Hoy he tenido un día sorprendente, mi mañana ha sido muy común. Me he levantado tarde y he desayunado un paquete de galletas, luego he encargado pizza y me la he comido con las demás. Nos hemos pasado toda la tarde viendo capítulos de mi serie favorita y cuando creía que iba a ser el momento más relajante, todo se ha puesto de patas arriba.
Mi situación actual es: sin mi furgoneta, hasta cuando pueda ir a recogerla dentro de dos días al depósito de vehículos, sin mi dinero ni la cartera (aunque por suerte el DNI lo llevaba dentro de la carcasa del móvil y no lo he perdido). No nos olvidemos de mi amiga que va anestesiada hasta la médula y de que estoy montada ni más ni menos que en el autocar de uno de mis grupos de música favoritos.
Llevamos tan solo diez minutos de trayecto y no nos hemos aburrido en ningún momento, Niall ha propuesto de jugar a un juego de encadenar canciones. Consiste en, como dice el nombre, encadenar una canción con otra. Es decir, yo empiezo a cantar una canción y alguien la tiene que continuar con otra canción haciendo coincidir la última palabra que yo diga con la primera de su letra.
Claudia ha sido la primera en empezar y ha comenzado cantando "What makes you beautiful" y lo gracioso ha sido que antes de empezar a cantar le ha dicho a Niall
—Seguro que esta no te la sabes—a lo que él ha reaccionado riéndose y haciendo coros.
La siguiente canción encadenada la ha cantado Estela, ha unido el "you" con "you're" de la canción "Dancing Queen" de ABBA. Me encanta esa canción y la película de Mamma Mia aún más, estoy pendiente de la letra para ver que canción puedo cantar y decido hacer el cambio en "Friday night and the lights are low, look..." y comienzo a cantar "Part of me" de Katy Perry. No es que cante muy bien pero a estas notas llego, sé que a Lucía le encanta esta canción y ella se une tarareando, creo que está haciendo su mayor esfuerzo por seguir la canción porque para estar medio sedada lo está haciendo muy bien.
En vez de seguir encadenando canciones nos unimos todos y terminamos la canción con un gran conjunto de voces, hasta Paul se ha unido.
Después de un buen rato de contar chistes malos y de comentar anécdotas sobre las veces que más vergüenza hemos pasado, a Niall le empieza a vibrar el móvil y lo coge enseguida.
—Hola chicos, ¿Cómo estáis? —creo que por el tono amigable en el que está hablando al otro lado del teléfono deben estar el par de integrantes que faltan por venir. Oigo un murmullo a través del móvil de Niall y él parece estar sorprendido.
—¿Entonces no os pasamos a buscar? —al escuchar eso se me rompe el corazón, entonces, ¿No vamos a conocer a los demás?
—Sí, sí, claro os entiendo... —Niall mantiene la sonrisa que tenía en la cara — Pues ningún problema. —cuelga el teléfono y dirigiéndose a nosotras dice
—Chicas ha habido un contratiempo y no podremos ir a buscar a los chicos... — Puedo ver la decepción en las caras de todas y seguro que en la mía también se nota. Niall parece que sigue a su rollo y entonces nos pregunta
—He dado por asumido que no os molesta que nos encontremos con ellos directamente en el camping, porqué por cuestión de distancia y tiempo les iba mejor así. Estáis de acuerdo con que les pase la dirección, ¿verdad? —Claudia ahoga un grito y Niall no puede evitar reírse —Tomaré eso como un sí —dice entre carcajadas las cuales nos acaba contagiando.
Unos segundos después él se levanta y nos dice que va a avisar a Daniel del cambio de planes, nos hemos vuelto a quedar solas por momentos.
—¿Chicas quién serán los dos que faltan? Ojalá sean Harry y Louis —dice Estela súper emocionada, todas sabemos que son sus favoritos.
—La verdad no lo sé, yo estoy rezando para que uno de ellos sea Zayn — y cómo no, Claudia y su amor por Zayn han salido de nuevo a la luz. Nos reímos todas y Lucía me pregunta
—¿A ti quién te gustaría que viniera? —que sorpresa, parece que de repente se le ha pasado el efecto de la anestesia
—¿Tú no estabas anestesiada? —le pregunto con tono vacilante y ella con una sonrisa me responde
—La doctora me ha dicho que en menos de una hora se me iba a pasar el efecto de estar en las nubes, aunque siga teniendo una parte de mi cabeza sedada. —No entiendo nada sobre medicina osea que decido creerle
—Ah pues entonces qué bien, ya tenemos de vuelta a Lucía... —digo imitando su sonrisa
—No, no, no desvíes la conversación —Estela se me ha quedado mirando fijamente, y riéndose dice —¿A quién te gustaría ver? —están todas pendientes de lo que voy a decir cuando Niall aparece de nuevo y interrumpe nuestra conversación.
—Chicas me ha dicho Daniel que hay un pequeño atasco y tardaremos una hora en llegar. ¿Se os ha ocurrido algo para hacer? ¿O ya habéis planificado lo que haremos al llegar? —parece que me he librado de responder la pregunta, aun así ni yo misma sé lo que hubiera contestado.
—¡Podemos jugar al juego de las películas! —dice Estela
—¿Cómo se juega a eso? —me parece increíble que Niall nunca haya jugado a ese juego.
—¿Nunca has jugado? —digo sorprendida —eso debe ser imposible, si sabe jugar hasta mi madre —digo entre carcajadas, él se ríe también.
Estela nos explica que para jugar, una persona debe interpretar una película, sin sonidos y sin mover los labios. La meta del juego es que alguien adivine tu película y esa será la siguiente persona en interpretar. Una vez que ya sabemos jugar todos, nos dividimos en dos equipos, lo hemos decidido así para hacerlo más divertido. Hemos quedado Claudia y yo y Niall con Estela.
Echamos a suertes quién empieza y sale el equipo contrario, Niall es el que va a interpretar. Empieza a moverse como si cabalgara en un caballo y comienza a mover el brazo en círculos como si fuera a lanzar un lazo, si no me equivoco es una película de vaqueros. Ahora ha puesto los brazos en forma de cruz, y ha empezado a dar saltitos, creo que se refiere a volar, ya está. Me acerco a Claudia y le susurro
—Es "Toy Story" —ella asiente con la cabeza y se comienza a reír, ya que Niall se ha tirado al suelo en forma de derrota porque se le ha acabado el tiempo. Le dice a Estela
—¿No te suena una película dónde hay un vaquero y un astronauta que viene de otro planeta? —Ella parece sorprendida y niega con la cabeza
—Liam te mataría —dice él tronchándose de la risa —es "Toy Story" y es una de sus favoritas.
La verdad es que me encanta "Toy Story", de pequeña solía coger mis Barbies y las transformaba en vaqueras para interpretar esa película en el suelo de mi habitación. Siempre he sido muy fan de Disney, mi película favorita es "La bella y la bestia". Aunque también me gustan mucho "La sirenita" y "El rey león". Puede que lo que más me guste sean sus bandas sonoras, no hay nada como cantar las canciones de tu infancia a pleno pulmón. Sigo sumida en mis pensamientos hasta que noto que alguien me tira de la manga, giro la cabeza y veo que es Lucía
—¿Qué pasa? —digo
—Tengo que ir al baño —dice casi en un susurro, y entonces le señalo la puerta donde pone "WC", parece que se pone roja.
—Lucía lo tienes ahí delante, ¿Por qué no vas? —entonces ella baja y sube la mirada rápidamente y tose exageradamente — lo acabo de entender... Por eso me está hablando tan bajo.
—No tendrás una compresa o algo de recambio, ¿no? —dice casi en un suspiro. Me sabe muy mal por ella pero ahora mismo no tengo nada, estaba todo en la furgo...
—Que va tía, estaba todo en la furgo... —sé que es muy vergonzosa y no se va a atrever a pedirle a las demás algo de recambio con los chicos delante —creo que se me ha ocurrido una idea, no suelo tener verguenza osea que puede salir bien.
Le susurro al oído lo que tiene que hacer y parece que está de acuerdo. Le presto mi sudadera para que se la ponga atada a la cintura y nos levantamos para dirigirnos hacia Daniel, cuando nos ve llegar parece confundido.
—Hola Daniel —digo intentando parecer alegre —te quería pedir un favor... —le muestro mi mejor sonrisa.
—Sí dime, ¿qué te pasa? —Ha bajado un poco la velocidad y me está escuchando atentamente.
—La verdad es que no tenía planeado que pasara esto pero... Me preguntaba si podrías parar en la primera gasolinera que vieras.—él parece sorprendido y dice
—Pero si vamos bien de gasolina, ¿Para qué necesitas parar? —No me queda otra que decírselo, si no dudo que pare y eso nos arruinará el plan.
—Me ha bajado la regla y necesito comprar un par de cosas, por favor. —Le cambia la cara de golpe y parece avergonzado de sus palabras
—Ah sí, sí claro. Lo siento, no debería haber sido tan entrometido, en cuanto pueda estaciono el autocar. —me ofrece una sonrisa y veo que está completamente rojo.
—Y la última cosa ya...—no sé si estoy en posición de pedirle más favores pero él parece colaborar.
—Sí dime... —se lo ve un buen chico, creo que nos llevaremos bien
—La que va a bajar a comprar va a ser Lucía por una serie de motivos... —si le digo eso se creerá que no puedo ir yo e irá con Lucía, así ella podrá elegir lo que más cómodo le sea. —¿Podrías acompañarla por favor?
—Sí, claro. Ningún problema....
—Muchas gracias, avísanos cuando paremos porfa.
Él asiente y se centra de nuevo en la carretera. En aproximadamente unos cinco minutos noto como el vehículo frena y supongo que ha llegado el momento. Niall parece sorprendido y mira hacía delante, Daniel ha quitado las llaves y se ha levantado.
—¿Cómo es que hemos parado? —Pregunta con una sonrisa adorable
—Esque me apetece mucho comprar un refresco y así aprovecho y voy al baño... —ha tenido un gesto muy bonito cubriéndonos así, noto como Lucía se está poniendo roja. —Si no recuerdo mal... Lucía, ¿No querías ir a comprar unos chicles? —Ella asiente y se levanta rápidamente, en pocos segundos desaparecen por la puerta.
Nos quedamos un rato en silencio hasta que Niall se levanta, estamos todas observándolo mientras se sube a una pequeña escalera al lado de las literas, alarga el brazo hasta la que creo que es la suya y saca una guitarra. Es casi toda de color marrón roble y tiene una parte de la tapa en un color más oscuro, parece que tiene forma de gota.
Él nos mira y nos sonríe
—¿Queréis que toque un rato? —todas asentimos como niñas pequeñas. Nos va a tocar la guitarra en directo, creo que ni en mis mejores sueños me había pasado. —¿Qué canción queréis que toque primero? —se me ocurren mil canciones para pedirle, pero una en concreto me hace mucha ilusión.
—¿Podrías tocar "Live while we're young" por favor? —esa canción es de mis favoritas y creo que refleja al completo el estilo de los chicos.
—¡Claro! —parece que esté más ilusionado que yo —Los acordes de esta canción los escribí yo —dice orgulloso de si mismo, es adorable. —Espero que os guste...
Los primeros acordes de la canción inundan hasta el último rincón de aquel autocar, comienza cantando solo y a medida que avanza la letra nos invita a unirnos, estoy siendo muy feliz hoy, no creo que nada pueda ser mejor que estar con tus amigos cantando una noche de verano.
En ese mismo instante lo recuerdo, amigos... ¡Nuestras amigas! Se nos ha olvidado por completo avisarlas de que vamos a llegar al camping con más ni menos que tres de los integrantes de One Direction, si nos ven llegar así seguro que alguna hasta se desmaya. Reviso mi móvil y veo siete llamadas perdidas y bastantes mensajes de Paula y María, me siento mal por ellas, deben de estar muy preocupadas.
—Oye chicas, se nos ha olvidado avisar a las demás de que vamos a llegar tarde. Ahora mismo estarán muy preocupadas, ya que no saben nada de nosotras...— la única que me mira preocupada es Estela, los demás se empiezan a reír. No entiendo el por qué... Claudia parece que va a decir algo
—Ivette hemos avisado a las demás antes, cuando habéis ido Lucía y tú a ligar con Daniel. —me atraganto con mi propia saliva y empiezo a toser. ¡¿Qué acaba de decir!? Acto seguido se empiezan todos a reír de nuevo.
—Es broma mujer, no te pongas así... —Se empieza a reír más fuerte y le hago una cara de burla —Aunque te tenías que haber visto la cara —se empieza a reír más fuerte y me contagia la risa, así es Claudia.
Nos seguimos riendo cuando Daniel y Lucía entran cargados de bolsas, no entiendo por qué han comprado tanto.
—¡Hemos vuelto! —dice él con una gran sonrisa —y os hemos traído la cena —agita las bolsas delante de nuestras narices y un rico olor llega a mis fosas nasales.
—Que hambre tenía...¿Qué es? —pregunta Niall ansioso
—Creo que son pizzas, por como huelen digo... —dice Paul, debe comer un montón, ya que es un hombre realmente grande.
—Has acertado... —dice Lucía sonriendo
—¿Ya podemos empezar a comer no? —Dicen Claudia y Estela casi al unísono
—Sí por favor, tengo un hambre terrible... —Dice Niall, creo que todos quieren empezar a comer, miro a Lucía y entonces recuerdo la razón por la cual se ha bajado a comprar —Chicos voy un momento al baño... —y le susurro —¿me acompañas porfa? —sin perder un segundo se acerca a mí y nos dirigimos al baño del autocar.
—¿Has podido comprar lo que necesitabas? —digo en cuanto ella cierra la puerta y echa el pestillo. Lo digo flojito porqué sé que no le hace mucha gracia que se enteren los demás.
—Sí, sí, Daniel ha sido muy amable y me ha acompañado durante toda la compra, incluso ha hecho un par de chistes para que no me sintiera tan incómoda...¿Sabias que le encanta los chicles de fresa?
—No lo sabía, no... Me alegro de que haya ido todo tan bien —me aparto hacia el otro lado del baño y ella se prepara, noto como empieza a vibrar el suelo. Debemos de estamos otra vez en marcha, supongo que no habrán querido perder el tiempo.
Al salir del lavabo veo que están todos comiendo excepto Daniel que está al volante, me sabe mal que luego tenga que cenar solo y para compensarlo Lucía y yo nos esperaremos a llegar para cenar con él.
Nos sentamos en una cama, es la que más cerca nos quedaba, es una que está a la altura del suelo y tiene un osito de color canela precioso. Una vez sentadas comenzamos a hablar de puras tonterías y Niall nos avisa de que sus compañeros ya están llegando. Se levanta y le pregunta a Daniel cuánto queda de trayecto. No hace falta que responda, ya que el rústico cartel de "Campin du pin de Galle" asoma por la ventana que tenemos al lado.
—¡Ya hemos llegado chicos! —oigo decir al conductor emocionado
Nos reincorporamos todos y soy la primera en bajar, detrás de mí viene Lucía. En cuanto piso el suelo no puedo evitar estirar los brazos y las piernas, ya que llevo ahí metida por lo menos dos horas. Oigo a alguien soltar una risita delante de mí, solo me hace falta levantar la cabeza para ver a un chico de ojos marrones y pelo castaño observándome.