Efe epílogo
Hanyang 1438.
La capital se despertó de fiesta y vistiendo de gala, todos y cada uno de los habitantes, desde el más humilde cheonmin hasta el más alto funcionario salieron a las calles a dar gracias al cielo y los ancestros por cada año de abundancia, prosperidad y paz, el rey Sejong el grande había cubierto a la dinastía Joseon de gloria, gracias a él el pueblo se había independizado de Yuan, y ahora podían escribir en una lengua más fácil y asequible, disfrutaban de mecanismos de agua que permitían mantener una buena higiene y por consiguiente se elevaran las tasas de salud y vitalidad, durante su mandato el pueblo siempre gozó de buena alimentación, además de una fuerte protección en sus fronteras que evitó ataques y masacres.
Aquella mañana todos se dispusieron a levantarse con la primera campanada que anunciaba la hora la de paru, y con el sol aún escondido detrás de las montañas y el lejano cantar de los pájaros y las aves de corral, salieron al camino a reunirse para despedir una era y dar la bienvenida a otra, porque Sejong el grande había abdicado el trono a su hijo el príncipe heredero Yifan, ahora Sejo, quien continuaría con el legado de su padre, Yifan tendría su ceremonia de coronación esa misma mañana y luego la procesión haría su desfile por toda la calle central de la capital para mostrar al pueblo su poderío, y dejar abiertas las festividades durante toda una semana, donde el palacio abriría sus puertas y repartirían comida, bebida y dinero a los aldeanos.
Todo estaba en silencio, los pueblerinos, reunidos en una larga fila a ambos lados del camino desde la misma puerta del palacio central donde se estaba llevando a cabo la ceremonia, y hasta el comienzo del muro de la aldea de los cheonmin esperaban expectantes, escuchando el lejano sonido del tambor de ceremonia con sus pieles erizadas de emoción y sus bocas mudas de respeto, hasta que el simbólico reloj de agua resonó anunciando la hora de culminación y todo comenzó, serpentinas de colores estallaron volando por encima de los muros del palacio, uniéndose a los gritos y vítores de los que afuera esperaban la primera y única oportunidad que tendrían para poder mirar el hermoso y real rostro del nuevo rey.
La procesión comenzó liderada por el palaquín que en viajaba Yifan sin velo de por medio, su cabello suelto en largos mechones que caían por su espalda le otorgaban un aspecto jovial y hermoso, y el delicado recogido en la parte posterior de su cabeza, donde brillaba ahora la pequeña y redonda corona mostraba el poder del que gozaba, el rey observó a su pueblo inclinar su cabeza en señal de respeto y luego mirarlo sin miedo, grabando en sus retinas su perfecto rostro para no olvidarlo jamás, detrás de él la reina Soheon y ex rey Sejong saludaban, y a ambos lados de ellos el príncipe Yixing y un renovado y a todas luces saludable príncipe Minseok iban a caballo, todo se mantenía en el orden estipulado, los guardias reales vigilaban cada movimiento al mando del general Jondae y al lado derecho de Yifan un soldado de alto rango y fuerte rictus, con marcadas ojeras miraba con ojos de halcón todo a su paso, pero de la nada las puertas de la cuidad se abrieron y un gran número de personas hizo su entrada.
El sonido de tambores se filtró y un grupo de bailarinas contorcionándose hábilmente pudo verse, portaban vestidos traslúcidos de seda roja que se vapuleaban con el viento mostrando piernas blancas y delgados brazos que escandalizaron a más de una señora y llamaron la atención de todos los hombres presentes, Zitao levantó su mano y la procesión real se detuvo al instante, los mayores de la familia fueron evacuados en el acto y los príncipes y altos mandos rodearon al rey, sin dejar de observar a los extraños y su desfile de colores y dragones enormes que caminaban y bailaban en dos piernas, hombres escupiendo fuego y animales exóticos en grandes jaulas, Yifan miró a sus súbditos y evalúo sus reacciones, algunos se escondían obviamente temiendo a lo desconocido y otros más sagaces miraban a los forasteros con una mezcla de curiosidad y eufórica.
El monarca detuvo con una señal y un seco —No —a su guardia, que desenvainando su espada se disponía a bajar del caballo.
—Creo que debes regresar...
—No puede regresar ahora Yixing, es el rey y éste es su desfile de iniciación... ¿Rey Sejo que debemos hacer? —intervino Minseok sin dejar de mirar a los extraños con ojos agudos.
—Esperemos a que se presenten —dijo el rey en el mismo momento en que todos los forasteros se hacían a un lado y seis hombres y tres niños portando ropas finas de vivos colores y sombreros negros de junco que cubrían sus rostros se colocaban al frente, entonces quién parecía ser el líder de la banda se adelantó y haciendo una pequeña reverencia habló con una voz grave y extrañamente conocida.
—La familia Park ha venido desde lejos a brindar sus saludos al nuevo rey de la dinastía Joseon, trayendo consigo entretenimiento para sus majestades.
Todos los miembros de la mencionada familia Park se inclinaron ante el rey y éste, sonriendo ampliamente y dando una extraña mirada a sus hermanos, alzó su voz para alegría de todo el pueblo.
—Entonces tú y tu familia serán bienvenidos a mostrar sus habilidades esta noche en la plaza del comercio... Pero primero quiero que entres con tus líderes a palacio, debo saber todo sobre ustedes, mi guardia se encargará de instalar a tu gente.
Zitao acató la orden y Yifan después de una última mirada ordenó dar media vuelta.
—¿Son ellos verdad? —preguntó Minseok sin discimular su exitación.
—Por supuesto que sí... Familia Park —rió el rey bajito mientras se adentraba en el palacio.
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El pabellón de la sala común fue habilitada con todo tipo de alimentos y bebidas y Yifan se sentó en el centro a la cabecera de la mesa, teniendo a la derecha a Minseok, a la izquierda a Yixing que en silencio le preparaba algo de tomar y detrás de él como siempre a Zitao, las puertas se abrieron y todos se pusieron de pie para la confusión de Yixing quien torpemente imitó la acción enfocando sus ojos en los recién llegados, y estos una vez frente a ellos se deshicieron de su sombreros sonriendo ampliamente.
—¡Al fin! —habló el rey acercándose con los brazos abiertos a sus hermanos comenzando un abrazo grupal al que se unieron los otros dos después de haber salido del trance.
—Woa mírate estás más viejo... —se burló Sehun en medio del abrazo.
—Y tú más prepotente —se defendió Yifan propinándole un suave empujón.
—¡Eran ustedes no lo puedo creer!
—Pensamos que lo habían descubierto desde el primer momento... —se quejó JongIn mirando a un consternado Yixing.
—Yo lo sospeché de inmediato pero las mujeres me hicieron dudar —dijo Minseok.
—Esa fue mi idea... ¿Son perfectas verdad? ¡Ouch!
—Eres un imbécil Park Chanyeol.
Yifan se quedó estático en su sitio mirando a Baekhyun, y éste después de amenazar nuevamente entre risas a Chanyeol, con suma confianza le sonrió radiante ajeno a la turbación de la que era preso el rey, quién en sus adentros pensaba que nunca lo había visto más hermoso como esta vez, en que la madurez le otorgan un brillo y una energía tan atrayente como su ingenuidad en el pasado, un pequeño toque en su hombro por parte de Yixing y un carraspeo detrás de él le hizo volver de su trance y Yifan se volteó de un lado al otro encontrándose con los brazos cruzados de su hermano adoptivo y la escrutadora mirada de su guardián que con una ceja en alto en mudo reproche le observaba, y el rey irguiéndose dignamente se volvió.
—¡Oh! ¡Byun Baekhyun!
—Es un placer volver a verlo alteza —sonrió éste inclinándose respetuosamente.
—¿Y, cómo pude distraerme de esta manera? ¡Kyungsoo!
—Alteza... Es siempre honor estar en su presencia.
Yifan asintió con una sonrisa posando sus ojos esta vez en el rostro de Luhan, quién se limitó a reverenciar y tomar los hombros del pequeño niño que tímido se escondía tras sus faldas.
—¿Y estos niños? —quiso saber Lay colocándose de rodillas frente a un pequeño de cuatro años, que tomando la mano de Baekhyun lo miraba como una hormiga a un elefante.
—Este es ChanHyun.... Señaló Baek sonriendo con ternura.
—El es Sehun —dijo Luhan rodando los ojos divertido a la mueca orgullosa de su marido, mientras cargaba en brazos al niño.
—Y este es Taeoh... —culminó Soo mirando las caras estupefactas del rey.
—¿Son...?
—Nuestros hijos —cortó Chanyeol evitando lo que sabía seguía a la interrogante —Desde los tres, cinco y siete meses de nacidos respectivamente.
—Pero Taeoh es idéntico a tí —dijo Yifan mirando al pequeño y luego a JongIn alternativamente.
—Casualidades de la vida...
El más alto negó sutilmente y sonrió reiterando el abrazo otra vez e invitándolos a la mesa donde comieron y conversaron por horas poniéndose al tanto de sus vidas, Chanyeol, con la ayuda de JongIn y Sehun le contó a sus hermanos como luego de meses sin saber a dónde ir, un anciano eunuco dueño de un circo ambulante les había dado cobijo y trabajo, enseñándoles a domar bestias y trucos de magia, sus vidas comenzaron a ser lo que soñaron una vez se adaptaron a la vida nómada, y las personas que los rodeaban se adaptaron a ver hombres en pareja, entonces un día Chanyeol y Baekhyun despertaron en plena madrugada movidos por el llanto de un bebé, pero al salir de la tienda descubrieron tres, dos completamente dormidos y uno desconsolado, de quién Baek luego de hacerlo dormir en sus brazos quedó totalmente enamorado, el viejo Park como se hacía llamar murió dos años después, y Chanyeol quien para esas fechas ya se había ganado el respeto de los nómadas quedó como heredero del circo al lado de sus hermanos, y desde entonces vivían de pueblo en pueblo sin tener hogar fijo, las horas continuaron pasando y Baek, Soo y Luhan se retiraron para asearse y asear a los bebés recordándoles la presentación de esa noche.
—Imagino que se quedarán un tiempo —dijo Yifan entrelazando sus manos sobre su regazo y recargando su espalda en la silla, al tiempo que Yixing se recargaba en su hombro.
—No... —negó Chanyeol mirando hacia atrás donde su esposo e hijo caminaban, sonriendo cuando el primero presintiéndolo, volteó su cabeza encontrando sus ojos y vocalizando un "Te amo" atravesó las puertas. —Mi lugar ya no está aquí Yifan... Mi vida ahora está en el camino, allá, en cualquier lugar de allí afuera junto a él, junto a mi familia.
—Siento envidia de tu libertad... Porque a veces el trono puede ser un lugar muy solitario...
—Yo sé que nunca estás solo... —susurró Chanyeol mirando de soslayo a Zitao y a Yixing que de manera muy diferente permanecían atentos a él y Yifan tuvo la delicadeza de parecer tímido.
—¿Entonces te marcharás?
—Esta madrugada en cuanto despunte el alba.
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Baekhyun dejó al pequeño ChanHyun durmiendo la siesta en su cama y salió a caminar los pasillos, antes de llegar al palacio había jurado que no sentiría nostalgia alguna, pero ahora estando allí su corazón se estrujó lleno de recuerdos, sonrió cuando a lo lejos divisó el ala donde descansaban las doncellas sin marcar, recordando los días en que era abrazado y besado como si de un muñeco se tratase, caminó hasta el área de la cocina pasando cerca de su antigua habitación, allí donde Soo le había encomendado por primera vez atender a su cuarto príncipe, luego recorrió el patio central y rió mirando el reloj de agua al recordar a Luhan escondido detrás como si su vida dependiera de ello, atravesó con el corazón acelerado lo pasillos donde se encontraban las antiguas habitaciones de Chanyeol, esas donde muchas veces lloró de impotencia y gimió de placer, y por último miró de lejos el patio aquel donde llorando fue testigo de un asesinato que trajo consigo su libertad, Baekhyun sonrió sintiéndose pleno porque después de tanto tiempo deseando volar, ya fuera él mismo o su alma, al fin lo había conseguido y ahora era feliz, su vida era diferente porque todas sus ganas de libertad se unieron en una, y lo habían convertido en viento, ahora podía moverse de un lado a otro, ahora ya nada le ataba.
—¿Señor...? —lo llamó una doncella —El niño se despertó y lo llama.
Baekhyun asintió riendo para sí... —Casi nada.
Esa noche hubo baile y fiestas de las que no se acostumbraban a ver por esos lares, la gente supo por primera vez lo que eran realmente cosas extraordinarias como ver a un hombre tragar espadas o una mujer contorcionar su cuerpo como si no tuviera huesos, pero en la madrugada la caravana partió en silencio y sin avisar, nadie supo a donde se dirigieron ni si volverían a verlos, sólo que en medio del camino un hombre pasó mucho tiempo mirando el palacio y después de hacer una reverencia, se perdió con la salida del sol.
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Dios mío esto ya se acabó... Les traigo el epílogo nenas, es corto pero si les soy sincera me gustó mucho... Yifan picarón.... En fin, quiero decirles que estoy muuuy tentada a hacer una pequeña segunda temporada de este fic con la historia de Yifan rey, es que tengo mucho material y, amo la historia de Corea de Sur es muy rica, además un Baek guerrero me tienta, pero esto depende de ustedes, ¿Les interesa o creen que ya hasta aquí está bien? Por cierto la foto de arriba es nuestro famoso reloj de agua.
Por otra parte les anuncio que mi
próximo Fic se llama "Elígeme" y ya está avanzando, es Chanbaek obviamente, romántico y fantástico... digamos... mitología coreana, no diré más pero espero cuando lo suba le den una oportunidad, sin más me despido, disculpen la super nota más larga que el cap y recuerden que las amo 3000, gracias por votar y comentar, y mil gracias a todas las que me siguen, chao babys bu.