Querido jefe Narciso

By SuperbScorpio

2.3M 137K 32K

*Historia ganadora de los WOWAwards 2017* -¿Has infringido alguna norma desde que trabajas aquí? - preguntó é... More

Prólogo
Capítulo uno
Capítulo dos
Capítulo tres
Capítulo cuatro
Capítulo cinco
Capítulo seis
Capítulo siete
Capítulo ocho
Capítulo nueve
Capítulo diez
Capítulo once
Capítulo doce
Capítulo trece
Capítulo catorce
Capítulo quince
Capítulo dieciséis
Capítulo diecisiete
Capítulo dieciocho
Capítulo diecinueve
Capítulo veinte
Capítulo veintiuno
Capítulo veintidós
Capítulo veintitrés
Capítulo veinticuatro
Capítulo veinticinco
Capítulo veintiséis
Capítulo veintisiete
Capítulo veintiocho
Capítulo veintinueve
Capítulo treinta
Capítulo treinta y uno
Capítulo treinta y dos
Capítulo treinta y tres
Capítulo treinta y cuatro
Capítulo treinta y cinco
Capítulo treinta y siete
Capítulo treinta y ocho
Capítulo treinta y nueve
Capítulo cuarenta
Capítulo cuarenta y uno
Capítulo cuarenta y dos
Capítulo cuarenta y tres
Capítulo cuarenta y cuatro
Capítulo cuarenta y cinco
Capítulo cuarenta y seis
Capítulo cuarenta y siete
Capítulo cuarenta y ocho
Capítulo cuarenta y nueve
Capítulo cincuenta
Capítulo cincuenta y uno
Capítulo cincuenta y dos
Capítulo cincuenta y tres
Capítulo cincuenta y cuatro
Capítulo cincuenta y cinco
Capítulo cincuenta y seis
Capítulo cincuenta y siete
Capítulo cincuenta y ocho
Capítulo cincuenta y nueve
Capítulo sesenta
Capítulo sesenta y uno
Capítulo sesenta y dos
Capítulo sesenta y tres
Capítulo sesenta y cuatro
Capítulo sesenta y cinco
Capítulo sesenta y seis
Capítulo sesenta y siete
Capítulo sesenta y ocho
Capítulo sesenta y nueve
Capítulo setenta
Capítulo setenta y uno
Capítulo setenta y dos
Capítulo setenta y tres
Capítulo setenta y cuatro
Capítulo setenta y cinco
Capítulo setenta y seis
Capítulo setenta y siete
Capítulo setenta y ocho
Capítulo setenta y nueve
Capítulo ochenta
Capítulo ochenta y uno
Capítulo ochenta y dos
Capítulo ochenta y tres
Capítulo ochenta y cuatro
Capítulo ochenta y cinco
Capítulo ochenta y seis
Capítulo ochenta y siete
Capítulo ochenta y ocho
Capítulo ochenta y nueve
Capítulo noventa
Capítulo noventa y uno
Capítulo noventa y dos
Capítulo noventa y tres
Capítulo noventa y cuatro
Capítulo noventa y cinco
Capítulo noventa y seis
Capítulo noventa y siete
Epílogo
Tu Querida Agathe y QJN+18

Capítulo treinta y seis

21.7K 1.4K 288
By SuperbScorpio

Cuarente-Narciso día 6

Tenía el patrón de una de las mangas del vestido que iba a llevar la socialité irlandesa Reese O'Shaughnessy, quien iba a acudir a una cena de gala celebrada en París para la cual nos había encargado un excéntrico aunque elegante traje de perlas, demasiado ostentoso para una simple gala, aunque acorde a su personalidad.

—¿Y si ensanchamos un poco la parte del hombro, Agathe? —preguntó una de las costureras, analizando mi diseño, aunque fuera la quinta vez que dibujara aquella misma manga.

Escondí el rostro entre mis manos, negando con la cabeza por el estrés de la situación.

Hacía semanas que los Selectos trabajaban en aquel diseño, el cual al principio iba a ser de escote palabra de honor, aunque debido al peso de las perlas habían tenido que añadirle aquellas dos mangas que me habían asignado aquella misma mañana y ya me estaban llevando a la ruina.

La costurera siguió analizando el patrón, uniéndolo con el resto del vestido e intentando estirarlo para que fuera ligeramente más ancho. Tal vez tenía razón.

—¡Cuidado con las perlas! grito asustado Jean-Jacques Humbert, colocando ambas manos dramáticamente sobre sus mejillas regordetas y rosadas.

Su costurera, con el cofre en el que se guardaban las esferas de nácar entre las manos, le miró extrañada, pues ni siquiera se había movido un centímetro desde que Claudine Laboureche le había hecho ir a por ellas.

Gérard y Jean-Paul Renoir, los dos hermanos, se acercaron a mí exagerando los mismos movimientos de cadera al andar, como si fueran exactamente la misma persona.

—Creo que Johnny tiene problemas con la cola del vestido —dijo Gérard, señalando al coreano arrodillado en el suelo con un par de agujas entre los dientes y nadie a su cargo.

—Se llama Jonhyuck, hermano—le corrigió Jean-Paul, pronunciando aquel nombre de una forma demasiado afrancesada—. No te preocupes, querida, nosotros terminamos con las mangas, dos trabajan mejor que uno —siseó, prácticamente empujándome hacia el hombre que me había robado el puesto.

Después de lo ocurrido con Jon y la confesión de sus métodos para conseguir el puesto, pocos querían acercarse a él, mucho menos ayudarle. Parecía que realmente a ninguno le gustaba estar alrededor de alguien capaz de llevarse bien con Narcisse de tal forma que reconociera el mérito de hacer trampas en una prueba tan comprometedora y, por eso mismo, la única que podía hablar con él era yo. Y tal vez Claudine.

—¿Necesitas ayuda? —pregunté a sus espaldas, provocando que se sobresaltara.

Entonces giró su cabeza en mi dirección, fijando sus profundos ojos rasgados en mí, antes de asentir con la cabeza.

No sabía cómo podía sostener cuatro agujas entre su perfecta hilera de dientes sin dañarse ni siquiera un poco los labios, pero parecía que lo estaba consiguiendo y que no suponía ningún problema para mí.

Se apartó ligeramente para dejarme sitio para agacharme a su lado a la vez que mantenía el dobladillo de la falda entre una de sus manos y una aguja enhebrada con un grueso hilo negro en la otra.

Le coloqué la caja en la que se guardaban las agujas bajo la barbilla, para que pudiera soltar las que tenía en la boca y, satisfecho con mi predicción, lo hizo.

Después de aquello me miró, sonriente, cerrando sus ojos almendrados los cuales repentinamente formaron dis líneas oscuras sobre su rostro, algo que, a pesar de lo que creía sobre él, me pareció adorable.

Nadie con aquella sonrisa podía ser malo de verdad.

Y, con ese mismo pensamiento, las puertas de entrada al taller se abrieron con un golpe seco, como si alguien hubiera intentado tirarlas abajo como si aquello fuera alguna especie de programa de policías antidrogas.

Tanto Jon como yo nos apartamos del maniquí, sorprendidos por la agresividad con la que aquel hombre hacía sus apariciones estelares, con el rostro ardiendo como llamas de fuego y dando pasos firmes y agigantados.

—¿A dónde te crees que vas? —gritó Claudine, quien se encontraba apoyada en la mesa de reuniones observando nuestro trabajo.

Consiguió alcanzarle y detener al mismísimo diablo agarrando su delicada americana azul, de la cual Narcisse intentó zafarse sin éxito. Su tía bisabuela sabía lo que hacía.

—Esa niña va a acabar con mi carrera —escupió con furia el CEO, mirándome fijamente y con verdadero odio.

¿Qué narices había hecho para que creyera aquello, si yo no me había movido de aquel taller en seis malditas horas?

—Cálmate —le ordenó mi jefa, sin soltarlo.

Él apartó su mirada de mi rostro para dirigirla hacia Claudine, quien, seria, seguía sosteniendo su americana con absoluta tranquilidad.

Él hizo un movimiento de hombros para zafarse de ella y, una vez conseguido, se irguió, mirando desde su gran altura cómo la señora a su lado se cruzaba de brazos y negaba con la cabeza con desaprobación.

—Que alguien encienda la televisión y ponga el canal cuatro —dijo, devolviendo su mirada a mí, como si supiera exactamente lo que iba a ocurrir a continuación.

Philippa, la más cercana al control remoto, obedeció al director sin rechistar, tan solo para descubrir la última imagen que me apetecía ver aquel maldito día de mierda.

François LeMarshall, el periodista más reconocido de la televisión, se encontraba sentado en su emblemático sofá, dirigiendo su mirada y sus preguntas envenenadas hacia una mujer de mediana edad, con el pelo ondulado y los labios pintados de rosa.

—Desde luego que mi modesta hija lo va a desmentir, pero a mí siempre me lo ha contado todo. Puedo asegurar que la supuesta relación que mantiene con Narcisse Laboureche es completamente cierta, como he dicho antes —soltó mi madre, sonriendo a la cámara, disfrutando de ser el centro de atención a costa de mi integridad.

Narcisse levantó una ceja, todavía evidentemente enfadado, mientras el presentador formulaba otra pregunta que ni siquiera logré escuchar.

—Eso es mentira, yo ni siquiera me hablo con esa mujer —balbuceé, totalmente conmovida por la situación.

Dirigí mi mirada hacia los que se encontraban a mi alrededor, esperando ver alguna reacción distinta a la de mi jefe, aunque, desde luego, todos me observaban con desaprobación.

—Si querías salir conmigo, había otra formas de hacérselo saber al mundo, por ejemplo, preguntándomelo primero a mí, aunque ya conozcas mi respuesta —bufó Narcisse, sin ni un ápice de diversión en su rostro.

Sentía mis mejillas arder, tal vez por el bochorno o por la rabia que sentía en aquel momento, pero no era para nada agradable.

—Yo jamás le he dicho nada a nadie sobre ti y nunca lo haría. Lo único que he querido siempre desde que entré en este edificio era trabajar como siempre había querido y...

Narcisse dio un paso al frente, señalándome acusadoramente, como si de alguna forma aquello me pudiera hacer cambiar de opinión sobre lo que iba a decir a continuación.

—Uno de los fundamentos para ser Selecto es la discreción, el hecho de mantener la maldita boca cerrada y nunca, jamás, difamar la empresa o alguno de los miembros que la compongan. Tú me delataste y has estado jugando con todos tan solo para obtener tu ansiada atención y, ¿sabes qué? Lo más sonado a partir de ahora va a ser tu...

Un fuerte golpe interrumpió a Narcisse y provocó que se detuviera en su intento por acercarse a mí, pese a que estuviera a escasos pasos.

Todos nos giramos hacia Claudine, quien todavía tenía la mano sobre la mesa que había golpeado, mirándonos con indignación.

—Fui yo la que os delató a los dos.

* * *

Annyeonghaseyo (significa Hola en coreano xd)!

Quiero volver a mi casa pero hasta día 30 no tengo el vuelo y con el aplazamiento del estado de alarma creo que me lo van a cancelar y voy a tener que quedarme en Alemania más sola que la una :(

Pero al menos tengo QJN y Netflix, que es básicamente lo que hago durante todo el día, si no me veo con la obligación de ir al súper a por agua y chocolate JAJAJA

En fin, ¿quién se esperaba que fuera la señora esta la soplona? Porque yo sí. Hace dos años que lo sé, la verdad. O tres JAJAJAJAJA Por qué me borran la novela, yo es que no puedo seguir hablando sola.

Espero que estéis sanos y felices mientras yo ahogo mis penas en Milka y Haribo, porque aquí cada uno compra sus suministros en relación a sus prioridades xd

Annyeong!

Continue Reading

You'll Also Like

29.2K 2.7K 62
💫Esta historia es completamente de mi autoría por lo que se prohíbe su copia o adaptación.💫 •Tercer libro de la trilogía AEL.• •No es necesario lee...
4.1M 273K 74
Una mujer, que por miedo a no tener a quien amaba junto a ella, oculto su verdadera identidad. Hace cuatro años , Alexander abandono en un descampado...
251K 15.5K 43
La vida de Erick y Anastasia da un giro radical con la muerte de Anthony Russo, sus planes para formar una vida feliz cada vez se ven más lejanos y d...
16.2K 965 37
Enzo Moretti, mafioso italiano y magnate de joyerías a nivel mundial, le obsesiona y atrae irresistiblemente una chica apesar de que son polos opuest...