Leyendo: "Harry Potter, una h...

De Mitologia_13

461K 30.4K 9K

Obviamente, se leerá la historia de Harry Potter en el pasado con las tres generaciones, pero será diferente... Mais

1. Volviendo al pasado (Parte 1)
2. Volviendo al Pasado (Parte 2)
3. La mágica verdad.
4. Hogwarts.
5. Fortaleciendo nuestra amistad.
6. Halloween.
7. Quidditch.
8. Navidad.
9. Nicolas Flamel.
10. Norberto, el ridgeback noruego.
11. El bosque prohibido.
12. A través de la trampilla.
13. El hombre de las dos caras.
14. Gryffindor
15.Obligaciones en vacaciones.
16. Cumpleaños en la madriguera.
17. Borgin y Burken. (Parte 1)
18. Borgin y Burken (Parte 2)
19. De regreso a Howgarts (Parte 1)
20. De Regreso a Hogawrts (Parte 2)
21. Los "sangre sucia" y una voz misteriosa. (Parte 1)
22. Los sangre sucia y la voz misteriosa (parte 2)
23. El cumpleaños de Muerte (parte 1)
24. El cumpleaños de Muerte (parte 2)
25. Inscripciones en la pared (parte 1)
26. Inscripciones en la pared (parte 2)
27. Una blugger loca (Parte 1)
28. Una blugger loca (parte 2)
29. El club de duelo (parte 1)
30. El club del duelo (parte 2)
31. Poción Multijugos.
32. El diario secreto (parte 1)
33. El diario secreto (parte 2)
34. Cornelius Fudges (Parte 1)
35. Cornelius Fudges (Parte 2)
36. Aragog (parte 1)
37. Aragog (parte 2)
38.La cámara secreta (parte 1)
39. La cámara secreta (parte 2)
40. El Heredero de Slytherin. (Parte 1)
41. El Heredero de Slytherin. (Parte 2)
42. La recompensa de Dobby.
43. 1G vs 2G
44. Black.
45. El reencuentro.
46. Dementor (parte 1)
47. Dementor (parte 2)
48.Pozos de té y garras de hipogrifo.(Parte 1)
49. Pozos de té y garras de hipogrifo. (Parte 2)
50. El Boggart.
.51 La huida de la Señora Gorda.
.52 La derrota.
53. El Mapa de Merodeador.
.54 Sorpresa en Navidad.
.55 Patronus.
56. Gryffindor contra Ravenclaw
57. El rencor de Snape.(parte 1)
58. El rencor de Snape (parte 2)
59. La final de Quidditch.
60. La profecía de la Profesora Trelawney.
61. El perro, el gato y la rata.
62.Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta.
63. El Vasallo de Voldemort.
64. El beso del dementor.
65. El secreto de Hermione.
66. Más lechuzas mensajeras.
67. Último día.
.68. Disciplina mental.
.69. El traslador.
.70. Bagman y Crouch.
.71. Los Mundiales de quidditch.
.72. La marca tenebrosa.
.73. Alboroto en el Ministerio.
.74.El expreso a Hogwarts.
.75. El torneo de los tres magos.
.76. Ojoloco Moody.
.77. Maldiciones imperdonables.
.78.Beauxbatons y Durmstrang.
.79.El Cáliz de fuego.
.81. La comprobación de las varitas.
.82. El colacuerno húngaro.
.83. La primera prueba.
.84.El Frente de Liberación de los Elfos Domésticos.
85. Una prueba inesperda.
86. El baile de Navidad.
87. La primicia de Rita Steeker.
88. El huevo.
.89. La Segunda prueba.
.90. El regreso de Canuto.
.91. La locura del Señor Crouch.
.92. El Sueño.
.93. El pensadero.
.94. La tercera prueba.
.95. Hueso, carne y sangre.
.96. Los Mortifagos.
.97. Priori Incantatem
.98. El suero de la verdad.
.99. Caminos separados.
.100. El comienzo.
SEGUNDA PARTE.

.80. Los cinco campeones.

3.2K 250 68
De Mitologia_13

- ¿Cómo lo tomaron? - nos pregunta el abuelo de Harry.

- Bueno... Estaba shoqueado un poco, no sabía que pensar - le responde él.

- Estaba igual que él hasta que dijeron que debíamos participar y tal vez enloquecí un poquito - agrego.

- ¿Un poquito? - me dice Cedric divertido - Yo creo que fue algo más que un poquito.

- Bueno, pero no ayudaba en nada que no nos creyeran - le digo en cambio.

- ¿Esnserio creyeron que ustedes podrían ser capaz de algo así? - nos pregunta mamá.

- Casi todo el mundo no nos creyó - le respondo - Solo papá, Godric, Sirius, Remus,  la Profesora McGonagall y Dumbledore.

- ¿Ustedes no? - les pregunta Leo a Ron y a Hermione.

- No al principio - le dice Herms - Y eso fue un golpe en nuestra amistad.

- Sí que lo fue, pero lo arreglamos - le dice Harry.

- Al, comienza a leer.

- "Los cinco campeones"

Con Harry permanecimos sentados, consciente de que todos cuantos estaban en el Gran Comedor nos miraban. Me sentía aturdida, atontada. Debía de estar soñando y probablemente teniendo una pesadilla. O no había oído bien. Nadie aplaudía. Un zumbido como de abejas enfurecidas comenzaba a llenar el salón. Algunos alumnos se levantaban para vernos mejor.

En la mesa de los profesores, la profesora McGonagall se levantó y se acercó a Dumbledore, con el que cuchicheó impetuosamente. El profesor Dumbledore inclinaba hacia ella la cabeza, frunciendo un poco el entrecejo.

Con Harry nos volvimos hacia Ron y Hermione. Más allá de ellos, vi que todos los demás ocupantes de la larga mesa de Gryffindor nos miraban con la boca abierta.

—Yo no puse mi nombre — dijo Harry, totalmente confuso —. Ustedes lo saben.

- Yo lo sé - le respondí - Yo no le haría esto a mi familia.

- Hanny lo sabemos - me dice Leo.

- Y también confiamos en ti Harry, por más que seas mi hijo - le dice James y nos hace reír.

- Pero se tenían el uno al otro - me dice mi abuela.

- Eso nos hacía más fuerte - le responde Harry.

Uno y otro nos devolvieron la misma mirada de aturdimiento. En la mesa de los profesores, Dumbledore se irguió e hizo un gesto afirmativo a la profesora McGonagall.

—¡Harry Potter! ¡Hannah Gryffindor! — nos llamó —. ¡Hannah! ¡Harry! ¡Levántense y vengan aquí, por favor!

—Vayan — nos susurró Hermione, dándole a Harry un leve empujón.

Con Harry nos pusimos de pie, se pisó el dobladillo de la túnica y se tambaleó un poco. Avanzamos por el hueco que había entre las mesas de Gryffindor y Hufflepuff. Me pareció un camino larguísimo. La mesa de los profesores no parecía hallarse más cerca aunque caminaramos hacia ella, y notaba la mirada de cientos y cientos de ojos, como si cada uno de ellos fuera un reflector. El zumbido se hacía cada vez más fuerte. Después de lo que me pareció una hora, se hallabamos delante de Dumbledore y noté las miradas de todos los profesores.

- Parece que están yendo a la horca - nos dice Sirius.

- Creo que el sentimiento era el mismo - le respondo.

- Todos nos veían sin poder creerlo y era muy probable que nos estuvieran insultando - agrega Harry.

- ¿Muy probable? - le digo en cambio - Nos lo dijeron, aunque se habían empeñado más contigo.

- Porque te tenían más miedo a ti.

- Esa es mi niña - me dice mamá.

—Bueno... crucen la puerta — nos dijo Dumbledore, sin sonreír.

Con Harry pasamos por la mesa de profesores. Hagrid, sentado justo en un extremo, no nos guiñó un ojo, ni levantó la mano, ni hizo ninguna de sus habituales señas de saludo. Parecía completamente aturdido y, al pasar, nos miró como hacían todos los demás. Salimos del Gran Comedor y nos encontramos en una sala más pequeña, decorada con retratos de brujos y brujas.

- Los reconoció a ambos enseguida - nos dice Godric - Por algo me enteré tan rápido.

- Eso me lo explica - le respondo - En ese momento no me di cuenta.

- El castillo se habrá vuelto un hervidero - comenta Remus.

- La verdad que sí, todos empezaron hacer especulaciones de como lo hicieron - le responde Ginny.

- Decían cosas muy locas - agrega Luna.

Delante de nosotros, en la chimenea, crepitaba un fuego acogedor.

Cuando entramos, las caras de los retratados se volvieron hacia nosotros. Vi que una bruja con el rostro lleno de arrugas salía precipitadamente de los límites de su marco y se iba al cuadro vecino, que era el retrato de un mago con bigotes de foca. La bruja del rostro arrugado empezó a susurrarle algo al oído.

Viktor Krum, Cedric Diggory y Fleur Delacour estaban junto a la chimenea.

Con sus siluetas recortadas contra las llamas, tenían un aspecto curiosamente imponente. Krum, cabizbajo y siniestro, se apoyaba en la repisa de la chimenea, ligeramente separado de los otros dos. Cedric, de pie con las manos a la espalda, observaba el fuego. Fleur Delacour nos miró cuando entramos y volvió a echarse para atrás su largo pelo plateado.

—¿Qué pasa? — preguntó, creyendo que había entrado para transmitirles algún mensaje —. ¿«Quieguen» que volvamos al «comedog»?

- Hann, ¿Qué sucede? - me preguntó Cedric.

No sabía cómo explicar lo que acababa de suceder. Me quedó allí quieta, mirando a los tres campeones, sorprendida de lo altos que parecían. Oí detrás un ruido de pasos apresurados. Era Ludo, que entraba en la sala. Nos tomó del brazo y nos llevó hacia delante.

—¡Extraordinario! — susurró, apretándonos el brazo —. ¡Absolutamente extraordinario! Caballeros... señorita — añadió, acercándose al fuego y dirigiéndose a los otros tres — ¿Puedo presentarles, por increíble que parezca, al cuarto y a la quinta campeones del Torneo de los tres magos?

- En vez de hablar tranquilos, nos llevó al arrastre - comenta Harry.

- Yo solo quería irme de ahí lo más rápido posible.

- No me agrada para nada que hayan tenido que pasar por eso - nos dice Lily.

- Fue maldito dolor de cabeza - le digo y me apoyo en Harry sin molestar a Teddy.

- Aunque luego de la primera prueba entendieron que no tuvimos nada que ver con eso - les dice Harry.

La hosca cara de Krum se ensombreció al examinar a Harry. Cedric parecía desconcertado: pasó la vista de Bagman a Harry y de Harry a Bagman como si estuviera convencido de que había oído mal, para luego mirarme esperando que se lo explicara. Fleur Delacour, sin embargo, se sacudió el pelo y dijo con una sonrisa:

—¡Oh, un chiste muy «divegtido», «señog» Bagman!

—¿Un chiste? — repitió Bagman, desconcertado —. ¡No, no, en absoluto! ¡El nombre de Hannah y de Harry acaban de salir del cáliz de fuego!

Krum contrajo levemente sus espesas cejas negras. Cedric seguía teniendo el mismo aspecto de cortés desconcierto. Fleur frunció el entrecejo.

—«Pego» es evidente que ha habido un «egog» — le dijo a Bagman con desdén - Ellos no pueden «competig». Son demasiado joven.

- Si nuestra tía llega a escuchar tu mala imitación de su acento se enfadaría - le dice J.S

- Hago lo mejor que puedo - le responde su hermano.

- Ella fue la que peor se lo tomo - comenta Rose.

- Sí e hizo sacar de quicio a tu madrina - le responde Harry.

—Bueno... esto ha sido muy extraño — reconoció Bagman, frotándose la barbilla impecablemente afeitada y mirando sonriente a Harry —. Pero, como saben, la restricción es una novedad de este año, impuesta sólo como medida extra de seguridad. Y como su nombre ha salido del cáliz de fuego... Quiero decir que no creo que ahora haya ninguna posibilidad de hacer algo para impedirlo. Son las reglas, ellos, y no tienes más remedio que concursar. Tendrán que hacerlo lo mejor que puedas...

Detrás de nosotros, la puerta volvió a abrirse para dar paso a un grupo numeroso de gente: el profesor Dumbledore, seguido de cerca por el señor Crouch, el profesor Karkarov, Madame Maxime, la profesora McGonagall y el profesor Snape. Antes de que la profesora McGonagall cerrara la puerta, oí el rumor de los cientos de estudiantes que estaban al otro lado del muro.

—¡Madame Maxime! — le dijo Fleur de inmediato, caminando con decisión hacia la directora de su academia —. ¡Dicen que estos niños también va a «competig»!

En medio de su aturdimiento e incredulidad, sintí una punzada de ira: «¿Niños?»

- Esa ya era una mala señal - le comenta Charlie a Bill - Lo siento hermano, pero le apuesto a Hannah.

- El torneo la ayudó a madurar - le dice Bill - En ese momento no la conocía así que también le apuesto a Hannah.

- Después de verla golpear a Parkinson con sus propias manos, cualquiera le apostaría a ella - les dice Percy.

- Eso fue gracias a Sirius - les respondo.

- Me llenas de orgullo - me dice él.

Madame Maxime se había erguido completamente hasta alcanzar toda su considerable altura. La parte superior de la cabeza rozó en la araña llena de velas, y el pecho gigantesco, cubierto de satén negro, pareció inflarse.

—¿Qué significa todo esto, «Dumbledog»? — preguntó imperiosamente.

—Es lo mismo que quisiera saber yo, Dumbledore — le dijo el profesor Karkarov. Mostraba una tensa sonrisa, y sus azules ojos parecían pedazos de hielo —. ¿Tres campeones de Hogwarts? No recuerdo que nadie me explicara que el colegio anfitrión tuviera derecho a tres campeones. ¿O es que no he leído las normas con el suficiente cuidado?

Soltó una risa breve y desagradable.

—C'est impossible! — exclamó Madame Maxime, apoyando su enorme mano llena de soberbias cuentas de ópalo sobre el hombro de Fleur —. «Hogwag» no puede «teneg» tres campeones. Es absolutamente injusto.

—Creíamos que tu raya de edad rechazaría a los aspirantes más jóvenes, Dumbledore —añadió Karkarov, sin perder su sonrisa, aunque tenía los ojos más fríos que nunca —. De no ser así, habríamos traído una más amplia selección de candidatos de nuestros colegios.

—No es culpa de nadie más que de Potter y Gryffindor, Karkarov —intervino Snape con voz melosa. La malicia daba un brillo especial a sus negros ojos —. No hay que culpar a Dumbledore del empeño de ellos en quebrantar las normas. Desde que llegaron aquí no han hecho otra cosa que traspasar límites...

—Gracias, Severus — le dijo con firmeza Dumbledore, y Snape se calló, aunque sus ojos siguieron lanzando destellos malévolos entre la cortina de grasiento pelo negro.

- ¡Severus! - les gritan nuestras madres.

- No me va a temblar la mano en darte una paliza - le dice mi madre.

- Ya vemos a quien saliste - me susurra Harry mientras que acaricia la espalda del bebé que se desperto.

- Yo no fui, ese todavía no soy yo - les dijo firme, pero pálido.

- Ni me meto, ellas ya lo han dejado en claro - comenta James - Freddy tu futura esposa si que sabe dar miedo.

- Cumple con lo que dice - le afirma Lily.

El profesor Dumbledore miró a Harry, luego a mí y le devolví la mirada, intentando descifrar la expresión de los ojos tras las gafas de media luna.

—¿Echaste tu nombre en el cáliz de fuego, Harry? — le preguntó Dumbledore con tono calmado.

—No — contestó Harry, muy consciente de que todos lo observaban con gran atención.

- ¿Y tú Hannah?

- No lo hice.

Semioculto en la sombra, Snape profirió una suave exclamación de incredulidad.

—¿Les pedieron a algún alumno mayor que echara sus nombre en el cáliz de fuego? — inquirió el director, sin hacer caso a Snape.

—No —respondió Harry con vehemencia.

—¡Ah, «pog» supuesto está mintiendo! — le gritó Madame Maxime.

- ¡No lo hacemos! - le dije molesta por sus acusaciones.

- ¿Cómo se atreve? - comenta molesta mi abuela.

- Estaban enojados porque ellos no tendrían tantas posibilidades - le responde Harry.

- ¡No por eso tienen derecho a tratarlos así! - le dice su abuela.

- Concuerdo con usted, pero estaban muy alterados para querer escuchar y comportarse como adultos - le digo en cambio.

Snape agitaba la cabeza de un lado a otro, con un rictus en los labios.

—Ellos no pudieron cruzar la raya de edad — le dijo severamente la profesora McGonagall —. Supongo que todos estamos de acuerdo en ese punto...

—«Dumbledog» pudo «habeg» cometido algún «egog» — replicó Madame Maxime, encogiéndose de hombros.

—Por supuesto, eso es posible —admitió Dumbledore por cortesía.

—¡Sabes perfectamente que no has cometido error alguno, Dumbledore! —repuso airada la profesora McGonagall —. ¡Por Dios, qué absurdo! ¡Harry no pudo traspasar por sí mismo la raya! Y, puesto que el profesor Dumbledore está seguro de que Harry ni Hannah no convencieron a ningún alumno mayor para que lo hicieran por ellos, mi parecer es que eso debería bastarnos a los demás.

Y le dirigió al profesor Snape una mirada encolerizada.

- Gracias Minnie por protegerlos - le dice James.

- Son muy buenos chicos y voy a pasar por alto el apodo, James - le responde ella.

- Al menos era la voz de la razón en ese caos - le dice mi padre.

- No quiero imaginar como lo tomaste tú - le dice Leo.

- Al menos conmigo bien - les digo - Ya van a saberlo.

—Señor Crouch... señor Bagman —le dijo Karkarov, de nuevo con voz afectada —, ustedes son nuestros jueces imparciales. Supongo que estarán de acuerdo en que esto es completamente irregular.

Bagman se pasó un pañuelo por la cara, redonda e infantil, y miró al señor Crouch, que estaba fuera del círculo iluminado por el fuego de la chimenea y tenía el rostro medio oculto en la sombra. Su aspecto era vagamente misterioso, y la semioscuridad lo hacia parecer mucho más viejo, dándole una apariencia casi de calavera. Pero, al hablar, su voz fue tan cortante como siempre:

—Hay que seguir las reglas, y las reglas establecen claramente que aquellas personas cuyos nombres salgan del cáliz de fuego estarán obligadas a competir en el Torneo.

- Obligadas y un cuerno, ni mi hija ni mi ahijado eligeron eso - comenta mi madre molesta.

- El parecido con Hannah es muy claro - le dice Ron.

- Pueden ser las personas más buenas y dulces del mundo hasta que las hacen enojar - comenta Harry.

- No debieron habernos obligado a participar y las cosas hubieran sido diferentes - le digo en cambio.

- A eso no voy a negartelo.

—Bien, Barty conoce el reglamento de cabo a rabo — dijo Bagman, sonriendo y volviéndose hacia Karkarov y Madame Maxime, como si el asunto estuviera cerrado.

—Insisto en que se vuelva a proponer a consideración el nombre del resto de mis alumnos — dijo Karkarov. La sonrisa y el tono afectado habían desaparecido. De hecho, la expresión de su rostro no era nada agradable —. Vuelve a sacar el cáliz de fuego, y continuaremos añadiendo nombres hasta que cada colegio cuente con tres campeones. No pido más que lo justo, Dumbledore.

—Pero, Karkarov, no es así como funciona el cáliz de fuego — objetó Bagman — El cáliz acaba de apagarse y no volverá a arder hasta el comienzo del próximo Torneo.

—¡En el que, desde luego, Durmstrang no participará! — estalló Karkarov — ¡Después de todos nuestros encuentros, negociaciones y compromisos, no esperaba que ocurriera algo de esta naturaleza! ¡Estoy tentado de irme ahora mismo!

—Ésa es una falsa amenaza, Karkarov — gruñó una voz, junto a la puerta — Ahora no puedes retirar a tu campeón. Está obligado a competir. Como dijo Dumbledore, ha firmado un contrato mágico vinculante. Te conviene, ¿eh?

Moody acababa de entrar en la sala. Se acercó al fuego cojeando, y, a cada paso que daba, retumbaba la pata de palo.

—¿Que si me conviene? — repitió Karkarov —. Me temo que no te comprendo, Moody.

A Harry le pareció que Karkarov intentaba adoptar un tono de desdén, como si ni siquiera mereciera la pena escuchar lo que Moody decía, pero las manos traicionaban sus sentimientos. Estaban apretadas en puños.

- Sabes hacer amigos con facilidad - le dice George.

- Ese idiota oculta algo desde ahora - le responde.

- Pero hablan como si en verdad ellos hubieran conspirado con Dumbledore para ocurriera de esa manera - nos dice Remus.

- Acostumbrense a las conspiraciones porque el próximo año será peor - les dice Herms.

- Aunque algo de cierto había en lo que decían ese año - le respondo con gracia.

—¿No me entiendes? — dijo Moody en voz baja — Pues es muy sencillo, Karkarov. Tan sencillo como que alguien eche el nombre de Potter y de Gryffindor en ese cáliz sabiendo que si sale se verían forzado a participar.

—¡Evidentemente, alguien tenía mucho empeño en que «Hogwag tuviega» el triple de «opogiunidades»! — declaró Madame Maxime.

—Estoy completamente de acuerdo, Madame Máxime — asintió Karkarov, haciendo ante ella una leve reverencia — Voy a presentar mi queja ante el Ministerio de Magia y la Confederación Internacional de Magos...

—Si alguien tiene motivos para quejarse es Potter y Gryffindor — gruñó Moody —, y, sin embargo, es curioso... No los oigo decir ni medio...

—¿Y «pog» qué «tendgía» que «quejagse»? — estalló Fleur Delacour, dando una patada en el suelo —. Van a «podeg pagticipag», ¿no? ¡Todos hemos soñado «dugante» semanas y semanas con «seg» elegidos! Mil galeones en metálico... ¡es una «opogtunidad pog» la que muchos «moguiguían»!

- ¡Cierra la boca que me irritas! ¡Ni siquieras sabes lo que dices niña caprichosa! - le dije más que molesta - El dinero no me interesa en lo más mínimo y no quiero participar. No fue mi elección...

- Creo que me pase con eso - les digo al escuchar las risas de los Weasley.

- Yo creo que te contuviste bastante - me responde Fred.

- A parte es una reacción normal, si ella estuviera aquí se disculparía - me dice Bill.

- Eso no lo sabíamos - me dice Ron.

- Estabas molesto - le dice Harry - Y luego lo habremos olvidado.

- Aún así fue elegida - me respondió Barty - Aún no posee su mayoría de edad para tomar el control de las decisiones del castillo y aún si lo fuera, igual debería participar.

- Profesor Dumbledore, usted sabe bien porque no me arriesgaría hacerlo, sabe que la salud de mi madre está delicada.

- Lo sé Hannah y lo siento mucho, tu padre llegará en cualquier momento a mi oficina.

—Tal vez alguien espera que Potter muera por ella, por el torneo — comentó Moody, con un levísimo matiz de exasperación en la voz - Y Gryffindor sin dudas es muy fuerte, aunque ambos juntos pueden ser una amenaza para otros.

A estas palabras les siguió un silencio extremadamente tenso.

- No me agrada para nada esa imagen - me dice papá.

- Lo sé, pero si les sirve de algo, el que nos metió en ese problema no termina bien - le respondo.

- Merecido lo tiene - me dice Sirius.

Ludo Bagman, que parecía muy nervioso, se alzaba sobre las puntas de los pies y volvía apoyarse sobre las plantas.

—Pero hombre, Moody... ¡vaya cosas dices! —protestó.

—Como todo el mundo sabe, el profesor Moody da la mañana por perdida si no ha descubierto antes de la comida media docena de intentos de asesinato — dijo en voz alta Karkarov —. Por lo que parece, ahora les está enseñando a sus alumnos a hacer lo mismo. Una rara cualidad en un profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, Dumbledore, pero no dudo que tenías tus motivos para contratarlo.

—Conque imagino cosas, ¿eh? —gruñó Moody —. Conque veo cosas, ¿eh? Fue una bruja o un mago competente el que echó el nombre del muchacho en el cáliz.

—¡Ah!, ¿qué prueba hay de eso? —preguntó Madame Maxime, alzando sus enormes manos.

—¡Que consiguió engañar a un objeto mágico extraordinario! — replicó Moody —. Para hacerle olvidar al cáliz de fuego que sólo compiten tres colegios tuvo que usarse un encantamiento confundidor excepcionalmente fuerte...

- Sin dudas tuvo que ser una bruja o mago muy poderoso - comenta Molly.

- Sí que lo era - le responde Ron.

- Y Ojoloco solo estaba haciendo bien su trabajo - agrega James.

- Karkarov es un idiota, de eso no hay dudas - agregra Sirius.

- No te preocupes, tampoco la va a pasar bien - le dice Harry.

—Parece que has pensado mucho en ello, Moody — apuntó Karkarov con frialdad —, y la verdad es que te ha quedado una teoría muy ingeniosa... aunque he oído que recientemente se te metió en la cabeza que uno de tus regalos de cumpleaños contenía un huevo de basilisco astutamente
disimulado, y lo hiciste trizas antes de darte cuenta de que era un reloj de mesa. Así que nos disculparás si no te tomamos demasiado en serio...

—Hay gente que puede aprovecharse de las situaciones más inocentes — contestó Moody con voz amenazante— Mi trabajo consiste en pensar cómo obran los magos tenebrosos, Karkarov, como deberías recordar.

—¡Alastor! —dijo Dumbledore en tono de advertencia.

Por un momento, me pregunté a quién se estaba dirigiendo, pero luego comprendí que Ojoloco no podía ser el verdadero nombre de Moody.

Éste se calló, aunque siguió mirando con satisfacción a Karkarov, que tenía el rostro encendido de cólera.

—No sabemos cómo se ha originado esta situación — continuó Dumbledore dirigiéndose a todos los reunidos en la sala —. Pero me parece que no nos queda más remedio que aceptar las cosas tal como están. Tanto Cedric como Hannah y Harry han sido seleccionados para competir en el Torneo. Y eso es lo que tendrán que hacer.

—Ah, «pego, Dumbledog»...

—Mi querida Madame Maxime, si se le ha ocurrido a usted una alternativa, estaré encantado de escucharla.

Dumbledore aguardó, pero Madame Maxime no dijo nada; se limitó a mirarlo duramente. Y no era la única: Snape parecía furioso, Karkarov estaba lívido. Bagman, en cambio, parecía bastante entusiasmado.

- No me agrada que se entusiasme porque dos niños tengan que participar - nos dice Lily.

- Después de lo que ya habíamos pasado, nosotros no nos conciderabamos niños - le responde Harry.

- Saben a que me refiero - le dice en cambio.

- Sí, como madre te entiendo - le respondo - Prefiero pasarlo yo, antes que ellos.

- Ni lo dudes, de haber podido hubiera tomado su lugar - me dice papá.

—Bueno, ¿nos ponemos a ello, entonces? — dijo frotándose las manos y sonriendo a todo el mundo — Tenemos que darles las instrucciones a nuestros campeones, ¿no? Barty, ¿quieres hacer el honor?

El señor Crouch pareció salir de un profundo ensueño.

—Sí —respondió—, las instrucciones. Sí... la primera prueba...

Fue hacia la zona iluminada por el fuego. De cerca, me pareció que se encontraba enfermo. Se lo veía ojeroso, y la piel, arrugada y reseca, mostraba un aspecto que no era el que tenía durante los Mundiales de quidditch.

—La primera prueba está pensada para medir su coraje — nos explicó a Harry, Cedric, Fleur y Krum—, así que no les vamos a decir en qué consiste. El coraje para afrontar lo desconocido es una cualidad muy importante en un mago, muy importante...

- ¡No pueden estar hablando en serio! - nos dice Scorp.

- Es una locura absurda - agrega Teddy.

- Quiero ver si ellos pudieran - comenta J.S.

- Calma niños - les pido con una sonrisa.

- Ellos querían evaluar nuestro intelecto, nuestra habilidad ante lo desconocido y nuestro coraje a no congelarnos ante el peligro - les explica Harry y eso parece funcionar.

- ¿Y no supieron nada hasta la primera prueba? - nos pregunta Sirius.

- No, Hagrid nos dijo y nosotros a Cedric - le respondo - Madame Maxime estaba allí y Karkarov lo sabía, así que fue justo que nos dijeran.

- Gracias por eso Hagrid.

- Si podía ayudarlos, lo iba hacer - le responde Hagrid.

»La primera prueba se llevará a cabo el veinticuatro de noviembre, ante los demás estudiantes y el tribunal.  

»A los campeones no les está permitido solicitar ni aceptar ayuda de ningún tipo por parte de sus profesores para llevar a cabo las pruebas del Torneo. Harán frente al primero de los retos armados sólo con su varita.

Cuando la primera prueba haya dado fin, recibirán información sobre la segunda. Debido a que el Torneo exige una gran dedicación a los campeones, éstos quedarán exentos de los exámenes de fin de año. 

El señor Crouch se volvió hacia Dumbledore.

—Eso es todo, ¿no, Albus?

—Creo que sí — respondió Dumbledore, que observaba al señor Crouch con algo depreocupación —. ¿Estás seguro de que no quieres pasar la noche en Hogwarts, Barty?

—No, Dumbledore, tengo que volver al Ministerio — contestó el señor Crouch — Es un momento muy dificil, tenemos mucho trabajo. He dejado a cargo al joven Weatherby... Es muy entusiasta; a decir verdad, quizá sea demasiado entusiasta...

- ¿En ningún momento se aprendió tu nombre? - le pregunta Goerge riendo.

- Dijo "estusiasmado" para no decir "lame suelas" - agrega Fred.

- ¡Fred! ¡George! - los regaña su madre.

- Déjalos, en cierta forma es forma es cierto - le dice Percy.

—Al menos tomarás algo de beber antes de irte... — insistió Dumbledore.

—Vamos, Barty. ¡Yo me voy a quedar! — le dijo Bagman muy animado — Ahora es en Hogwarts donde ocurren las cosas, ya lo sabes. ¡Es mucho más emocionante que la oficina!

—Creo que no, Ludo — contestó Crouch, con algo de su sempiterna impaciencia.

—Profesor Karkarov, Madame Maxime, ¿una bebida antes de que nos retiremos a descansar? — ofreció Dumbledore.

Pero Madame Maxime ya le había pasado a Fleur un brazo por los hombros y la sacaba rápidamente de la sala. Las oí hablar muy rápido en francés al salir al Gran Comedor. Karkarov le hizo a Krum una seña, y ellos también salieron, aunque en silencio.

—Harry, Cedric, les recomiendo que suban a los dormitorios — les dijo Dumbledore, sonriéndoles — Estoy seguro de que las casas de Hufflepuff y Gryffindor los aguardan para celebrarlo con ustedes, y no estaría bien privarlas de esta excelente excusa para armar jaleo. Hannah, creo que querrás ver a tu padre primero, ve a recibirlo a mi oficina.

- ¿Me lo dijeron por mensaje? - me pregunta él.

- No, solo te mandó a llamar - le respondo - Yo te lo dije.

- No le habrá gustado, pero no habrá dudado de ti - me dice Leo.

- No lo hizo, pero no fue un buen momento para ambos - le respondo - Ahora vas a entender porque quise que lo leas hijo.

Él me mira y solo asiento para que siga.

Harry miró a Cedric, que asintió con la cabeza, y salieron juntos.
El Gran Comedor se hallaba desierto. Las velas, casi consumidas ya, conferían a las dentadas sonrisas de las calabazas un aspecto misterioso y titilante.

- Los veré luego - les dije en cambio para dirigirme a la oficina del Director.

Con cada pasó que daba sentía una gran opresión en pecho. Me estaba ahogando como si estuviera por darme un ataque de pánico.

- Eso no me lo contaste - me dice Harry, solo pongo mi mano sobre la suya que está sobre la espalda de Teddy - No querías preocuparme...

- No estabas mejor que yo - le digo.

- Mamá...

- Estamos bien - les digo a los tres - Entiendan que también soy humana y tengo miedos.

A ninguno le agradó, pero solo asintieron en silencio.

Al entrar aún no había nadie, pero...

- Hannah, ¿Dime que no es cierto?

- Te juro Godric que yo no lo hice...

- ¿Hacer qué?

Mi padre salió de la chimemea con una miraba que no quería ver en él, estaba preocupado.

- Pusieron mi nombre en el Caliz y ha salido - le respondí y no se movió de su lugar - Papá... Te juro que yo no lo hice, jamás... jamás le haría eso a mamá...

Sentí sus brazos estrechándome a su pecho y fue cuando me quebré. Era tanta la carga que sentía sobre mí, que al sentirme segura no pude contener mi llanto.

- En ese momento solo era una niña asustada buscando refugio en mi padre - les digo.

- No me agradó verte en ese estado - me dice Godric.

- ¿Estabas asustada por el Torneo?

- Será mejor si escuchan la respuesta por lo que lea mi hijo.

- Shh... Shh... Tranquila Hanny, estoy aquí - me dijo tocando mi cabello - Confio en tu palabra hija.

Me tomó un momento calmarme y secar mi cara algo molesta por haber llorado.

- ¿Sabes quién lo hizo? - me preguntó.

- No, sino estaríamos hablando de mi posible expulsión por haberlo matado - le dije más calma - Primero salió el nombre de Cedric y luego el de Harry y el mío.

- Mierda... Sus nombres no son coincidencia...

- No lo son, no después de lo ocurrido en el Mundial - le dijo Godric - Hannah es mi heredera y Harry es quién detuvo a Voldemort... Ambos representan una amenaza para su retorno.

Papá se puso pálido, aunque ya suponía ese escenario, pero me quería negarme a creerlo.

- Papá, tengo miedo...

- Hannah Lilianne Gryffindor - me llamó seguro y tomó mi rostro entre sus manos para que lo mirara - Eres una leona, una de las más fuerte y estarás bien. Vas a poder con esto...

- No tengo miedo de eso, me preocupa mamá - lo interrumpí.

- Hannah... Hija...

Mi madre seco algunas de sus lágrimas. Papá la abraza para calmarla y mis abuelos me miran orgullosos al igual que Leo.

- El Torneo era la menor de mis preocupaciones, tu salud era lo que me aterrorizaba - le digo a ella - Estaba obligada a participar, pero si algo te pasaba por culpa de eso... No iba a ser alguien agradable con el culpable.

- Siempre has cuidado mucho de nosotros - me dice Leo.

- Me llena de orgullo la mujer que críaran...

- Niña... Mamá, ella es mi niña - la corrige mi padre.

- Siempre papá.

Eso lo dejó sorprendido por un momento antes de besar mi frente.

- Hannah, ¿A quién crees que saliste tan fuerte y determinada? - me dijo en cambio - Va a estar bien e intentaré suavizarle la noticia - agregó suspirando - ¿Te dijeron cuál será la primera prueba?

- No, es para medir coraje y solo tendremos que usar nuestras varitas - le dije recordando lo que me dijeron.

- Freddy, es hora que le traigas el cofre, va a necesitar la ayuda de los libros - le dijo Godric.

- ¿Esa magia no es demasiada avanzada para ella? - le pregunta mi abuelo.

- Y lo era, pero Hannah estaba determinada en salir ilesa de todo eso - le responde Godric - Y cuando tiene algo en mente no hay quién la detenga y se adapto bien a eso.

- Terminaba muy agotada con sus clases, pero no quería demostrarlo - les cuenta Harry.

- Sí lo demostraba, me quedaba dormida mientras hablabamos - le digo en cambio - Y mis ojos eran dos faroles durante todo el año.

- Muchos brotes de magia - comenta mi abuela.

- Pero tú me dijiste que no estaba preparada - le respondo.

- Esto lo cambia todo - me aseguró.

- Dijeron que no puedo recibir ayuda de maestros...

- Recuerda que a demás de ser tu mentor, soy tu familia - me interrumpió serio - Y les puedo asegurar que voy a descubrir quién los involucró.

- Hazlo y me aseguraré de encargarme de que se arrepienta - le dijo papá - Hannah, no me importa si ganas o pierdes, solo quiero que no salgas herida. Harry y tú deben mantenerse juntos y ayudarse. No hay una regla que lo impida, deben cubrir sus espaldas.

- Jamás hemos dejado de hacerlo y esto no será la excepción.

- Eso es una magnifica idea - nos dice James.

- No ibamos a compentir de esa manera entre nosotros - le responde Harry.

- Pero que Freddy los apoye sin dudarlo, me hace sentir mejor - comenta Lily.

- No iba a dejar a un lado a Harry, ambos me preocupaban - le responde papá.

- Eso me hace regresar a casa más tranquilo - me dijo él.

- Sirius está en la zona - le comenté y no parecía sorpendido.

- Lo sé, me ha contactado, solo para que dejara de buscarlo y no me meta en problemas por su culpa - me contó - No debería subestimarme, pero Sirius es así.

- Solo se preocupa.

- Freddy no te subestimo, solo que no habré querido meterte en problemas teniendo a tu familia así.

- Lo entiendo, pero si quería ayudarte era por algo - le dice papá.

- Hannah tuvo razón en decir que me preocupaban - le dice Sirius - Son mis amigos y no sé que sabía aquel Sirius y por algo no quiso involucrarte.

- Lo entiendo, no te preocupes amigo.

- Lo sé, vendré a estar con ustedes en cada prueba - me aseguró - Tu madre y Leo se quedarán protegidos en la Madriguera.

- Eso me agrada - le respondí antes de recibir otro abrazo.

- Debes descansar bebé, mañana tendrás tu cofre - me dijo al separarnos y besó mi frente - Te amo mi pequeña niña, vas a estar bien.

- También te amo papá, dale un abrazo a mamá y a Leo de mi parte.

- Lo haré y al pequeño te lo voy a enviar con Zeus por las noches - me respondió bromeando y funcionó - No dejes que te afecte Hanny, debes estar concentrada en lo tuyo.

- Te lo prometo papá.

- ¡Papá! - se queja Leo.

- Soy inocente aún, quejate cuando regreses - le responde.

- Serás un padre muy dulce hijo - le dice su madre.

- El mejor sin dudas - le aseguro - Ya lo verán.

- ¿Lo extrañas mucho, verdad? - me dice papá.

- Bastante, pero lo veré pronto y te tengo a ti.

¿Iban a creernos alguien aparte de Ron y Hermione, o pensarían todos que nosotros mismo nos habíamos apuntado para el Torneo? Pero ¿cómo podían creer eso nadie, cuando íbamos a enfrentarnos a tres competidores que habían recibido tres años más de educación mágica que nosotros, cuando tendríamos que enfrentarnos a unas pruebas que no sólo serían muy peligrosas, sino que debíamos de realizarlas ante cientos de personas?

Había alguien que sí había considerado, alguien que quería que participaramos en el Torneo, y se había asegurado de que entraramos. ¿Por qué?

¿Lo había hecho para que muriera? ¿Moody había estado simplemente dando sus habituales muestras de paranoia? ¿De verdad había alguien que deseaba que murieramos?

No me costó responderme esa última pregunta. Sí, había alguien que deseaba que muriera, había alguien que quería matar a Harry desde antes de que cumpliera un año: lord Voldemort.

Me llevé una sorpresa al encontrarme de pronto delante de la Señora Gorda, porque apenas me había percatado de adónde me llevaban los pies. Fue también sorprendente ver que la Señora Gorda no estaba sola dentro de su marco: la bruja del rostro arrugado se hallaba en aquel momento sentada, muy orgullosa, al lado de la Señora Gorda. Tanto ella como la Señora Gorda me miraron con el más vivo interés.

- ¿Tu cabeza se detiene en algún momento? - me pregunta Reg.

- Cuando vuelo o a veces cuando duermo - le respondo.

- Vaya chica...

- Tenía muchas dudas en mi cabeza y quería ponerle un orden para buscarle la solución.

—Bien, bien — dijo la Señora Gorda—, Violeta acaba de contármelo todo. ¿A quién han escogido al final como campeón?

—«Tonterías» — repusé.

—¡Cómo que son tonterías! — exclamó indignada la bruja del rostro arrugado.

—No, no, Violeta, ésa es la contraseña — dijo en tono apaciguador la Señora Gorda, girando sobre sus goznes para dejarlo pasar a la sala común.

El jaleo que estalló ante mí al abrirse el retrato casi me hace retroceder.

Al segundo siguiente me vi arrastrada dentro de la sala común por doce pares de manos y rodeada por todos los integrantes de la casa de Gryffindor, que gritaban, aplaudían y silbaban.

—¡Tendrías que habernos dicho que ibas a participar! — gritó Fred.

Parecía en parte enfadado y en parte impresionado.

—¿Cómo te las arreglaste para que no te saliera barba? ¡Increíble! —gritó George.

—No lo hice — le respondí —. No sé cómo...

- Eso fue una traición madres gallinas - les digo a ambos.

- Lo sabemos - me dice George.

- Pero intentamos compensartelo - agrega Fred.

- No debieron haber dudado de ellos - le dice Charlie.

- Lo lamentamos bastante.

Pero Angelina se abalanzaba en aquel momento hacia mí.

—¡Ah, ya que no soy yo, me alegro de que por lo menos sea alguien de Gryffindor...!

—¡Ahora podrás tomarte la revancha contra Diggory por lo del último partido de quidditch, Harry! — dijo chillando Katie Bell.

En ese momento lo vi apartado en un ricón mirando por la ventana.

—Tenemos algo de comida, Harry. Ven a tomar algo...

—No tengo hambre. Ya comí bastante en el banquete.

Pero nadie quería escuchar que no tenía hambre, nadie quería escuchar que nosotros no habíamos puesto su nombre en el cáliz de fuego, nadie en absoluto se daba cuenta de que no estaba de humor para celebraciones...

- Eso es muy fastidioso - comenta Reg.

- ¿No se daban cuenta de eso?

- Me parece que Hannah estaba por explotar - le dice Draco a Rose.

- Tal vez lo hizo para que dejaran de abrumar a Harry - les dice Herms.

Lee Jordan había sacado de algún lado un estandarte de Gryffindor y se empeñó en ponérselo a Harry a modo de capa. Harry no pudo zafarse, lo notaba tenso.

- ¡Oigan! - les grité luego de subirme a una silla y ellos se callaron - Es agradable que lo tomen bien, pero yo no puse mi nombre y por más que no quiera debo participar y ni siquiera dudo en que Harry tampoco lo hizo - agregué y él me miró aliviado - Estamos abrumados tras esto y necesitamos algo de espacio, por favor.

Muchos me miraron sin hacerle gracia lo que les dije, pero me importaba más saber como estaba Harry. Al pasar por su lado, tomé su mano y nos apartamos de la multitud que continuó festejando sin nosotros.

- Agradezco tu temperameto - me dijo él y lo notaba cansado - ¿Cómo lo tomó tu padre?

- Debes ser el único que lo agradece - le dice en broma Neville.

- Lo agradezco cuando es dirigidos a otros y no hacía mí - le responde.

- Porque cuando eso ocurre es mejor buscar un refugio - comenta Ron.

- Ambos tienen fuertes temperamentos cuando se enfadan - agrega Herms.

- Solo tuvimos unas pocos discusiones de ese tipo - les digo en general - Y no durabamos demasiado tiempo enojados.

- Papá y Godric quieren la cabeza de quienes nos metieron en esto - le respondí y miré a nuestro alrededor para asegurarme de que nadie oyera - Mañana papá me enviará mi cofre.

- ¿Ese cofre?

- Sí, Godric quiere que estudie los antuguos libros - le respondí y le tomé ambas manos - Harry, debemos permanecer juntos... Ambos sabemos que nuestros nombres no fueron puestos ahí para hacernos una broma.

- Sienta que algo malo se avecina - me dijo suspirando.

- Igual yo, pero al menos vamos a estar juntos para enfrentarlo... Ya tenemos experiencia en eso - le respondí y lo miré a los ojos - No podemos recibir de maestros, pero si la nuestra. Terminemos esto juntos.

- Me agrada eso, me alivia tenerte de mi lado - me dijo antes de abrazarme - Me iré a descansar, ve hacer lo mismo.

- Si son así de cursis, no me quiero imaginar lo que será cuando se digan sus votos - nos dice Sirius - Vamos a estar empalagados con tanto dulce.

Eso relaja el ambiente y nos hace reír, solo él puede conseguir eso.

- Dijimos que no íbamos a escribir nada - le responde Harry.

- Solo lo que nos llegará a la mente en ese momento - agrego - Y pasaras por varias bodas antes que la nuestra, así que te podrás ir adaptando.

- Y tu boda será una de esas - le asegura la Señora Potter.

- Con esa mirada temo contradecirte - le responde él.

- Lo haré - le aseguré - ¿Has visto a Ron y Hermione?

- No, al menos aquí no están - me respondió - Mañana hablaremos los cuatro.

Lo que quería por encima de todo era encontrar a Hermione para comentar las cosas con algo de sensatez, pero no estaba en la sala común. Con Harry conseguimos desprendernos de todo el mundo y subir a nuestros dormitorios tan rápido como pudimos.

Para mi alivio, vi a Hermione tendida en su cama, completamente vestida con un libro en mano; no había nadie más en el dormitorio. Me miró cuando cerré la puerta tras de mí.

—¿Dónde has estado? — le pregunté.

—Ah, hola — me contestó ella.

Me sonreía, pero era una sonrisa muy rara, muy tensa.

—Bueno — me dijo—, enhorabuena.

—¿Qué quieres decir con eso de «enhorabuena»? — le pregunté incrédula - ¿En verdad crees que hechamos nuestros nombres?

- Tú tienes acceso a magia más avanzada...

- Claro que la tengo, pero no por eso me metería voluntariamente a algo que podría matarme... O peor, que le provocara un decaída a mi madre - le respondí muy dolida por su acusación - Eras de las últimas personas que esperaba que no me creyera, pero parece que me equivoqué.

Cerré las cortinas que rodeaban mi cama, deseaba poder aislarme.

Mi hijo cierra el libro y veo que Herms se seca algunas lágrimas y voy hacía ella.

- Me molestó en el momento, pero lo arreglamos y eso quedó en el pasado - le digo antes de abrazarla.

- Lo siento...

- Ya pasó - le aseguro - Cenemos y vayamos a descansar.


N/A: Hoy no hice lo que tenía planeado así que les termine el capítulo antes.

En esta semana he subido cuatro casi seguidos y hasta el próximo finde no voy actualizar.

He descuidado las otras novelas y me van acusar de favoritismo.😂

Gracias por leer.❤😙😄

Continue lendo

Você também vai gostar

786 56 6
El dios del la guerra es obligado por su padre a ir Auradon ya que lleva años en el olimpo asiendo desastres ya que los villanos estuvieron encerrado...
18.9K 1.3K 18
Que pasaría si Percy fuera criado en el Olimpo? Y si todos los dioses lo amaran? Y si todo fuera tan igual y diferente al mismo tiempo? Y si la profe...
461 59 8
Que ocurre cuando sueñas que estas en un lugar que no conoces pero se siente tan real. Eso es lo que le ocurre a Jacaerys Velaryon y Draco Malfoy. Ja...
47.3K 3.3K 15
solo leerla, y si te gusta, házmelo saber plis xd (si no te gusta el shipp, te pidire amablemente que te retires)