Contigo

By isamorgenstern145

260K 17.9K 3.7K

-Te dije que volveríamos a estar juntos, princesa. Segunda parte de "Conmigo" More

I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
XXVI
XXVII
XXVIII
XXIX
XXX
XXXI
XXXII
XXXIII
ESPECIAL NAVIDEÑO
XXXIV
XXXV
XXXVI
XXXVII
XXXVIII
XXXIX
XL
XLI
XLII
XLIII
XLIV
XLV
XLVI
XLVII
XLVIII
XLIX
L
LI
LII
LIII
LIV
LV
LVI
LVII
LVIII
Capitulo final
Epílogo
En vivo
Nuevo Libro
Pretendiendo

XII

4K 310 72
By isamorgenstern145

-Mi..Michael.


-Que bueno que reconoces mi voz...pensé que ya la habías olvidado.




Mi cara de horror debe ser muy notoria ya que Alejandro me mira muy preocupado, pero yo no puedo ni pensar. Lo observo por un momento y mis ojos se llenan de lágrimas. Michael siempre arruina todo. Miro hacia los lados sintiéndome observada y asfixiada. Sin otra opción, salgo rápidamente del lugar. Mi respiración es pesada y tengo la sensación de que en cualquier momento me apagaré. Sin embargo, mi teléfono está fuertemente pegado a mi oreja al punto de hacerme daño, pero en estos momentos no siento nada.


-¡Aisa! – escucho el grito de Alejandro, pero suena tan lejano que siento que es producto de mi mente. -¡Aisa! – sigo corriendo.






El aire de la noche me pega inmediatamente,  aturdiéndome. Mis lágrimas frías combinan con el ambiente. Todo es frío y oscuro.




-Princesa...


Suelto un sollozo.


-¿Cómo...conseguiste mi número? – susurro. No me atrevo a hablar en voz alta.


-¿En serio preguntas eso?


El guardia se me queda mirando. Camino un  poco más para que no vea mi cara, que debe ser un desastre. No paro de llorar en silencio.


-Te he extraño mucho, princesa.- aprieto mis ojos. Quisiera cortar la llamada, pero no sé si eso es una buena idea.- ¿Cuándo me visitas?




-No...no lo haré.


-¿Acaso escuché mal? Claro que si vendrás.


-No, Michael. – mi voz sale, para mi sorpresa, más segura.




Michael no contesta de inmediato.


Todo está en silencio 


Me asusto al no escucharlo en la otra línea. El miedo de que se enoje me embarga. Michael enojado no es...


-Alexis te está esperando en un auto negro.


-¿Qué?


Miro a mi alrededor aturdida. El miedo crece. Dios...¿en qué me he metido?


-Sube al auto, Aisa.


Mi cuerpo va hacia atrás poco a poco. Mi vista no se despega de la calle; hay muchos autos de color negro.


-No...no puedo, no lo haré.- Michael suspira, creo que se está enojando.


-Aisa, tienes que estar segura.- mentira.


-Ya lo estoy.- respondo. Tengo la esperanza que al decirlo en voz alta se haga realidad.


-No, no lo estás.


-¿Tengo que estar contigo para estar segura? – la pregunta imprudente sale de mi antes de que pueda siquiera pensarla.


-Sabes que si...




Aprieto mis labios, lágrimas siguen rodando por mis mejillas. La tristeza aparece, él nunca entenderá que yo no puedo quererlo...como él quiere que lo haga.


Silencio.


Eso es lo único que...


-Sube al auto.




Cierro mis ojos al escucharlo hablar. No se rinde. No contesto de inmediato, una pregunta que me asusta mucho la respuesta ha estado rondando por mi mente y no sé si debería decírsela, pero por mi bien debo hacerlo.


-Tú...-me callo por un momento. Formulo otra pregunta.- ¿Es...estás en ese auto?


No recibo respuesta. Tal vez deba preguntar de nue...


-No, solo Alexis.


Al escucharlo me alivio un poco, por alguna razón el hecho que él no este aquí me tranquiliza. Si él está lejos, no tiene control sobre mí.


-No voy a subir.- mi voz suena mucho más segura.

-Estas acabando con mi paciencia, Asia. Sube al puto auto.


-No.


-Ya sabes quiénes pagarán las consecuencias.


Mi valentía cae.


-No...no puedes hacerles nada. Estas encerrando.- mi ojos arden, estoy llorando de nuevo.


-No tengo quien ser yo quien lo haga con mis propias manos, Aisa. Hay mucha gente que trabaja afuera...te ven para que yo pueda hacerlo.


-Michael...por favor.


-No te lo voy a volver a repetir, Aisa. 


Me quedo estática en mi sitio, no pienso moverme. Es mejor que regrese adentro y...


Unas luces se encienden.


Respiro irregularmente. No quiero sacar conclusiones, pero el vidrio  del copiloto baja y alguien se asoma. Alexis se encuentra sonriente y saludándome con su mano.


Me desmorono.


Fuertes sollozos  salen de mi, mis manos tiemblan. Volteo con la esperanza del que el guardia siga ahí, tal vez el me ayude y...no está.




Hago una mueca.

Mi vista vuelve al auto y mientras Alexis se encuentra llena de felicidad, yo me encuentro llena de desesperación.


Trato de respirar profundamente pero mi respiración es irregular. Mis piernas se mueven lentamente, me cuesta mucho caminar. El celular sigue en mi oreja. En mi mente me disculpo una y mil veces con Max.


Perdóname, por favor...lo siento...


Tengo una mala sensación con todo esto.


No paro de llorar, siento que me ahogo. Quiero que se vaya, quiero que el auto desaparezca. Quiero desaparecer.


Quiero...




-No llores, princesa. Es por tu bien.


No, no lo es. Es por tu bien.


Cállate.

Cállate.

Cállate.





-¡Aisa! – mis pies se detienen. Cierro mis ojos agradeciendo. Alejandro se encuentra al frente de mi. Su cara es de preocupación. -¿Qué sucede?

Abro y cierro mi boca varías sin poder hablar. Mi vista va hacia el auto, Alexis ya no se asoma.


-¿Quién es ese, Aisa? – Michael habla. El terror me invade. Suelto un sollozo mirando a Alejandro.

-¿Aisa? - los dos pregunta al mismo tiempo.


Me acerco más a mi salvador.


-Al...Alejandro...- susurro. El teléfono hace un sonido extraño. Lo veo.


Michael cortó.


-No, no, no...- digo varias veces. Que él haya cortado no es nada bueno. Con mis dedos temblorosos toco para llamarlo, pero sale apagado. Me asusto. -No, no, no.


-Aisa...


Me quedo estática y soy traída a la realidad cuando siento los brazos de Alejandro rodearme. Me apoyo en sus hombros...


No sé cuánto tiempo pasó. Elevo mi vista para ver la calle, el auto no está.


Me separo de Alejandro, se ve confundido pero no dice nada. Mi vista vuelve al teléfono y llamo a la primera persona que se viene a mi mente.


-¿Aisa? – suena confundida.




-¿Están en casa? – mi mano libre aprieta el brazo con el que sostengo el teléfono. Estoy nerviosa.- ¿Todo bien?


-Si...¿Todo bien contigo, Aisa?


Las lágrimas vuelven a aparecer.


-Mi...Michael...- respiro. – Michael llamó.


Silencio.






-Ven a casa ahora mismo.


Asentó varias veces como si Emma pudiera verme. No corto la llamada y ella tampoco lo hace.

-¿Estas acompañada? – Emma habla después de un rato.


-Si, si, con mi amigo.


-Esta bien, cuídate y por favor llama si ocurre algo.


-Si. – Emma corta.


-¿Necesitas algo, Aisa? – mi vista vuelve a Alejandro.




-¿Puedes...puedes llevarme a casa, por favor?


-Claro que si. – toma mi mano.- Vamos.


Lo detengo.


-¿Y tu hermana? – pregunto preocupada.


-Oh,  no te preocupes. – sonríe. – Se encontró con unas amigas, no saldrá de ahí por voluntad propia...


















Mis manos tiemblan al abrir la puerta.


Cierro con cuidando para no hacer ningún ruido. Estar en casa me hace sentir un pongo más segura, es mi lugar y a pesar que probablemente alguien esté vigilando afuera, me hace sentir más tranquila el hecho de estar dentro y con mi familia.


Me preparo mentalmente para hablar con Emma, no nos hemos dirijo la palabra por muchos días y sabía que la conversación que tuviéramos en cualquier momento, no sería nada buena. Mis dedos no dejaban de moverse ansiosos mientras caminaba a la sala oscura para dejar mis cosas. La luz de la cocina estaba encendida, respiro un poco y camino.


Al estar en el marco de la puerta, veo que Emma está sentada en nuestro pequeño comedor con una taza en sus manos. Al notar mi presencia levanta su mirada.


-Max está durmiendo. – es lo primero que dice, luego toma un sorbo de su taza.


-Bien...- susurro. Mis manos se entrelazan detrás de mi. No me atrevo a decir ni una palabra, espero que Emma hable primero.


-Esto ya no puede seguir así, Aisa. -Vuele a hablar. Se levanta y lleva la taza hacia el lava platos. Suspira y se voltea. – Tengo que decirle, Aisa...


-No, Emma...yo...- camino hacia ella.


-Aisa, entiende. Tu sola no puedes detenerlo, no puedes controlarlo...pasa a un nivel mayor, Aisa y hay que decirle a Max.


Asiento.


-Lo se...pero no podemos decirle aún...- Emma me mira sin poder creer lo que estoy diciendo, va a hablar pero la interrumpo. -Yo le diré, lo prometo, pero no hoy. – digo decidida.

Emma me mira sorprendida.


-¿En serio se lo dirás? – no se ve muy convencida.


-Si.- trato de convencerme a mí misma. – cuando comience a trabajar...yo, se lo diré.


Emma asiente y vuelve a suspirar.


-Quisiera creerte, Aisa pero te conozco. – me tenso. – No puedes resolverlo tú sola. Ese...hombre está loco...y también no sé si le dirás a Max...ya no confío.


Siento algo dentro de mi al escuchar lo último.  Y por más que quisiera refutar, no puedo hacerlo porque en lo más profundo sé que es verdad lo que dice. Ya tampoco confiaría en mi la verdad.

-Entiendo...


-No lo digo para herirte...es verdad.


-Lo sé.


Emma suaviza su mirada y se acerca a mi. Pone una mano en mi hombro. Trata de darme una sonrisa dulce.

-Decirle será lo mejor, Aisa.




Hice una mueca al respecto. Decirle no sé si sea la mejor idea, al menos él sabrá pero se enojara conmigo y el hecho de que Max sepa tampoco cambiarían las cosas. No quiero preocuparlo más. Tengo la esperanza de poder persuadir a Michael de cualquier manera...


-Tengo que visitarlo.


Emma se aleja de repente. Se enojó.


-¿Qué?


-En la llamada él me dijo que si no lo visitaba...ust...ustedes pagarían las consecuencias.


-¿¡Qué!? – Emma exclama un poco alto. – Hay que decirle, Aisa. Lo siento pero...- evito que salga.


-No, no, no...- colocó mis manos en su hombros. – Antes de decirle, primero tengo que asegurarme de que no les pase nada. – lágrimas comienzan a acumularse. -Tengo que hacerlo, tengo que visitarlo...


Aparta mis manos de sus hombros, cruza sus brazos.


-No puedo creerlo...- dice en voz baja. – ¡Ese hombre está loco!


-Emma...


-Ni creas que vas a ir a ese sitio.


-Tengo que hacerlo, sino él les hará algo y yo...


-¿¡No ves que te manipula!? – suspira. Sus manos van a su cabeza. – no puedo creer que tengamos la misma conversación de nuevo...


-Creo que es la única opción.


-No , no. Hay que decirle a Max.


-¿Y crees que con él sabiendo todo será mejor? – tengo las mejillas mojadas.- Me...odiara, Emma. – sollozo.

Su rostro se suaviza.

-No, no Aisa.- sus brazos me rodean. Comienzo a llorar.

-Si lo hará. - un sollozo sale. - tu debes de odiarme también. Por mi culpa es que...

-Aisa, Aisa. - repite mi nombre para tener mi atención. -Es tu hermano, Aisa. El nunca te odiaría, él quiere lo mejor para ti.  Yo no te odio, solo estoy preocupada. -me aparta y toma mi rostro entre sus manos. Toma mis mejillas. – Aisa...¿Crees que si...lo visitas...todo terminará?




Limpio mis lágrimas. La miro confundida.


-Yo...no lo sé, ¿si? -mis manos van a mi rostro. – Él ha insistido mucho... en eso...espero que si.


-Está bien...está bien.- susurró. Pasa sus manos por su cabello. No sabe que hacer, yo tampoco lo sé. – Okey...lo visitaras.- la miro asombrada.- yo te voy a llevar, ni loca irás sola...le dirás que deje sus amenazas y te despedirás de él como debió haber sido desde un principio.

Me acerco a ella y la abrazo con todas mis fuerzas.


-Gracias...- mis lágrimas son de alivio. – Gracias...
















































Aprieto el teléfono entre mis manos.


Trato de controlar mi rabia, pero no puedo hacerlo.


Alejandro.


Alejandro.


Alejandro.




Ese estúpido nombre no deja mi mente.


¿Por qué me haces esto, Asia?




Tiro el teléfono al sofá. Mi manos van a mi cabello. No puedo perder el control ahora, no puedo, tengo que pensar, tengo que planear.


Aisa, ¿Por qué luchas tanto?


Mi mente va a mil por hora. Voy a seguir, voy a insistir hasta que ella venga. Aprieto mis puños al pensar en lo que debe de estar haciendo mi princesa, de solo pensar que debe de estar con ese niñato me saca de quicio.


Me asusto cuando escucho un sonido, mi vista va hacia todos lados tratando de ver de dónde viene. El sofá, el teléfono.


Aisa llamó varias veces pero no pude contestarle, la rabia me había consumido. Sin embargo, ahora me gustaría decirle unas cuantas cosas sobre ese niño.


-¿Aisa?


Silencio.


-No, señor.- cierro mis ojos, frustrado.


-¿Qué pasó?


-La señorita se fue con un muchacho. – aprieto mi mandíbula. – los seguimos. Esta en su casa...


-Está bien, gracias...-voy a colgar.


-Señor.- suspiro. – como la señorita no subió al auto asumo qué hay que pasar a la otra fase...




Pienso unos momentos antes de decidir. Sonrío.




-No. –digo por fin. – No les hagas nada a ellos, todavía.






Tengo que hacerle sentir un miedo constante para que venga a mi. Tengo que hablar mucho y accionar poco.


Es mejor seguir amenazándola.


Tiene que sentir la desesperación que me hace sentir a mi.


Tiene que sentir que está atrapada.


Y que yo solo puedo salvarla.









---------------------------------------

Holaaaa

Que les pareció el capítulo?

Espero que les haya gustado🖤

Espero que estén bien.

Una pregunta, quisieran que publicara nuevas historias?

Tal vez algo nuevo salga por ahí...shhh

Bueno.

Gracias por leer🖤

Instagram: isa_morgenstern145

Continue Reading

You'll Also Like

4.7K 202 25
En el oscuro rincón de su obsesión, Kyle Jones enredado en las telarañas de sus propias ilusiones, tratará a toda costa de convencer a Claire Wright...
378K 29.7K 36
Una reina encuentra a una salvaje niña en medio de una jauría de lobos. Decide "rescatarla" y criarla como si fuera su propia hija. Catherine no sabe...
9K 463 28
Un profesor de 25 años acostumbrado asesinar a estudiantes, le afectará la llegada de una nueva alumna, Anneliese una chica de 16 años que se muda a...
767K 85.2K 65
[Eres tan terco] NamJin Bienvenidos a Mío, dos personas completamente diferentes, pero creadas para estar juntos 🤝💓 Faltas de ortografías o de reda...