Entré en mi casa un poco cansada por el día agotador de escuela. Hoy había hecho demasiado en clases sumando a la hora de gimnasia.
—Ren, voy a... —Me detuve en seco cuando vi que Irina y el estaban sentados uno frente al otro en la mesa de la sala.— ¿Que sucede aquí? —pregunté entrando y dejando caer mi mochila al suelo.
No me sorprendía que ella estuviese aquí, por el contrario, era muy normal encontrarla a veces en mi habitación cuando volvía de casa de Coni o de salir con Nathan. Pero sus rostros serios, uno frente al otro en la mesa, me dijo que algo sucedía.
—Ali, tenemos que hablar contigo sobre... el futuro. —Me senté en una de las sillas para poder ver a ambos.
—Está bien —dije con duda. Renzo soltó un suspiro y ambas lo observamos.
—Voy a volver a California. No voy a vivir con la tía Marcia. —El dio un vistazo a Irina y volvió a mirarme. Tomó mi mano y dio un apretón. —Voy a mudarme con Iris.
Mi boca se abrió sin poder creerlo pero después de procesarlo unos segundos, mi asombro se volvió alegría.
—¿En serio? —Sonreí.
—Si. —El me siguió y asintió. Me tiré a abrazarlo.
—Me alegro mucho. —Me envolvió en sus brazos y me sentí feliz por el. —Se lo mucho que la amas y nunca dudé de su amor. —Nos separamos y me sonrió.
—El padre de Iris me consiguió empleo en un nuevo restaurante del centro. —Abrí mi boca. —Voy a ser ayudante de cocina por el primer mes y si les gusta, quizá me suban de puesto.
Solté una risita y golpeé su mano juguetona.
—Ren, eso es genial. Te lo mereces. —Sonreí nostálgica y el dio un vistazo a Irina.
La observé jugar con sus dedos cabizbaja y me miró luego de unos segundos.
—Yo... Bernarda ha sido como mi madre toda mi vida y no puedo pensar en vivir lejos de ella. Así que, hablé con la tía Marcia y aceptó en dejarme a cargo de esta casa, en tanto yo me ocupe de los gastos. —Sonreí feliz.
—Eso es genial. Pero... ¿y el dinero? —pregunté preocupada.
—Siempre he tenido un excelente promedio en en el instituto y el director prometió darme una vacante como profesora de literatura para los niños de primaria. —Sonrió feliz. —Se que no es mucho pero es algo que me gusta y me ayudará a pagar mis cosas.
—Es perfecto para ti, Ina. —La estreché en mis brazos y disfruté de su perfume invadiendo mi nariz. —Tu también te lo mereces —dije cuando me alejé.
—Gracias Ali. —Volteó a ver a Renzo y el carraspeo su garganta.
—Entonces... te escuchamos —dijo el.
No tenía que ser una genio para darme cuenta que ahora tenía que contarles yo sobre mis planes a futuro.
—Bueno... Nathan me pidió que vaya con el a San Francisco. —Ambos se miraron un poco estupefactos y volvieron a mirarme, sin saber que decir. —Yo... aún no se que hacer. No decidí si quiero seguir con el, aún menos se si quiero mudarme —hablé rápido cuando los nervios me invadieron.
—Tranquila Ali. —Ella puso su mano sobre la mía. —Siempre puedes vivir aquí conmigo. Trabajaré por la mañana pero tendré el resto del día libre. —Me sonrió dulce y agradecí tenerla en mi vida.
—Lo sé. —Le devolví la sonrisa.
—No te presiones a tomar ninguna decisión, corcho —habló Renzo—. Aún tienes tiempo, les quedan algunos meses para terminar las clases y entonces puedes decidir qué hacer. Puedes terminar el año escolar y luego decidir. —Asentí con la cabeza.
Esa opción ya la había pensado y mucho, por el momento, era la opción que más pensaba tomar.
—Lo sé —les hice saber.
—Creo que primero deberías pensar en tu relación con Nathan. Sería... un tanto inútil que pensaras a donde vas a ir, si no sabes con quien quieres estar. —Vi como Renzo movió la cabeza, estando de acuerdo con ella.
—Si, también se eso. Aún tengo mucho que procesar pero, lo estoy haciendo de a poco —admití ante ellos, con quienes no me daba vergüenza para nada.
—Está muy bien. Solo no tomes la decisión correcta, toma la que tú quieras tomar. Al fin de cuentas, tu serás quien viva con esa decisión. —Parpadeé unos segundos, entendiendo sus palabras y le sonreí.
—Gracias hermana. —Renzo tomó mi mano y luego la de ella, quedando los tres tomados de las manos sobre la mesa.
—Estamos aquí para ti para lo que necesites, cuando lo necesites. —Me dio esa mirada dulce que solía darme cuando me transmitía su apoyo.
—Lo sé. Soy muy afortunada de tenerlos. —Les sonreí.
Tenía mucho que pensar sobre mi futuro. Había enviado algunas cartas a algunas universidades, pero como no tenía ninguna de preferencia, aceptaría la que me diese una beca.
Pero más importante, debía pensar que hacer con Nathan. Yo sabía sin dudas que quería estar con él, pero esto de separarnos no era nada fácil para mi y me ponía muy nerviosa saber que estaríamos tan lejos uno del otro.
Esta no iba a ser una decisión fácil.
**
Las lágrimas caían de mi rostro sin que pudiera evitarlo. No quería separarme de ellos, no podía ni pensarlo. Había pasado mucho tiempo desde que los Clarke eran parte de mi vida y no quería renunciar a ellos.
—Ven aquí. —Ulises me fundió en un abrazo cálido y lloré allí.
También oí los sollozos de mi hermana y de Bernarda en algún lado.
Todos estábamos muy conmocionados por la partida de Augusto, Ulises y Cato. Ellos no tenían que terminar ninguna escuela para tomar la decisión de irse. Lejos de eso, Cato comenzaría la universidad en Florida y los chicos terminarían el bachillerato en sus ciudades.
—No puedo imaginármelos a ustedes dos separados. —Bernarda dijo mirando a los dos chicos mientras se limpiaba unas cuantas lágrimas.
—¿Cuál separados? Estamos a menos de una hora de distancia. —Augusto se separó de Renata y abrazó a la mujer, otra vez, intentando calmarla.
Era la segunda vez que veia a Augusto y Renata como algo mas y me pregunté si alguien más se había dado cuenta.
Sabía que lo que yo sentía al separanos, para ellos era el doble de trágico. Ellos llevaban años compartiendo esta casa y su compañía. Iba a ser muy extraño no tenerse aquí, no verse todos los días, pelear por el baño o el último pastelillo en la nevera.
—¡Ya deja de llorar! —Cato zamarreo a Irina de atrás a adelante y le dio un fuerte abrazo riéndose.
—¡Que no puedo, imbecil! —Su voz sonó tapada por el pecho de Cato en su rostro.
—Voy a dejarte mi auto, solo si prometes cuidarlo. —Ella se separó rápidamente.
—¿Que cosa? —preguntó exaltada.
—La futura profesora de literatura no puede ir caminando a la escuela. —El sonrió e hizo tintinear las llaves en sus dedos.
—Solo son unas cuantas cuadras. —Se encogió de hombros. —Además yo no se conducir.
—Nathan te enseñará. —Le arrojó las llaves y el las atrapó en el aire.
—¿Tu quieres que yo la asesine? —Me imaginé a Irina al volante toda aterrada con Nathan gritándole al lado y no pude evitar soltar una risa. —Además, yo me voy en unos días también.
—Yo le enseñaré. —Noel sonrió feliz e Irina abrió los ojos con miedo.
—¿Estas seguro? —preguntó ella a Cato, haciéndose pequeña en su lugar.
—No puedo llevarme el auto hasta Florida, Ina. —Se rio sonoro. —Además, Noel ha aprendido bastante y el tráfico en Hills Town es bajo. Estarán bien. —Le frotó la espalda.
—Si tu lo dices. —Ella caminó hacia la cocina y me acerqué a Cato.
—Te voy a extrañar, entrenador. —Le empujé el hombro bromeando y lo vi sonreír.
—Ven aquí, soldado. —Me estrechó en sus brazos y muchos recuerdos como flashback aparecieron en mi mente. —Eres mucho más fuerte de lo que eras antes —susurró en mi oído—, y no me refiero a tu habilidad física. —Sabía que hablaba de todo lo que había atravesado desde que ellos habían entrado en mi vida.
—Te agradezco todo lo que has hecho por mi. —Apreté mi abrazo y me di cuenta lo mucho que quería a Cato a pesar de que no solíamos compartir tanto.
Me separé de él sonriente y vi a Ulises a mi lado.
—Ven aquí, Ali. —Me abrazó y sentí la diferencia de tamaño con el cuerpo de Cato que era mucho más grande que el de él.
—Los voy a extrañar tanto —dije con la voz tapada por mi cabello.
—Nosotros a ti, perdida. —Me reí en su cuello.
Ulises una vez había dicho que yo era una "niña perdida" como los del cuento de Peter Pan, no sabía muy bien que similitud tenía con ellos pero el apodo quedó.
—Tengan cuidado. —Me alejé de él y asintió.
Augusto me miraba con los ojos llenos de lágrimas y quise salir corriendo, pero no podía no despedirme de él.
—Lo que voy a extrañarte a ti. —Lo apreté contra mi cuerpo.
Augusto Clarke. Vivo para servirle, señorita. La vez que lo conocí apareció en mi mente y sonreí en el abrazo. Sentía ese recuerdo tan lejano, con tantas cosas que habían pasado en medio, el tiempo volaba a mi alrededor.
—No te olvides de mi. —Lo sentí negar con la cabeza.
—Jamás podría. —Besó mi cabello y se alejó.
—Vas a estar bien. —Apreté su mano, sin olvidarme de su aspecto hacia unos días, todo deprimido por una chica que no lo valía.
—Se que si. —Me sonrió nostálgico y besó mi mejilla.
A pesar de todo lo que había pasado entre los Clarke y yo, eran parte de mi y no quería despedirme de ellos. Si, habían cometido errores, pero el tener magia no los volvía perfectos, por el contrario eso los demostraba más humanos.
—Ya tenemos que irnos. —Cato bajó a Jade de sus hombros para darle un beso en la mejilla.— ¿Nathan, nos llevas? —preguntó él.
—Claro. —Se movió en su lugar para buscar su chaqueta y salir de la casa.
Todos los seguimos y nos quedamos parados en la puerta. Renzo pasó su brazo detrás de mis hombros y besó mi frente. Thais apareció de la nada y abrazó mi pierna, le sonreí. Renata sollozaba un poco en el pecho de Bernarda, quien los veía irse con orgullo.
—Lo que han crecido estos chicos —dijo ella, llamando nuestra atención.
Irina estaba abrazada a Noel, mirándolos subir las maletas al auto. Jade estaba parada sin saber que hacer, mirando la escena frente a ella, Tessa tenía sus manos en los hombros de la pequeña, como si la sostuviera de no salir corriendo.
Cato levantó la mano y saludó con ella.
—Adiós hermano —susurró Noel devolviéndole el saludo mientras Irina imitaba su gesto, aún sollozando.
Yo sabía que Noel, Cato e Irina tenían una conexión bastante más íntima que con el resto de sus hermanos. Nunca supe si era por la cercanía de edad, o porque compartieron escuela durante todos estos años, pero siempre lo había notado.
Augusto y Ulises se empujaron un par de veces, peleando por quien entraba primero al auto. No pude evitar reírme entre lágrimas al igual que Tessa. Ellos se rieron y dieron un último vistazo a la casa de Bernarda, sonrieron al mismo tiempo y saludaron para entrar al auto.
El motor se encendió pero una de las puertas de atrás se abrió antes de arrancar. Ulises bajó del auto y nos quedamos algo confundidos.
—¿Que hace? —susurró Irina cuando lo vimos cruzar la calle.
Caminó hacia nosotros y Jade vio que estaba por llevarla puesta así que se hizo a un lado cerca de mi hermana, dejando a Tessa justo frente a él.
—No me iba a ir sin despedirme así. —Ulises tomó sus mejillas y la besó.
Mi boca cayó al suelo al igual que la de Renata. Irina sonrió al igual que Noel. Bernarda seguía con su cara de orgullo.
—Ewwww. —Soltaron las niñas como aquella vez en el auto. Tapé la boca de Thais con la palma de mi mano y vi como mi hermana hacía lo mismo con Jade. La miré y nos sonreímos en complicidad.
Nunca había notado que había algo más que amistad entre ellos dos, pero no olvido verlos jugando videojuegos hasta la madrugada, o sonreírse coquetos en alguna que otra comida.
Va, quizá todos lo sabían menos yo. Cómo de costumbre por aquí. Pero los rostros me decían que no era nada planteado antes, que quizá si pasaban tiempo juntos pero jamás una demostración cómo esta.
Ulises se separó de Tessa, quien estaba boquiabierta ante el acto. El le sonrió y dio un paso atrás para correr al auto. Cerró la puerta y desaparecieron de nuestra vista.
—Los voy a extrañar tanto. Pero estoy tan feliz de que por fin sean libres. —Bernarda se quedó mirando la carretera por donde el auto desapareció.
—No creas que te has librado de la locura en esta casa, Nathan y yo aún estamos aquí. —Noel la abrazó por los hombros y entramos en la casa riéndonos.
—Lo se bien. —Sonrió ella con nostalgia.
Nunca pensé que separarme de los Clarke sería algo tan difícil, pero al fin y al cabo, cada uno tenía un camino distinto por el cual ir.
Y yo aún tenía que decidir el mío.
**
Nota de la autora: Que triste que todos se vayan😭 Tessa y Ulises se besaron al fin😍
PD: Que creen que decida Alison?
PD2: Gracias a Anne05110710 que hizo una página de fans en Instagram😍 vayan a seguirla! @sofigarrido.fans
Gracias por tanto apoyo. Por leer, votar y comentar💜
Besos sobrenaturales,
Sofi Garrido.