Chris y Destiny se habían dirigido hacia uno de los depósitos de la compañía de armas Argent, específicamente, el lado de los cazadores; ya que el hombre necesitaba una planta de Acónito amarillo, el cual era más fuerte que el acónito normal y afectaba a un mayor rango de criaturas sobrenaturales. Chris hizo una seña desde su escondite y ella asintió, saliendo del suyo para, entre ambos, derribar a los guardias que cuidaban el invernadero. La mujer tigre ingresó primero luego de que el mayor se hiciera cargo del último guardia.
-Los Argent sí que saben prepararse.- Comentó ella, observando su entorno.- Aunque no se parece en nada a sus garajes.- Chris rió por lo bajo mientras caminaba decidido hacia la planta que buscaba, ubicada en un pedestal en medio de lugar.
El cazador condujo a otro depósito de la compañía, donde guardaba su caja fuerte para asegurar el acónito. Él sabía que Kate lo estaría buscando, por lo que tenía que asegurarse de no perderlo de vista.
-Si quieres puedo vigil... - Destiny se interrumpió a sí misma cuando un aroma desconocido llegó a su nariz.
-¿Qué? ¿Qué sucede?- Le preguntó Chris, empuñando su arma al instante, en alerta.
Destiny señaló unas huellas en el suelo lleno de polvo frente a ellos, por lo que el cazador avanzó hacia adelante, prestando atención en el ambiente. Ambos divisaron una sombra detrás de unos cobertores semi-transparentes que colgaban de los pilares, por lo que Chris avanzó hacia ellos, pero Destiny lo detuvo, empujándolo hacia el costado cuando una flecha se disparó en su dirección.
La mujer tigre captó diferentes esencias de hombres lobo, por lo que no dudó en transformarse para protegerse. Pero entonces, Brett se dejó ver, también transformado, para enfrentar a Argent.
-¡Brett!- Exclamó ella, un paso adelante del cazador.
-¡Espera!- Scott y Kira corrieron detrás del lobo.- Espera, Brett. Este es su lugar, es su espacio.- Ante el comentario del Alfa, Brett regresó con su manada, de vuelta en forma humana.
-Scott.- Comenzó Argent, bajando el arma.- Si ibas a venir con amigos, debías avisarme.-
-No tenía dónde más llevarlos.- Entonces, Satomi se acercó a ellos con la vista pegada en Chris.
-También lo conozco. Tal vez no lo recuerde, pero nos hemos conocido antes.-
-Podemos confiar en él.- Aseguró Destiny.
-¿Cómo saben que no es como los otros?- Le preguntó la mujer Alfa, dejando a la chica confundida.
-¿Quienes?-
-Anoche. Había todo un equipo de ellos, usaban ballestas.- Kira pasó una flecha a Chris, la cual presentaba un águila grabada en su punta.
-Son cazadores.- Agregó Scott.
-No. Si son mercenarios, ya no lo son.-
-¿Pueden encontrarnos?- Quiso saber Brett.
-Tal vez ya saben que están aquí, y solo esperan a que oscurezca.-
-Entonces, ¿No estamos a salvo aquí?-
-No estamos a salvo en ningún lado.- Respondió Satomi a Kira.- Estamos intentando escapar hace días. Donde vamos, encontramos a alguien nuevo intentando matarnos.-
-Si ellos vienen, Scott, también vienen por tí.- Habló Chris.- Aún estás primero en la lista negra.-
-Lo sé. Sé que Lydia puede conseguir la respuesta de Meredith. Sólo necesita más tiempo.-
-Entonces se lo daremos.
[...]
Cuando se hizo de noche, ambas manadas, ahora con Derek y Braeden en el lugar, se preparaban para la llegada de los mercenarios.
-Estarán bien.- Aseguró Scott al ver la preocupación plasmada en el rostro del mayor mientras este observaba a la manada liderada por Satomi.
-Tienen garras y colmillos, pero no son luchadores.-
-Por eso te llamé a tí.-
-Bueno, recuerda que yo ya no tengo garras ni colmillos.-
-Por eso me llamó a mí.- Señaló Braeden y Destiny puso los ojos en blanco.
-Y yo sí las tengo.- Apuntó ella, extrayendo sus garras.
-¿Soy la única que está deseando que sea una falsa alarma?- Kira interrumpió la mirada fulminante que le dedicaba la chica Stilinski a Braeden.- Quiero decir, es posible, que esperemos aquí toda la noche y no pase nada, ¿Verdad?- Scott, Derek y Destiny se miraron entre sí, sabiendo la respuesta.
-Scott, ¿Sabes algo de Stiles y Lydia?- Le preguntó la mercenaria.
-Lydia aún está hablando con Meredith. Stiles y Malia fueron a la casa del lago. Van a intentar detenerlo.-
-¿Y qué pasa si no se puede?- Todas las miradas fueron hacia Brett.- ¿Qué sucede si esto no acaba hasta que estemos todos muertos?-
-Le enviamos un mensaje.- Respondió Derek.- Dejémosle algo bien claro a cualquiera con una copia de esa lista. No importa si son asesinos profesionales, cazadores o aficionados que acaban de tomar un arma. Cualquiera que crea que puede cazarnos y matarnos por dinero será puesto en otra lista. Nuestra lista...
Su nombre aparecerá en nuestra lista negra.-
**
-Hey, necesito que me prometas una cosa.- Comenzó Derek en voz baja, apartando a Destiny del grupo por un segundo. Ella lo miró con terquedad, ya sabía que le pediría.
-Si vas a decirme que no me interponga si te veo en peligro, o a los demás, debo decirte que no puedo prometer nada.- El ex-lobo abrió la boca para protestar.- No, Der, ya sabes lo que pienso. No dejaré que alguien salga herido si puedo evitarlo, en especial tú.-
-Tengo esto, ¿Recuerdas?- Derek enseñó la pistola que solía ser suya.
-No sabes usarla del todo bien, ¿Recuerdas?... No voy a perderte, lo sabes.-
-Lydia predijo mi muerte, no la tuya.-
-Exacto.-
Ninguno pudo seguir la discusión ya que habían arrojado granadas de humo al interior del depósito, alarmando a Braeden mientras vigilaba.
-¡Cúbranse!- Exclamó, dejándose caer al suelo para protegerse al igual que los demás presentes.
Los asesinos a sueldo ingresaron, disparando con ametralladoras con el fin de matar cualquier criatura que se interpusiera en su camino. Argent, Derek y Braeden también disparaban desde sus resguardos, mientras los licántropos, Kira y Destiny se transformaban antes de lanzarse al ataque.
Chris se dedicó a proteger a Satomi, mientras los demás peleaban mano a mano con el resto de los asesinos. Destiny, por supuesto, se mantuvo cerca del pelinegro, apartándolo de cualquier proyectil que avanzara hacia él mientras derribaba a cualquier otro mercenario que resultase ser lo suficientemente estúpido como para acercarse.
-Trae a los demás, ¡Diles que se escondan!- Exclamó Scott, una vez que se vio libre de enemigos y Brett salió disparado hacia su manada, completamente aterrado.- ¿Kira? ¡Kira!-
Mientras el Alfa buscaba a su novia con la mirada, se encontró la hermana menor del Beta, siendo apuntada por uno de los asesinos, por lo que saltó sobre él, buscando romper su chaleco antibalas con fuerza; dejándose llevar por la furia no notó el cambio en su transformación, aunque Destiny no lo pasó por alto. Scott se asemejaba a Peter cuando solía ser Alfa.
En conjunto, los homicidas dejaron de arremeter contra ellos, mientras el teléfono del hombre al que atacaba Scott comenzó a vibrar dentro de su bolsillo.
El Alfa lo tomó y abrió el mensaje que había llegado por parte del Benefactor, para después girar la pantalla y enseñarle el texto.
"El Benefactor: todos los contratos han sido eliminados."
Cuando los asesinos restantes se retiraron del edificio, los hombres lobo salieron de su escondite, detrás de Scott y Kira. Derek tomó el brazo de Destiny con preocupación, donde una herida profunda sanaba con rapidez, ella le sonrió, asegurando que se encontraba bien. Ambos entrelazaron sus dedos, dando una mirada a su alrededor.
-¿Realmente se acabó?- Preguntó ella, igual de confundida que todos los demás.