Cuando hablaba por teléfono le gustaba estar relajado y en una posición cómoda para durar lo que tuviese que durar conversando, sobre todo si se trataba de sus padres. Aunque les hablara casi todos los días, podía pasar al menos una hora sin parar contándoles sobre temas tan diversos así como hacía su madre, a veces el tiempo pasaba tan rápido que en realidad solo había conversado de un solo tema y ya tenían una hora con el celular pegado a su oreja.
Justo ese era el caso, Jin no estaba atento a la hora pero algo le decía que ya tenían al menos treinta minutos hablando de un incidente que tuvo su padre el día anterior queriendo ayudar a su vecino a arreglar su carro. Al final ambos lo empeoraron de alguna manera y terminaron llamando a un mecánico. SeokJin reía escuchando a su padre quejarse de fondo porque contara esas cosas su esposa, e intentaba cambiar la historia diciendo que desde un inicio el vehículo ya estaba en pésimo estado.
—¿Sabes qué? Voy a salir para hablar sin que me interrumpas —dijo su madre y luego la escuchó caminar hasta salir de su hogar. Seguramente iría al jardín, SeokJin la imaginó recostada en la hamaca que se sostenía por un lado de la casa y del otro de una de las ramas del árbol que tenían sus padres. La escuchó suspirar así que dio por hecho que se recostó—. Cuéntame Jinnie, ¿Cómo van los arreglos para la boda? Tu tía me llamó y dijo que lo han estado sacando en las noticias.
Lo que le faltaba, que hasta su boda se convirtiera en un reporte del noticiero de la mañana. Intentó apartar esos pensamientos y se centró en las cosas positivas —Muy bien, omma, te mande las fotos de la hacienda.
—¡Y se ve hermoso el lugar! Cuándo las vi empecé a llorar, me acorde de cuándo jugabas de niño a que te casabas... ay mi niño —creyó oír que ella lloró un poco, tal vez dejando ir algunas lágrimas, mientras él se sentía igual de sensible, sobre todo por hablar del tema con su madre—. Todavía no puedo creer que te vayas a casar, sé que ya vivías con tu novio pero esto es... tu padre y yo estamos muy felices por ustedes dos.
—Cada vez falta menos. —suspiró de solo pensar en ello.
—¿Y qué más está listo? Aparte de las invitaciones, claro, ahí la veo sobre la mesa todas las mañanas y me dan ganas de llorar de lo hermosa que es ¡Cuánta clase, SeokJin!
El nombrado rió, acomodándose en el sillón donde estaba recostado hablando, sus piernas frotándose una contra la otra antes de estirarse —Lo sé, me gustaron mucho, también a NamJoon. Ya dentro de poco tendremos la sesión fotográfica oficial, luego estaremos yendo de vez en cuando a la hacienda ver más propuestas para la decoración, pruebas de iluminación, correcciones a los trajes, una última degustación de la comida y... podría estar olvidando algo.
—Tranquilo Jin, estoy segura de que todo saldrá bien, en mis tiempos las bodas no requerían tanta preparación, pero estoy segura de que todo valdrá la pena y tú vas a disfrutar de tu día.
Era tan reconfortante escuchar esas palabras de su madre, se sentían como un beso en la frente y unas palmaditas en la espalda —Omma, ¿Crees que tu boda fue perfecta?
Ella no contestó en seguida, primero rió —Estoy segura de que fue imperfectamente perfecta, como todas las bodas. Siempre habrá algo que sale mal, en mi caso me puse tan nerviosa que choque con la mesa de la comida y volquee uno de los platillos sobre tu abuela, pensé que me mataría mi suegra —juntos rieron, esa anécdota siempre era contada cuando hablaban de sucesos graciosos— ¡Nunca me voy a olvidar de lo enojada que estaba! Y yo me sentía muy mal, ya juraba que sería un desastre y nos darían su bendición, pero cuando tu padre me dijo que ese era el mejor día de su vida, comprendí que también sería el mío porque me estaba casando con el hombre que amaba. Pesé a todo sonreí y gocé de ese día. No te preocupes, Jinnie, todo va a estar bien, no creo que hagas algo peor que tirarle la comida sobre la madre de NamJoon.
Nuevamente rieron, si fuera necesario que se alejara toda la noche de la comida para evitar un incidente así, Jin lo haría. El rubio sonrió ampliamente oyendo las risas de su madre, deseó estar con ella para hablar de frente y así estar más enterado de sus expresiones cuando le hablara de lo que lo que estaba pasando en su vida últimamente, y como todo giraba en torno al mismo tema.
Las risas terminaron con un suspiro y una pregunta llena de cariño » ¿Qué te preocupa Jinnie? Sabes que puedes hablarlo conmigo.
Jin hubiera preferido que no preguntara, de esa manera, si al final decidía no mencionarle del tema simplemente se hubiera callado esas palabras, pero su madre le reconocía incluso el tono de voz y podía reconocer cuando algo le tenía mal. Suspiró, deseando que alguien pudiera abrazarle, estar entre los brazos de NamJoon le hubiese ayudado un montón, pero estaba solo así que se limitó a abrazar un cojín.
—Bien, no sé cómo empezar, hay algunas cosas que han pasado que no les he contado ni a ti ni a papá porque no sabía qué pensarían de esto —pudo imaginarse a su madre poniéndose completamente seria, empezando a preocuparse—. Todo ha ido bien, tenemos muchas cosas ya listas y NamJoon y yo no tenemos que dar más ruedas de prensa o hablar para las revistas. Eso va bien, estamos emocionados —empezó intentando aligerar el ambiente—. Sólo que nos informaron que algunos famosos irán a la boda, es normal ya que sabes que NamJoon es un idol, sus amigos tienen que estar ahí para él. Y también irán algunos reporteros, no te preocupes, no van a tomarles fotos ni a ustedes ni nadie de los invitados, sólo a nosotros y al lugar, así podrán publicar una nota.
—¿Qué es eso? —escuchó el gruñido de su padre, sorprendiéndose de que estuviera oyendo.
—Deja que Jin termine de hablar. —le dijo su madre susurrando.
SeokJin aun así podía escuchar lo enojado que estaba su padre, se le encogió el corazón y abrazo con mayor fuerza su almohada —¿Appa?
Escuchó movimiento, su padre le quitó el teléfono a su madre y le dijo —¿¡Me estás diciendo que tu boda será una pasarela de famosos?!
Negó —Appa, yo no dije eso, así no será.
—Creo que lo que tu padre quiere saber es si habrá mucha gente así en tu boda —se notó que su madre también estaba molesta, seguramente con su padre por haberle quitado el teléfono, pero posiblemente también se sentía algo molesta al pensar en la posibilidad de que sus sospechas se confimaran—, ¿Así va a ser, SeokJin?
Con al menos dos grupos de chicos y otros idols coreanos, aparte de la presencia del rapero canadiense, sumando a los reporteros que estarían presentes, posiblemente sobrepasarían el número de 35 personas, y eso era mucho —Sí, estarán por ahí, pero en una zona diferente, por si les toman fotos a ellos no salgan nuestras familias y amigos. Y si pasa han prometido censurar sus rostros.
—¡Ay pero qué barbaridad! —gritó su padre— ¿¡Pero cómo pueden permitir que ocurra esto SeokJin?! ¿Acaso tú y NamJoon no pensaron en el resto de sus invitados?
Se sentía como cuando era regañado de niño, completamente pequeño e indefenso. Dentro suyo lo sabía, por eso estuvo evitando tocar el tema, sus padres siempre habían sido reservados pese a que tuvieron su época de oro donde fueron reconocidos por su propia cuenta en posiciones importantes, pero no por eso habían disfrutado de la atención.
—SeokJin, sabes cómo somos tu padre y yo, tal vez anticuados pero no nos gusta esto, y seguramente al resto de la familia tampoco.
—Lo sé. —susurró notando que su voz se había quebrado, estaba a nada de llorar.
—Eh, Jin, no llores hijo —la voz gruesa de su padre se escuchó, un poco arrepentido y hablando con suavidad—... sólo es difícil para nosotros, pero...
—No, yo entiendo papá, también es difícil para mí ver todo lo que está pasando.
Siguió un silencio por ambas partes de la línea, SeokJin pensando que probablemente sus padres ya no querrían ir a su boda, y eso sí que le heriría profundamente, haría de ese día inolvidable por motivos diferentes a los que anhelaba.
—Jinnie, vamos a estar ahí para la ceremonia, no nos perderíamos de tu boda por nada del mundo —eso fue reconfortante de escuchar, incluso su padre se oyó de fondo afirmando a lo que había dicho su esposa—, pero eso de la fiesta, tal vez somos demasiado grandes para eso.
Aunque una parte de él esperaba escuchar eso, no estaba preparado. Dolió bastante el imaginarse que sus padres no estarían acompañándole en la celebración. Adiós a la idea de bailar con su madre y padre al menos una pieza, también se despidió de la imagen de sus padres viéndole bailar por primera vez con su esposo, no más fotos familiares de esa noche, y tampoco recibiría la bendición de ellos antes de que se acabara la fiesta y se fueran a la luna de miel.
—Yo tengo que irme, los amo, adiós omma, adiós appa. Les llamó pronto.
Espero unos segundos de silencio, oyendo a sus padres suspirar y empezar a despedirse, entonces Jin colgó. Sus brazos apretaron con mayor fuerza la almohada en sus brazos y enterró su rostro, ahogando su llanto, no quería llorar porque algo le decía que no iba a parar hasta que llegará NamJoon y le abrazara.
SeokJin se sentó empezando a inhalar y exhalar, buscando calmarse pues no pensaba permitir que las lágrimas corrieran sin control por su rostro, si NamJoon lo encontraba así no dejaría de preocuparse pese a que le dijera que todo estaría bien. Evitando que pasara eso, se levantó y estiró, tenía que distraerse, y los videojuegos eran una excelente opción.
Fue directamente a su área de trabajo, ignorando el post it que se puso a sí mismo en la pantalla recordándole que debía editar un video y subirlo, un game play que gravó el día anterior. Ya tenía mucho sin actualizar así que esperaba subir un video esa semana, pero no ese mismo día. Arrancó la nota y se sentó pensando en qué podría jugar de todos los juegos que disfrutaba y le ayudaban a blanquear su mente.
Sin embargo, y cómo era costumbre, apenas abrió el servidor de internet aparecieron una serie de noticias de último momento o al menos las más importantes, a veces las leía para estar actualizado, otros días las ignoraba, pero ver su nombre y el de su pareja en una de ellas le hizo decidir que no ignoraría la nota.
El título era "Boda de idols: el compromiso de RM con su prometido, Kim SeokJin, todo sobre la alfombra roja y la opinión de sus fans". Jin tenía suficientes años de experiencia para saber que no se trataba más que de un título atrayente, pues obviamente su boda no tendría una tontería de alfombra roja, sin embargo, le dio click al link para ver qué estaban inventando.
Por supuesto al principio de la noticia repetían lo que ya todos sabían, la fecha de la boda, las declaraciones que habían hecho por ejemplo de que darían algunas entrevistas luego de la boda y que compartirían algunas fotos, así como la transmisión de ellos saliendo del recinto ya casados. Todo normal.
SeokJin ya se iba a ir pues la nota no estaba siendo objetiva, todo lo contrario, pues quien la redactó estaba metiendo su opinión en donde no debía. Estaba por dejar de leer cuando vio un término que no le agradó en lo más mínimo, estaba llamando su boda como "Una fiesta privada a la cuál solo irían lo mejor de lo mejor, una estafa de boda", muy cercano a lo que dijo su padre momento antes. Estaba publicada una lista de al menos 20 idols coreanos que asistirían a la boda, algunos internacionales se sumaban, entre ellos el mundialmente conocido Drake. Acusaban a la compañía de usar la boda como un evento de promoción, no sólo para NamJoon, sino para todos esos idols que asistirían, porque claramente no iban para brindar sus mejores deseos a la pareja de hombres que recién se casaba, sino para lucir sus trajes y presumir sus relaciones de amistad con otros famosos. Incluso el discurso del escritor reflejaba homofobia, pues no estaba convencido de que hubiera amor entre Jin y NamJoon, sino una relación de negocios en la que se estaban aprovechando de esa "absurda moda" LGBTTTI+.
La nota terminaba invitando a la reflexión de quienes leyeran, preguntando si creían que sería una verdadera boda o si sólo una fachada de una fiesta prestigiosa. SeokJin leyó diversos comentarios, algunos hasta de usuarios con fotos de él y de NamJoon, o sólo de NamJoon, defendiéndolos. Eso le brindó un poco de calma, incluso había uno acusando a la compañía de hacerles eso, pero que ellos como pareja no eran más que víctimas de todo lo que ocurría.
No sabía si aceptar ese puesto de víctima, pues claro que aceptó junto a su prometido que la empresa metiera las manos en su boda, aunque jamás imaginó que pasaría algo así.
Igual ya era tarde.
Queriendo alejarse de la computadora y de su teléfono, mejor el youtuber se puso de pie y se dirigió a su habitación para arreglarse un poco, preparándose para salir a caminar. Quizás el aire fresco y un aperitivo en el camino lograrían hacer que terminará por olvidarse aunque fuera un momento de sus preocupaciones.
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¡Ya volvió mi inspiración! :D