—Wilmar. — Lisa acurrucó los dedos en el cabello de Jennie. — Averigua si los pícaros se están organizando. Necesitamos saber cómo obtienen órdenes, quién los dirige, cómo están armados. Si Kai se está moviendo contra nosotros, necesitará soldados. — Lalisa apretó su agarre en Jennie.
— Su Manada no es tan grande. No creo que arriesgue un ataque completo. Quiere distraernos y dividir nuestras fuerzas con escaramuzas, emboscadas como la de mi madre...
— El Alfa es el objetivo lógico. – Dijo Jennie, centrándose en Wilmar.
— Será más vulnerable en la ciudad. Doble a sus guardias.
— Sí, Prima. — Dijo Wilmar.
— ¿Crees que no puedo defenderme? — susurró Lisa.
— ¿Quieres que mis lobos me consideren débil?
— Creo que eres mi compañera, y haré lo que se necesita ser hecho para ver que estása salvo. Vive con ello. — Lalisa rió suavemente.
— Recuerda que dijiste eso.
— Alfa. — Dijo Levi. — Hanji informa un aumento en la frecuencia y el tamaño de los envíos de drogas que se están moviendo dentro y fuera de la ciudad. Nadie sabe quién lo está comprando, pero mucho de él está consiguiendo en las manos de Weres jóvenes. Algunos de ellos nuestros.
— Llama a Hanji. Quiero su entrada en algo más también. — Levi sacó el teléfono de su cinturón, empujó un solo dígito y habló en voz baja a su compañera.
— Ella acaba de regresar de su turno de servicio. Ella estará aquí.
— Hasta nuevo aviso — Dijo Lisa.— nadie deja el Compuesto solo. Jesse y Joy son ahora los guardias personales de la Prima. — Los lobos jóvenes se animaron, sus ojos brillaban y sus lenguas afuera.
— Todas las hembras no casadas que viven actualmente fuera del Compuesto necesitan guardias. Louisa, tú te encargas de eso.
— Sí, Alfa. — Un golpe en la puerta de la sala de reuniones sonó y Lisa llamó.
— Entre.
Una mujer escultural con un uniforme de la policía de la ciudad, pantalones negros, botas de motocicleta de rodilla alta, y camisa de color caqui presionada entró a zancadas, sus ojos brillantes inmediatamente siguiendo a Levi. Sus labios se alzaron en una sonrisa seductora, y Levi dio un paso adelante, un profundo retumbar de su pecho.
— Hanji, — dijo bruscamente Lisa. – cuanto más rápido terminemos, más rápido podrás tenerlo. — La morena agachó la cabeza y Levi se recostó dónde estaba.
— Lo siento, Alfa. — dijo Hanji. — ¿Me necesitas?
— No creo que el ataque malicioso contra.
Moonbyul fuera al azar. Ella sería la tercera mujer dominante involucrada en un incidente en los últimos dos meses. ¿La policía tiene informes de ataques a Weres, intentos de secuestros, algo fuera de lo común?
— Nada oficial. — Hanji se encogió de hombros. — Pero entonces no todo lo convierte en un informe, especialmente no cuando nos involucra. Voy a llamar a mis informantes de la calle.
— ¿Y la mujer que falta de la universidad? ¿ Lena Luthor? Sus padres no creen que ella desapareció, incluso por un acoplamiento no autorizado. Has podido localizarla?– Hanji sacudió la cabeza.
— Seguimos sus marcas de olor hasta el estacionamiento fuera de su dormitorio. Entonces nada. Es como si algo hubiera borrado su olor.
— Eso es imposible, — dijo Lalisa. — Incluso si se metió en un coche, debería haber algún rastro residual.
— No necesariamente. —dijo Jennie en voz baja.
— ¿Qué quieres decir? — Preguntó Lisa.
— La base médica para la argilosis es probablemente una unión química de la Ion de plata a ciertos receptores en sangre y tejido que inhibe la función celular normal. Es por eso que incluso una pequeña cantidad de plata es tan mortal. Una dosis subletal podría alterar significativamente los sistemas multiorgánicos de maneras que aún no entendemos. Si Lena estaba envenenada o incluso envuelta de algún modo con un compuesto de plata, podría no dejar marcas de olor detrás.
— ¿Quieres decir que podría estar cerca y nosotros no podríamos detectarla?
— Eso es posible, al menos teóricamente. Si pudiera entrar en el laboratorio y hacer algunas pruebas.
— Pronto. — Lalisa gruñó.
— ¿Y la adolescente que presumimos enterrada en un derrumbe? ¿Todavía no hemos encontrado restos?
— No, Alfa, — Dijo Levi. — pero no sabemos exactamente dónde estaba. Corría como todos los adolescentes.
— Pero, Alfa — preguntó Wilmar en voz baja. — ¿No los sentirás si alguno de ellos está vivo y en cualquier parte del territorio? — Lisa gruñó, y la piel de Jennie se estremeció en respuesta a la agresión de su compañera.
— Lisa, amor, no está desafiando tu habilidad. Si algo está interfiriendo con los bonos de la Manada en un nivel fundamental, necesitamos saber.
— No puedo sentirlos. — dijo Lisa, su frustración convirtiendo sus palabras en grava.
— Lo que significa. — dijo Darren, desesperaciónen sus ojos. — Lena y Irene se han ido.
— Tal vez. — dijo Jennie. — Pero si están drogadas, si están siendo envenenados lentamente con plata, o blindadas con ella de alguna manera, incluso la conexión psíquica de la Alfa podría ser interrumpida.