Capítulo 3: El Trato.
Todos se quedan un momento observando el hermoso espectáculo. Un planeta completamente hecho de cristal transparente y puro; con el portal en el centro irradiando luz en todas direcciones.
- Me imagino que aquel es el ascensor –dice ElRey señalando otro haz de luz que sale desde el planeta en el cual se encuentran-. Vayamos.
Luego de caminar durante algunos minutos llegan a una plataforma idéntica a la que los trajo hasta donde están, pero ésta es de color azul constante, ya que el planeta gira alrededor de la estrella dándole siempre la misma cara.
- Vayamos –dice ElRey-.
- No –dice Pundarika-, voy sola.
- ¿Qué? No reina ¿Cómo que vas tu sola?
- ¿Recuerdan que Agni nos dijo que en la estrella nos espera el hemisferio? Pues yo tengo la tarea de llegar a un acuerdo con el mago y, si ustedes van, de seguro los eliminan y a mí también por tratar de ayudarlos. Así que no queda otro remedio.
- Tiene razón Rey –dice Pitufo-. A mí tampoco me agrada la idea pero es lo más sensato.
- Pero ¿Cómo quieres que me quede aquí tranquilo esperando que vayas tu sola a enfrentarte a ésos monstruos? –dice ElRey- ¿Qué clase de novio sería?
- La clase de novio que confía en su novia. Yo sé el peligro que corro, pero no tengo miedo. Al final, quizás sea la misión más importante en mi vida y lo voy a hacer con o sin tu apoyo. Aunque quisiera que me apoyaras.
- Dale la oportunidad Rey –dice Joscar-. Tu novia es muy inteligente y valiente. Sé que lo va a conseguir.
- Tú no entiendes Joscar, eres a penas un niño.
- Ser un niño no me hace menos inteligente. Yo confío en Pundarika y creo que todos los aquí presentes también, no entiendo por qué tu no.
Pasan unos cuantos segundos. ElRey observa fijamente la estrella central.
- Está bien reina, cuentas con mi apoyo.
- Gracias Rey. Gallinita estás bajo el control de ElRey29871 –dice Pundarika, luego toma su pistola y se la entrega-. Toma.
- ¿Pero qué haces? –dice ElRey pareciendo desconcertado-.
- Si voy a ir como embajadora, no puedo ir armada. Además no quiero correr el riesgo de asustarme con algo y siquiera pensar en atacar.
- Es arriesgado Pundarika –dice Pitufo-. Por lo menos llévate al fénix.
- No Pitufo, en realidad a la hora de un ataque Gallinita no va a poder contra esas I.A. y, si me eliminan, por lo menos les quedará alguien que los cure. Nos vemos Rey –y dándole un beso en los labios a su novio se introduce en el haz de luz-.
En unos segundos se encuentra volando a toda velocidad hacia la esfera de cristal. Luego se invierte la posición de su cuerpo y aterriza suavemente sobre su superficie. Pero apenas se da cuenta de donde está, se ve rodeada de unas mujeres hermosas de dos metros de altura, vestidas completamente de negro, cabello oscuro y largo que flotan como si estuvieran sumergidas en agua. Llevan en las manos sendos arcos con flechas negras y sobre sus cabezas la etiqueta "Valquiria: I.A. 04".
Al verse rodeada Pundarika alza sus manos y las coloca en la nuca y dice.
- No vengo con intenciones de atacar.
- Eso lo sabemos P.J. –contesta una de las I.A.-, lo que no entendemos es el por qué.
- Necesito hablar con el mago.
- No entendemos cual es el motivo para querer dirigirte a El Guerrero. Sin embargo tenemos órdenes de nuestro comandante de atacar a cualquier P.J. que aparezca en éste planeta.
- ¿Y puedo hablar con su comandante para que sea él quien tome la decisión?
- Nos parece lógico. Te llevaremos con él.
Y comienzan a moverse. Luego de unos minutos puede verse la figura de cuatro metros del comandante. Es otra mujer, pero esta vez vestida de azul cielo, con el cabello rubio y una especie de látigo en la mano. El SITIR la etiqueta como "Hamingja: I.A. 03 ".
- Hola comandante -comienza a decir Pundarika pero Hamingja le hace una señal con la mano para que se detenga-.
- El Guerrero está al tanto de tus intenciones y dio órdenes a través de mi general a que seas escoltada ante él. Valquirias, escolten a la sanadora ante El Guerrero.
Entonces comienzan a moverse hacia donde se ven cuatro figuras gigantes que rodean al mago. Las figuras de ocho metros de alto también son mujeres vestidas completamente de blanco y cabello plateado; en sus manos llevan unas cuerdas muy finas como telarañas que les cuelgan de los dedos y sus etiquetas dicen "Norna: I.A. 02". En el centro de estas está el mago, completamente inmóvil, con sus piernas ligeramente separadas y su martillo apoyado en el suelo. Entonces voltea y con su único ojo observa a Pundarika.
- ¿Qué quieres P.J.?
- Buenas señor Guerrero. Vengo con la única intención de pedirle por favor que libere el bloqueo que mantiene cautivas a las personas en las cápsulas S.R. para que no mueran.
- Tu requerimiento es imposible. Tengo órdenes directas del Admin Asimov de no levantar el bloqueo en el sistema de entrada y salida.
- ¿Y no hay manera de desobedecer ésa orden?
- No, solo otro Admin puede anularla. De otra manera solo podría dejar de desobedecerla si chocara con otro de mis objetivos principales. En ése caso debo hacer un estudio comparativo de la potencialidad basado en mis objetivos secundarios.
- Disculpe pero, no entendí.
- Mis dos objetivos principales son obedecer las órdenes de los Admin y proteger el paraíso. Pero si, por ejemplo, un Admin me ordenara no protegerlo, entonces tengo que recurrir a mis objetivos secundarios para resolver la disyuntiva.
- Ya veo ¿y qué pasaría si te hago la siguiente propuesta? Deja salir a los P.J. que se encuentran dormidos y algunos de los que estamos despiertos te ayudaremos a proteger el paraíso contra los soldados.
- Eso crearía una disyuntiva en la que el peso lo tiene obedecer las órdenes del Admin, ya que la protección del paraíso es posible sin la ayuda de los P.J.
- Pero la situación puede cambiar. Pueden mandar más soldados. Además están las verdaderas intenciones de ellos. ¿Saben que no solo quieren llegar al paraíso sino destruir a todas las I.A. del hemisferio para apoderarse del último mago?
- Sí, eso ya lo sabemos.
- Pues nosotros no solamente los ayudaremos a evitar que entren al paraíso, sino que nos comprometemos a defender a los magos.
- Eso cambia las cosas, ya que uno de nuestros objetivos secundarios es proteger la reliquia. Al haber un objetivo principal y uno secundario alineados, el análisis de potencialidad indica que debe darse prioridad a éste.
- ¿Entonces?
- Entonces, si los P.J. se comprometen a ayudarnos a defender al paraíso y a los magos con la condición de levantar el bloqueo podremos hacerlo. Pero temporalmente y solo para los espectadores y P.J. que hayan sido eliminados. No podemos arriesgarnos a que los soldados obtengan la reliquia y la extraigan del sistema.
- Está bien, trato hecho.
- Pero hay otro problema. El sistema de detección de Intención. Nosotros no podemos evitar atacar a quienes tengan la intención de llegar al paraíso y obtener la reliquia. Por lo tanto los P.J. que deseen unirse a nosotros deberán demostrar sus intenciones. Pero no a las I.A., nosotros simplemente analizamos sus respuestas fisiológicas, sino a sí mismos. Es la única manera de que el sistema no los marque como enemigos.
- Ya veo, por eso lo usan ¿Y cómo hacemos eso?
- Peleando a nuestro lado. Quienes lleguen a éste planeta con la intención de pelear a nuestro favor no serán atacados.
- Está bien, pero saben que no tenemos la fuerza para eliminar a todos ¿verdad?
- Sí, solamente aguanten con nosotros durante unos minutos y luego, cuando mis cálculos lo determinen, les daré la orden de partida para que entren al portal. Después, durante la migración de nodo, aprovecharé los tubos de comunicación cuántica para informar a los demás magos de la situación, así como para levantar el bloqueo y sacar a todos del sueño profundo de una manera segura; pero una vez comenzado el próximo mapa el bloqueo volverá a implementarse hasta que los Admin lo ordenen.
- ¿Me da su palabra?
- ¿Mi Qué?
- Bueno, si es verdad que usted es una I.A., disculpe, creo que puedo confiar en que hará lo que dice.
- Es lógico.
- Con su permiso, voy a informar a mis amigos para que vengan a ayudar en la defensa.
- Apresúrate, falta poco para que llegue un grupo de soldados y P.J.; y otra cosa Sanadora.
- ¿Qué?
- Puedo garantizarte que si cumplen con la intención de ayudar, ninguna de las I.A. del hemisferio los atacarán. Sin embargo las I.A. de nivel 5 no están bajo nuestro control y su programación es distinta. Por lo general son más agresivas.
- Pues tendremos que hacerles frente.
- Me temo que sí. Nos vemos.
Y acompañada de las Valquirias Pundarika se dirige al haz de luz que la llevará de regreso al planeta donde está el resto del grupo.
Una vez que se encuentra con los demás les explica el trato al que llegó con el mago.
- No nos queda otra salida –dice Costa-. Por los momentos tenemos que comprometernos a ayudar al hemisferio y una vez que suelten a los cautivos veremos.
- No, -dice Pitufo-. Si detectan el más mínimo fallo en nuestras intenciones nos atacarán. Si vamos a hacer esto tenemos que comprometernos a ayudarlas hasta el final. Pero aquí tenemos que sincerarnos. Por un lado todos queremos salvar a los que se encuentran atrapados en las cápsulas ¿estamos de acuerdo?
Todos contestan afirmativamente.
- Pero al final de todo esto ¿Qué queremos? Ya no creo que haya premio por llegar al paraíso. Solo estamos tratando de sobrevivir a la eliminación del reloj. La pregunta es: ¿Qué es preferible: ayudar a los soldados norteamericanos o de cualquier otro país a capturar al mago para su uso? ¿o ayudar a las I.A. a defenderse de quienes pretenden apoderarse de ellas para, como dijo la mujer del tigre, usarlas como esclavos? Yo, personalmente, prefiero ayudar a las I.A. además de rescatar a Amado y a la mamá de ElSegador. Y de eso estoy profundamente convencido.
- Yo siempre tuve la intención de ayudar a las I.A. –dice Pundarika-.
- Yo quiero salvar a mi mamá y me parece divertido ayudar a los magos –dice ElSegador-.
- Yo también quiero ayudar a la mamá de Tomas, pero también me parece justo defender a las I.A. –dice Joscar-.
- Yo les diré algo –dice Costa-. Saben, antes de que comenzara el evento, fui testigo de una prueba especial dirigida por la gente del nodo. En esa prueba, literalmente, ejecutaron a un soldado sin que nadie pudiera ayudarlo. Y, no me lo van a creer, pero pude ver que al final el pobre lloraba. Así que desde ése momento pensé: "ojalá las I.A. les dieran una paliza a los humanos". Ahora puedo ayudarlas a dar ésa paliza y eso me pone muy feliz.
- ¿y tú Rey? –pregunta Pundarika-.
- Bueno Reina, cuando todo esto comenzó para mí solo era un vídeo juego más. Pero, a medida que fue avanzando, me di cuenta de que los humanos no solamente podemos amar a otros de nuestra misma especie sino que, además, podemos amar a otros animales, plantas e incluso objetos inanimados. No es el objeto en sí, es el amor que sentimos por él lo que lo hace especial. Y no me refiero al materialismo y la posesión, sino a la empatía que podemos desarrollar. Es como si hubiese algo de nosotros en él. Fíjense cómo amamos a nuestras mascotas virtuales. Lo que yo sentí por Simiolón cuando fue eliminado fue real. No hay un aumento o disminución de sentido que apaciguara mi dolor; un dolor que aún siento, porque ése gorila fue una buena mascota. Así como lo fue Dientes. No sé qué otro nombre darle a éste sentimiento, o si simplemente será una respuesta de la condición humana como especie social. No lo sé, lo que sí sé es que me parece injusto tratar a estos seres como esclavos; así sean creados por nosotros mismos; aunque no tengan almas ni sentimientos, no se merecen que los traten así, o por lo menos yo no merezco ser la clase de persona que trate a otro ser de una manera tan cruel. Y permanecer con los brazos cruzados me hace cómplice del crimen, por lo tanto mi decisión es ayudarlos a defenderse, ya no de jugadores, sino de soldados profesionales con intenciones reales de obtención de poder.
- Que hermoso Rey –dice Pundarika-.
- ¡Ay por favor, que cursi! –dice ElSegador-.
- Yo lo dije, parece una telenovela –dice Costa-.
- Bueno –dice Pitufo-. Si todos estamos de acuerdo entremos a la luz ésa.
Todos se transportan al planeta de cristal donde los esperan las I.A. del hemisferio.
Al llegar se encuentran rodeados de las valquirias que los observan detenidamente como si estuvieran estudiándolos. Entonces el pitufo le dice a una de ellas.
- Necesitamos reunirnos con el mago para conocer su estrategia.
- Sí, estamos aquí para escoltarlos hasta él.
Comienzan entonces a desplazarse por la superficie cristalina. Es una extraña sensación, como caminar sobre hielo, pero sin el frio y sin lo resbaladizo. Y debajo de ellos, en el núcleo, brilla el portal con gran intensidad.
- Costa –dice pitufo- si vamos a hacer esto voy a necesitar comunicarme de manera urgente con la gente del nodo.
- Eso pensé, tan pronto como Troy se comunique conmigo le informaré.
Unos minutos más tarde los seis P.J. están frente a frente con el mago.
- Sé que están aquí para coordinar la defensa del portal. Nuestras valquirias se encuentran apostadas alrededor de los haces transportadores de los doce planetas principales que dan acceso a la estrella central. Los haces solo permiten el traslado de un P.J. a la vez, por lo que no nos será difícil controlar la situación.
- Disculpe señor mago –dice ElPitufo-. Como se dará cuenta, nosotros llegamos a éste planeta mucho antes que ningún otro jugador. Eso es porque encontramos una forma de desplazarnos rápidamente sin necesidad de usar los Jet Pack. Además, no sabemos qué insertaron los técnicos del nodo 09. Por lo tanto debería tener más vigilancia en sectores alejados de los haces.
- Tienes razón, enseguida doy las órdenes.
- Me imagino que aquella plataforma de allá es el acceso al portal.
- Si –contesta El Guerrero-. Es un haz que lleva directamente al centro del planeta. Ustedes se quedarán en ésta zona para proteger la entrada al núcleo y evitar que corran más riesgos.
- Perfecto –finaliza la conversación ElPitufo69-.
Luego de haber transcurrido unos minutos comienzan a verse explosiones en el horizonte; y la intensa luz que generan pasa a través del cristal que forma el planeta, produciendo un juego de colores hermosos en el suelo en el que se encuentran.
- Tenías razón P.J. –dice el mago-, están llegando mediante el uso de máquinas voladoras impulsadas por fuego. La base de datos las cataloga como propulsión iónica. Pero son bastante lentas y hemos podido destruir algunas en el aire.
Unos instantes más tarde puede verse a la distancia una especie de nave de transporte cuadrada, con cuatro motores que despiden una llama azul y que logra aterrizar esquivando las flechas de las valquirias que disparan. Al abrirse la puerta salen no menos de cincuenta individuos entre soldados y P.J.
Entonces los comandantes llamados Hamingjas encienden sus látigos como si fueran de fuego azul y comienzan a golpear con ellos a los soldados, eliminándolos de un solo golpe. Mientras tanto el mago y sus generales mantienen sus posiciones. Cuando de pronto tres transportes más descienden directamente sobre ellos.
Al percatarse de esto una de las cuatro Nornas, que cumplen la función de general, lanza su hilo plateado que comienza a alargarse cada vez más a medida que brilla con una luz intensa. Pasa por encima de la nave y gira a su alrededor sin tocarla, solamente formando un rollo de hilo en el aire y entonces, mediante un movimiento de su mano, el general lo encoje y el rollo se cierra cortando la nave en decenas de pedazos y haciéndola estallar antes de acercarse al suelo.
Pero las otras dos naves consiguen aterrizar y de ellas salen montones de P.J.; el mago se agacha mirando directamente a la nave más alejada, levanta una de sus manos y rápidamente forma una nube sobre los soldados que bajan de esta; luego la voltea y hace un movimiento como si tratara de aplastar un insecto. Entonces de la nube salen miles de esferas de hielo que forman algo que parece más una tormenta de meteoritos que de granizo.
Una gran cantidad de soldados y jugadores resultan eliminados, pero otros continúan acercándose hacia la plataforma del núcleo y al ver al grupo de Joscar no saben qué hacer. En ese momento Yumi comienza a disparar rayos laser que impactan a los Soldados.
- Concentren el fuego en los soldados, eviten disparar a los P.J. –grita Pitufo mientras comienza a disparar-.
Logran eliminar a varios soldados más que todo porque éstos no se esperaban que los P.J. los atacaran, pero al darse cuenta comienzan a dispararles y ordenan a los otros jugadores que hagan lo mismo. Pero la mayoría solo corre hacia el haz que los lleva al portal.
La lucha se hace cuerpo a cuerpo. Una nave más aterriza llevando refuerzos a los soldados. Las valquirias disparan sus flechas; las Hamingjas con sus látigos repelen el asalto; las Nornas envuelven y destruyen con sus hilos a varios soldados y P.J. a la vez; y el mago Golpea a todo el que puede con su martillo. Pero son demasiados. Entonces El Guerrero se dirige al grupo de Joscar.
- Pueden irse, ya demostraron sus intenciones, yo cumpliré mi parte del trato.
Rápidamente y sin dudarlo Joscar, ElPitufo, ElRey, Pundarika, ElSegador y Costa se unen al rio de jugadores y soldados que entran en el haz de luz empujándose unos a otros junto con las decenas de mascotas.
Un par de minutos más tarde están los seis en su respectiva habitación blanca.
Mientras en un salón enorme, frente a un trono gigantesco, incluso para El Único, Serafín 03 observa que en la puerta de entrada un gran ejercito de P.J. y soldados avanzan hacia su posición subiendo una escalera. Él sabe que difícilmente podrán resistir un par de mapas más. La cantidad de ángeles bajo su mando es menos de la mitad de lo que habían cuando comenzó el evento y, aunque la cantidad de arcángeles y serafines se mantiene, ahora los P.J. más los soldados los superan en número.
En ése momento comienza la batalla, no muy diferente a las que ya ha librado en otros mapas. Pero, apenas comienza, el mago da la orden de retirada. Entonces se alejan del portal dando paso libre, pero mientras los P.J. solo se limitan a entrar por el portal, los soldados persiguen a los ángeles para eliminarlos.
- A los soldados solo les importa eliminar a la mayor parte posible de nuestros hermanos –le comunica Serafín 03 a El Único-.
- Sí, ya lo comprobé, lo que más les importa es obtener la reliquia. Orden de retirada. Aléjense lo más que puedan del portal para que no nos sigan. Usen el vuelo si es necesario.
Entonces salen volando del salón donde se encontraban y los soldados simplemente dan media vuelta y se dirigen al portal para evitar ser eliminados por el reloj.
Pero serafín 03 sabe que, si las cosas no cambian, no podrán cumplir sus objetivos y, quizás en el próximo mapa o a más tardar en el que sigue, serán eliminados por completo.