SoulMate โ†ฏ Jacob Black โœ“

By mxgicsarcxsm

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Sinopsis
Graphic Area
Acto 1
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*ESPECIAL: SAN VALENTรN*โ™ฅ
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ร—Capรญtulo Extraร—
ร—ร—Capรญtulo Extraร—ร—
Acto 2: ECLIPSE
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๐ŸŽ„*ESPECIAL NAVIDAD*๐ŸŽ„
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Acto 4
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26.
27.
EPรLOGO
AGRADECIMIENTOS

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By mxgicsarcxsm


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CAPÍTULO NUEVE
JAKE HERIDO Y DECISIÓN

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Carlisle llevaba más de media hora con Jacob. Cada vez que le rompía un hueso para volver a colocarlo, sentía como se me clavaban miles de cuchillas. Era como si lo estuviera sufriendo yo, aunque menos indoloro.

Jake volvió a gritar, haciendo que me tambaleara. A mi lado, Seth apoyó una mano en mi hombro y me hizo sentarme, mientras todos me miraban.

Estábamos fuera de la casa de Billy, esperando a que Carlisle saliera para informarnos. Al otro lado, Billy tomó mi mano y le dio un suave apretón. Le sonreí, aunque más bien fue una mueca de dolor.

La camioneta naranja de Bella llegó, ella saltando del asiento en un segundo. Se acercó rápidamente a nosotros.

—¿Cómo está?—preguntó la humana.

Como si la hubiera oído, Jake volvió a gritar varias veces, haciendo que tanto Billy como yo reaccionáramos. El padre sacudió la cabeza haciendo una mueca mientras que yo soltaba un gruñido entre dientes, viendo de pronto puntitos negros. Emily se acercó a mi y masajeó mis hombros levemente, mientras una lágrima caía por mi mejilla.

—Lleva así un rato. —murmuró Embry, haciendo una mueca.—Le está volviendo a romper los huesos.

—¿Por qué tuvo que meterse?—masculló Leah. —Yo me hubiera desecho de él.

—Ya basta, Leah. —la cortó Paul, mientras me miraba.

Eso hizo que Bella me mirara. Abrió los ojos como platos, mientras yo luchaba contra mis propias costillas para respirar.

—¿Qué le pasa a Liz?—oí que Bella preguntaba.

—Es por la imprimación. —soltó entre dientes Sam.

—La de ellos es aún más fuerte por sus genes. —añadió Billy, dándome un ligero apretón en la mano.—Todo lo que siente Jake, lo está sintiendo ella también.

A los pocos minutos, Carlisle salió de la casa, cerrando la puerta detrás de él. Caminó hasta nosotros en el momento en el que todos lo mirábamos. Soltó un suspiro antes de hablar.

—Ya pasó lo peor. —informó el de ojos dorados.—Estará bien.

Solté un largo suspiro a la vez que Billy asentía.

 —Le di morfina, pero su cuerpo no tardará en quemarla.—siguió hablando el vampiro—Si es necesario, llámenme y le traeré más.

Carlisle iba a bajar las escaleras hasta que me vio allí sentada y se agachó delante mía, mirándome.

—¿Cómo te encuentras, Liz?—me preguntó.

—Como si me hubiera atropellado una bulldozer. —siseé entre dientes y me reí sin gracia.—Estoy bien, Carlisle, no te preocupes por mí.

El vampiro sacudió la cabeza. —Estoy seguro de que si no me preocupara por ti, Alice me patearía hasta el siguiente siglo. —afirmó, mirando a la manada levemente. —Al lado de Jacob hay una poca morfina que a él no le hará nada. Igual a ti si.

—Gracias, Carlisle. —murmuré entre dientes.

El vampiro me sonrió y palmeó mi hombro. Su fría temperatura casi me hizo suspirar de alivio.

—Gracias. —murmuró Billy, extendiendo su mano hacia el vampiro.

Carlisle se giró a mirarlo, sonrió y apretó la mano del quileute. No pude evitar mirar de reojo a Bella, quien parecía un poco sorprendida. Luego, el de ojos amarillos me volvió a mirar.

—No ha dejado de preguntar por ti. —añadió, antes de irse.

Solté un suspiro, ya que mis huesos habían dejado de chillar con fuerza. Seguían doliendo, pero era medianamente soportable. Alcé la vista para mirar a Billy, quien me estaba mirando con una pequeña sonrisa en la cara.

—¿No quieres verlo tu primero?—le pregunté, mi voz saliendo más ronca de lo habitual.

Billy sacudió la cabeza.—Te necesita a ti, Liz.

Asentí con la cabeza mientras evaluaba como levantarme sin ver las estrellas. Gracias a todo lo que era sagrado, Embry y Paul me cogieron cada uno por un brazo y me ayudaron a levantarme. Solté un siseo de dolor cuando estuve completamente de pie.

—¿Necesitas ayuda?—me preguntó Emily, preocupada.

Suspiré y negué.—Estoy bien, puedo sola.

Ninguno se atrevió a preguntarme de nuevo, sabiendo lo cabezota que podía llegar a ser. En eso, Jake y yo nos parecíamos demasiado. A veces, hasta era escalofriante.

Caminé lentamente por el porche, mientras los miembros de la manada y Bella me miraban. Solté un bufido, cansada de tanta atención cuando yo no había sido a la que habían aplastado los neófitos. Atravesé el pasillo, ya oyendo la pesada respiración de Jake desde su habitación. Me mordí el labio unos segundos y abrí la puerta.

La pequeña habitación de Jake parecía aún más pequeña con su inmenso cuerpo en aquella minúscula cama. Tenía medio costado vendado y un brazo inmovilizado. Aún así, abrió los ojos en cuanto abrí la puerta y sus orbes negras parecieron brillar cuando me vio.

—Hey, amor. —murmuró, con la voz ronca. —Entra. No te quedes como una estatua.

Cerré la puerta detrás de mí. Avancé hacia él, mientras veía como se contorneaba como una serpiente, por lo que supe que estaba intentando hacerme sitio en la cama. Noté su mirada sobre mi, repasándome de arriba a abajo y supe al instante que estaba asegurándose de que no estuviera herida.

—Estás horrible, amor. —bromeé, haciendo que sonriera.

—Siento no haberme vestido de gala para la ocasión. —me siguió el juego. —Aunque tu tampoco tienes buena pinta.

—Estoy bien. —le aseguré.

Soltó un suspiro.—Puedes engañar a todos los de fuera, amor. —murmuró serio.—Pero a mi no. Porque he sentido nuestro lazo vibrar y quemar una y otra vez. —hizo una mueca. —Sé que te ha dolido.

Me senté a su lado y tomé su mano. La acaricié levemente, para luego llevarla a mi cara. Jake acarició levemente mi mejilla, haciendo que sonriera.

—No tienes que preocuparte por mi. —negué, aún con su mano en mi cara.—A mi no me aplastó ningún neófito.

—No me lo recuerdes.—bufó con algo de molestia. —Creía que habíamos acabado con todos esos desgraciados.

—No sé que decirte, porque yo no estaba allí.—murmuré, bajando su mano y jugando con sus dedos.—Aunque me alegro de que Seth me avisara como le pedí.—sacudí la cabeza—Dios sabe lo que habría pasado.

Fui consciente de que estaba recordando todo y por nuestra conexión mental, Jake lo estaba viendo. Esbozó una sonrisa que hizo que mi corazón saltara.

—Esa es mi chica. —habló orgulloso, mientras me guiñaba un ojo.

Me reí, para luego recibir su pensamiento de como los dos habíamos salido corriendo al ver a Leah peleando con el neófito.

—Aún no entiendo que narices estabas pensando. —lo medio regañé, arrugando la nariz.

—En lo mismo que tu, amor. —replicó suavemente.—Ayudar a Leah.

Hice una mueca. —Pero no tuviste en cuenta que ibas a salir rodando en cuanto impactaras con él.

—No. —negó, haciendo una leve mueca de dolor.—Solo no quería que fueras tu a por él.

—Jake...

—Ya sé lo que vas a decir, pero maldita sea. —su voz se volvió angustiada.—No tienes idea de lo que pasaría si llegara a perderte, Lizzie. —hizo una pausa. —Cuando te vi pelear con la chupasangre pelirroja, me temí lo peor y casi entré en crisis. —atrapó una lágrima que caía por mi mejilla, haciendo una mueca de dolor. —Me volvería loco si te pasara algo.

—Ahora entiendes lo que yo he sentido. —murmuré, mirando nuestras manos unidas..

—He pasado por mucho para conseguir estar contigo, Lizzie. —masculló, haciendo que elevara la vista para mirarlo.—No iba a dejar que un estúpido chupasangre se metiera en medio.

Sonreí, para luego dejar un beso en su frente, algo más caliente de lo normal. Me preocupé.

—¿Quieres que llame a Carlisle?—le pregunté.

Negó.—Estoy bien si estás a mi lado.

Bufé, intentando no ponerme colorada, ya que no era el momento.

—¿Cómo están todos?—preguntó de pronto.

—Estamos todos bien.—le aseguré. —Bueno, Leah parece algo enfadada con la vida, pero eso es algo normal.

—¿Sabes si los Cullen tuvieron problemas con los otros chupansangre?—preguntó con curiosidad. —Los que dijeron que iban a llegar.

Sacudí la cabeza. —No tengo ni idea, la verdad.—admití, pensando en que el dolor en los huesos me había nublado un poco la curiosidad y la empatía. —Llevo desde que llegamos intentando no ahogarme por la unión—hice una mueca.—De todas formas, Bells está fuera, así que supongo que Seth o Embry le preguntarán.

Alzó ambas cejas. —¿Bella está aquí? ¿Porqué?

—Supongo que estará preocupada por ti. —hablé, encogiendo los hombros.

—No quiero verla. —masculló.

Lo miré como si le hubiera salido un cuerno en medio de la frente.

—No me mires así. —se quejó, bufando.—Pero no dejo de pensar en que siempre nos arriesgamos por ella y la mayoría de las veces acabamos mal. —soltó otro bufido.—Ya sea nuestra relación, mentalmente o, como ahora, físicamente.

—Amor....

—No, no y no. —me cortó suavemente.—No quiero verla.

Solté un suspiro, sabiendo que no lo convencería de lo contrario ni a palos.

—Por favor, amor, no hagas que entre.—me suplicó, poniendo ojitos.—Ni dejes que entre.

Solté un gruñido. —Está bien. A veces realmente odio todo lo que consigues que haga.

Esbozó una sonrisa de lado, mientras le quitaba el sudor de la frente con un paño húmedo.

—Me amas, amor, no te quejes tanto.—murmuró altanero.

—Créeme que si no te amara como lo hago, no estaría siempre cumpliendo tus caprichos.

Soltó una risa que se convirtió en tos.—Eres la mejor, amor. —masculló, con la voz algo más ronca. —Pero ahora estoy inútil así que...

Alcé una ceja, mientras él pestañeaba varias veces, como si estuviera coqueteando. Ante ese pensamiento, solté una gran carcajada.

—No te burles de los lisiados. —se quejó como un niño pequeño.

—Tranquilo, amor.  —le susurré. —No te vas a librar de mi.

Sonrió.—¿Nunca?

—Nunca. 

Me levanté de la cama intentando no despertar a Jake. Me había costado la vida en verso hacer que se durmiera. El muy cabezota quería estar despierto toda la noche, pero los efectos de la batalla comenzaban a pasarle factura. Su voz se había vuelto pastosa, como la de un borracho. Hasta que al final, lo logré convencer de que se durmiera. Le había tenido que cantar para ello, pero por lo que menos estaba recuperándose.

Billy también había estado con nosotros, contándonos todo lo que Sam podía haberle sacado al doctor Cullen mientras lo había ayudado. Jake casi había puesto los ojos en blanco al oír mencionar a Bella, pero cuando lo miré,  se limitó a bufar y preguntarle más cosas a su padre.

Bella, la humana patosa, había estado durante horas fuera, hablando con la manada. Estaba empeñada en ver a Jake y no parecía gustarle que todos pasaran a verle menos ella. Al final, cuando Emily había venido a ver si necesitábamos algo, ella misma le dijo que el lobo estaba durmiendo y que no era bueno despertarlo. La humana se había resignado por lo que la impronta de Sam se la llevó a su casa para mantenerla ocupada, ya que el resto de la manada no sabía muy bien que hacer o decir.

La silla de ruedas de Billy me siguió mientras cruzaba el pasillo y me metía en la cocina. Le había prometido a Jake que cuando despertara, tendría algo de comer. Así que a eso iba, con la ayuda de su padre.

—¿Has conseguido que se duerma?—me preguntó. 

—Si, me ha costado lo mío—admití, sonriendo. —pero al final ha caído.

Billy soltó una risa, sacudiendo la cabeza.

—No sé si te lo he dicho alguna vez, muchachita. —murmuró Billy, luego de unos segundos.—Pero realmente agradezco al destino o la diosa luna que seas la impronta de mi hijo.—sonrió al ver como me sonrojaba.—No hay nadie que quiera más a mi Jake que tú, Liz. Y no hay nadie más que sea buena para él como tu lo eres.

—Vas a hacer que me eche a llorar—me quejé.

El mayor rió. —Me recuerdas tanto a tu abuela, Liz. —murmuró, con algo de melancolía. —Pero también hay en cosas que me haces recordar a Sarah.

Ante la mención de la difunta mujer de Billy y madre de Jake, Rachel y Rebecca, me congelé. 

—¿En qué?—me atreví a preguntar.

La sonrisa de Billy se volvió nostálgica.—Sarah me cuidaba tanto como tú estas cuidando a Jake, cada vez que me pasaba algo. Nunca se lo tenía que pedir, siempre salía de ella.—soltó un largo suspiro.—Y me miraba como si no fuera un monstruo. Como si fuera lo más bonito del mundo.—se rio sin gracia. —Aunque para mi, lo más bonito era ella.

—No creo que seas un monstruo, Billy. —murmuré, para luego atreverme a preguntar.—¿Alguna vez te arrepentiste de meterla en todo este mundo?

—Si, llegué a arrepentirme. —asintió, haciendo una mueca. —Yo quería que tuviera una vida normal y no rodeada de perros. Pero ella no opinaba lo mismo. —me miró divertido. —En eso, Jake es tan cabezota como lo era ella. Cuando algo se les mete entre seso y seso, no hay quien los convenza de otra cosa.

Solté un suspiro. —Me hubiera gustado que Sarah estuviera aquí para ver esto. —me mordí el labio inferior. —Me conocía desde que nací pero me gustaría haber sabido que pensaría...

—Yo sé lo que pensaría de tu relación con Jake, Liz. —me cortó, sabiendo que me iba a ir por las ramas.—Te aseguro que ella no querría a nadie más que tú para nuestro hijo.

—Jake me lo dijo varias veces. —admití, lamiéndome el labio inferior.—Pero supongo que oírlo de ti lo hace más real.

Billy se echó a reír. —No te comas la cabeza, Liz—sonrió de lado. —Jake y tú fuisteis hechos para estar el uno con el otro. Y nosotros ya lo notábamos cuando no eráis más que unos críos.

—Gracias, Billy. —murmuré sincera.

El mayor hizo una ademán con la mano.—Gracias ti, muchachita.

Había dejado a Billy cuidando de Jake, tras ponerlo al tanto de lo que su hijo opinaba de ver a Bella. El mayor se había sorprendido al principio, pero luego le pareció normal. Me había dicho que fuera a hablar con ella rápidamente, antes de que a ella se le ocurriera pasar por la casa.

Caminé hasta la casa de Emily, sin convertirme en lobo, ya que no me apetecía tener que andar desvistiéndome y vistiéndome todo el rato. Por el rabillo del ojo vi a los lobos de Embry y Paul, por lo que solté un bufido. Aceleré el paso, ya que ellos debían de estar esperando a que me convirtiera.

Al llegar a la casa, el olor a comida y el ruido de voces llegó a mi, haciendo que sonriera. Por mucho que fuera la alfa y Jake mi pareja, aquella siempre sería la casa de reunión. Lo tenía muy claro. No solo porque la nuestra era demasiado pequeña para la explosiva manada, sino porque el calor maternal de Emily era innato, no venía de ningún lazo.

Subí las escaleras rápidamente y entré en la casa. La morena cocinaba de aquí para allá, asegurándose de que Bella la siguiera. Jared, Sam, Seth y Leah veían la escena desde la mesa, los hombres divertidos y la mujer con cara de aburrida. Leah realmente detestaba a la humana.

Los cuatro lobos giraron su cabeza hacia mi cuando me oyeron llegar. El pequeño Clearwater se levantó de un salto y me abrazó, haciendo que me riera levemente. Leah esbozó una especie de sonrisa, mientras que Jared y Sam me miraban preocupados. Antes de que dijeran nada, Emily apareció, sonriendo en cuanto me vio. Correteó hacia mi, apartó a su primo, y me rodeó con sus brazos. Bella apareció poco después, con mueca incómoda por el delantal que llevaba.

—¿Cómo está?—me preguntó Emily, haciendo que dejara de ver a la humana.

El resto de la manada clavó su mirada en mi, ansiosos por saber la respuesta. Les sonreí, tranquilizándolos.

—Está mucho mejor. —informé, esbozando una pequeña sonrisa. —Aún está algo débil, así que le he obligado a dormir.

—A mi no tendrían que obligarme. —bromeó Jared, haciendo que todos riéramos.

Luego recordé porqué había venido con tanta rapidez y me puse seria de golpe. Miré a Bella, cuyos ojos marrones me miraban con curiosidad. Solté un suspiro.

—Bella, ven conmigo. —casi ordené, para luego mirar a la manada. —Y vosotros, panda de curiosos, que no se os ocurra poner la oreja o tendré una nueva alfombra para mi casa.

Abracé de nuevo a Emily, a quien no había incluido en mis amenazas y salí de la casa. Podía oír como la humana se despedía de todos para seguirme, mientras ellos no dejaban de cuchichear, preguntándose porqué quería hablar con ella. Seguí caminando hasta que creí que estábamos a una distancia prudente de la casa, pero no podía decir lo mismo de Embry y Paul, quienes debían de seguir corriendo por el bosque. 

Me giré a mirar a Bella, quien detuvo su andar y alzó la vista para mirarme.

—¿Qué pasa, Liz?—comenzó a preguntar. —¿Es Jake? ¿Está bien?

—Para, por favor, me mareas. —la corté, haciendo que sonriera en disculpa.—Jake está bien, pero si es sobre él. Me ha pedido que te transmita un mensaje.

Parecía sorprendida.—¿Cuál?

Suspiré, buscando unas palabras más delicadas que las que mi lobo había usado, casi sintiendo como me salía humo por las orejas. 

—Te agradecemos tu preocupación por su estado.—comencé, midiendo mi tono de voz. —Pero Jake te agradecería que no fueras a verlo.

—¿Qué?

—Antes de que te pongas como una loca, deja que hable. —murmuré, mirándola tranquila. —Te confieso que no compartía su idea, porque después de todo, somos mejores amigos...

—¿Pero?—murmuró temerosa.

Suspiré. —Pero es mi impronta y ese lazo me hace ver todos sus pensamientos y emociones—hice una pausa.—No es por mal, pero siempre que discutimos contigo o te protegemos de algo, acabamos mal, Bells. Y esta vez, Jake está para el arrastre...—tragué saliva, bajando el nudo que se quería formar.—De verdad que no quiero que te sientas mal, pero no puedo hacer nada para convencerlo. Él es firme en su decisión. Espera que tú lo entiendas.

Observé como Bella hacía una mueca, mientras sus ojos se apagaban. Se había puesto triste.

—Supongo que lo entiendo. —murmuró, su voz era solo una pequeña vibración.—Pero al menos dime si vas a seguir hablando conmigo.

Le sonreí levemente. —Siempre vamos a ser tus amigos, Bells. —le aseguré, aunque no estaba del todo convencida. —Solo necesita un poco de tiempo para recuperarse de sus heridas y asumir todo lo que se nos ha venido encima. —me reí, algo histérica. —Recuerda todo lo que hemos pasado.

—Lo siento mucho. —murmuró con la voz ahogada.—Todo lo que os he echo pasar.

—Sé que lo sientes, Bells. —le aseguré de nuevo.—Y ni por asomo vamos a estar enfadados para siempre.

—De verdad que lo lamento, Liz

—Sé que lo haces—sonreí—Ahora, vuelve con los Cullen y dale las gracias a Carlisle de mi parte. Nos ha ayudado mucho.

Ella asintió.—Lo haré. Te lo aseguro.

—Te veré pronto, Bells. 

Solo esperaba que la decisión de Jake hiciera nos hiciera más fuertes.


¡Hola, hola! ¿Qué tal estáis? Espero que muy bien. ¡Yo estoy de vuelta por aquí, por si me echabais de menos!

Antes de nada, me gustaría felicitaros el nuevo año, porque este será el último capítulo de 2020. Espero que el 2021 sea mucho mejor, y no sé si lo sabéis, pero el día de año nuevo esta historia está de cumpleaños. Me hace muy feliz que la historia de Jazzie haga ya un año, se me saltan las lágrimas. En especial al ver como siguen subiendo las leídas y leer que os gusta. Me hace muy muy feliz.

Bien, como es el último capítulo del año, lo he cargado pero bien. O eso creo yo. La verdad era que quería reflejar un poco el dolor que seguramente sintió Jake y que no se nos enseñó mucho, añadiendo el factor del lazo que tiene con Lizzie. 

No sé que os parece la decisión de Jake, pero para mí es la más sensata dadas las circunstancias. Podéis ver a Lizzie le cuesta un poco creerlo, porque como ya sabemos, es un pedacito de cielo. 

Espero de corazón que os haya gustado el capítulo.

Como siempre, os espero en los comentarios, donde podéis dejarme todo lo que queráis. Siempre me alegra leeros y contestaros, pero eso creo que ya lo sabéis muy bien. También podéis hacer que la historia siga creciendo dándole a la estrellita. Me anima a seguir y la verdad es que necesitamos el buen humor en estos tiempos algo difíciles.

Antes de despedirme, quería comentaros algo que no tiene nada que ver con esta historia, pero si con la Saga Crepúsculo. Os puedo adelantar que en el año 2021 (no sé cuando, pero si sé que será durante este próximo año) habrá una nueva historia de esta saga tan maravillosa, pero no os voy a decir de quién es. ¡Esa parte será sorpresa! Solo os diré que será de uno de los miembros del Clan Olímpico, es decir, de los Cullen. Así que, yo si fuera vosotros, me seguiría y estaría un poquito pendiente de mi perfil, porque me gusta dar pequeños sustos.

Nada más por mi parte, pero ya sabéis que...

¡Nos leemos en comentarios!

Felices fiestas y feliz año a todxs mis bontixs lectores. Mis mejores deseos van para vosotrxs.

¡Gracias mil por el apoyo!

~I 👑

|Publicado|: 30/12/2020

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