Contigo

By isamorgenstern145

260K 17.9K 3.7K

-Te dije que volveríamos a estar juntos, princesa. Segunda parte de "Conmigo" More

I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
XXVI
XXVII
XXVIII
XXIX
XXX
XXXI
XXXII
XXXIII
ESPECIAL NAVIDEÑO
XXXIV
XXXV
XXXVI
XXXVII
XXXVIII
XXXIX
XL
XLI
XLII
XLIII
XLIV
XLV
XLVI
XLVII
XLVIII
XLIX
L
LI
LII
LIII
LIV
LV
LVI
LVII
LVIII
Capitulo final
Epílogo
En vivo
Nuevo Libro
Pretendiendo

XI

4.3K 303 51
By isamorgenstern145


-¿No puedo visitar a una vieja amiga?

No puedo moverme.

Mis ojos se cierran y abren varias veces teniendo la esperanza que ella sea producto de mi imaginación, pero después de un rato me doy cuenta que no, es real. Ella está aquí, cerca, en mi universidad.

No soy capaz de hablar ni de moverme, me encuentro totalmente paralizada. Todo está silencioso, ella no habla, solo muestra una sonrisa que me eriza la piel. No sé por qué siento tanto miedo.

-¿No me vas a saludar?- su cara pasa a una tristeza fingida. Estoy muy confundida, la persona que está ante mi no es ni cerca lo que Alexis era, se va más...loca. No es su rostro, no es su ropa, no es nada de eso: es su mirada. Sus ojos muestran algo que no se como describirlo, pero me da mucho miedo. - ¿No piensas hablar?

Alexis camina hacia mi, por instinto retrocedo. Su sonrisa me saca de quicio. Da pasos y pasos, no se detiene. Me pongo nerviosa, solo soy capaz de retroceder y retroceder.

Es tarde cuando me doy cuenta que vuelvo a estar en el baño y ella está frente a la puerta, cerrada.

No tengo escapatoria.

Mi respiración se acelera, las manos me sudan y me siento fría, siento que me voy a desmayar. De repente quiero llorar y me reprimo por estar reaccionando así, ¿Qué me está sucediendo? Es que tengo la sensación de que de este encuentre no saldrá  nada bueno.

-Deja...déjame salir-. No evito que mi voz tiemble. Mi teléfono se encuentra en mi bolsillo, necesito llamar a alguien por si algo ocurre, pero simplemente no puedo hacerlo. Tengo que enfrentarlo yo sola.

-Ahora si estás hablando...- su voz suena tan dulce, pero no me hace sentir tranquila, me hace sentir más miedo. Suena más loca de lo que me acordaba.- Tenemos tiempo sin vernos, amiga...- en su cara se forma un puchero.- perdimos totalmente el contacto.

-Déjame salir.- repito. Mi voz suena un poco más fuerte y segura. Sin embargo, mi cuerpo no está tan seguro como mi voz, ya que todavía no puedo moverme.

-Después de que hablemos...- trago grueso. Alexis bloquea la puerta. El pensamiento de escapar se me pasa por la mente pero es imposible esquivarla y no quiero tampoco saltarle encima.- Te vez diferente.

-Lo mismo digo.-digo en voz baja pero ella es capaz de escucharme. Alza una de sus cejas.- Tus ojos...- ahora su cara está confundida. Decido no seguir con lo que iba a decir.- no se...

-Que observadora eres.- sonríe de nuevo. – Seré rápida ya que tengo que...bueno, eso no te interesa.-sigo sin moverme.- Michael ha estado tan triste sin ti...-Siento un escalofrío al escuchar el nombre.- Me dijo que tienes mucho tiempo que no lo visitas.

-Eres su mensajera.- solté antes de darme cuenta. Pensé que me atacaría o algo así pero solo se rió.

-Algo así.- fue lo que dijo después. Levantó su mano y la colocó en sus labios queriendo decir que hiciera silencio. Le hice caso. Ya no soy tan valiente como antes.- En fin, como te seguía diciendo.- hace una pausa.- Michael está perdiendo la paciencia y como no reaccionaste como él pensaba que lo harías con la carta, me mandó a mi para informarte.

-¿Infor...informarme de que? – el miedo se hace más grande en mi cuerpo. Tenía la cierta esperanza que este encuentro fuera solo una estúpida casualidad, pero no lo es.

-Él sabe todo de ti, Aisa.- evade mi pregunta.- Donde vives, donde estudias, a donde vas...simplemente no puedes escapar de él.- doy un paso hacia atrás por el impacto de sus palabras. Mis ojos se llenan de lágrimas.- Yo que tu dejo de resistir tanto...no vale la pena seguir alargando lo inevitable, ¿no crees?

Pequeñas lágrimas resbalan por mis mejillas. Toda la información me hizo sentir mal de repente. Mi pecho duele.

Alexis pone su mano en la manija de la puerta, camino hacia ella pero levanta su otro brazo haciendo que me detenga.

-No he terminado.- baja su brazo. ¿Todavía tiene más cosas que decirme?- Estas esperando mucho para visitarlo...Tic tac, Aisa. El tiempo se acaba.

No entiendo por qué la desesperación de Michael por verme, yo no quiero verlo...

-No voy a visitarlo.

Alexis se pone seria.

-Tu misma te perjudicas.- abre la puerta y antes de irse se dirija a mi una vez más.- ¿Una visita no hace daño, verdad?

No soy capaz de salir del baño.

Estoy pegada al suelo.

Las lágrimas no pueden paran. Me desespero.

¿Acaso Michael no puede rendirse y dejarme tranquila?

Una risa sin gracia sale de mi, es obvio que eso no pasará.

Por favor, déjame tranquila.

Mi respiración comienza a hacerse irregular. Llevo las manos a mi pecho sintiéndome incapaz de respirar. Siento que el baño se hace cada vez más pequeño y en cualquier momento me consumirá.

Las lágrimas siguen saliendo, quiero correr y salir de aquí pero no puedo, no puedo.

-¿Aisa?- alguien llama mi nombre.-¡Aisa!

Siento unos brazos rodearme los hombros. Respiro profundo al regresar a la realidad. Mi brazos se encuentran muertos a mis lados. Me apoyo en el hombro de Alejandra quien me abraza fuertemente.

Internamente repito muchos gracias.

-Aisa...-se separa de mi. Sus manos se encuentran en mis hombros.- ¿Estas bien?

Asiento con mi cabeza mientras mi mano derecha limpia mis lágrimas.

-¿Qué ocurrió? Estabas tardando mucho y me preocupé.- su cara si se nota preocupada, no es fingida. Esta genuinamente preocupada.

-Me mareé.- murmuré.- y me asuste por eso...- continúe sin saber que más decir. – Estoy bien, ahora estoy bien.

Alejandra sonríe y enlaza su brazo con el mío.

-Que bueno, que bueno.- salimos del baño. Ya puedo respirar con más tranquilidad.- ahora vamos a ir a una cafetería.

Me aparto un poco de ella.

-No puedo, lo siento.- el hecho de estar en otro sitio que no sea mi casa, me pone muy nerviosa. Él me está siguiendo a todas partes. Tengo miedo.

-Bueno está bien.- dice al poco tiempo. Su sonrisa decayó un poco, pero de todas maneras se veía amable.- tienes que descansar...

-Gracias...

Al salir del edifico lo primero que veo es el auto de Max. Suelto un suspiro de alivio, ya me siento más protegida.

-Mi hermano vino por mi.- le digo para despedirme. Me separo de ella quedando frente a frente.- gracias por lo de hace rato...nos vemos luego.- empiezo a caminar hacia el auto.

-¡Espera!- Alejandra me llama y se acerca rápidamente.- dame tu número, ¡Para mantenernos en contacto!

Dudo un poco en dárselo pero luego de pensarlo se lo dicto rápidamente. Me despido de ella nuevamente y vuelvo a mi camino no sin antes mirar a los lados ya que siento que estoy siendo observada. Mis nervios están a flor de piel.

Al estar frente al auto, abro al puerta muy rápido.

-Hola, Max.- saludo. El solo verle me hace sentir en paz. Me calma saber que él está bien.

-¿A quién estabas buscando? – mi vista está al frente, agradezco que la suya también vea al frente.

-A ti.- respondo.

-Estaba al frente tuyo, Aisa.- dice riendo. Suelto una pequeña risa, incómoda.- ¿Hay algo que quieras contarme?

Si.

-Nop.































-¿Lograste hablar con ella?

-Si, Michael.- contestó con fastidio.- Claro que lo hice.

-Bien.- Michael camina de un lado a otro. Está ansioso, lo conozco. Lo miro detalladamente, se ve cansado. No me gusta que esté cansado.

Aprieto mi mandíbula. Se muy bien el por qué de su cansancio.

No puedo creer que después de todo él siga haciendo todo para ella.

No puedo soportarlo. Sin embargo, tengo que hacerlo, no puedo abandonarlo, no soy como ella.

Michael empieza hablar y hablar de todo sus planes, de todo lo grandioso que hará, los planes que tiene con ella. Todo siempre es sobre ella. Ha consumido su mente por completo.

Tenía la esperanza que después de todo los sucedido y después de todo el daño que ella le causó, tenía la esperanza que él la superara, pero al contrario, parece que ahora está aún más obsesionado.

Me enoja.

Ella nunca lo apoyó, nunca lo quiso, y aún así él le daría el mundo entero. ¿Qué hay de las personas que si lo han apoyado?, ¿Qué hay de mi?

Siento a las lágrimas empezar a aparecer en mi ojos. Las quito con fuerza.

No voy a llorar.

No voy hacerlo.

Camino hacia la puerta. Ya hice lo que tenía que hacer. De todas formas solo soy parte de un plan, una trabajadora más de él, no soy nada más.

-¿A dónde vas? – mi cuerpo se detiene al escucharlo. Volteo.

-Me voy.-digo simplemente. No tiene sentido quedarme.

-¿Tan pronto? -. Abro mi boca para contestarle que ya no tenía nada que hacer pero me detuvo.- Quédate.

-¿Seguro?- una sonrisa quiere aparecer en mi rostro.

-Si...- sigue caminando de un lado a otro.- Te necesito.

Me necesita.

Me necesita.

Me necesita.































Apenas pude pegar ojo.

Todavía mis nervios estaban despiertos y no me dejaban tranquila. La visita de Alexis me había dejado descolocada.

Mi mente no pudo evitar pensar en Michael, ¿por qué llegar tan lejos? , ¿Acaso no fue suficiente todas las veces que si lo visite? , ¿Acaso no fue suficiente haberme tenido secuestrada?

Y aún así, no puedo evitar sentir lástima.

La necesidad que tenía de visitarlo ha desparecido poco a poco, ya no necesito verlo. Tal vez ese fue mi error, lo visitaba por mi propio bien, por mi egoísmo y ahora el quería más y yo no podía hacerlo, pero con todo lo que ha hecho para que vaya, me hace sospechar que algo puede pasar y eso tampoco le ayuda, ya que me da aún más miedo ir a ese lugar.

Ahora nos encontramos desayunando. Es sábado, lo que significa que son casi las once y nuestro desayuno consiste en cereal con leche. Todos estamos medio dormidos.

La cocina se encuentra en silencio. No me preocupo en hablar, soy la que menos debería hablar en estos momentos a decir verdad. Emma no habla porque estoy aquí y Max simplemente no quiere hablar, así que lo único que puede escucharse son algunos pájaros en la ventana y las cucharas al tocar las tazas. Es incómodo.

El incómodo silencio es interrumpido por mi teléfono. Vibra varias veces haciendo que la mesa tiemble y que dos pares de ojos se enfoquen en mi. Bajo la cabeza evitando mirándolos, me siento un poco avergonzada y también confundía. Son pocos los que tiene mi número.

Emma sigue en lo suyo, pero Max me mira.

-¿No vas a contestar? -. Pregunta mientras mastica, quisiera regañarlo por eso. El teléfono no dejaba de sonar así que lo abrí cuando hizo su pregunta.



Desconocido: Asiaaaaaaaaaa.

Desconocido: Aisaaaaaaaa*...estúpido traductor.

Desconocido: Soy yo!

Desconocido: Alejandraaaaa.




Ah.

No me acordaba que le había dado mi número.

Voy a contactos y lo guardo rápidamente. El teléfono no deja de vibrar.





Alejandra: Contestaaaaa

Alejandra: contestaaaaaa

Aisa: Hola.


No soy buena con las personas.


Alejandra: Holaaaaaa

Alejandra: Ayer te deje descansar así que hoy vas a salir con nosotros!!!







No entiendo su emoción. Solo me conoce desde hace un día.

-¿Quién es?- pregunta nuevamente Max.

-Una...amiga.

-¿Una amiga?- lo miro mal cuando pregunta de esa manera, impactado...bueno, la verdad es que si lo es. No he sido de tener muchos amigos. Los poco que tenían se fueron cuando papá murió, ya que me había vuelto muy "rara" para ellos.

-Si, una amiga.- Mi vista está totalmente puesta en mi teléfono. Alejandra no para de mandar mensajes insistiendo.

-¿Y que dice?

-Quiere...quiere que salga con ella...pero no...

-¿Pero no qué?

-No puedo...-. Digo. No puedo hacerlo...Michael.- Tengo que hacer tarea...

-Deberías ir.- dice Max. Lo veo impresionada, Emma también lo hace.

-¿En serio?

-Si...- responde tan sinceramente que me dan ganas de llorar. – Además ya te sientes mejor, ¿verdad?- dudo un poco. Lo nota. – No has decaído, ¿verdad?

La mentira sale por si sola.

-No, no, claro que no- sonrío.- Me...siento mucho mejor la verdad.

Max y Emma se me quedaron mirando para lo que a mi parecen siglos. Yo también me les quedo mirando. Emma no parece muy convencida, me mira con su ceño fruncido pero Max me mira con una sonrisa que se forma poco a poco.

-Bueno, ¡diviértete!- se levanta recogiendo su taza.- Te lo mereces.

Bajo mi cabeza.

-Si...- susurro. El remordimiento aparece.- Me lo merezco.

       

























-¡Que bueno que decidiste venir! -. Es lo primero que Alejandra dice cuando me ve.

Cuando me llamó y me dijo que estaba afuera, baje rápidamente las escaleras y abrí la puerta apresurada teniendo miedo qué tal vez se hubieran ido, pero no. Alejandra estaba afuera en la puerta causando que casi se me saliera el corazón.

-Gracias por invitarme.- le contesté. Todavía no podía creer que fuera a salir. Nunca lo había hecho. Ni siquiera antes de que...Michael apareciera.

Me encontraba muy nerviosa por el hecho de salir. Tuve que tomarme unos de los té relajantes de Emma. También  tengo la sensación que algo va a pasar, pero tengo la esperanza, de verdad espero que sea mi nerviosismo hablando y que de verdad no suceda nada y que por primera vez en mucho tiempo me divierta.

-No tienes nada que agradecer, Aisa.- contesta sonando relajada y al mismo tiempo riéndose de mi. O eso es lo que percibo.- Alejandro está esperando en el auto.

-¿Alejandro ira con nosotras? – me siento rara.

-¡Claro que si! Le caes muy bien...- su expresión cambia por completo y se acerca a mi rostro pero sus ojos están en el auto.- Le pareces bonita.- susurra.

Creo que me sonrojo.

-¿En...en serio? –. Me siento como una tonta al preguntarle pero la incredulidad me venció.

-Si, si...pero no le digas que te lo dije.

-Hecho.












-Te va a encantar este lugar.

Veo insegura el edificio. Por fuera no se ve muy llamativo, pero su nombre si que lo es. Llamativo, si, así se llama.

Tampoco me sentía muy cómoda. Teníamos que hacer fila para entrar y no me gustaba la cantidad de gente que entraba. No se veían mal ni nada, de hecho todo el mundo vestía muy bien, haciéndome sentir un poco fuera de lugar el hecho de usar jeans. En mi defensa, Alejandra no me dijo a donde íbamos.

Los hermanos se veían muy bien. Alejandra tenía un vestido sencillo pero muy bonito y Alejandro tenía puestos unos pantalones negros y una camisa blanca...él se veía muy bien.

-¿Estas bien? – me paralizo al escuchar la voz de Alejandro. Siento que sabe lo que estaba pensado. – Te ves un poco roja.

-Si, si...hace un poco de calor.- suelto bajito. Dios mío, ¿Qué me sucede?

-Adentro hay aire acondicionado.

-Que bueno.

Me volteo cuando Alejandra nos dice que caminamos. Cada vez estamos más cerca de la entrada y me siento un poco rara. Siento que no perteneciera en este lugar.

No pasa mucho tiempo cuando el guardia de la puerta nos deja entrar. Casi abro mi boca por la impresión. El lugar es muy bonito por dentro.

Le hacía justicia al nombre.

El lugar se veía más iluminado de lo que creía. Antes de entrar me estaba preparando para no poder ser capaz de ver absolutamente nada y que solo hubiera rayos de colores que me dejaran ciega. Pero no había nada de eso.

Había una sección para sentarse, la barra se encontraba cerca de esa parte y pude apreciar que en la parte de atrás es que se vía una pista con gente bailando. Para mi sorpresa todo era muy agradable. La zona de baile no tenía tanta iluminación. La música inundaba todo el lugar, pero no era ensordecedor a pesar que si estaba un poco alto de volumen.

-Vamos a  tomar algo.- me quedo mirando a Alejandro cuando su hermana habla. No bebo y no quisiera empezar hoy.- ¿Qué sucede?

-Creo que Aisa no se siente muy cómoda con esa idea.

-¡No! -. Digo rápidamente. Los dos me miran extrañados.- No es eso...no bebo.

-Ah.- dice Alejandra luego ríe.- En un club no sólo sirven alcohol, Aisa.

Lo se. Solo que no quiero verme en la obligación de beber solo porque ellos lo hacen. Por lo menos sé que no les importa que no beba lo mismo que ellos.

Río por obligación a lo que dice. No llevamos mucho tiempo aquí y ya me siento incómoda conmigo misma.

Caminamos hacia la barra; los hermanos piden sus bebidas y yo un refresco. Rápidamente el momento incómodo queda en el pasado y nos encontramos riendo por cualquier cosa que Alejandra dice. Sus bebidas se acaban y piden otras, yo no he terminado mi resfresco, el hielo se derritió.

Nos asustamos cuando Alejandra suelta una exclamación tan alta que las personas de al lado se nos queda viendo. Alejandro pide disculpas.

-¡Vamos a bailar! – es muy tarde incluso para procesar lo que dijo ya que me toma del brazo y me jala de mi asiento. No puedo ni siquiera negarme. Alejandro trata de detenerla.

-¡Espera! , ¿Qué hay de las bebidas?

-¡Vigílalas!

Casi quiero llorar y reír al mismo tiempo por la situación. Si fuera alguien que estuviera presenciado todo me estaría riendo, pero ser parte me hace sentir muchas cosas a la vez. No sé bailar.

Trato de pedirle ayuda a Alejandro con la mirada, pero la situación también lo agarró desprevenido que lo único que hizo fue encojerse de hombros y verse culpable.

Llegamos a la mar de personas, Alejandra nos hace caminara hasta estar en el medio de todo. Ella no pierde tiempo para empezar a moverse. Veo a mi alrededor, todo el mundo está en lo suyo, disfrutando de la música. Despreocupados por todo. Yo no siento lo mismo.

-Vamos, Asia.- mi vista regresa a ella.- ¡Muévete un poco! -. Toma mis brazos y trata de moverlos.- Vamos.- empecé a moverme poco a poco. La sonrisa de Alejandra creció.- Bailar hace que se te olvide cualquier cosa que ronda en esa cabecita.

¿De verdad?

Cierro mis ojos y escucho la música electrónica. Empiezo a mover mi cabeza un poco, luego mis hombros se unen y cuando me doy cuenta estoy saltando igual que Alejandra.

Ella tenía razón, por primera vez  no estoy pensando en absolutamente nada.

Alejandra ríe y grita con diversión, me contagio de su energía y también río mientras no paro de moverme.

Me siento bien.

Me siento joven.

Me siento feliz.

Mi ojos se abren y divagan por la multitud  sin dejar de bailar. Me encuentro con la mirada de Alejandro que sonríe en nuestra dirección, le sonrío de vuelta. Dice algo pero no logre captarle. Empieza a caminar a la pista, tal vez dijo que iba a bailar...conmigo. No se, pero el pensamiento me emociona. No siento miedo.

Me detengo cuando siento algo en mi bolsillo trasero. Mi mano va directamente ahí y siento mi teléfono vibrar. Debe ser Max.

Contesto la llamada. Cubro mi otra oreja para escuchar mejor. Me alejo un poco de la multitud. Alejandro se acerca.

-¿Hola?- contesto la llamada. No se escucha respuesta.- ¿Max?

Solo se escucha un respiración. Me tenso, no sé por qué tengo un mal presentimiento.

-¿Max?- no hay respuesta. Mi garganta se cierra. - ¿Eres tú, estás bien?

-Aisa.

No.

No puede ser.

Mi teléfono casi cae, logro tomarlo. Lo aprieto con mucha fuerza a mi oreja.

Quiero llorar.

-Mi...Michael.





------------------------------------------------

Holaaaa

¿Qué les pareció el capítulo?

Espero que les haya gustadooo🖤

Por ahora actualizaré una vez a la semana.

Gracias por leer🖤

Instagram: isa_morgenstern

Continue Reading

You'll Also Like

1.9K 100 9
Jimin tiene que trabajar de prostituto para sacar adelante a su familia pero lo que no sabía era que un chico llamado Jungkook se obsesionaria con el...
39.6K 4K 16
Vesper Greengass Malfoy hija de Astoria Greengass Y Draco Malfoy Hermana menor de Scorpius Greengass Malfoy parte de los 28 sagrados Vesper es una ch...
5.3K 652 12
"Una oportunidad es lo único que necesito para hacerte feliz" ♡WINRINA ♡AU (MAGIA) ♡APARICIÓN DE MUCHOS IDOLS
9K 463 28
Un profesor de 25 años acostumbrado asesinar a estudiantes, le afectará la llegada de una nueva alumna, Anneliese una chica de 16 años que se muda a...