LUJURIA - CAMREN

By Camren-Boss

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Este fanfic está hecho por: koté y gigi Twitter: @fingersofdinah y @netflixcamren More

CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
FELIZ DÍA DE LOS INOCENTES JIJIJI
CAPÍTULO 23
CAPíTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
NOTA IMPORTANTE
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39 - PARTE I
CAPITULO 39 - PARTE II
CAPÍTULO 40
24/7 - 1
24/7 - 2
24/7 - 3
CAPÍTULO FINAL
GRACIAS

CAPÍTULO 13

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By Camren-Boss

LAUREN POV:

Ya estábamos cerrando la oficina, Camila no me había dirigido la palabra desde que Farith salió de la empresa. Intenté conversar con ella pero me ignoraba y solo conversaba sobre temas relacionados al trabajo.

Me sentía al principio mal, pero luego me molesté por la manera en la que me trataba. Nos retiramos ambas del establecimiento sin dirigirnos la palabra.

El taxi me dejó fuera del edificio donde se encontraba mi departamento, entré y el recepcionista me dijo “Buenas noches, señorita Jauregui. Su prometido ya ha llegado…” , le di las gracias y tomé el ascensor.

Antes de entrar en el departamento tomé un gran respiro y entré. Oí el televisor encendido entonces sabía Farith ya había llegado. Me acerqué a la sala y estaba con una botella de cerveza en la mano, mientras que en la mesa ya habían unas 5 vacías.

-Buenas noches, preciosa-me miraba de pies a cabeza.

-Buenas noches…

-¿Quieres una?-dijo señalando su botella.

-No gracias, voy a dormir…

-¿A dormir?

-Sí, eso dije…

-Creo que ya habíamos conversado esto…

-Y tú estás bastante ebrio, no pienso hacer nada contigo.

-Claro, ahora dirás que es eso. Seguro crees tu amante es mejor en la cama que yo.

-Me encantaría dejaras de hablar de “mi amante”… Cuando estuviste con todas esas tipas revolcándote no te dije nada, me callé Farith… Pero tú pareces no superarlo…

-Mi orgullo de hombre, tú lo dañas…

-¿Y mi orgullo de mujer? ¿Acaso has pensado si quiera en eso?

-Como mujer que eres debes tener cierta compostura, no deberías perder los estribos con el primer idiota que se te cruce…

- Ah claro… Pero tú si puedes estar con todas las mujeres que quieras, ¿verdad?

-Eso es normal en esta sociedad

-En esta sociedad ya estamos en otra generación donde se respeta la igualdad de géneros, todos tenemos los mismos derechos, las mismas oportunidades. Tanto como tú puedes ser infiel yo también puedo serlo y ambos seríamos vistos de la misma manera.

-En mi entorno dices eso y se ríen de ti…

-Lamentablemente aún quedan personas con prejuicios  e ideas machistas…

-No comiences con eso

-Deja de creerte el macho alfa, ¡por Dios!

-A mí no me vengas a decir nada, tú eres mía y se acabó

-No soy tuya, ¡entiéndelo!

-¡¿Y de quién eres?!

-Eso no te incumbe, yo no pienso seguir contigo, todo empezó bien. Claro, estaba enamorada de ti y por eso accedí a esta clase de relación. Menos mal aún no nos hemos casado porque no sé en qué momento dejaste de ser el tipo caballeroso y amigable que eras.

-A veces debes hacer demasiado para conquistar a una mujer, pero tú me has probado en toda mi esencia.

-Me das asco.

-No me preocupa no quieras casarte conmigo, de igual manera tendrás que hacerlo. Nuestro matrimonio es uno de los más esperados este año. Nuestras familias se aman, ¿Has notado como nuestros padres han sido amigos desde muy pequeños? ¿Cómo mi padre ha hecho todo por el tuyo y su empresa?

-Esto es chantaje…

-Si me dejas, espero te prepares para mis fuertes declaraciones sobre tu infidelidad y sobretodo que mi familia dejará de apoyar a la empresa de tu familia. Espera, me olvidaba de algo… Olvídate en lo principal de mi apoyo a tu hermano.

-No juegues con eso…

-Creo que toqué fondo, ¿verdad?

-Eres un enfermo…

-Me gustas Lauren… Eso debes saberlo… Eres preciosa- se acercó, agarró mis brazos con sus manos y las pasaba a manera de tocarlos.

-Déjame

-¿Vas a querer que desconecten a Chris?

-Eres de lo peor, te odio…

-Dale, muéstrame cuanto me deseas…- comenzó a besar mis hombros y apreté los ojos con fuerza.

Sentía sus manos vagar por mis curvas de la cintura y sentía repudio a su ser.

Quería salir corriendo, pero era imposible. Comenzó a besar mi cuello y las lágrimas comenzaron a caer haciendo caminos por mis mejillas.

-¡No me jodas el momento, deja de llorar!

-Déjame, no me toques… Por favor…

-¡Deja de llorar dije!- sentí su mano golpear mi rostro y entonces caí al suelo, me cubrí el rostro y me agarró del cabello para levantarme. En ese instante grité y el empezó a insultarme, mi mano alcanzó la botella que él había dejado sobre la mesa y lo golpee. Recuerdo se cogió la cabeza y salí corriendo del departamento a toda prisa…

Oía sus gritos de dolor, pero lo que más miedo tenía era que me siguiera. Cuando ya estaba fuera del edificio solo tenía la ropa que había traído puesta y unos cuantos billetes de 1 dólar en el bolsillo del abrigo. Corrí sin mirar atrás, nunca en mi vida había sentido tanto miedo. Cuando me di cuenta había llegado a una esquina muy conocida, noté estaba cerca de la casa de Camila. Sin embargo, comenzó a llover, toda mi ropa empezó a mojarse y seguí corriendo porque sentía de alguna manera él vendría a buscarme después de esa escena violenta. Me resbalé y caí a la acera, me doblé el tobillo y empecé a llorar porque no podía levantarme… Visualicé un auto a lo lejos, era el auto de Farith que estaba teniendo problemas con otros porque no conducía bien, claro esto se debía a su estado etílico.

Me arrastré y logré apoyarme en un poste cerca, me puse de pie y cojeando alcancé a sentarme en una banca. Respiré fuerte y mi corazón palpitaba con fuerza, el auto de Farith se había salido del lío y se dirigía hacia la calle donde me encontraba. Me puse de pie y reconocí la tienda de la esquina siguiente era la misma de la esquina que daba con la casa de Camila, estaba cerca de ella. Comencé a caminar a duras penas y sentía el claxon del auto más cerca. Llegué hasta la esquina del local y me detuve, las lágrimas se mezclaban con la lluvia y empecé a llorar porque me dolía el tobillo. Sentía no podía caminar más, me apoyé sobre el muro de esta tienda de libros y me abracé para darme calor. En ese instante…

-Lauren, ¿eres tú?

Era su voz…

-¿Qué haces acá?

-Yo…

-Dios, estás toda empapada y temblando…

-Yo- no podía hablar por el frío y los nervios que traía encima.

-Tranquila, ven aquí…- me dio su abrigo y me lo puso. Colocó su paraguas por encima de nosotras- mi departamento está aquí a unas cuantas casas…- comenzamos a caminar y se dio cuenta estaba cojeando- déjame ayudarte… -nos dirigimos hasta su departamento-

-Gracias…-dije cuando ella rodeó su brazo por mi cintura ayudándome.

-Me vas a decir qué te ha pasado…

Entramos en su departamento y me ayudó a sentarme en su sofá.

-Yo no puedo…- empecé a llorar. Ella fue por toallas y me las dio para secarme el cabello.

-Creo deberías darte una ducha… Te has ensuciado con lodo…

-Yo no quiero incomodarte…

-Lauren, solo toma lo que necesites.

-Después de cómo te traté hoy, por cómo estabas de molesta… Me siento mal con todo esto.

-Hey, eso no importa, ahora ve toma una ducha y hablamos, ¿si?

-Está bien…

Me ayudó a ponerme de pie y me dejó en su baño… Al concluir con la ducha, salí en toalla… Ella estaba en su habitación que daba justo con los servicios…

-Te conseguí algo…- me miraba detenidamente, noté cómo tragó saliva y entonces me señaló por fin algunas prendas que estaban tendidas sobre su cama.

-¿Ropa interior?

-Es nueva… Digo, no tienes que preocuparte. Hice algunas compras y bueno…

-¿Estás segura? Es una marca muy exclusiva…

-Todo bien, dale cámbiate y hablamos...- noté su nerviosismo y entonces por fin me alisté, me puse el pantalón de pijama y la camiseta que me había dejado.

Salí cojeando hasta la sala y entonces ella se puso de pie para detenerme…

-No se te ocurra caminar así, podrías lastimarte más…- me ayudó a volver a la habitación, me acostó en la cama.

-Gracias…- no podía mirarla me sentía avergonzada.

-Me dirás qué ha pasado o debo adivinar…

-Salí del edificio corriendo me resbalé con la lluvia y me torcí el tobillo…

-¿Por qué saliste corriendo?

-Porque tenía miedo…

-¿A qué?

-A quien…

-Te volvió a poner la mano encima… Ese desgraciado, se las va a ver…- interrumpí.

-Tengo la culpa de todo esto…

-No entiendo por qué no lo dejas, es tan obvio no te quiere ni te aprecia un poco…

-No entiendes.

-Sí entiendo, entiendo perfectamente que algo anda mal contigo…

-Es un asunto de familia…

-Entonces necesito saberlo ahora, cuéntame ahora tú, cuál es tu historia…

Hablé por más de 15 minutos todo sobre como mi familia y Farith estaban relacionados, sobretodo la empresa. Además, al finalizar, concluí con la triste historia de mi hermano en estado de coma y cómo Farith y su familia habían apoyado económicamente para mantenerlo con mi vida hasta el día de hoy. Sin el apoyo de su empresa la de mi familia no sería nada… Todo estaba increíblemente dependiendo de mí. Si acababa el compromiso ahora, jodía todo.

-Por eso no digo nada o me alejo de él…

-Oigo todo esto y ese tipo me da asco… - se acercó, se sentó a mi lado y me tomó de la barbilla- ¿Qué es esto?

-Me golpeó… Pero ya no duele…-dije agachando la cabeza.

-¡Quiero matarlo!

-Hey, ya no importa, él no conoce este lugar estoy a salvo… Me estaba persiguiendo.

-Eso no cambia nada, mira tu rostro… Iré por alguna pomada…

Volvió y me pasó esta por la mejilla, cerré los ojos ante el tacto. Luego que terminó se quedó mirándome a los ojos…

-Tu cabello está húmedo…

-Lo sé, no importa- dije con una sonrisa tímida.

-No, deja que te lo seque- en ese instante fue por la secadora y comenzó a secarme el cabello.

Cuando al fin se dejó de oír el ruido del artefacto, sentí sus manos pasar sobre mi cabeza suavemente dejando de a lado mi cabello retirándolo de uno de mis hombros. Sus labios de posaron en este y la piel se me erizó. Giré automáticamente y la tomé de las mejillas. Nos acostamos sobre la cama y empecé a besar su cuello…

-Camila…-dije mientras ella introducía sus manos por debajo de la camiseta acariciando mi espalda desatando cierta corriente que recorría mi cuerpo estremeciéndome ante el tacto.

-Te quiero tanto…- Camila me acarició la mejilla y me besó efusivamente.

Bajé a su cuello y empecé a dejar besos húmedos por este, ella traía una blusa que cubría sus hombros… Así que empezó a retirar la tela para que la besara… Comencé a morder su piel y entonces sentí sus manos bajar hasta mi trasero….

-Lauren…- levanté su camiseta y empecé a besar su abdomen- Dios…

Marcaba la línea de abdomen con mordidas suaves…

-Estás excitándome…- separó su piernas y me coloqué entre estás.

Subí mis labios hasta debajo de sus pechos y la miré…

-Tengo ganas de sentirte…

Nos quedamos viéndonos y entonces ella me dijo…

-¿De qué tienes ganas exactamente?

-Quiero tocarte…

-¿Dónde me quieres tocar?

-Quiero tocarte toda…

-¿Qué más quieres hacer?

-Quiero besarte… Quiero morderte… Quiero succionar cada pedacito de piel y quiero subirte la temperatura… Tanto que el frío no sea nada en torno a nosotras…

-Dios…

-Y sabes también quiero oírte gemir… Oírte decir mi nombre y mirar cómo te muerdes los labios mientras estoy penetrándote…

-Lauren…

-Quiero poder lamerte, tanto…

-¿Algo más?

-Que nunca sea suficiente…

Bajé mi mano acariciando su abdomen hasta llegar por encima del elástico de su short de pijama, jugué con este y por fin introduje mi mano… Abrí los ojos con sorpresa… Y me mordí los labios…

Mi mano estaba situada justo encima de sus bragas… Veía su espalda arquearse…

-Estás tan mojada…

CAMILA POV:

“Estás tan mojada”… Ósea que esperaba, la tenía con su mano en mis bragas y nuevamente estaba a toda su disposición, era increíble como sabía lo que tenía que hacer exactamente para calentarme, para encender todo mi cuerpo.

-¿Te gusta? – preguntó mirándome y yo ni siquiera podía hablar, no podía pensar. Lauren hacía unos movimientos sobre mi clítoris que me estaban matando – vamos Camila contéstame – la miré directamente a los ojos… Noté como aún tenía los ojos cubiertos por una capa de lágrimas, como tenía la mejilla ruborizadas por el golpe – Camila… - saqué su mano de mis bragas y solo la miraba - ¿Qué te pasa? ¿No te gustó?

-Esto… Tú… Tú no necesitas esto – tomé su manos con las mías – quieres tener sexo conmigo solo para olvidarte de lo que pasaste y eso no va a pasar.

-Pero…

-Hoy… Hoy te lo dije todo, te abrí mi corazón y no puedes después de eso venir corriendo y querer que tenga sexo contigo – Lauren no dijo nada, solo me miraba en shock – Porque yo… Porque yo solo quiero acariciarte – mis manos se fueron a su brazos y comencé a acariciarlos – quiero besar cada rincón de tu cuerpo, pasar mi lengua por cada diferente textura de tu piel, quiero… Quiero que entiendas que todo el miedo que tienes no se borrara con sexo ¿sabes por qué? – mi mano se fue a su mejilla herida y saqué un mechón de su rostro para colocarlo atrás de su oreja.

-¿Por qué?

-Porque sexo lo pueden tener todas las personas del mundo.

-¿Por qué eres tan linda? – sus ojos comenzaron a llorar - ¿Qué hice yo para que aparecieras en mi vida? – Lauren tomó mis manos en su rostro -  haces que en 5 minutos quiera follarte hasta que no sientas tus piernas pero a la misma vez follarte con tanto amor…

-Solo el amor… - la interrumpí – solo el amor es capaz de hacerte olvidar los momentos malos, los que quieres arrancarte de la cabeza.

-Entonces… Hazme el amor Camila, porque aunque esté acá casi muriendo por dentro, que mi cabeza esté más confundida como nunca antes te sigo deseando, te sigo deseando con tantas fuerzas que tengo miedo.

-¿De qué? – comencé a recostar a Lauren sobre la cama y acomodé mi cuerpo sobre el de ella.

-A que esto no se termine nunca…

-Entonces volvámonos locas de lujuria y que el amor  nos diga cuando parar.

-¿El amor y la lujuria será una mezcla buena? – Las manos de Lauren comenzaron a elevar mi remera y cuando me di cuenta solo estaba con el short de pijama ya que no ocupaba ropa interior.

-¿Qué te parece si lo comprobamos ahora mismo?

No dejé que me respondiera besé sus labios con cuidado ya que el golpe había dejado un leve moretón en ellos y supuse que le molestaría, las manos de Lauren comenzaron a vagar por toda mi espalda, sus uñas la arañaban de una manera lenta y perturbadora. El placer fue tanto que dejé escapar un leve gemido en sus labios, me salí de su cuerpo para comenzar a subir su remera, me impresioné cuando me di cuenta que ella tampoco llevaba ropa interior y sonreí en el acto.

-¡Dios! Eres tan suave – susurró en mi oído – me encantas Camila, no dejes de acariciarme – sonreí y llevé mis labios a su cuello. Los besé lentamente y pasé mi lengua por el de la misma forma, sentí como Lauren se estremeció debajo de mi cuerpo… mientras besaba su cuello ella llevó sus manos a mi short de pijama y las colocó por debajo de este apretando mi trasero y haciendo un roce entre su centro y el mío – mmm… mmm ¡QUÉ ME ENCANTAS JODER! – sonreí y la ayudé a sacarme el short, ella hizo lo mismo con el mío.

-Creo que estamos en la misma sintonía – podía sentir como la humedad de nuestros sexos se juntaban – mírame, quiero que me mires mientras te hago el amor.

-Tenlo por seguro que lo haré – todas las veces anteriores que habíamos tenido sexo no nos importaba taparnos pero está vez sería diferente. Nos colocamos debajo de las sábanas y comencé a besarla tiernamente, nuestros labios bailaban uno encima del otro hasta que ella quiso profundizar el beso introduciendo su lengua en mi cavidad bucal y mis manos se adueñaron de uno de sus pechos, lo apreté con delicadeza y dejé que las yemas de mis dedos jugaran lentamente con su pezón, seguí con ese movimiento hasta que Lauren comenzó a jadear.

-Mmm… Dios… Sigue… Sigue… - noté como sus piernas se tensaban alrededor de mis caderas – esto es tan caliente – dijo mirándome – hazme tuya, hazme olvidar.

-Te haré olvidar, haré que quieras hacer el amor solo conmigo durante toda tu vida.

-No hay necesidad de ser tan ruda, yo te haré el amor el resto de mis días – Lauren agarró mi rostro entre sus manos – nadie… Nadie me lo hace como tú, eres tan delicada. Tus caricias, tus besos, tus palabras. Eres un maldito conjunto hecho a mano para matarme.

-Entonces prepárate para morir Lauren.

Nos volvimos a besar y comencé a moverme sobre su cuerpo, nuestros sexos comenzaron una fricción que nos hacía gemir casi al unísono – mmm….Mmm te deseo tanto – Lauren enterró sus uñas en mi trasero – me vuelves locas – nos mirábamos mientras hacíamos el amor – eres hermosa.

-Mmm… Ohhhh…. Camz…. Camila…

Llevé mi mano hasta su entrepierna y noté como ella se acomodaba para recibirme, antes de introducirme dentro de ella acaricié su mejilla dañada y el lado de su labio que estaba morado.

Dos de mis dedos se introdujeron dentro de ella haciendo que su espalda se arqueara y sus pechos se elevara, llevé uno de ellos a mi boca y pasé mi lengua sobre su pezón muy lentamente mientras mis dedos entraban y salían de su cavidad a un ritmo armónico. La cara de Lauren era hermosa, tenía sus pómulos rojos, su cabello pegado a su cuerpo por el sudor, sus labios hinchados y aunque me hubiera gustado que estuviera hinchado solo por mis besos pero bueno, hay situaciones que no se pueden arreglar aún…

-Te quiero – dijo mientras la miraba – mi…. Mir… mírame Camila – hice lo que me pidió mientras introducía otro dedo dentro de ella – DIOSSSSS!!!!! – sonreí.

-No cierres tus ojos, solo mírame – las dos nos miramos mientras estábamos sincronizadas en el beso y en los movimientos sexuales, la sábana que tapaba solo nuestras caderas nos daba una especie de hábitat que era solo de nosotras, un lugar único y que nadie podría destruir. Era nuestra burbuja o por lo menos eso quería que yo fuera.

-Mmm… Camila…Camila me voy… Me voy a correr.

-Hazlo, córrete alrededor de mis dedos mi amor – Lauren se mordió los labios – vamos déjate llevar hermosa…

Después de algunos minutos noté como las paredes de su centro apretaban mis dedos y como el orgasmo se apoderó de casa parte de su cuerpo haciéndola vibrar, me aferré a ella y descansé sobre su estómago mientras Lauren acariciaba mi cabello con sus dedos… Era increíble… Cuando estábamos las dos solas disfrutábamos de estos momentos hasta el tope. Muchas parejas tienen sexo y se van a la ducha y hacen como si fuera un acto más pero cada vez que me he acostado con Lauren siempre es algo más. Lo noté desde la primera vez que tuvimos sexo pero ahora… Ahora anhelábamos con más deseos momentos como estos, sentirla en mis brazos y yo sentirme en los de ella se estaba volviendo fundamental.

-Podría estar así toda mi vida – dijo ahora acariciando mi espalda y reí.

-¿No te molestaría? Acá no hay muchos lujos pero igualmente me preocuparía de que no  te faltara nada – no era necesario mirarla para saber que estaba sonriendo.

-El único lujo que me doy es tener relaciones de alta calidad contigo y si fueras un lujo de verdad serías el diamante más hermoso de todo – me acomodé a su lado, esta vez quedé más arriba. Casi a la altura de sus pechos.

-¿Te quedas? – dije sin pensar – quédate esta noche – la miré y ella sonrió.

-¿Por qué no llegaste antes? ¿Por qué no me salvaste antes?

-Aún estamos a tiempo – acaricié su rostro – pero no hablemos de eso ahora… Lo único que quiero es dormir a tu lado, acurrucarme junto a tu cuerpo, despertar y ver que aun sigues acá.

-¿A dónde crees que me iría?  Mi lugar está al lado tuyo… Eres mi maldita manzana prohibida.

-Eres mi placer culpable favorito solo… Solo que al final del día o noche en este caso no hay culpa alguna.

-No tienes que sentirla ¿sabes por qué?

-¿Por qué?

-Porque cada vez que te beso, te hago el amor y te digo que me encantas y que te quiero tanto que está comenzando a doler es porque no tengo culpa alguna Camila.

-¿Te quedarás?

-Solo con una condición.

-¿Cuál?

-Que nos vayamos una semana lejos de esta ciudad – elevé una ceja – hay una semana de economía en Texas, vamos.

-¿Es en serio?

-Eres mi secretaria no puedes decirme que no Camila.

-Grrr – besé su cuello – me encanta cuando haces como todo tenga sentido.

-¿Entonces? ¿Vienes?

-¿Qué crees tú? No dejaré a mi princesa ir sola a Texas.

-¿Princesa? ¿Soy una princesa?

-¿Es que no te has visto en un espejo? – Lauren sonrió – anda, ven es hora de descansar. Mañana se viene un largo día.

-Nos vamos el miércoles.

-Mañana es martes – dije algo asustada por la cercanía de la fecha.

-Dije miércoles, ahora te callas, necesito dormir – y como era de esperarse me quedé callada, otra manera de darme cuenta que Lauren Jauregui me tenía a sus pies.

Y en ese silencio eterno, estábamos las dos sumergidas en un espacio desconocido lleno de placer, amor y otras tentaciones.

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