Cuando eres pequeño sueñas con crear tu propio estilo de vida. Sueñas con quién vas a casarte, dónde vivirás, si tendrás hijos, mascotas, amigos, un empleo. Creas una expectativa en tu mente que probablemente desees cumplir o que pueda cambiar con el paso del tiempo.
Yo logré cumplirla. Y incluso, es mejor de lo que soñé.
Digo, primero soñé que me iba a casar con Harry Styles, pero me case con su copia australiana y catira. No mentira, que bello es mi gordito.
Verga pana, me casé, tengo una hija, una hija perruna, unos amigos envidiables y un empleo que me hace feliz. Tengo todo lo que podría pedir y estoy agradecida con ello todos los días de mi vida.
La verdad no fue fácil llegar a donde estoy, pasamos muchas cosas con los chicos. Discutimos, nos reconciliamos, caímos, lloramos, reímos y demás, pero nuestra amistad supo afrontar absolutamente todo y aún seguimos juntos y contando más días por venir.
Lucia es el sol de mi vida. Luke es mi compañero leal. Y juntos logramos hacer que todo funcionara y estuviera en su lugar. No fue sencillo, pero juntos lo logramos. Juntos podemos todo.
—Verga mami, reacciona—me habla Anne golpeando mi brazo—. Te fuiste de momento y pensé que no ibas a regresar. Sendo viaje astral.
—La edad le está pegando—se burla Hannah y la miro mal.
—Yo les dije que los 25 cambia a la gente—dice Ashton con aires de sabiduría.
—Si, definitivamente los cambia. Ashton, cuando tú los cumpliste te pusiste más feo—digo y me mira dolido.
—¡Eso no es cierto!—se queja él.
—¡Claro que si!—le refuto y le saco la lengua.
Él me lanza un cojín haciendo que ría.
—Compórtense como adultos, los dos—murmura Alejandra pasándonos a un lado.
Ashton le lanza un cojín a ella.
—Uy, muy adulta usted, señorita de 13 años—se burla de mi hermana haciendo que yo suelte una carcajada.
—Cierto, los 13 son los nuevos 30, no te lo pierdas—añado yo y Ash se echa a reír conmigo.
Los chicos se unen a nosotros y ella nos mira mal a todos.
—¡Cállense!—se cruza de brazos con un puchero.
—Eso, compórtate como la niña mimada por nosotros que eres—Anne la jala por la manga de su suéter hasta sentarla en su regazo para abrazarla.
Dios, amo a mis amigos.
—¡Llegaron los padrinos número uno!—grita Michael cruzando el umbral de la puerta con un montón de bolsas de regalo.
—Buenas buenas, hoy amaneci-
Hannah le tapa la boca a Crystal mientras niega con la cabeza.
—Gracias, Hannah, eres un sol—murmura su hermana.
A Crystal se le pegó ese tiktok viejo y bueno, ya no la soportamos. No más.
—¡Llegó por quien lloraban!—llega Violeta gritando como siempre.
—No veo a Justin Bieber.
—Yo no veo tu dignidad, amiga.
—No veo a Shawn Mendes.
—No veo mi boda.
Violeta nos mira mal a las cuatro para acto seguido sacarnos la lengua.
—Tontas.
—¿Dónde está mi princesita?
Volteamos a ver a mi tío Adam quien entra con un peluche gigante de una galleta.
—¡Aquí estoy!—grita Luke apareciendo con Lucia en brazos.
Adam lo mira con asco y le quita a la niña.
—Le hablaba a Lucia, pulgoso.
Nos echamos a reír.
Hay cosas que nunca cambian. Y espero que nunca cambien tampoco.
—Vamos a cantarle cumpleaños a nuestra preciosa bebé—dice Violeta y corre a buscar el pastel.
Lucia tiene tres años. Es una niña maravillosa y llena de vida. Es curiosa, divertida inteligente y le gusta la música. Es una increíble combinación de Luke y yo, pero aún más perfecta.
—Papi, mami—nos llama Lucia y nos acercamos a ella para abrazarla—. ¿Vamos a estal siemple juntos?—nos pregunta y Luke se muerde el labio aguantando las ganas de llorar.
Ay, mi pequeño experimento español-inglés.
—Por supuesto que sí, mi amor—le respondo y ella sonríe.
—¡Cantemos entonces!—exclama Liz y Andrew saca una pandereta.
—Ya va, ¿Cantamos la larga o la corta?—pregunta mi abuela y me aguanto la risa.
—La corta, porque dudo que mi hija aguante a no comer dulce de una vez—respondo abrazando a Lucia.
—Feliz cumpleaños, querida Lucia, feliz cumpleaños a ti—le canta Luke mientras besa su cabeza.
—Toma dulce, pa—habla Lucia y embarra su dedo con crema del pastel y se lo pasa a Luke por la cara.
—¡Esa es mi sobrina!—grita Alejandra aplaudiendo.
Suelto una carcajada y seguido de eso Lucia me hace lo mismo a mi.
—Tú también, ma.
Ahora es turno de Luke de reír.
—Caes mal—le digo a mi esposo mientras me limpio la cara.
—Sabes que me amas, y mucho—dice y me toma de la cintura.
—Si, claro. Te amo mucho, pero hoy te toca la cocina.
Me besa para callarme.
—¡Esto es una fiesta infantil!—se queja Violeta tapándose los ojos.
Suelto una carcajada seguida por Luke.
Amo mi vida.
Holaaaaaaaaaaaaaaa.
¡Finalmente he terminado! No soy muy buena haciendo finales, pero espero que les guste.
Estoy muy feliz y agradecida con todas las que han leído esta historia. Cuando la subí no imaginé que mucha gente leería mi basura y se reiría con ella, pero que equivocada estaba.
De verdad muchísimas gracias.
Nos vemos en los extras.
I love u.
Ángel.