Versos fríos [EN EDICIÓN]✔️

By laurel_writer

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El frío era un escudo para ella, una capa de invisibilidad para evitar que la dañaran. Pero ella ya estaba ro... More

Prefacio
1. Tan solo una sonrisa
2. Miedo a la soledad
3. Poco orgullosa
5. Sin tanto hielo
6. Sentimientos de hielo
7. Máquina perfecta
8. Los chicos de Indiana
9. Los estragos del pasado
10. Desastres de un recuerdo
11. Miedo a enamorarse
12. Viaje de emociones
13. Brillo
14. Libre de represalias
15. Impulsos destructivos
16. "Deudas"
17. El infierno que nadie merece vivir
18. Palpar el amor
19. El arte de sentir
20. El error al no escuchar
21. Objeto explosivo
22. Voluntad
23. Un heróe con debilidades
24. Una persona especial (parte 1)
25. Una persona especial (parte 2)
26. Inquebrantable
27. Marioneta
28. No todo está en el olvido
29. Es doloroso ser fuerte.
30. Hechizo
31. Sentirse útil
32. Vacío de incertidumbre
33. Dejar ir
34. Cristales rotos
35. Pensamientos que consumen
36. Antes y después
37. Cuestión de minutos
38. Alguien que ya estaba perdido
39. Desconocido
40. Intentar olvidar
41. Estallar
42. Sueños rotos
43. Inocentes
44. Versos fríos
45. Sospechas preocupantes
46. Luz en la penumbra
47. El villano que quería ser un héroe
48. Un recuerdo intacto
49. Dos copos de nieve.
50. En algún lugar de España
Epílogo
Agradecimientos

4. Sufrir en silencio

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By laurel_writer

Dalia.

—¿cómo te fue con Newt?—preguntó Marcus mientras recorría la sala de estar.

—no muy bien. Charlamos un poco y todo pero cuando volvimos resulta que había un montón de paparazzis frente a su edificio.

—¿por qué ibas a su apartamento?

—porque habíamos acordado en ver una película en su inmensa sala de cine—esa era la excusa a la que Newt y yo habíamos llegado, no le informé nada en específico de la mentira pero igual ayudó.

—¿y Kyle te trajo?

—estuve en el apartamento de Kyle. Nadie nos vió, si eso te preocupa.

—solo trata de tener más cuidado.

—hora de almorzar—dijo Stella llamándonos desde la cocina.

—andando.

Nos sentamos todos en la mesa. No pude evitar sentirme rara. Hace mucho que no veía esto y solo sucedía cuando yo me encontraba en estas situaciones. Y ni hablar lo mucho que me recuerda a los almuerzos en familia cuando era niña, los cuales solo quedaban en mi mente.

—Dalia...—la voz de Marcus hizo que volviera a poner los pies sobre la tierra y comenzara a comer—. ¿Cómo va el régimen, Stella?

—no es un régimen—sentenció—, pero igualmente vamos bien, por el momento no ha habido ningún problema.

«excepto que ayer vomité en un restaurante»

es bueno saberlo—dijo Marcus—. Ah, Dalia, hoy también saldrás con Newt y espero que se vean más amenos que ayer. Las especulaciones van bien pero hay que dar más picante al tema para seguir con la lista.

—¿hay una lista?—pregunté confundida.

—pues no es una lista en sí, son unos pasos a seguir para que todo se vea más creíble.

—¿y qué se supone que será lo siguiente? Si se puede saber.

—cuando se levanten más curiosos en la prensa y en las redes sociales procederemos a que tu y Newt hagan una colaboración en una canción.

—¿y eso ayudaría?

—por supuesto. Luego sería que ustedes dos se presenten a entrevistas, nieguen todo... eso es jugar un poco con la audiencia pero así es que suben los números de espectadores.

—se escucha patético—añadí pero Marcus ignoró el comentario.

—fotos de ustedes por aquí y por allá, en todos lados, todo se torna más fuerte y posteriormente anuncian la relación por un tiempo y luego hacen una ruptura que no los afecte a ambos para que todo sea justo.

—nada de eso es justo con nadie, Marcus—dijo Stella.

—es algo que se debe hacer Stella, no te preocupes por eso.

—yo estoy bien, lo único que me preocupa es Dalia.

—dejen de hablar como si no estuviera aquí—dije—. Estaré bien, Stella, puedes estar tranquila. Además, esto lo hace Marcus porque lo necesitamos.

—como quieran pero después no los quiero ver tirados en el suelo de la sala bebiendo yogurt de helado y lamentándose por los errores que cometieron.

—estaremos bien, Stella—insistió Marcus.

—como sea—replicó—. ¿Quién va a dar las gracias hoy?

Marcus y yo nos miramos en silencio, era un tema del que no nos sentíamos cómodos de hablar pero Stella es muy cristiana y era una costumbre que debíamos tener cuando ella estaba en casa.

—pero que niños...—bufó y luego nos tomó de las manos—. Señor, te damos gracias por los alimentos que pones sobre nuestra mesa el día de hoy, porque Dalia ha estado siguiendo mis instrucciones para mejorar su salud y por tenernos reunidos a todos a pesar de las circunstancias. Te pido para que ayudes a los niños en sus trabajos y que pronto sean tan felices como cuando eran pequeños. Amén—cuando vió que ninguno respondía lanzó una mirada asesina— ¡amén!

—Amén—dijimos Marcus y yo al unísono.

—pero que duros son—replicó Stella negando con su cabeza pero continuó comiendo tranquilamente.

Terminamos de comer y Marcus ayudó a Stella con los trastes mientras yo trataba de ver las miles de menciones en mis redes sociales donde en la mayoría habían fotos de Newt y yo la noche anterior. Es increíble cómo el mundo encuentra un modo de distracción en la vida de otros. Como si ellos no tuvieran derecho a la privacidad y como si fueran una especie de reality del qué opinar, cuando lo único que los artistas desean es ser libres de la opinión pública destructiva.

Salí con Marcus a hacer unas cuantas entrevistas para tiendas de diseño con el fin de encontrar otro ingreso como modelo. En varias me rechazaron porque al parecer Versace no había sido justo a la hora del trato que se realizó y habían comentado mi desliz del zapato al ojo del fotógrafo. Marcus envió más información con el fin de pescar más entrevistas pero eso no estaba dando resultados.

Llegó la hora de salir con Newt. Marcus me dejó en mi apartamento porque Newt iría a recogerme. Todo estaba preparado para mostrar un gran teatro en un centro comercial donde iríamos un poco "ocultos" para no llamar la atención pero igualmente Marcus y Moyra habían contratado algunos paparazzis con el fin de causar un leve alboroto en el que salieran fotos de ambos abrazándonos o algo así.

Newt entró en el apartamento al cabo de un rato en el que yo había llegado.

—¿cómo te fue ayer con Kyle?—preguntó llegando a la sala.

—¿cómo se supone que debía irme?

—pues estabas a punto de desmaya—

No lo dejé terminar arrojándole un cojín de la sala en la cara porque en cualquier momento Stella podría estar escuchando y eso no me convenía para nada.

—silencio—susurré.

—¿qué fue eso?—preguntó en tono bajo.

—vámonos ya.

Nos subimos al ascensor y cuando las puertas se cerraron Newt me observó esperando una respuesta.

—Stella podía escuchar.

—¿y eso por qué estaría mal?

—porque no es algo que quiera decirle, se preocupa mucho—contesté evitando el contacto visual.

—¿solo por eso?

—¿puedes parar? Ustedes dos son desesperantes.

—¿hablas de Kyle y de mí?—asentí—. Bueno, si es cierto.

Las puertas del ascensor se abrieron y salimos al sótano donde ya estaba estacionado el auto de Newt. Subimos a este y Newt condujo hasta el centro comercial. Ya estando ahí nos dimos un paso por las tiendas como si fuéramos un par de extraños caminando en las mismas direcciones durante treinta largos minutos.

—esto es patético—añadí observando las personas quienes al parecer no notaban nuestra presencia.

—lo es porque estás muy tensa, relájate.

—tú debes relajarte, no te has ni siquiera acercado a mí.

—por lo mismo—replicó—. ¿Dejarás que te abrace sin problema?

Asentí restándole importancia al asunto. Newt rodeó mis hombros con su brazo y yo me dediqué a mirar a las personas de nuestro al rededor. Una chica que estaba sentada en una banca sobre el pasillo nos observó tratando de notar que éramos quienes ella pensaba. Cuando pareció darse cuenta sacó su teléfono y nos tomó una foto pero luego su mirada chocó con la mía y se giró dejando a un lado el teléfono.

—a las once en punto. Ahí está un paparazzi.

Me enfoqué en el lugar que había dicho Newt y era cierto, un hombre con una cámara estaba oculto tras unas plantas mientras capturaba unos cuantos ángulos de ambos.

—sígueme la corriente—añadió Newt y me hizo girar regalándome un beso en la mejilla. Perfecto para que una buena foto causara revuelo en todas partes—. Sígueme contando cómo estuviste ayer con Kyle...

Entrelazó nuestras manos y de por sí dentro de mí odiaba esa especie de contacto pero ahora era necesario para seguir causando más especulaciones.

—me mostró la cabina que tiene en su casa.

—¿te mostró la cabina?

—bueno... básicamente yo entré ahí sin permiso.

—¿y se enojó?—inquirió.

—al principio sí pero luego me dejó hacer una prueba de sonido y eso.

—es muy envidioso con esa cabina, solo me deja entrar cuando estamos con Donna—rió.

—por cierto, ¿Donna no piensa regresar?—la pregunta fue un tanto imprudente de mi parte, ellos actuaban muy extraño en cuanto a Donna se trataba.

—no es cuestión solamente de Donna. Kyle ha estado como loco por ese asunto en los últimos días... tanto, que no es bueno dejarlo por mucho tiempo solo o que salga sin avisar de algún lugar. Tememos que cometa una locura o algo así.

—¿hablas de que él puede hacerse daño a sí mismo?

Newt se detuvo y me miró fijamente.

—no hablo de eso, Kyle no sería capaz de realizar algo así... es más por el bien de otras personas. Creo que deberíamos dejar el tema hasta aquí.

—¿acaso es violento o algo así?

—no—contestó rápidamente—. No es para que te hagas una idea equivocada de él... es solo que tiene muchas cosas en su cabeza y cuando se trata de defender a alguien que ama puede causar muchos problemas. Por eso sus tíos decidieron llevarse a Donna a Indiana, Kyle te contó que ella es inestable, y ellos no pueden permitirse que por una locura de Kyle ella explote de alguna manera y eso perjudique su salud más de lo que ya está.

—¿quieres decir que si Donna llega a enterarse de que Kyle perdió los estribos en algún momento... ella empeoraría?

—ambos se preocupan mucho el uno por el otro pero es algo complicado... no debería ni siquiera decirte eso. No le digas a Kyle por favor.

—Newt, ¿qué le pasó a Donna? Digo, pues para terminar así...

—nadie te insiste para que digas la raíz de tus problemas, no me pidas que cuente algo tan personal.

La actitud de Newt había cambiado drásticamente, como si hubiera tocado un nervio que lo hizo sobresaltar.

—¿hace cuánto la conoces?

—Dalia para...

—¿por qué pides que pare? ¿Qué sucede con Donna?—exigí saber.

—ya debo llevarte a tu apartamento...

Dejó de abrazarme y a paso rápido me guió de nuevo al estacionamiento. Subimos a su auto y en completo silencio me dejó en mi apartamento. Ni siquiera se inmutó en decirme adiós, algo extraño pasaba.

Subí a mi piso y me encontré a Marcus sentado frente a la gran televisión.

—magnífico—se levantó efusivamente y me mostró su teléfono donde habían varias fotografías de Newt y de mí en el centro comercial—. El trabajo de hoy fue espléndido.

—¿quién es Donna Hinton?

—¿de qué hablas?—preguntó confundido.

—la hermana de Kyle. Newt y él se comportan muy extraños con ese tema. ¿Tienes idea de quién es o podrías investigar?

—¿por qué la importancia?

—solo curiosidad—me encogí de hombros para restarle importancia.

Marcus buscó en su teléfono y cuando encontró algo comenzó a leerlo.

—Donna Hinton era una bailarina de ballet cuya carrera iba en ascenso desde sus doce años pero lamentablemente se retiró de la fama a los diecinueve cuando sus padres, Elle y Dwayne Hinton, fallecieron en un accidente automovilístico. Su hermano, Kyle Hinton, asumió su custodia a pesar de ser ella mayor de edad ya que muchos afirman que entró en una profunda depresión luego de la muerte de sus padres y necesitaba de quien la cuidara.

Marcus me enseñó una fotografía de Donna: una chica de cabello negro hasta los hombros con ojos color avellana idénticos a los de Kyle.

—entró en depresión—repetí tratando de comprender toda la situación.

—y desde sus diecinueve ya nadie sabe más de ella—añadió Marcus apagando su tableta.

—¿está asociada con Newt?

—en ninguna parte mencionan a Newt. Es como si esa chica hubiera desaparecido del mapa de la noche a la mañana.

—está en Indiana, o al menos eso fue lo que me dijeron.

—¿por qué tanto interés en eso?

—odio cuando las personas me ocultan cosas y esos idiotas ocultan algo sobre Donna.

—y eso es precisamente lo que tu haces siempre—el tono de acusación me tomó por sorpresa. Marcus volvió a encender la tableta y me mostró unas cuantas fotografías que yo no sabía que existían—. Tuve que hacer muchas llamadas para que no se difundieran, ¿qué ganas con mentirnos? Solo te estás haciendo más daño.

—eso no prueba nada, solo entré al baño porque quería...

—no te tardas precisamente como veinte minutos en un baño público y más cuando eres tan reacia a los gérmenes. Por eso no le pediste a Newt que te trajera directamente aquí, fijo tuviste una descompensación y no querías que te viéramos así.

Marcus ya lo había descifrado todo, era solo cuestión de tiempo para que lo supiera y eso yo lo sabía a pesar de que estuviera ignorando aquel hecho.

—Marcus...

—no quiero más mentiras, Dalia... he soportado de todo porque eres mi hermana pero... no puedo ver como te destruyes por tu cuenta de esta forma—las lágrimas se estaban acumulando en sus ojos haciéndome sentir culpable.

Marcus había tenido que lidiar con más cosas que yo desde que éramos niños y la muerte de mi padre lo obligó a ser fuerte por toda la familia, tanto así que nunca tuvo tiempo para desahogarse.

Desde pequeños él sabía que algo le faltaba y era claramente su madre. A pesar de ser bien acogido en la familia él seguía estando distante porque sabía que no pertenecía a ese círculo. Mamá lo trataba como si fuera su propio hijo pero claramente habían cosas que no se podían ocultar y eran las miradas de espanto que ponía la familia por parte de mi madre: como si él fuera alguien diferente a nosotros, como si no fuera digno de pertenecer a esa familia. Yo me dediqué a tomar eso a pecho, así que cuando esa familia miraba mal a mi hermano yo lo sentía también y por eso repelo a las familias que les gusta observar, porque no paro de pensar en cómo observaban a mi hermano.

Marcus siempre se sintió especial cuando éramos nosotros cuatro, ni siquiera le importó el momento en el que mis éxitos fueron creciendo y yo me estaba convirtiendo en el tema de conversación de todo el mundo. Él comparte mi felicidad de la manera más única y ejemplar que cualquier persona desearía de su hermano. Él descubrió mi talento en el momento en que me escuchó cantar en mi habitación e hizo de todo para que mis padres accedieran a buscar la forma en la que la gente me escuchara. Así comenzó su trabajo como mi agente y así es que continuamos por el resto de años.

Siempre he sentido esa necesidad de saber que algún día él pueda cumplir sus propios sueños. Recuerdo cuando amaba tocar el violín desde pequeño, era una de las cosas más relajantes que él podía emitir y me causaba un gran sentimiento de admiración cuando él le ayudaba a su mejor amiga recolectando dinero para sus estudios en Juilliard, yendo a tocar con ella en el paseo de la fama y también por las calles de Los Ángeles. Me gustaría hacer que él reiniciara sus estudios para mejorar su talento pero en este momento se rehusaba a tocar en público desde la muerte de papá.

La muerte de papá nos dejó un gran vacío a todos, peleas y discusiones vinieron cargadas con gran odio entre mamá y yo mientras Marcus solo quería que dejáramos de discutir en nombre de nuestro padre. Mamá desde ese día que se enteró de la noticia no ha dejado de echarme la culpa por la muerte de mi padre, ella cree que su ataque del corazón vino ligado a que no podía lidiar con el montón de comentarios que la prensa hacía sobre mí llevándolo hasta eso. La verdad es que a veces pienso que ella tiene razón. También me siento culpable por eso, porque ellos no tuvieron una vida tranquila a mi causa, porque lo que estaba ligado conmigo también lo estaba con ellos.

Entonces así comenzaron mis problemas, la depresión había tomado las riendas de mi vida y la anorexia y bulimia vinieron desencadenadas a causa de los comentarios de la prensa como: «Dalia Hyde parece estar ganando peso» o «Dalia Hyde parece embarazada» o «mira la celulitis que tiene en las piernas mientras está en la playa». Esos comentarios me llevaron a excederme y a adoptar hábitos indeseables pero de los cuales yo ya no encontraba escape. Cada vez que esos comentarios se repetían Marcus aparecía en mi habitación animándome para que no me sintiera tan devastada pero aún así no podía evitar estarlo.

Marcus ya estaba llegando a su límite, él no soportaba verme de esta manera y yo estaba siendo muy dura con él desde hace tantos años que no había notado lo mucho que estaba sufriendo Marcus en silencio. Y sufrir en silencio es una de las muertes más lentas y devastadoras que pueden haber.

—no quiero perderte Dalia...—sus ojos rojos hicieron que los míos se convirtieran en un mar de lágrimas—, no como perdí a papá y tampoco a ella...

—ella no se ha ido—respondí tratando de calmarlo.

—pero la alejé por mi culpa—más lágrimas—... yo hice que Lauren se fuera y no quiero que tu te vayas... eres lo único que me queda.

Lauren, su antigua mejor amiga, quien tuvo que irse causando que Marcus sintiera una gran culpa cuando él no la tenía.

Me acerqué a Marcus y lo abracé justo como él lo había hecho conmigo hace tantos años. El pecho de Marcus se contrajo dando aviso de que estaba soltando todas sus penas las cuales por mucho tiempo había ocultado para parecer fuerte. Todos tienen derecho a sentirse débiles en cualquier momento y no debemos ocultarlo por miedo o vergüenza, si lo ocultamos solo permitimos que nos consuma cada día más haciéndonos entrar en agonía sabiendo que podemos encontrar apoyo en muchas partes. Nadie merece estar solo y todos merecen ser escuchados y alentados.

—sé que has ocultado todo por hacerte el valiente pero es momento que seas la niña llorona por una vez—dije y Marcus rió un poco en medio de su llanto.

—sé que suena patético viniendo de mí llorando pero... no sabes lo mucho que lo extraño—sollozó.

—no es patético, no eres patético, Marcus. Eres el hombre más fuerte que conozco y no debes verte obligado a serlo siempre. Yo estaré bien y me ocuparé de esto pero no quiero que sigas compartiendo mis penas.

—papá estaría orgulloso de ti, ¿lo sabes?

—no me hagas llorar más, por favor.

—deberías dejar que te diga Delilah de nuevo—bromeó.

—aún no estoy lista para eso.—confesé seria.

—está bien.

Marcus me separó un poco y limpió sus lágrimas. Volteé y pude ver a Stella también llorando frente a nosotros, como si hubiera escuchado todo.

—los hermanos Foster juntos otra vez, mis niños, hace mucho que extrañaba verlos siendo ustedes mismos.

Marcus extendió su mano y Stella la tomó para unirnos en un gran abrazo. En ese momento me había sentido tan completa, como hace mucho no me sentía, y pude saborear de lo que trata la felicidad. Iba a ser un proceso difícil permanecer así sabiendo todos los pensamientos que rondan frecuentemente por mi cabeza pero de algo estaba segura y era que pronto iba a estar bien.

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Hoy es viernes chiquistriquis xd
¿Les gustó el capítulo de hoy? Lamento que Kyle no haya aparecido pero apreciemos el bello momento entre hermano y hermana de los queridos Foster alv! Jeje.

Nah bueno bebés ya tu sabeh que gracias por leer TQM. ;)

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