Pov Normal:
El único ruido que se producía era el del Tick Tack del viejo reloj en la pared de la cocina. Ninguno había vuelto a hablar luego de que Luke se haya presentado.
Lucy estaba comportándose un poco mas torpe de lo normal, y ni que decir de Natsu, el pobre solo tenía la mirada fija en su plato. A su derecha se encontraba un cubierto que nunca en su vida había utilizado, siempre cuando se iba de gira con el resto del grupo, llevaban sus palillos para poder comer.
Se maldijo mentalmente al haberlos olvidado, obviamente aún no había probado bocado alguno. Luke que hasta ese momento no le había quitado la mirada de encima, estaba alerta en cada movimiento de su visitante.
Layla tomaba un sorbo de su bebida, mirando de reojo al pelirosa. Luego de unos minutos, carraspeó su garganta atrayendo la atención del resto.
—Y cuéntame Natsu... ¿Desde cuando te dedicas al mundo del espectáculo?— el mencionado levantó rápidamente el rostro, pensando bien en sus palabras.
Aún se le hacía un poco difícil hablar en el idioma español. Formuló su respuesta y le contestó.
—Desde los quince— Luke levantó una ceja, debía darle créditos por esforzarse en hablar en su lengua.
—Empezaste un poco joven, pero creo que eso es genial— respondió la madre de ambos rubios con un tono suave, admirando su esfuerzo.
—Gracias...
—Mamá, ¿Y Jude?— preguntó Lucy, hablando por primera vez luego de que empezaran con la cena.
—Mamá le pidió que saliera junto a sus hijos, ya sabes... por privacidad— respondió el hermano de Lucy.
Al menos en la mente de nuestra rubia había un poco mas de calma, no estaba en su mejor momento como para soportar tanto estrés.
—Me imagino que su rutina diaria debe ser complicada. La vida de un artista siempre es estresante— opinó la adulta, picando un pedazo de zanahora con su tenedor.
—Al principio si fue un poco difícil, por las restricciones que te daban. Pero luego ya uno se adapta, no todo es malo...— sonrió al recordar los momentos difíciles en donde estuvo a punto de abandonar el grupo, pero que luego estos hayan sido reemplazados por los buenos.
Layla mantuvo su atencion en él y no necesitó más para saber que era de buenas intenciones. Después de todo, mas sabe el diablo por viejo que por diablo.
Ella ya había tenido una caída y esa experiencia a pesar de haber sido mala, le aportó mas sabiduría y cautela con respecto a los hombres.
Pero Natsu era la excepción, en sus ojos no notaba ninguna pizca de maldad, en lugar de ello podía admirar dedicación, esfuerzo, perseverancia y responsabilidad... muchísima responsabilidad.
Era un buen hombre, pero ahora quedaba tan solo una preocupación en su cabeza.
Las relaciones con un artista eran complicadas, y las relaciones a distancia... no se sentía muy segura en dejar que su hija siguiera con ello.
—¿Así que... actualmente tienes...? ¿Cuantos años?— dijo Luke, sacandola de sus pensamientos.
—D-diecinueve— respondió. Se sentía mas nervioso respondiéndole al hermano mayor de su amada, que a la madre.
—Oh, asi que ya eres adulto— estaba claro la indirecta que le había lanzado. El pelirosa intentó fingir determinación, en vez de mostrarse mas nervioso.
—Tienes la misma edad que Luke— dijo Layla pero sin intención de hacerle sentir mas incómodo.
—Al parecer si.— respondió con una sonrisa nerviosa.
Lucy le dió una patada a su hermano por debajo de la mesa, sus ataques eran innecesarios. El mayor aguantó el dolor del impacto, aunque no le gustara admitirlo, ella tenía patadas fuertes.
—D-digo, ¡Wow! Tienes mi edad y ya haz logrado muchas cosas— dijo con una sonrisa nerviosa, mientras que de reojo miraba al monstruo que tenía por hermana, apuntándole con su cuchillo.
Y no era para broma, sabía lo que su hermana era capaz de hacer, no por nada le había puesto el apodo de "Monstruo"
Los celos seguían sintiéndose dentro de él, ella era su hermanita y su deber era protegerla de los pervertidos.
Pero se sentía frustrado, ya que el pelirosa no era malo. Se notaba desde lejos que estaba incómodo pero aún asi había accedido a la cena a pesar de los ataques que podría recibir.
Y eso ningun artista lo haría, lo odia admitir pero él si quería a su hermana, pero aun si no bajaría su guardia.
—¡Ya llegamos!
En la mente de los rubios, solo pudieron decir un "Oh no" al escuchar los pasos de sus "queridos" huéspedes.
Luke y Lucy cambiaron sus expresiones de inmediato, siendo reemplazados por enojo, mientras que Layla se tocaba la frente con la yema de sus dedos, tratando de buscar relajarse.
La tormenta estaba a punto de desatarse.
Los primeros en llegar a la cocina fueron los castaños, quiénes no tardaron en notar al invitado. El mayor lo miraba con extrañeza, mientras que Beth se quedó estática al ver al asiático.
Era tan hermoso...
Lucy lo notó de inmediato y frunció mas el entrecejo, un fuego creció desde la boca de su estómago. Y las ganas de proteger lo suyo, le hizo un click en la cabeza.
Mientras que Luke los fulminaba a los dos. Por si no fuera ya mucho drama, los pasos de una tercera persona se escucharon en la sala.
Y detrás de sus hijos, Jude Heartfilia hacía presencia, notando en el primer segundo al joven pelirosa.
—¿Que esta pasando aquí?— preguntó con una voz grave.
Natsu lo miró directamente a la cara, sintiendo escalofríos. El padre de Lucy si que era intimidante.
—Jude, por favor... vete— mencionó Layla, tratando de provocar el menor escándalo posible. No quería que su invitado presenciara una de sus peleas.
—¿Quién eres?— el hombre ignoró por completo el pedido de la mujer, caminando directamente hacia el pelirosa.
Pero Lucy fue mas ágil y se paró frente a él, protegiéndolo de su progenitor.
—Escúchame bien Jude, esta es una cena FAMILIAR. Hazle caso a mi madre y vete de aquí, esto no te incumbe— dijo Luke, quién también se había levantado de la mesa.
—Ten cuidado en como le hablas a mi padre, Oxigenado— dijo Lucas, parándose al lado de Jude.
Beth por su parte seguía helada admirado al hombre apuesto. Lucy tampoco le había quitado la vista de encima, sintiendo rabia al ver como aquella mocosa se comía a Natsu con la mirada.
—Apártate Lucy, es una orden— demandó en un tono alto. Pero ella en ningún momento se movió, provocándole mas enfado al hombre, su orgullo de "Macho alfa" estaba siendo dañado frente al otro sujeto.
—Lárgate— fue lo único que Lucy respondió. El mayor gruñó ante el desacato de su exigencia.
El ambiente se había puesto tenso, el pelirosa no supo bien que hacer ni como sentirse, era obvio que estaba presenciando una disputa que no era de su asunto.
Estuvo a punto de decir algo, cuando de pronto el sonido de una cachetada se escuchó.
El rostro de Lucy yacía con una marca roja, mientras que cabello tapaba su cara, ante el impacto su cabeza había quedado inclinada.
La mano de agresor se encontraba levantada, y los testigos se habían quedado congelados ante tal escena.
Jude miraba absorto como Beth había cacheteado a su otra hija.
—No vuelvas a contestarle así— dijo la castaña.
—Te dije... ¡Que no volvieras a levantarme la mano!— todo fue tan rápido, Lucy había perdido toda la estabilidad que le quedaba, siendo dominada por su rabia.
Se abalanzó sobre la castaña, y ambas hermanastras empezaron a agarrarse de los cabellos.
Luke corrió junto a Lucas, itentando apartarlas.
Pero el castaño le había jaloneado el brazo a Lucy, en un intento por apartarla de su hermana.
Luke no se resistió y tambien se le tiró encima al otro, creando asi otra batalla.
Layla corrió a intentar separarlos, mientras que Natsu fue a donde las chicas, tomando con delicadeza pero en un agarré firme a Lucy, siéndole un poco difícil ya que ella se movía, intentando apartarlo para seguir peleandose.
—¡Lucy, Calma!— exclamó en su idioma, siendo solo entendido por la rubia. Ella no dejó de patalear, y poco a poco su enojo fue disminuyendo.
—¡Quítale tus manos de encima! ¿Quién te crees para tocarla asi como asi? ¡Quiero que te largues de esta casa! ¡AHORA!— gritó el rubio mayor.
—¡SILENCIO JUDE!— Layla intento calmar respiración. Los platos se encontraban rotos en el piso y la comida regada por todas partes.
—¡PERO LAYLA!
—¡CALLATE! Los asuntos de MIS hijos no te incumben. Tu derechos como padre los perdiste hace mucho tiempo, asi que deja ese papel que ellos no estan en tu control. ¡Si no quieres que te eche en este mismo instante de MI casa, te vas a largar a tu habitación junto a tus hijos. ¡¿ME ESCUCHASTE?!
El rubio soltó un grito y no tuvo mas opción que irse de la cocina junto a sus hijos.
Beth miró por última vez al pelirosa, lanzándole un beso.
—¡Ya te dijeron que te largues!— gritó Lucy, aun sostenida por Natsu.
Luego de que la cocina quedaran solo ellos cuatro, Natsu soltó lentamente a la rubia.
La madre de ambos chicos se encontraba avergonzada, muy avergonzada por que su invitado haya presenciado todo esto.
—Natsu, lamento que vieras todo este desastre— mencionó Layla.
—Déjame ayudarte mamá— dijo Lucy, recogiendo las piezas rotas de los platos.
—Cariño... mírame— Lucy levantó el rostro, mostrándole su mejilla derecha roja.
—Estoy bien, solo fue un golpe— respondió ella, al ver como su madre acariciaba suavemente su mejilla.
—Wow, si que te dieron un gran golpe— comentó el otro rubio, recibiendo una mirada asesina por parte de Lucy.
—Mira quién habla, osito panda— respondió con burla, cruzándose de brazos y al mismo tiempo formando una sonrisa.
—¿Como me dijiste? ¡Fea!
—Lo que escuchaste, ¡Stacy!
—¡Adoptada!
—¡Tarado!
—¡Oxigenada!
—¡Tú también eres rubio, idiota!
—¡Por el amor de dios, basta!
—¡Pero el/ ella empezó!— dijeron ambos hermanos, al mismo tiempo que se señalaban.
Layla no supo que más decir. Ahogo un grito y se dirigió hacia el pelirosa, quién estaba atrás de ellos.
—¿Podemos hablar un momento? A solas— Natsu asintió rápidamente, caminando detrás de Layla.
—¿M-mamá?— tartamudeó Lucy, no sabía porque motivo quería hablar a solas con Natsu. ¿Y si le decía que no quería que su hija siguiera viviendo con ellos?
Layla guió al asiático hacia la sala, se encontraba muy apenada por lo que acababa de pasar. Ella había sacado a su ex marido de la casa con la intención de evitar esa "escenita" pero al parecer no fue inevitable.
—Natsu, lamento todo esto— dijo la rubia mayor, tapándose la cara.
El pelirosa sonrió, y trato de formular una oración.
—No se preocupe. No fue su culpa— pronunció en un tono suave. Entendía la situación —Aunque esta cena se haya arruinado... me gustaría concluirla en un lugar apropiado, quiero demostrarle lo mejor persona que soy para su hija.
—"La buena persona"— corrigió con una risa de por medio, cuan equivocada había estado con él. Lo juzgó muy rápido, y terminó por llevarse una sorpresa.
—Perdón, aún se me dificulta— contestó avergonzado. Layla soltó una risa corta, seguida del pelirosa.
—Muy bien, entonces estaremos esperando tu invitación. Hijo— dijo ella, revolviendole los cabellos como hacía con sus dos revoltosos rubios de pequeños.
El corazón de Natsu por fin pudo latir tranquilo, el ambiente se había calmado y al parecer la señora Layla lo había aceptado.
Ninguno se dió cuenta de la presencia de aquella castaña, quién veía en la segunda planta con un sonrojo en su rostro, al chico de cabellos rosados y sonrisa perfecta.
Ella lo quería para él y si tenía que robarselo a su "Querida hermana", lo haría.
Ese apuesto joven sería solo para ella, lo seduciría y al final caería, sería solo suyo.
[...]
El camino a casa era silencioso, luego de que ambos se despidieran, decidieron regresar caminando al departamento.
Eran exactamente las diez de la noche, había poca gente circulando por ese vencidario, asi que no era problema el caminar.
Lucy no le dijo ninguna palabra a Natsu, luego del ataque. La vista lo mantenía en el suelo, sin saber que decirle luego de aquel episodio vergonzoso.
Natsu caminaba a su lado, con las manos en los bolsillos de su polera, llevaba puesto su típico gorro y tapabocas.
El ambiente era tenso, Natsu quiso muchas veces sacar algún tema de conversación, pero no supo que decir.
—Perdón— pronunció su acompañante, aun con la cabeza mirando para el suelo y las manos escondidas en sus bolsillos. Lo dijo en un murmullo, pero Natsu lo entendió.
—No me debes pedir perdón por nada. Creo que... yo hasta debería darte las gracias por cubrirme de tu padre. Me sorprendí muchísimo cuando se acercó y tú te pusiste en frente— comentó con una sonrisa, mirando el pequeño cuerpo de su amada desde arriba. Lucy era mas pequeña que él, él le llevaba una cabeza.
—N-no te preocupes por eso. Él... él es una persona con un carácter brusco, según recuerdo— contestó, sintiéndose mas nerviosa al tener la mirada del Idol, en ella.
—Ahora que lo recuerdo...— dijo, al mismo tiempo que detenía su paso.
—¿Que sucede?— preguntó Lucy, parando su caminar. De pronto, las grandes manos del pelirosa tomaron con suma delicadeza su mejilla, dejandolas a su merced.
—Tienes aun la marca de aquel golpe, cuando regresemos te colocaré una pomada de yerbas que tengo en mi maleta. Es muy efectiva, estoy seguro que te sentirás mejor en un santiamén. ¿Duele mucho?— sus ojos transmitían mucha preocupación por su bienestar. Ocasionandole a la pobre chica, un sonrojo muy intenso.
Las palabras se las había quedado en la garganta, y sintió perder la capacidad del habla. Solo se mantuvo perdida en aquellas dos gemas color jade, que reflejaban preocupación por ella. Solo por ella.
El sonido de los pocos vehiculos que transitaban en la zona, era lo único que se escuchaba en estos momentos.
Natsu la tenía frente a frente, tomando suavemente sus mejillas, mientras que ambos se miraban directamente a los ojos, perdiéndose en el otro.
Lentamente, ambos empezaron a acercarse y al mismo tiempo, fueron cerrando sus ojos, para así sentir con mas intesidad los labios del otro.
Fue asi como sus bocas terminaron uniendose, y sus labios danzaron en los del contrario. Un auto pasó por la zona, pero solo para iluminar la escena de una pareja besándose por amor.
Fue como si el tiempo se hubiera detenido, como si nadie mas existiera, solo ellos dos, encerrados en una burbuja rodeados de un sentimiento mutuo. El amor.
Luego de unos segundos más, ambos se separaron, con una sonrisa en sus rostros, sintiendose satisfechos.
Las palabras sobraban en ese momento, no hacia falta decir algo en ese instante. Unieron sus manos y retomaron su camino en completo silencio, pero uno especial.
El momento incómodo había pasado, al igual que los malos momentos de aquella noche.
[...]
—Luce, despierta...— un pequeño meneo, la hizo salir de sus sueños.
—¿Mmm...? ¿Que hora es?— preguntó a duras penas, el cansancio aún se mantenía en su cuerpo.
—Van a ser las siete, ¿No tienes clases en una hora?— dijo el idol, quién ya se encontraba despierto y cambiado.
—Solo... cinco... minutos mZZzzz...— y nuevamente se había quedado dormida. El pelirosa soltó una risa pequeña, viéndola tan tierna.
Buscó en la mesita de noche el ungüento que le había colocado ayer, apenas llegaron al departamento.
Abrió el frasco y untó dos de sus dedos en aquella crema verde con aroma agradable.
Dejó el pote en la mesa, y con cuidado, volvió a aplicarlo en la mejilla de su amada, hasta que todo rastro de la crema verde fuera absorbido por la piel de Lucy.
—Lu, debes despertar. Se te va a hacer tarde— volvió a insistir, despertandola de nuevo.
—¿Que hora es?— volvió a preguntar, con los ojos aun cerrados.
—Solo han pasado cinco minutos. Debes levantarte, escuché que Gajeel haría panqueques para todos en el desayuno— y como si fuera por arte de magia, nuestra protagonista revivió de pronto.
—¡Panqueques!— exclamó, para luego correr como un jaguar hacia la puerta, con su muda de ropa ya lista con antelación.
El pelirosa se quedó absorto por el repentino cambio de Lucy, ¡Si hasta hace solo segundos estaba como un zombie!
Los panqueques si eran poderosos...
Salió de la habitación, encontrandose con Sting quién caminaba hacía su habitación.
—Amm.. ¿Todo esta bien? Hace poco vi a Lucy correr como si fuera Flash hacía el baño— comentó el rubio, con una expresión confusa.
—Panqueques— respondió Natsu.
—¿Panqueques?— repitió aun confundido.
—Panqueques.
—Ah...
—...
—Bueno, entonces regreso a lo que estaba. Por cierto, el manager acaba de llamar, hoy estaremos fuera hasta las once de la noche, tenemos sesión de fotos y el ensayo de baile.
—Al parecer será un día ocupado.
—Si, creo que deberías aprovechar el desayuno de Gajeel. Yo bajaré en cuanto encuentre mi cámara.
—Te esperamos entonces. No tardes.
El pelirosa bajó las escaleras hasta la primera planta, donde el aroma de unos ricos y calientes panqueques se colaban en sus fosas nasales.
Llegó rápidamente al comedor, encontrándose a algunos miembros ya comiendo.
—Natsu, hasta que bajas. Sirvete, piqué algunas frutas para acompañar a los panqueques— dijo Gajeel.
—Gracias. Buen provecho chicos.
—¡Buenos días!.
Lucy ingresó a la cocina con una sonrisa de oreja a oreja. El olor a panqueques en la mañana era algo que le encantaba.
—¿Porque tan animada?— preguntó Juvia, al mismo tiempo que se llevaba una mora a la boca.
—No me digas que estas emocionaba por el ensayo— comentó Yukino, haciendo sonrojar a la rubia.
—B-bueno...
—¿Ensayo?— comentó el pelirosa sin entender del todo.
—En el colegio de las chicas harán un tipo de concurso de talento. Así que ellas se estan preparando para ese día— explicó Gray, mirando al pelirosa.
—¿Ya saben que es lo que van a hacer?— preguntó Rogue sin molestarse en levantar la cabeza, ya que la mayor parte de su concentración estaba en un cuadernillo que se encontraba en sus manos.
Exacto, el rapero junto a su otro compañero, Laxus, estaban en medio de una composición para su nuevo álbum.
—Cinco performance. Incluirán baile y canto— contestó Levy.
—Lucy será la encargada de cantar— contó una Juvia muy emocionada. La nombrada tomó un sorbo de su jugo de fresa mientras que al mismo tiempo usaba el vaso para tapar su sonrojo.
—¡Eso es asombroso! Creo que podría hacerme un tiempo y ayudarte a practicar, Luce— dijo Natsu, tomando su mano por encima de la mesa.
Todas las chicas soltaron un "Aww" por el gesto tan tierno del pelirosa, todas excepto Lucy, la pobre estaba a punto de colapsar por tanta vergüenza.
—Creo que eso es una buena idea. Podríamos ayudarlas en algunas cosas y darle algunos consejos de como mantener la respiración— dijo Sting, quién había escuchado gran parte de su conversación.
—Sin mencionar que estariamos matando dos pájaros de un tiro, las ayudamos a ensayar y al mismo tiempo hacemos los ejercicios diarios... ¡Gran idea!— dijo Jellal.
Mientras ellos estaban en su charla, el elevador se abrió en su piso. Revelando al manager del grupo que venía junto a dos guardaespaldas.
—Buen día TDS, Chicas. Venimos a llevarlas a sus instituciones.
Terminaron de comer rápidamente y dejaron los servicios en el lavadero. Fueron a cepillarse los dientes para luego abandonar el departamento.
Una vez que se acomodaron en sus respectivos asientos, partieron hasta la universidad de Erza, Yukino y Mirajane.
Las chicas se despidieron antes de bajar del vehículo, volvieron a emprender la marcha hacía el colegio de las últimas chicas que quedaban.
En el camino, Levy junto a Lissana apuntaban algunas ideas que se les ocurría para su presentación.
Mientras que Juvia se encontraba al teléfono, hablando con Flare para coordinar algunas cosas.
Por parte de Lucy, ella se encontraba metida en su celular viendo algunos ejercicios previos para cantar.
Natsu la ayudaba de vez en cuando, aconsejandole ciertos secretos que tuvo que descubrir.
El auto volvió a detenerse a una cuadra del colegio. Las chicas fueron bajando una por una, Natsu le susurro un "Buena suerte" a Lucy antes de que ella bajara.
El grupo de féminas caminaba a la par, y en la entrada, se despidieron. Algunas tenían clases separadas, pero antes quedaron en reunirse en el club de artes luego de las clases.
[...]
El tiempo pasó tan lento para nuestras chicas, pero al fin la jornada de clases había acabado, al menos por hoy.
La primeras en llegar al salón de arte fueron Juvia y Lissana. Ambas jóvenes se toparon justo en la entrada, se saludaron de nuevo y luego pasaron.
Allí ya se encontraban los encargados del club junto a cinco estudiantes más de grados distintos.
La primera en notarlas fue Flare, quién corrió muy emocionada hasta quedar frente a ambas.
—¡Juvi! ¡Liss! Me alegra verlas— Flare tomó a cada una del brazo y las llevó hasta los demás —Junto a Lyon y Jake estuvimos planeando algunas cosas. Por cierto Juvi, las cosas que me pediste ya están aseguradas, me encargué personalmente de ir hasta secretaría antes de clases.
—¡Genial! Entonces ya podemos agregarlos— exclamó facinada la peliazul por la eficiencia de su compañera y amiga. Dejó su mochila en una de las sillas vacías y de allí sacó una libreta mediana.
—¿Que pediste exactamente?— preguntó su compañera, aún confusa.
—Los mas importante, algunos efectos de luces, microfonos diadema y volcanes de luces. El resto de la coordinación del resto de luces que de por si nos darán, es algo que iremos viendo conforme se vayan creando las coreografías.
—Ya veo... al parecer lo tienes bien planeado— comentó la albina con una sonrisa.
—Me gusta tener las cosas con anticipación, es todo. Pero gracias.
—¡Lamentamos la tardanza! El profesor de matemáticas se puso de pesado y no nos dejaba salir— dijo Levy acompañada de Lucy y detrás de ellas el resto de miembros del club.
—No se preocupen, no hemos avanzado casi nada— comentó el peliplateado.
—Hay que empezar de una vez— habló Jake, sentado encima de una de las mesas.
—Primero hay que organizarnos y hablar sobre lo que haremos— Lissana dió un paso al frente. Sacando una hoja de su bolsillo— Planeamos hacer canto y baile. Según lo que me dijo Flare, la mayoría de este club no saben cantar, no se preocupen, porque necesitaremos bailarines, muchos bailarines. ¿Creen que puedan ayudarnos con eso?
—¿Bailar?
—Yo tengo pies izquierdos.
—Creí que haríamos otra obra de teatro.
—Yo también.
—¡Que vergüenza!
Los miembros del club murmuraban entre ellos, sintiendo pena por la propuesta dada.
—¡Haber señores y señoritas! Si queremos que este club de arte siga funcionando, es mejor dar algo que los demás no se lo esperan— Lyon alzó la voz, callando todo murmullo —Sé que puede ser algo sorpresivo, ya que siempre hemos hecho obras de teatro. Estamos en cuerda floja, si este club de arte no reúne a mas gente, nos van a cerrar, para siempre.
—¿Que?
—¡No puede ser!
—Este club es el único que me dará puntos para pasar el año.
—A mi también.
—¡Cierren la boca! Lo que Lyon esta diciendo es algo real. El director ya nos dió un ultimátum, si no reunímos a mas gente, nos sacan a patadas de este club. Ya sabemos que la mayoría de aquí esta por los malditos puntos extras. Dejenme decirles... ¡Insectos! Que si no ponen de su parte, adiós al año escolar— gritó el pelinegro, lanzándoles una mirada gélida al resto del club, quiénes se encontraban en un rincón, temblando por la fría actitud de su encargado.
—D-de acuerdo... somos todos suyos...
—Wow, wow. Calma Jake, ya los espantaste lo suficiente— comentó el peliplateado con una sonrisa nerviosa en su rostro.
El mencionado ignoró ese comentario y regresó a su lugar, ya que mientras los amenazaba, se había levantado de la mesa.
—B-bueno... ya que al parecer todos estan de acuerdo, de alguna manera... podemos empezar. Tenemos esta lista con cinco canciones, si no les gusta alguna, pueden sugerir otras. Lo que estamos buscando es algo movido, algo que el resto de clubes no se lo esperen. ¿Si?— explicó Flare, pasando la lista entre los miembros.
—Me agrada esta lista, pero hay algo que podriamos cambiar— comentó uno de los estudiantes.
—Vayan apuntados ideas y luego votaremos. ¿Les parece?— todos asintieron y empezaron a escribir en el pizarrón algunas canciones.
Mientras tanto, el grupo de los siete restantes se reunía en la parte de al fondo para conversar sobre la coordinación.
—Yo ya tengo la mayoría de utilería— avisó Juvia.
—Lissana y yo tenemos algunos pasos, y Lyon nos ayudará en las correciones.
—Yo en el camino estuve viendo algunos ejercicios de calentamiento— dijo Lucy.
—Genial, Jake y tú harán un gran trabajo— comentó Lyon, aquel comentario sorprendió a las chicas, a excepción de Flare, ella ya sabía que su compañero tenía buena voz.
—¡¿Cantas?!— Exclamaron incrédulas, el chico frío y antipático resultó ser aficionado al canto.
—¿Tienen algun problema?— contestó con ese tono frió. Pero por dentro se sentía muy apenado por tanta atención femenina.
—N-no...
—Muy mal Jake, así no conseguirás novia con esa actitud tan antisocial— comentó con burla su compañera peliroja, molestando al adolescente.
—No estoy tan desesperado por conseguir pareja, teñida.
—¡Ya chicos! Concentremonos.
—Disculpen... aquí tenemos las ideas— el grupo dirigió la mirada al pizarrón, viendo como treinta nombres de canciones.
—¿T-tantas...?
El grupito de los siete soltaron un suspiro al ver cuanto trabajo los esperaba. Fueron con el resto de integrantes y empezaron con las elecciones.
Se veía que no regresarían a casa pronto.
Continuará...
Espero que el capítulo de hoy les haya gustado, y que sientan que la espera haya válido la pena.
Comenten que tal les ha parecido, voten por esta historia (Please!) Y no se olviden seguirme si les gusta mis historias.
Ya casi vamos a llegar a los 800 seguidores. Wow. 800 personas amantes del Nalu o con interés hacía el Nalu y creo que algunos del Melizabeth, porque... bueno... si aún no te has leído "¿Solo un reflejo?" Te estas perdiendo de un buen lemon (o uno hecho con mucho amor ♡) entre los protagonistas de NNT.
Esperemos llegar a los 1k seguidores. Sería fantástico 💖
En fin. Nos vemos en otro capítulo mas de esta bonita historia.
El drama esta a punto de llegar... (No me odien!)
¡Bye!
Mei_dragneel.
Palabras: 4407.