Lunes, primer día de exámenes.
En los rostros de los estudiantes de último año se notaba el estrés y el nerviosismo por el inicio de los exámenes, después de todos, eran las últimas pruebas que rendirían para terminar con el ciclo escolar. En tanto, Soobin se encontraba en el aula, sentado en su respectivo pupitre mientras repasaba sus apuntes, no se consideraba a sí mismo como un estudiante excepcional pero se mantenía al margen con sus calificaciones.
Le hubiese gustado estar cerca de su novio pero lastimosamente, Yeonjun estaba en otro salón de clases y aunque compartían dos clases, en los exámenes, cada curso sería evaluado de manera separada. Por tanto, las únicas veces que se verían, en dado caso, sería en el descanso y eso, si es que tenían tiempo para hacerlo.
—¡Soobin! —La chillona y cantarina voz de Yeji, resonó en sus oídos, la chica entró al aula y tomó asiento junto a él. —, te extrañé.
Hwang Yeji era algo así como su mejor y única amiga, ella era muy agradable y linda, solían pasar mucho tiempo juntos.
—Yo también. ¿Y estudiaste?
—....
—Yeji... —Pronunció serio, para después reírse—. Yah, te dije que estudies.
—Perdón, es que mi hermano y su novio fueron a cenar a casa, y me distraje tanto que me olvidé de estudiar. —Puchereó la muchacha—. ¡Pero, pero! ¿Vas a ayudarme, no?
Choi suspiró, para después asentir, la chica aplaudió emocionada. Iba a añadir algo más pero su plática se vio cortada por el ruido de sus compañeros llegando y cuando el profesor entró.
(...)
Huening miraba confundido a sus hyungs, quienes estaban sentados comiendo –aunque ni siquiera prestaban atención a lo que se llevaban a la boca–, puesto que traían las narices metidas en sus apuntes.
—Viéndolos así seriamente estoy pensando en si debería seguir estudiando. —Murmuró el menor, revolviendo su ensalada.
—Ni tanto, todo depende si has prestado atención a las clases, supongo. —Soobin respondió, despegando por fin su mirada de su cuaderno. —, aparte, tus estudios te servirán para tu futuro.
Kai no dijo nada y sonrió, centrándose en comer. Soobin, quien ya había perdido su concentración, dejó el cuaderno a un lado, viendo a su novio quien seguía repasando.
Sus azules cabellos estaban desordenados, sus labios entreabiertos y su perfil lucía tan atractivo como siempre. Mordió su labio, inclinándose a besar la mejilla de su novio, captando su atención.
—¿Sucede algo?—Inquirió el mayor mirándolo con una tierna sonrisa.
—Te amo. —Murmuró.
—Te amo más. —Respondió.
Y eso fue suficiente para saber que estaba demasiado enamorado de él.