Solo una Noche (Jikook)[Adap.]

By Jk_Blue21

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❝Donde Jungkook le pide una noche a Jimin, su mejor amigo hetero.❞ • • • • • • • • • • • • • • • • • • • ◉Ada... More

★彡Chapter 1彡★
★彡Chapter 3彡★
★彡Chapter 4彡★
★彡Chapter 5彡★
★彡Chapter 6彡★
★彡Chapter 7彡★
★彡Chapter 8彡★
★彡Final Chapter 彡★
★彡Epilogue彡★

★彡Chapter 2彡★

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By Jk_Blue21

Había pasado dos semanas de tan mala noticia para Jungkook, el ya nombrado prácticamente había desaparecido ante la presencia de su adorado Jimin, el cual ya no sabía qué hacer de la desesperación al no saber el paradero de su preciado pequeño.

El hermoso castaño había faltado las dos semanas a la Universidad, no le respondía las llamadas y cuando iba a su casa, su madre le decía que no estaba, no sabía que hacer, la desesperación lo estaba consumiendo vivo e incluso su prometida la mujer que decía amar, no cubría, ni llenaba una pizca de la soledad, la amargura que sentía, al no estar junto a su persona.

A veces sentía que no era nada, sin él.

Otra semana más concluyo y por fin pudo ver a la persona que tanto anhelaba ver, era su querido amigo; no sabía si era por no verlo por tres semanas seguidas, pero su pequeño se veía más hermoso de lo usual ante sus lindos ojos oscuros, nunca pensó extrañarlo tanto y era su deseo lanzarse encima de este y abrazarlo como nunca antes lo había hecho, pero no lo hizo, y opto por esconderse tras unos casilleros y así tomarlo de sorpresa.

Por otra lado Jungkook caminaba pensativo, sin importarle la presencia de nadie, estaba tan metido en su propia burbuja, burbuja que Jimin reventó al abrazarlo tan fuerte por la espalda, parecía que en cualquier momento sus ojitos saldrían, es que era tan grande la emoción que sentía al verlo después de una eternidad, sí, eso le pareció, una eternidad, que no quería que se volviera a repetir, ya que estos le parecieron un verdadero tormento.

— ¡Mi pequeño Kookie! — grito más que emocionado — ¿Dónde has estado?, tú Jiminie te ha extrañado tanto — susurro triste mientras lo volteaba para que le viera — No lo vuelvas hacer — sonrió y comenzó a repartir varios besitos en todo el rostro ajeno.

Jungkook estaba muy lastimado aún.

No aguantaba más, tenía que cambiar, Jimin tenía que dejar de comportarse así, el trataba de olvidar, pero si seguía así como iba a lograrlo, estuvo las tres semanas en una gran pelea mental y este era que tenía que olvidar esos sentimientos por su amigo si o si, así tenga que alejarse de él.

Así que con todo el dolor de su alma, le empujo con fuerza al rubio para que le soltará.

— Ya deja de ser tan empalagoso Jimin — hablo más que serio, mientras limpiaba su rostro.

Jimin estaba sorprendido, su pequeño nunca se comportó así con él y peor aún, le llamaba por su nombre.

— ¿Q...qué pasa? — preguntó confundido — ¿Por qué te comportas así? — terminó de hablar más calmado, pero esta vez con su ceño fruncido.

— Nada — Jungkook se encogió de hombros — Tendría que pasar algo — sonrió como si nada pasara.

— Pues si Jungkook — uso el mismo tono del castaño — Iba a dejarlo pasar, pero ya que te comportas así — frunció aún más el ceño — Se puede saber dónde carajos has estado en estas tres semanas, y no me vayas a decir que en tu casa, porque le pregunte a tu mamá más de una vez y ella no sabía, le pregunte a casi todos nuestros conocidos y ninguno sabía de tu paradero y lo peor es que el vibrador de tu celular sonaba y no tuviste la gentileza de responder, ¿qué rayos te pasa?, ¿acaso no piensas en la gente que te queremos?

Jungkook arqueó sus cejas molesto y encaro a su amigo acercándose mucho a este, quedando a unas cuantas milésimas separados.

— ¿No, que rayos te pasa a ti? — se puso a la defensiva — Se puede saber quién carajos eres, para tener que informar lo que haga o deje de hacer — le miro muy serió.

— Soy tu mejor amigo Jungkook — alzo su tono de voz respondiéndole — Y me preocupas mucho.

El castaño al escuchar aquello le dolió, ¿qué? solo le preocupaba porque era su amigo, solo por eso, por ser un simple amigo.

— Puedes ser lo que te de la gana, pero eso no te da el derecho de meterte en mi vida.

Jimin estaba que los diablos se lo llevaba, no sabía qué rayos le había picado a su amigo o más bien que le hizo cambiar tan de repente; pero sea lo que sea que haya pasado las palabras del castaño le lastimaron demasiado.

— ¡Esta bien!... si no quieres que me meta en tu vida, no lo volveré hacer Jeon Jungkook — le miró serió — De ahora en adelante me dará igual lo que hagas — sentenció para así irse de ahí de una vez por todas.

Debería sentirse bien, había logrado por lo menos que su amigo se le alejase un poco, ahora podía organizar mejor sus sentimientos, pero que mierda, se sentía peor.

Después de esa discusión, ambos no volvieron a cruzar palabra alguna en el transcurso de las semanas, tanto Jimin, como Jungkook se morían de ganas por hablarse pero eran tan orgullosos que ninguno de los dos lo hacía.

El castaño por tratar de olvidar, comenzó estarce besuqueando con cualquiera que le hiciera el ojo, pero al parecer su mente y corazón no querían olvidarlo, ya que Jimin seguía tan sujeto en él, era como si cada célula de su delgado cuerpo; tuviera escrito su nombre.

A pesar de todo esto, en ningún momento pensó en cruzar la línea de besos y si lo hacía; parecía imposible de creer pero él siempre era el activo.

Le era casi imposible conseguir hombres que le guste la versatilidad, y aunque él era uno de esos que no le gustaba, prefería mil veces dar que recibir, ya que a la única persona que quería sentir era a su mejor amigo, y si llegara a entregar esa parte tan valiosa para él a cualquiera, nunca se lo perdonaría, así no estuviera en una relación con aquél, lo consideraba como una traición.

El tiempo para todos, había pasado en un abrir y cerrar de ojos, y como nunca; este par de inseparables, estuvieron dos meses sin dirigirse la palabra.

Jimin ya estaba harto de esta situación, ver en lo que se había convertido su amigo, en un fácil, si, así le veía ahora, a cada hora, cada minuto y segundo este cambiaba de chico como cambiaba de calzoncillos; y eso en una parte de su dulce corazón dolía, peor que quebrarse o torcerse un dedo, sentía que lo perdía y no quería eso, era de egoísta su pensar, pero quería a su mejor amigo solo para él.

Pero estos sentimientos no eran tan diferentes para Jungkook, ya que ahora estaba más destrozado que nunca, el matrimonio de su amigo se acercaba y eso, le lastimaba.

— Jimin amor — habló su prometida sacándolo de sus malos pensamientos — ¿Por qué Jungkookie y tú están distante?

Se atrevió a preguntar después de todo este tiempo, no lo había hecho porque tal vez aquello no era de su
importancia, pero al ver tan distante a su prometido con ella, llego a pensar que era por este asunto, ella sabía lo apegado que era su amado con el castaño y verlos así de distante, algo malo tuvo que haber pasado y ella estaba pagando los platos rotos.

El rubio al escucharla le miro con extremo enojo, aquel acto lleno la duda que tenía, algo malo, en verdad pasaba.

— Mira Seulgi — contesto molesto — No quiero hablar de esto si — volteo su rostro para no verla — Solo te puedo decir, que el comenzó todo.

Seulgi asintió triste por como su prometido le había contestado, pero ella le amaba y como tal podría soportar lo que sea, no es que Jimin fuera así siempre decía en su mente, solo era distante nada más, aunque prefería mil veces en estos momentos escucharle un reclamo o cualquier cosa; que tener su silencio, después de unos segundos más volvió a sonreírle, no le gustaba verlo decaído y procedió a hablar de nuevo.

— Y no has tratado de arreglarlo Jimin — dijo en un tono suave — Es tu apreciado kookie... recuerda que me dijiste que querías que sea nuestro padrino de boda — su sonrisa angelical, transmitía mucha paz — Vamos, sé que te mueres por hablarle — dió animo — Es tu mejor amigo después de todo... no vas a dejar que veinte años de amistad se vaya a la borda así por así, verdad — aconsejo.

Jimin se quedó pensativo ante aquellas palabras, su prometida tenía mucha razón, no iba a dejar que por orgullo, se pierda veinte años de una hermosa amistad, eso era muy tonto, y así él tenga que tragarse el suyo, arreglaría las cosas con su Jungkookie.

— Esta bien —contesto decidido — Iré por ese idiota y no lo soltaré hasta que este conmigo como antes — sonrió para luego dejar un casto beso en la frente de su prometida antes de irse.

Caminó por todos los pasillos de la Universidad, en busca de su mejor amigo, volteaba a todo aquel que tenía similitud con este, en especial volteaba a todo aquel que tenía cabellera castaña.

A Jimin le encantaba como ese color resaltaba en su amigo, ese fue el último color que él en persona había escogido, así como todos los colores que habían pasado por el cabello del menor, al doblar por el pasillo derecho, lo encontró, pero no en una grata situación, este estaba acompañado con un idiota que le estaba acariciando la cintura mientras le abrazaba, hizo una mueca de total enojo, pero ver a ese tonto junto a su amigo, no fue impedimento para ir por él, y llevárselo a casi arrastras de ahí.

Jungkook con su ceño muy fruncido y haciendo rabietas para que lo soltara, no lo consiguió, el rubio le doblaba en fuerza, así que resignado y a regañadientes se dejó guiar, Jimin le había llevado hacia un salón vacío, para tener un poco privacidad y no ser interrumpidos.

— ¡¿Qué te pasa Jimin?! — dijo exaltado por el atrevimiento del rubio, una vez que le soltó — No viste que estaba ocupado — mascullo molesto.

Aunque por dentro, no podía evitarlo, estaba gritando como una colegiala, después de todo su mejor amigo decidió romper el silencio entre los dos, conociendo al rubio, si él era orgulloso, el ya mencionado se llevaba el primer puesto.

— No me importa con quien carajos hayas estado.

— Mira Jim...

Jimin no le permitió terminar de hablar, había puesto su largo dedo índice de la mano derecha en sus labios.

— En primer lugar Jiminie — corrigió — Y en segundo lugar, no te traje aquí para seguir discutiendo contigo — saco su dejo y le miro con intensidad — Yo te traje aquí, para arreglar las cosas mi kookie.

Tocó el rostro ajeno con delicadeza con ambas manos, y juntó sus frentes; sus aires comenzaron a chocar por la cercanía, pero solo Jungkook tenía la intensión de besar, pero antes de dejarse llevar, se soltó del agarre de este muy despacio.

— Dime, ¿qué quieres decirme? — preguntó mas calmado y viendo un punto fijo, no podía mirarle a los ojos.

— ¿Qué paso kookie?, ¿por qué te comportas así?

Después de preguntar Jimin le había agarrado de la cintura y arrincono en el escritorio de la sala en la cual estaba, cualquiera que viera cierta escena malinterpretaría, pero al rubio le daría igual, ya que tenía la costumbre de tratar al castaño así siempre.

— Primero que todo Jiminie — Jimin suspiro con alivio después de escuchar aquel lindo apodo salir de esos labios — Ya no quiero que me agarres así — susurro para luego sacar las manos ajenas de su cintura, estos actos hacia él le confundía mucho — Y segundo me comporto así, porque estoy despechado — se atrevió a decir mirándole a los ojos.

Jimin cambio su semblante, estaba más que cabreado, quién se atrevía hacer sufrir a su dulce amigo.

Por la culpa de ese idiota, su amigo lo había tratado tan mal, en su mente juro que si se enteraba de quién se trataba le rompería todo los huesos.

— ¿Quién es? — preguntó — Dime... le haré pagar, nadie se atreve a lastimar a mi mejor amigo.

Jungkook sonrió con amargura, le alegraba que su amigo le cuidara pero si supiera que se trataba de él, no estaría actuando así.

— No puedo decirte — se encogió de hombros con su rostro decaído — Igual él no tiene la culpa, no sabe de mis sentimientos hacia él.

Jimin al ver su amigo de esa manera le lastimaba, no gustaba verle sufrir, así que le abrazo lo más fuerte que pudo dándole consuelo, el castaño ante la cercanía cerró sus ojos olfateando gustoso la colonia de su amigo, le hechaba de menos.

— Ya mi kookie, no sufras por él — beso la coronilla de su cabeza — Es un tonto por no darse cuenta de lo que se pierde — acaricio su espalda con dulzura.

Jungkook sonrió para luego hablar.

— Dame un consejo Jiminie — apenas se escuchó su voz por el fuerte agarre del rubio.

— Dime, estoy para servirte mi conejito.

El castaño pego una risilla tonta, por como lo había llamado.

— Él es heterosexual igual a tú, si lo beso, ¿crees que le gustaré?

Jimin no lo pensó ni dos veces para responderle como se debía, con amor y comprensión de amigo.

— Por supuesto... ¿por qué no?, si esos labios que te manejas quien no querría probarlos, además es un simple beso, no es que vayan hacer otra cosa— le sonrió.

— ¿Entonces puedes besarme Jiminie?



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Galletitas espero les este gustando tanto como a mí, gracias por leer.✨🍪
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