Versos fríos [EN EDICIÓN]✔️

By laurel_writer

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El frío era un escudo para ella, una capa de invisibilidad para evitar que la dañaran. Pero ella ya estaba ro... More

Prefacio
1. Tan solo una sonrisa
2. Miedo a la soledad
3. Poco orgullosa
4. Sufrir en silencio
5. Sin tanto hielo
6. Sentimientos de hielo
8. Los chicos de Indiana
9. Los estragos del pasado
10. Desastres de un recuerdo
11. Miedo a enamorarse
12. Viaje de emociones
13. Brillo
14. Libre de represalias
15. Impulsos destructivos
16. "Deudas"
17. El infierno que nadie merece vivir
18. Palpar el amor
19. El arte de sentir
20. El error al no escuchar
21. Objeto explosivo
22. Voluntad
23. Un heróe con debilidades
24. Una persona especial (parte 1)
25. Una persona especial (parte 2)
26. Inquebrantable
27. Marioneta
28. No todo está en el olvido
29. Es doloroso ser fuerte.
30. Hechizo
31. Sentirse útil
32. Vacío de incertidumbre
33. Dejar ir
34. Cristales rotos
35. Pensamientos que consumen
36. Antes y después
37. Cuestión de minutos
38. Alguien que ya estaba perdido
39. Desconocido
40. Intentar olvidar
41. Estallar
42. Sueños rotos
43. Inocentes
44. Versos fríos
45. Sospechas preocupantes
46. Luz en la penumbra
47. El villano que quería ser un héroe
48. Un recuerdo intacto
49. Dos copos de nieve.
50. En algún lugar de España
Epílogo
Agradecimientos

7. Máquina perfecta

35 5 0
By laurel_writer

Dalia.

—¡Donna ya llegué!—gritó Kyle cuando entramos al apartamento.

Donna salió de la cocina con un bote de helado en sus manos, ¿cuánto helado consumían en ese apartamento?

—¿cómo les fue?—preguntó ella con el tono de voz bajo, justo como siempre.

—aceptaron la canción—dijo Newt pasando por el lado de Donna evitando mirarla.

—¡deja de comportarte como un niño!—gritó Kyle pero Newt lo ignoró yéndose a otra parte del apartamento donde Kyle no estuviera cerca.

—¿qué le hiciste?—preguntó Donna.

—sabes que es un caprichoso...

—¡¿por qué no le dices la verdad?!

Newt apareció nuevamente en la sala con una botella de cerveza en la mano gritando como un loco. Kyle se quedó callado y agachó la mirada.

—¿decirme qué? ¿Kyle?

—es solo por su bien—dijo Kyle.

—¡quiere que bailes en el video! ¡Le dije que no lo hiciera por ti pero no me hace caso!

—¿Kyle?—la desilusión en el rostro de Donna se distinguía a metros de distancia.

—hablé con tu psiquiatra, ella dijo que sería bueno que distraigas la mente en algo y...

—¡¿cómo se te ocurrió tan siquiera pensarlo?!—Donna estaba muy alterada—. Kyle, yo no estoy lista para eso... no... no discutiré contigo, consigue a alguien más.

Donna corrió hasta las escaleras y luego se escuchó el estruendo de una puerta desde arriba.

—y eso que no le he dicho el resto—añadió Newt lo cual hizo enojar a Kyle.

—¡¿acaso quieres ponerla en mi contra?!

—¡no está lista y sería bueno que pensaras en cómo se siente ella!

—¡¿crees que no lo hago todo el tiempo?!

—¡pues parece que no!

—¡cada maldito segundo no dejo de pensar en su bienestar! ¡Deja de cuestionarme porque aquí solo eres el chico que la dejó tirada en un concierto!

Si antes Newt estaba enfadado ahora la decepción y la ira eran partícipes de sus impulsos. Newt lanzó la botella de cerveza contra la pared y una lágrima corrió por su mejilla lentamente. ¿Qué había pasado en ese concierto?

—pueden quedarse a grabar la canción, yo me voy—Newt caminó lentamente hacia la puerta y yo miré a Kyle esperando a que corrigiera lo que pasó pero este sólo revolvía su cabello tratando de mantener la cordura.

—Newt...

Seguí a Newt hasta afuera del apartamento cerrando la puerta detrás de mí.

—¿qué pasó ahí adentro?

—nada—respondió cortante caminando de un lado a otro.

—eso no fue nada, por nada no has estampado la botella de cerveza contra la pared.

—¿y eso qué?

—¿qué está pasando contigo?

—nada que te importe.

—bien, pero ahora necesito que metas tu trasero en ese apartamento para grabar la canción, no podemos perder el tiempo.

—no estoy de humor ahora.

—yo no estoy de humor nunca y aún así me las arreglo para estar de pie todos los días. Ahora, adentro.

—ese tono autoritario no funcionará conmigo.

—pues espero que con el Newt desesperante de siempre si funcione porque a ese es el que necesito ahora.

—adiós—Newt iba a irse pero lo halé de su chaqueta y abrí la puerta entrando con él.

Entré y Kyle me observó confundido, al cerrar la puerta solté a Newt.

—¡no se qué carajos está pasando pero ahora necesitamos trabajar así que o solucionan o yo misma traigo a Moyra para hacerlos trabajar!

—ni se te ocurra llamar a Moyra—sentenció Newt.

—trabajen entonces.

Entré en la cabina de grabación y me senté en la silla giratoria sacando de mi bolso la agenda negra y abriendo la página donde estaba la canción ya escrita completamente. Kyle entró a la cabina pero no estaba con Newt.

—dije ambos y no me obligues a llamar a Moyra.

—Newt fue a hablar con Donna, ella no quiere verme ahora y le debo una disculpa a Newt.

—¿qué fue lo que hiciste para que reaccionara así?

Kyle bajó la mirada y se sentó a mi lado.

—es complicado. ¿Ya le encontraste nombre a la canción?

Le señalé la parte donde había escrito el nombre y él sonrió.

—queda fantástico, y quisiera saber de dónde provino ese nombre tan motivador.

—que no se te suba a la cabeza—repliqué.

—muy tarde.

—sí que eres presumido.

—uno de mis muchos dones, ¿seguimos con la misma melodía de ayer?—asentí—. Bien.

—¿crees que Donna acepte lo del video?

—charlaré de eso con ella luego. Además, creo que Newt en el fondo sabe que ella lo necesita.

—¿hace cuanto conoces a Newt?—pregunté luego de un largo silencio.

—desde que éramos niños. Vivíamos en un pueblo de Indiana, ¿no te lo contó?—negué—. Estudiamos en la misma escuela hasta que un día se filtró un video de él cantando en la escuela, así lo conoció el mundo y así lo invitaron a formar una banda con los otros tres chicos y tuvo que dejar Indiana para mudarse con su familia a Los Ángeles.

—¿y cómo fue que tu llegaste aquí?

—fue la ruta larga, no te voy a mentir, tuve que estudiar mucho todo lo que tenía que ver con sonido y efectos audiovisuales que servirían para tener un buen empleo y me ofrecieron una beca en la Universidad de California por mi esfuerzo. Llegué aquí y el que me recibió fue Newt, me ofreció una pasantía con el que era su editor de videos en ese tiempo, las cosas pasaron y yo terminé trabajando para muchos cantantes y directores. Básicamente así se ampliaron mis horizontes.

—¿y viajaste con Donna en ese momento?—Kyle negó.

—Donna se graduó de la preparatoria y fue admitida como bailarina en el Conservatorio de artes de Manhattan. Se mudó a Nueva York y... el resto ya es historia antigua que no nos agrada recordar.

—¿y qué tal bailaba Donna?

—ni te lo imaginas, ella era luz sobre cualquier escenario que pisara. Recuerdo mucho cuando a veces la veía en su habitación practicar, ella era arte con sus movimientos y todo lo que transmitía era con tanto amor y personalidad. Cuando ella bailaba ni siquiera se notaban como las zapatillas tocaban el suelo, era como si una partícula se desplazara por el aire de la forma más delicada.

Kyle hablaba de Donna con un brillo increíble en sus ojos, como si en su mente estuvieran proyectándose cada uno de los bailes de ella y eso se veía tan afectuoso que me hizo recordar la mirada de Marcus cuando me escuchó cantar en mi habitación por primera vez. Son tan parecidos, como esa clase de hermanos que siempre estarán para proteger a su pequeña hermana.

—¿y qué pasó?—de repente el brillo se apagó y fue remplazado por una mirada opaca y sin vida.

—dejó de hacerlo.

—¿así nada más?

—Dely, no quiero seguir hablando de esto.

Nos quedamos un rato en silencio hasta que él decidió darles unos retoques a la melodía de la canción. Todo con tal de evitar hablar a cerca de Donna.

—ya llegué—Newt entró en la habitación y se sentó en el mueble de atrás.

—¿cómo está Donna?—pregunté.

—ella está mejor. ¿Puedes enseñarme la letra por favor?

Le entregué la agenda con algo de vergüenza porque él vería lo que estaba escrito en las primeras páginas, lo cual fuera de contexto podría malentenderse. Precisamente, cuando Newt vió el copo de nieve me miró con las cejas alzadas y luego a Kyle quien estaba concentrado en su computadora.

Newt tardó unos cuantos minutos en aprenderse sus partes y cuando ya estábamos listos entramos a grabar. Kyle hizo su señal y Newt empezó con la primera estrofa, luego seguí yo, nos unimos al coro, otras estrofas más, nuevamente el coro y por último el cierre juntos. Cuando terminamos Kyle pasó la mano por su rostro con impaciencia.

—no los siento conectados y más que todo tu, Newt.

—no me he familiarizado mucho con el ritmo, es por eso—bramó irritado.

—necesito ver algo más de potencia en sus voces, están narrando una historia, demuestren sus sentimientos por favor—exigió.

La pista volvió a escucharse en nuestros audífonos y de nuevo cantamos. Newt parecía no estar ahí. Estaba como ausente y solo su voz salía de sus cuerdas bucales por compromiso y no porque él quisiera. Me quedé callada y Kyle detuvo la pista.

—¿Dely?

—Newt ve a tu casa, grabaremos mañana.

—estoy bien—contestó desviando la mirada.

—no estás bien, ve a tu casa y grabamos mañana.

Miré a Kyle esperando algo de apoyo con Newt para convencerlo de que se fuera, él no estaba bien y no podía obligarlo a quedarse cuando él no quería hacerlo.

—ve, Newt.

Newt se quitó los audífonos y los colgó frente al micrófono, salió de la cabina y yo también pero me detuve antes de salir.

—nos vemos mañana. Newt no está bien hoy, tú tampoco y así no podemos trabajar.

—¿y si te quedas?—preguntó con algo de ilusión.

—¿por qué me quedaría? Vine a trabajar—contesté cruzándome de brazos en el marco de la puerta.

—tal vez quieras ver una película, no tengo una sala de cine como Newt pero hay una televisión, Netflix y con qué hacer palomitas.

—te dije que no sucederá. ¿Por qué lo intentas?—inquirí con cansancio, no quería que se ilusionara con algo que no sucedería.

—¿intentar qué? No te estoy invitando a una cita ni nada parecido, solo es una película y ya está. Pero si no quieres...

Sí, estaba quedando como una idiota insensible así que decidí reivindicarme antes de que me tomara por mala persona.

—está bien pero debo llamar a Stella para que...

—¿quién es Stella?—frunció el ceño confuso.

—ella... ella es como mi ama de llaves.

—¿y para qué es necesario llamarla?

No iba a decirle que me estaba esperando con una amplia cena esta noche, como lo hace siempre, para que no descuide mis horarios de comida, eso abriría paso a otra conversación a la que no estaba dispuesta a tener en ese momento.

—solo... déjame llamarla e iré a la sala en unos minutos—Kyle me miró con el ceño fruncido un instante pero igualmente asintió.

Salí de la cabina y llamé a Stella quien me contestó al instante.

—¿ya vas a llegar?—preguntó ella.

—Stella, no cenaré en mi apartamento hoy.

—no señorita, sabes que va en contra de mis reglas, te dejé un solo día y creo que no cenaste. ¿Me equivoco?

—no te equivocas...

—entonces ven de inmediato antes de que quieras encontrarme muy molesta en cuanto llegues.

—¿si te digo que estoy con Kyle cambiaría las cosas?

—no uses ese pretexto, ven aquí, Kyle puede esperar en otro momento.

—bien—bufé—. Ya voy.

Colgué el teléfono. Caminé hasta la sala donde Kyle ya estaba acostado en el sofá esperándome.

—me tengo que ir—dije y él se levantó.

—¿por qué?

—eh... Stella ya hizo la cena entonces...

—¿y si le dices que te la guarde?

—no puedo, Kyle. Debo irme. Además, debes hablar con Donna y Newt, ninguno de ellos está bien y solo tú conoces la razón de eso.

—te llevo—anunció levantándose para buscar las llaves de su camioneta.

—no puedes dejar a Donna sola.

—tienes razón. Le escribiré un mensaje a Newt y él vendrá.

—yo puedo tomar un Uber—insistí.

—Kyle...—la delicada voz de Donna se escuchó desde las escaleras y Kyle no tardó en salir disparado hasta allá. Yo lo seguí.

Donna estaba en las escaleras y detrás de ella estaba Newt. Creí que él se había ido.

—¿qué pasa, Donna? ¿Todavía estás aquí?—inquirió al ver a Newt.

—no quiero que sigan peleando—dijo Donna alternando la mirada en ambos—. Aceptaré—Kyle sonrió—, pero con la condición que no le vuelvas a reprocharle otra vez eso a Newt.

—¿lo escuchaste?—preguntó Newt y Donna asintió cabizbaja.

—prometiste que sería un tema del que no volveríamos a hablar, Kyle.

—lo siento, estaba enojado.

—ni por muy enojado que estés, no vas a volverle a decir eso a Newt.

—Donna, no es necesario—añadió Newt.

—lo es. Y todos aquí sabemos por qué.

Bueno, todos menos yo.

—lo siento, Newt—admitió Kyle devolviendo su mirada al rubio que estaba en las escaleras.

—descuida—respondió él con la voz apagada.

—creo que yo ya me voy—dije caminando hacia la puerta.

—ya te dije que te llevaré—añadió Kyle.

—entonces date prisa porque Stella me va a matar.

Bajé con Kyle al estacionamiento y me llevó hasta el apartamento en completo silencio, como si la charla con Donna lo hubiera dejado afectado.

—nos vemos maña—mi teléfono empezó a sonar estruendosamente dándome el aviso de que Stella me estaba volviendo a llamar—. ¿Qué pasa, Stella?

—que esta es la hora en la que no has llegado.

—ya estoy abajo, me estaba despidiendo de Kyle.

—oh, invítalo a pasar. Hay suficiente comida para todos.

—no, él debe irse...

—¡me encantará, Stella!—gritó Kyle como si todo el tiempo hubiese estado escuchando nuestra conversación.

—ahí lo tienes. Ahora suban.

Colgué y miré a Kyle confundida. Que entrometido.

—en mi defensa todo se escuchaba fuerte y claro.

—solo te advierto algo, si ella hace comentarios extraños no me hago responsable.

Kyle se estacionó en el edificio y subimos al ascensor hasta llegar a mi apartamento. Abrí la puerta y el rostro de asombro de Kyle dejaba en claro que era la primera vez que entraba.

—es un simple apartamento—dije al ver que no quitaba su cara de sorprendido.

—¡es más grande que el de Newt! ¡Y vives sola!

—a veces Marcus y Stella se quedan pero el resto del tiempo soy yo sola en este lugar.

—además, pensaba que siendo tuyo, todo el apartamento estaría cubierto con tonos apagados y deprimentes. Me callaste la boca—rio.

—pues ya ves que no. Las paredes sí son de blanco completamente porque dan más luz. La decoración en su momento la escogió Marcus y puedo decir que tiene buen gusto.

—¡tu debes ser Kyle!—Stella apareció sonriente y extendiendo sus brazos para recibir muy fraternalmente a Kyle, quien no dudó ni un segundo en recibirla de la misma forma.

—y usted debe ser la señora Stella.

—llámame Stella, no soy tan vieja—dijo guiñándole un ojo—. Pasen al comedor, ya tengo todo servido.

Caminamos hacia el comedor donde ya estaban ubicados tres platos, cada uno con un gran filete de carne y su buena porción de carbohidrato, demasiada comida diría yo.

—se ve delicioso. Hace mucho que no como algo casero, con mi hermana tenemos el menú de un restaurante de comida rápida para llevar—rió Kyle.

—¿cómo puede ser que se alimenten de eso? ¿Y tu hermanita? Deben comer algo saludable, no esa chatarra.

—no sé cocinar y a Donna le da miedo encender la estufa.

—pues mañana mismo vendrás con tu hermana a cenar, para que coman algo más que no sea una grasosa hamburguesa.

—mañana debemos trabajar, Stella—agregué.

—no puedes saltarte tus horarios de comida, te lo advertí en cuanto llegué, estuvo bien el día que no estuve pero ahora trabajarán temprano sin que eso interfiera con mi régimen.

Oh no... suplicaba que no hubiera dicho eso tal como lo escuché. Kyle frunció el ceño dispuesto a preguntar algo más que la imprudente de Stella no dudaría en soltar.

—¿régimen?

«tierra trágame y escúpeme lejos de aquí»

es que Marcus me volvió a llamar para informarme que Dalia había vuelto a bajar de peso...

—Stella, ya basta—espeté seria. No quería que comentara mis problemas frente a Kyle.

—¿Kyle no lo sabe?—murmuró.

—¿saber qué?—preguntó él tratando que Stella le respondiera con lujo de detalles.

—¿podríamos cenar en silencio? Sería menos incómodo para todos—dije haciendo ruidos con los cubiertos mientras comía rápidamente con tal de evitar que ellos siguieran hablando.

Acabé con mi plato y me levanté del asiento. Subí a mi cuarto esperando con todas mis fuerzas que Kyle se hubiera ido luego de cenar pero sucedió lo contrario. Un leve golpe en la puerta se escuchó.

—¿qué?—pregunté desde la comodidad de mi cama.

—¿puedo pasar?—preguntó Kyle entreabriendo la puerta.

—pues ya entraste.

Kyle pasó y se sentó a mi lado sin parar de observar todo el lugar.

—lo que dijo Stella...—traté de hablar pero él me interrumpió.

—fue más que una confirmación de lo que ya sabía—completó Kyle sin mirarme a los ojos.

—¿entonces por qué tanta insistencia?

—tal vez tenía la leve esperanza de que no fuera más que un invento mío pero...

—lo sé, no soy lo que muchos esperan que sea.

—no... eres mucho más que eso—fruncí el ceño y esta vez Kyle enfocó su mirada en la mía—. Todos pasamos por momentos difíciles, y no te juzgaré si la forma en la que respondes a eso es por medio de tu físico, pero siempre hay algo de lo que no nos sentimos orgullosos. No somos máquinas para ser perfectos, somos seres humanos que cometen errores y lo importante es encontrar la forma de saberlos reparar. Puede costarte porque es algo que ya forma parte de ti pero me agrada saber que lo intentas porque ya eso es un gran avance para superar los obstáculos. Intentándolo.

Él decía las palabras correctas, no sabía si era por su gran experiencia lidiando con los problemas que ha afrontado su hermana pero igualmente me sentía más segura y fuerte que vulnerable y al borde del desastre.

—no acostumbro a decirlo pero... gracias.

—primero una sonrisa, luego una carcajada y ahora un gracias—sonrió con superioridad—. Soy el único afortunado de lograr que Dalia Hyde saque de si lo que más le atemoriza pero lo que se oye tan glorioso viniendo de ella.

—no adules tanto—me burlé—. Marcus también me ha visto.

—¿hace cuánto? Yo creo que hace millones de años.

—no ganarás esa posición tan fácilmente.

—algún día, Dely, algún día. Mientras tanto me conformaré con ser esa persona que guarda cuatro de tus tantos secretos.

—no sé si debería sentirme halagada o preocupada porque esa preciada información pueda llegar a salir de tu boca y generar un gran caos.

Kyle hizo una seña en su boca simulando cerrarla con un candado haciendo que una leve risa escapara de mí, aventó la llave y sonrió.

—creo que eso funciona para hacerte reír, voy a tener que hacerlo de nuevo.

—ya basta, Kyle—reí.

—bien, tu secreto está a salvo conmigo.

—y más te vale que se mantenga así—sentencié.

—así será, bella dama.

Kyle sacó su teléfono y observó la hora haciendo una mueca.

—supongo que ya debo irme, nos vemos mañana en mi apartamento para grabar con Newt las voces y luego vengo a probar el gran y famoso pollo al horno de Stella.

—vienes con Donna, que no se te olvide.

—intentaré que salga del apartamento.

Se levantó de la cama caminando hasta la puerta pero luego se detuvo.

—adiós, Dely.

—no me digas Dely, ya te he dicho que no me agrada.

—pues a mí si. Adiós, Dely.

—¡no te has ganado ese derecho!—grité cuando él cerró la puerta pero pude escuchar su risa a la distancia.

***************************************
Nota de la autora:
Holas, ¿cómo han estado? Si preguntan por mí la verdad es que no muy bien, esta semana ha sido difícil para mí pero igualmente traté de no olvidarme de ustedes.

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