido como si nadie, excepto Marcus y Stella, quisiera estar conmigo, no culpo a las demás personas porque ¿quién querría estar con un desastre como yo? ¿Quién querría estar con alguien que ni siquiera puede cuidarse a sí misma?

—no digas eso, Dely...

—es cierto. Todos mis problemas son por mi culpa, por aceptar este modo de vida ridículo que solo me hace ganar lujos y que me destruye cada vez más. No es lindo verme al espejo por las mañanas y sentir lo mucho que me odio a mí misma, lo inconforme que estoy con mi cuerpo y recordar los malos pensamientos que siempre están rondando en mi cabeza; recordar que yo misma escogí esto, o el feo vicio que tengo de medir mi muñeca para pensar que estoy bien cuando en realidad estoy muriendo de hambre por culpa de los comentarios inoportunos de las personas. Estoy harta de sentirme insuficiente, estoy harta de pensar que tengo la culpa... estoy hasta cansada de mí y de mi asquerosa actitud... estoy harta, Kyle.

—no digas que eres insuficiente, ni se te ocurra tan siquiera pensar que tienes la culpa de todo. Las cosas simplemente suceden y que te odies a ti misma por todo no funcionará. Eres especial, Dely, lo eres y no permitiré que por un segundo pienses que no vales. Nadie es perfecto y si opinan de tu cuerpo o modo de vivir es porque ellos tampoco están conformes con sus propias vidas, nosotros mismos nos damos el valor que tenemos y puede que estemos deshechos pero hay que intentarlo. Tampoco digas que nadie querría estar contigo, eres repelente eso si—reí un poco a pesar de mi llanto—, pero... yo no te dejaría y sé que ni Newt ni Donna tampoco lo harían, tienes personas con quienes contar, no estás sola.

—¿tu no me dejarías?

Kyle acercó su silla a la mía y con una enorme sonrisa continuó.

—puedes ser fría, pero ese frío me encanta. No te dejaría, Dely.

—¿ni aunque sea una arpía como dice Newt?

—ni siquiera por eso.

La mirada de Kyle me hacía sentir segura. Y su sonrisa, ni hablar de esa sonrisa.

—cuando dije que no sucedería... ¿es muy tarde para arrepentirse?—me atreví a preguntar con nerviosismo.

Una gran sonrisa se dibujó en sus labios.

—nunca será tarde para ti, Dely.

Escuchar eso me reconfortó e hizo que mi corazón latiera más fuerte.

—entonces prepárate—me limpié las lágrimas.

—¿por qué?

—porque no soy buena novia—dije con algo de burla.

—yo tampoco soy buen novio.

—con que no me rompas el corazón con eso bastaría.

—no haría eso jamás.

Dicho eso Kyle acercó su rostro al mío, no paraba de mirar mis labios y yo tampoco de mirar los suyos, por fin estaba a punto de suceder. Kyle se levantó de la silla y extendió su mano para que yo la tomara, lo hice y me acercó mucho más a él. Justo como la última vez notaba que su corazón latía tan de prisa como el mío. Posó su mano en mi cintura y con la otra tocó mi mejilla.

—nunca creí tenerte así de cerca.

—deja de hablar porque o si no me arrepentiré—sentencié.

—y ahí volvió Dalia.

—llámame Dely, como siempre lo haces.

Kyle rió y no perdió más tiempo ya que impactó sus cálidos labios con los míos haciendo que nuestros latidos se volvieran uno solo. Con que así se siente el amor justo como lo describía Stella. Como un viaje de emociones. Lo triste era que ese viaje de emociones algún día podría llegar a su fin.

************************************
¡Sorpresa chiquibeibis!
Llegó la hora de una doble actualización soooo, continúen pero no olviden antes dejar sus votos o comentarios. Los amo.

Continue Reading

You'll Also Like

84.3K 4.3K 53
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...
8.3K 511 41
Y aunque los matrimonios suelen terminar con un "Y vivieron felices para siempre..." Esta historia demostro que no todo en el matrimonio es perfecto...
3.7K 165 12
¿Como la vida de una persona puede cambiar tanto por tonterías y hechos del pasado?.¿como la vida le irá de ahora en adelante a Israh? Después de con...
26.9K 1.6K 54
Ella... Voleibol, disciplina y frialdad. Él... Natación, pasión y empatía. Un campamento de verano para atletas con miras hacia el éxito y las relaci...