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By RapMonsterxxxz

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❝ Dos príncipes del año 1600 se enamoran, pero no pueden estar juntos porque él es el prometido de su hermana... More

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Almas Gemelas
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By RapMonsterxxxz

Aunque no era lo que Taehyung imaginaba. Ellas sólo conversaban acerca de lo guapos que les parecían ambos, no pensaron mal en ningún momento, pero su paranoia no lo dejó en paz.

no me mires así.— Taehyung le quitó la vista de encima y dijo serio, inclusive se podría decir que sonó rudo.

Jungkook sorprendido giró el rostro. —lo siento.—

Taehyung no quiso sonar así, ni incomodar su charla como lo hizo, subió discretamente una mano a sus labios y susurró; —odio no poder gritarte que te amo, pero lo sabes ¿no?— sin mirarlo aún.

Jungkook sonrió, mirando al cielo y aligerando el humor, está totalmente enamorado. —que ya llegue la noche.—

El príncipe Kim le devolvió la sonrisa, continuaron observando al pueblo y observó entre pueblerinos a Eunha con su hermano menor; Hoseok.

Prestó atención a su comportamiento, la sonrisa nerviosa de Eunha, los ojos brillantes, el pararse así de cerca de él. Levantó las cejas y tocó el brazo del príncipe a su costado; —Jungkook.—

—dime.— lo miró.

creo que tu hermana está interesada en mi hermano.— dijo conteniendo la risa de la inusual situación si es que tenía la razón.

no hagas bromas así, Taehyung. Jungkook frunciendo el ceño de lo rebuscado que sonó eso.

mira tu mismo.— Taehyung lo dirigió con la mirada, hasta llegar a ellos y así ambos pudieron observar a sus hermanos menores.

Eunha se reía, no podía evitar sonreír así para Hoseok y caer ante él, él es precioso, tiene un rostro precioso, su nariz es linda y hace que tenga el mejor perfil que alguna vez Eunha haya visto, compartían la pasión por pintar, deseaba que la hubiesen comprometido con el segundo príncipe blanco, pero ella no es lo suficientemente valiente para decirlo. Su mirada lo decía todo, pues Jungkook sabía que él miraba de esa forma a Taehyung.

Ante la idea de su hermana menor atraída por alguien por primera vez, era extraño. —sólo están conviviendo.— decidió negar lo obvio.

Taehyung no tenía problema con ello, negó con el rostro y describió la situación; —se ríe de sus bromas, esa mirada alegre está ahí, la sonrisa de felicidad natural, el rubor sobre su rostro ... ahora, buscará alguna excusa para tocarlo.—

El príncipe Jeon se encontró ofendido ante ese comentario. —ella no hará eso, es muy tímida y respetuosa.— frunció el ceño.

Regresaron a mirarlos y Hoseok se giró, al parecer dijo algo, ella se rió y pasó su mano desde el hombro del jóven hasta recorrer todo el brazo, casi tomando su mano.

Taehyung se rió con ternura. —te lo dije.—

—oh Dios.— Jungkook sorprendido.

eso me da una idea.— Taehyung le sonrió cómplice, levantó las cejas, pareció insinuar algo.

Que claramente el contrario no entendió. —¿qué idea?— confundido.

luego te explico.— el cumpleañero se levantó dejándolo ahí sin decir más.

Se dirigió con ambos jóvenes, los cuales estaban pasando un agradable momento juntos. —¿se divierten?— amable.

Eunha se apartó de Hoseok, guardando la compostura. —por supuesto.

Hoseok asintió.

lamento interrumpir pero quería invitarte a bailar.— Taehyung se inclinó frente a ella y le ofreció la palma de su mano.

Ella miró a Hoseok, en realidad no quería apartarse de él, le gustaba su compañía, pero el segundo hijo de los Kim extendió sus manos señalando a su hermano, indicando que ella aceptara, pues por él no había ningún problema.

Después tomó la mano. —vamos.— hizo una pequeña reverencia a Hoseok y se dirigieron juntos a donde las demás personas bailaban.

Comenzaron a bailar juntos, se sujetaban el uno del otro pero no estaban pegados, sólo cerca.

en poco tiempo nuestro matrimonio se realizará, en tan sólo en un mes serás mi esposa.— Taehyung comenzó la conversación después de que ambos guardaban silencio.

Eunha parecía algo forzada a sonreír y mostrarse alegre, no tenía otra respuesta.

sé que no se llena de emoción tu corazón con la noticia, no quieres casarte conmigo.— Taehyung siguió a pesar del silencio.

no, no, claro que quiero, no querría ofenderlo.— Ella se acercó un poco a él.

la verdad nunca será ofensa para oídos comprensivos.— Taehyung respondió con tranquilidad.

Eunha suspiró, dejando salir esa pesadez. Temía hacerlo enfadar u ofenderlo, pero el príncipe le transmitía confianza, así que habló; —lo siento príncipe, pero no me he logrado enamorar.— confesó.

Taehyung le sonrió. —tampoco lo estoy de ti.— se acercó al oído de ella y en una voz apenas audible le dijo: —mi corazón le pertenece a alguien más.—

Eunha a reacción se separó y le respondió sin pensar. —el mío también.— en una voz alta, después de un par de segundos comprendió lo que hizo y se ruborizó mirando al suelo.

Taehyung se rió de una dulce manera. —estamos en un gran problema, ¿no lo crees?—

Ella entró en confianza con él. —lo estamos.— sonrió. —¿qué haremos? no podemos sentirnos así.—

Taehyung detuvo su baile, sujetó su mano y la llevó de la mano al castillo, a sus jardines.

Jungkook los observaba con la vista, viéndolos bailar y hablar, Hoseok llegó y se paró delante de él, cubriendo su vista. —¿estás nervioso?—

¿por qué?— Jungkook sin entender su pregunta.

por tu boda, es mañana.— Hoseok se sentó a su lado.

eres afortunado y yo te admiro, ya tienes concubina, pronto tendrás un hijo, tienes tantos talentos como .... — comenzó a hablar sin detenerse, elogiaba con sinceridad.

Mientras lo escuchaba, Jungkook observaba como Taehyung tomó la mano de Eunha y se la llevó adentro, giró el rostro a Hoseok y trató de ponerle atención.

Llegaron al jardín favorito de Taehyung, enseguida él se sentó sobre los grandes cojines que tenían para descansar.

Eunha se sentó con delicadeza a su lado. —¿me responderás?—

—no decidimos a quién amar, la vida no es tan sencilla como eso.— Taehyung observaba el paisaje a su alrededor mientras le respondía.

tenemos que casarnos, por el bien de los reinos.— Eunha entro en confianza, recargando sus manos sobre el cojín, inclinándose atrás.

Taehyung la miró por fin. —y lo haremos, pero eso no significa que debamos estar enamorados, sé que me pediste fidelidad cuando fuésemos esposos pero si tú no me amas, ni yo a ti pued ...—

Taehyung.— Eunha interrumpió sorprendida, claramente hablaba de infidelidad, no sabía cómo reaccionar. Iba en contra de las reglas, en contra de lo que ella predicaba.

Taehyung se arrodilló frente a ella y sujetó su rostro con cuidado. —Eunha quiero ser feliz, cumpliré mis responsabilidades como rey y esposo por el reino, pero quiero estar con la persona que amo, también tú puedes estar con él, no será infidelidad, no me estarías traicionando, porque ni siquiera eres mía.— dijo con tanta sinceridad.

Eunha movió su rostro, quitándole su agarre, sujetó sus manos con las suyas. —lo que propones es una locura, si nuestros padres se enteran nos matarían a ambos y a nuestros amantes porque eso es lo que serían, amantes.—

—¿y eso importa? Si no está a mi lado habré muerto de toda manera, por amor estoy dispuesto a arriesgar la corona e incluso la vida.— Taehyung se dejó caer con suavidad, recostándose al lado de ella.

¿tanto es tu amor, que estarías dispuesto a morir?— Eunha se giró y lo miró hacia abajo, sorprendida.

aunque la vida dé, creo que me faltaría para pagar éste amor, porque desde que vi esos ojos lo vi todo, ese todo que me hace soñar sin cerrar los ojos, convierte mis días en largas noches de amanecer y esos labios revelan todos mis secretos, caminaría kilómetros hasta desvanecer sólo a su lado y si se va de mí, así pasen mil personas nadie será remplazo, ni me harán temblar de la misma forma, así el tiempo siga pasando mi corazón nunca pensará en otra persona.— Taehyung dijo mirando esas preciosas nubes en el cielo, sosteniendo un suspiro en sus pulmones que contenían todo el nombre de Jeon Jungkook.

Eunha quedó conmovida, mirándolo y escuchándolo con tanto detenimiento, claramente estaba enamorado y ella no se sentía capaz de interponerse a aquello que él tenía.

Pero por otro lado su educación marcaba algo, las reglas, su deber como princesa no era éste. Aunque, ella deseaba con toda su alma llegar a sentirse así, de Hoseok por supuesto y no sabía lo que iba a pasar si no se arriesgaba.

Taehyung sintió tanto silencio que se sentó y la miró, ella giró su rostro hacia otro lado, mirando el pasto, pensaba y pensaba.

¿entonces?— Taehyung sujetó su mano.

Ella lo miró a los ojos, veía desesperación, valor, amor y un delgado hilo en esa mirada dónde lo sostendría en la felicidad o lo dejaría caer al abismo de la tristeza, todo estaba en sus manos, ella no podía hacerle tal cosa a un corazón palpitante. En su cabeza se escuchó una oración al cielo:

“Señor,
que ser valientes no nos salga caro y que ser cobarde no valga la pena.”

acepto.

Taehyung le sonrió, abrazó a Eunha, con fuerza pero también con tacto para no herirla. —gracias.— se separó.

pero tendremos que seguir guardando las apariencias.— ella dijo con una sonrisa también.

estoy de acuerdo.— Taehyung estaba feliz y radiante.

regresemos a la fiesta, tienen que verte ahí.— Eunha se levantó, la siguió Taehyung y salieron juntos a la fiesta, se unieron a la demás familia.

Jungkook sólo estaba confundido de aquello, pero caía la tarde y así el anochecer llegaba, podría preguntar más tarde el por qué Taehyung toda la demás fiesta se la pasó con Eunha diciéndose cosas en el oído, bromeando, riendo y conversando pero sobre todo; sin prestarle atención a él.

Sobra decir que Jin y Namjoon estaban complacidos de verlos unidos de esa forma.

Por fin, pasó el día.

Apenas salía la luna cuando Namjoon decidió que era hora de irse, así que tomaron marcha a su castillo de vuelta, en cuanto subieron a la carroza Jungkook se quedó dormido recargando la cabeza hacia atrás y cruzando los brazos.

Eunha pensó que era extraño, aún era temprano, pero sólo Jungkook y ella iban en la carroza así que no lo molestó, excepto cuando llegaron, lo despertó y él aún adormecido bajó.

Su padre lo miró pero seguía sin hablarle, así que miró a Tiffany y lo señaló.

¿venías dormido?— al ver su rostro aún adormecido su madre le dijo mientras bajaba a Yoongi a caminar.

sí, fue un día largo, deseo irme a dormir lo antes posible.— él talló sus ojos.

aún no puedes dormir, tienes un deber, sigue a tu padre.— Tiffany dijo, mientras Namjoon entraba al castillo.

Jungkook lo siguió con algo de enfado, teniéndose a un par de pasos no era capaz de dirigirle la palabra.

Namjoon los condujo a la oficina a ambos. Estando ahí, sólo estaban parados, sin hablar.

El príncipe observaba la ventana, viendo como la noche caía en oscuridad, preocupado porque ya tenía que irse.

Enseguida entraron un montón de criadas, con material de costura y una de ellas con un traje, quien se lo extendió a Jungkook.

Jungkook lo observó, parecía algo viejo, con insignias de años, una banda oficial de la realeza Jeon, y orillas con hombreras doradas, miró a su padre después de ver aquel traje.

Namjoon le señaló el traje y después lo señaló a él.

¿es vuestro traje de boda, padre?— Jungkook le preguntó sosteniéndolo.

El rey le tronó los dedos indicándole que se lo pusiera.

Jungkook quiso resoplar, molesto se lo colocó sin reclamar más, le quedaba algo largo pues su padre es más alto y sí, era su traje de bodas. Que siempre estuvo destinado a que el mayor de los Jeon lo usara cuando contrajera matrimonio y ésta era la ocasión.

Enseguida las criadas empezaron a colocar alfileres doblando la ropa, haciéndole los ajustes, en cuanto lo ajustaron Jungkook se lo quitó y lo entregó a la costurera, colocó el suyo de nuevo y miró a su padre. —¿me puedo ir a dormir?—

Namjoon con la mano le indicó que se fuera.

Jungkook le hizo una reverencia, al darse vuelta, desesperado se giró a su padre quien llevaba días sin dirigirle correctamente la palabra. —¿me casaré mañana?— harto de esa actitud.

Namjoon lo miró. —¿de verdad aún no lo sabías?— con una sonrisa irónica.

lo sabía, sólo quería escucharlo de vuestros labios, buenas noches.— Jungkook le dijo serio y girándose, saliendo de la habitación.

Éstos últimos dos días el rey había mandado a decorar, flores y todo, a pesar de ser Jeon Namjoon, era algo bastante sencillo sin tantos invitados, Jungkook observó una puerta que daba directo al jardín y observó el supuesto altar donde serían casados, giró los ojos y empezó a subir por las escaleras.

Escuchó pasos detrás de él, pensó que era su hermana hasta que sujetaron su brazo y observó que era Jisoo; —príncipe.— con felicidad.

—¿sí?— Jungkook no se giró, solo volteó el rostro, pues ya estaba desesperado por la hora.

ya quiero prometerle amor eterno en el altar.— ella con un tono dulce.

entonces ve a dormir, mañana será un día largo y necesitas estar descansada.— Jungkook se quitó de su agarre y siguió caminando a su habitación.

Jisoo se dio la vuelta hacia el otro lado y se marchó a su habitación, triste.

Y Eunha observó todo y fue tras Jungkook, le pareció mal educado, no tenía por qué tratarla así. —¡Jungkook!— molesta.

Su hermano mayor ni siquiera la miró. —ahora no.— dijo en forma agresiva, entró a sus aposentos, tomando todo lo necesario para irse. Ya estaba frustrado porque no quería tardar y que Taehyung pensara que lo estaba dejando plantado, menos en su cumpleaños.

Eunha odió tal actitud, le recordó a la de su padre, quien solía hacer lo mismo cuando ella o Tiffany hablaban con él. Se marchó a sus aposentos.

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