Ron vio a Hermione sentada con un libro más cerca de lo normal de su rostro, mientras balbuceaba cosas. El pecoso se acercó por detrás, extrañado por el comportamiento de la castaña.
—Creo que necesitas un descanso de estas cosas—decía quitándole el libro, la castaña lo miro indignada.
—¡Devuélveme eso, Ronald!—exclamo intentando alcanzar el libro, el cual el pelirrojo lo había puesto fuera de su alcance.
Entre forcejeos, sus rostros habían quedado a poca distancia, ambos al darse cuenta de esto se separaron casi de inmediato. Hermione carraspeó y volvió a mirar a Ron con expresión sería.
—¿Puedes devolverme mi libro?
—Claro, lo haré, pero primero quiero saber que es lo que te tiene tan estresada—dijo pasándole el brazo por los hombros. La castaña suspiro.
—Es Harry...
—Cuando no es Harry...—susurro para si mismo.
—¿Eh?
—Nada, ¿que sucede con Harry?
—¿No ves que está actuando raro?—la mirada que Ron le dió decía: ¿cuando no? —hablo en serio, Ron, hay algo que no me cierra.
—Bueno, nos sentamos con Malfoy y su séquito dos veces, así que...
—¡Es justo eso!
Hermione no sabia si debía decirle a Ron sobre lo que Pansy le contó, es decir, eso ya era la vida privada de Malfoy. Pero la curiosidad de lo que pasaba entre esos dos la estaba carcomiendo.
Así que trato de hablar con Ron, evitando partes como "a Malfoy le gusta Harry" o "la Amortentia de ambos huele al otro" y esas cosas.
—En la amistad de Malfoy y Harry hay algo que no me cierra.
—Pues, no te veías así de camino aquí.
—P-porque no iba a hacer un escándalo en ese momento, a parte los amigos de Malfoy extrañamente me cayeron bien.
—Se notaba, puedo apostar a qué yo era el que más estaba sufriendo en esa situación, ¡incluso Neville estaba hablando con Nott! ¿pero que es lo que te preocupa exactamente?
Hermione ya no supo que contestar sin tener que decirle la verdad, así que se decidió por dejar finalizada la conversación.
—Yo...tengo tarea, hablamos después, ¿si?—le dió un rápido beso en la mejilla y se fue del lugar de la misma forma.
Dejando a Ron más que confundido, pero con una sola pregunta rondando por su mente.
¿Acaba de besarme la mejilla?
. . .
Harry sentía la necesidad de hablar con Hermione.
—¿Harry?
Pero no sé esperaba que esta apareciera en la puerta de su dormitorio de la nada.
—¿Que sucede, Herms?
—Tenemos que hablar—su voz se oía autoritaria.
—¿Ahora?
—Ahora.
Harry lo dudo un momento. Que quisiera hacerlo, no significaba que debía hacerlo.
—Ehh...está bien.
—Se que te gusta Malfoy—solto. Su expresión seguía sería.
Y ahí, Harry sintió miedo.
. . .
—Está bien...Draco, necesitas pensar esto con claridad—hablo Blaise. La decisión de Draco, aunque fuera lógica, no estaba de acuerdo.
—No hay nada que pensar, Blaise, es lo mejor.
—Amigo, ¿vas a tirar todo lo que lograste hasta ahora con él a la basura, solo porque una niñita caprichosa lo quiere así?—dijo ahora Theodore.
—¿¡Que hay del esfuerzo que he hecho por ganarme el respeto de ese hombre?! ¿tampoco lo vale?
—Draco...—hablo Pansy mirándolo directamente—necesito que pienses en ti... por favor—Draco desvió la mirada, negando.
—Tal vez...
—¿"Tal vez" que?
—Tal vez si sea lo mejor para mí.
—No seas imbécil—solto Blaise. Draco volteo a verlo con una ceja alzada—Til viz si sii li mijir piri mi... y una mierda, Draco. Si me lo dices con ese tono destrozado, no te creo nada.
—Si no te hace feliz, no puede ser "lo mejor para ti"—dijo Theo.
—¿Quien dice que no voy a hacer feliz?
—Oh no lo sé, tal vez...la cara que tienes ahora mismo, oh tu Amortentia también lo dice, y...todo este tiempo que has estado intentando ganarte a Potter—Draco solo rodó los ojos.
Pansy se acercó y lo tomo de las manos.
—Solo...quiero que pienses bien lo que haces, ¿si? no quiero ver a mi mejor amigo arruinandose la vida por culpa de un ogro, como lo es Lucius Malfoy—rio un poco—Se que el respeto de tu padre significa mucho para ti, pero quiero que, por favor, pienses en ti. En lo que quieres, en lo que te hace feliz...prométeme que lo harás.
Draco desvió la mirada de su amiga, pensando en aquellas palabras. No sabía si las iba a cumplir, no sabía si debía hacerle caso a sus amigos, pero lo que si sabía, era que no sería feliz.
No con las ideas de sus padres, no con Astoria...
Volvió a dirigir la mirada a su amiga, quién lo veía con una sonrisa y esperaba una respuesta.
Guardó silencio unos segundos más, hasta que decidió hablar.
—Lo prometo.
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—Sabes que no estoy de acuerdo, Lucius—Narcissa miraba enfadada a su esposo.
—Pero también sabes que es lo mejor para él, Cissa.
—No...es lo mejor para TI. Y, si, dije que estaría contigo en todo, pero no voy a permitir que controles la vida de mi hijo.
—Si, es lo mejor para él, es lo mejor para los dos, ¡Es lo mejor para todos en esta familia! y si tengo que pasar por encima de ti, lo haré, Narcissa.
—¿Te estás escuchando? Lucius, no estás siendo coherente.
—¿Que no estoy siendo coherente? ¿¡Que esperas hacer tú con la vida de tu hijo?!
—¿¡Por qué hablas de la vida de Draco como si fuera un juguete?! ¿No puede él llevarla como le plazca?—Lucius río sin una pizca de gracia en su voz. Sin embargo no dijo nada—¡Hablo en serio, Lucius! ¡Viste como se puso en la cena! ¡A Draco le sucede algo y a ti solo te importa el apellido!
—Si no soy yo quien se preocupa por el apellido, ¿¡Quien lo va a hacer?! A ti te preocupa un adolescente que no tiene idea de cómo llevar su vida, por eso su actitud en la cena. Tú y yo sabemos que ese niño tiene un "problema" y tenemos que parar eso antes de que se le ocurra abrir la boca.
—Estas hablando de tu hijo...
—Si es que se le puede llamar así...
Narcissa trato de ignorar el dolor que le causaron esas palabras.
—No sé dónde se fue el hombre del que me enamore, pero lo que si sé es que no dejaré que conviertas a mi hijo en el hombre con el que estoy ahora...
Y sin más, se retiró del lugar.