Caelum ~ {Nomin/Markhyuck}

By ZaiJam

435K 51K 109K

•Segunda parte de Inferum. Huye y sigue escapando del infierno que el mismo se ha creado. Portada preciosa cr... More

Inferum
1. Jaemin
2. Jeno
3. Mark
4. Jaemin
5. Mark
6. Jaemin
7. Jeno
8. DongHyuck
9. Jeno
11. Mark
12. Jeno
13. Jaemin
14. DongHyuck
15. Jaemin
16: Jaemin
17. Jeno
18. DongHyuck
19. Jeno
20. DongHyuck
21. DongHyuck
22. Jaemin
23. Jeno
24: Entre el cielo y el infierno, parte 1
25: Entre el cielo y el infierno, parte 2
Eternum

10: Jaemin

16.1K 2K 5.3K
By ZaiJam


3 meses de embarazo

Había algo raro sucediendo cada vez que me miraba a un espejo. Un espejo roto ¿O era yo quién estaba roto?

Dejé de comer. Taeil Hyung seguía amenazando con decir la verdad si mi peso no dejaba de bajar. Pero él no entendía lo difícil que era esconder esta pequeña panza. Estaba tan débil que la piel se me erizaba al desvestirme. Estábamos entrando en verano, la primavera se había marchado junto a las bonitas flores, sin embargo, mi corazón seguía congelado como en invierno.

La regadera estaba encendida, el vapor llenando la habitación, y mis manos deshaciéndose de las vendas que rodeaban mi abultado vientre y lo mantenían escondido.

Nunca creí que haría algo como esto. Le dije a Yukhei que se lo diría a mamá enseguida, pero una parte de mí, una tonta y esperanzada parte, creía en la posibilidad de escapar.

Además, temía que al decirlo esto despertaría dudas en la manada. Me había estado cuidando de no ser visto al tomar sangre, también me había cuidado de actuar normal frente a todos.
Y de mantener fuera este insano deseo de salir corriendo cada vez que Yukhei intentaba algo conmigo.

Me duché, acomodé las vendas y me vestí antes de salir. Mamá estaba en la sala junto a Taeil hyung, ella pintaba un cuadro como regalo para mi nuevo hogar. La cabaña que Yukhei encontró para los dos estaba casi terminada. Incluso había hecho un bonito columpio para mi hij- nuestro... ¡Desde ahora es nuestro!

-¡Cariño, ven, mira mira!- mami levantó el lienzo para enseñarme el bonito paisaje que había creado. Era una montaña nevada, el lago congelado brillaba y la luna captaba toda la atención- Hmm, ¿Crees que está muy oscuro?

Sonreí.

-Es hermoso, mamá.

La sonrisa en su rostro comenzó a agrandarse y luego, a decaer. Vi la pequeña nariz femenina arrugarse y su mano tomó la mía olfateando la piel de mi brazo.

Oh Dios. Incluso los ojos de hyung se agrandaron.

-Jaemin... Tú hueles...

Me alejé de ella metiendo las manos en los bolsillos de mi gran hoodie. El ardor viniendo al instante a mis mejillas. Ella no podía descubrirme de esta manera, yo necesitaba decírselo. Pero tenía tanto miedo, mi corazoncito latía de prisa y quería caer al piso, abrazar mi pancita y llorar.

-¡Debo ir con Yukhei, nos vemos mamá!

Corrí fuera de la casa. El tormentoso aire trayendo un aroma a tierra mojada incluso antes de la lluvia. Mis piernas estaban débiles pero tenía que alejarme rápidamente, aun temía que mi madre viniese detrás de mí a sonsacarme la verdad.

Hasta que miré el cuerpo fornido de mi hermano acercarse con prisa. El rostro lo llevaba contraído y sus ojos brillaban como los de un alfa enojado.

-¡Jaemin!- gruñó apresando mis hombros. Le miré desde abajo y sus garras rasgaron la tela de mi ropa- ¡Taeil...! ¿¡Donde está!?

-¿Q-qué?

-¡Jaemin, concéntrate, algo anda mal!- sus manos me soltaron de a poco. Parecía irritado, casi asustado. Era la primera vez que le veía a punto de llorar-. Nana... lo siento en el pecho... algo está sucediendo.

Asentí. Tomé su mano y señalé el camino por el cual yo había venido.

-Regresemos a casa.

Me paralicé en la entrada. John entró arrancándose los mechones de cabello. Mucha sangre, muchos gritos, mucho llanto... todo de la misma persona.

-¡Jaemin, ve por un balde con agua tibia y trae una manta!- mamá estaba arrodillada en el suelo sobre la alfombra blanca que ahora estaba tintada de rojo. Tenía unas tijeras en la mano, con las cuales cortaba los jeans de Taeil hyung. Sus ojos me miraron eufóricos- ¡Ahora, muévete!

Corrí por una manta y tropecé al bajar las escaleras. Mamá seguía diciendo "tranquilo, solo un poco más... no hagas fuerza todavía". Fui hacia la cocina por el agua y John me ayudó a cargar el balde hasta la sala.

-También t-traje toallas- dije entregándoselas a mami. La frente de Hyung se fruncía y sudaba horrores. Sus ojos de lobo estaban dilatados. Se aferraba a su alfa como si le fuese la vida en ello.

Pude sentir el momento en que mis venas saltaron. Las piernas de Hyung se abrieron y mamá las cerró.

-Lo siento cariño, esto no será como crees, tienes que ser fuerte.

¿Qué?

Taeil levantó la cabeza y vi la misma pregunta intentando ser pronunciado por sus labios.

Se suponía que daría a luz dentro de un mes. Se suponía que el doctor Park vendría enseguida. Mi madre nunca temblaba, nunca se asustaba al extremo de llorar, era la primera vez que la veía muriendo de ansiedad.

-Jaemin, necesito un cuchillo y el botiquín del baño- ordenó-. John, sujeta su cuerpo.

Le traje lo que pidió y ella tomó el filoso cuchillo empapándolo con el suero fisiológico.

Había algo más saliendo de hyung, era sangre y esa viscosa cosa transparente. Recé a San lobo que nos ayudase. John se sentó con las piernas dobladas a los lados de la cabeza de hyung y lo arrastró hasta apoyarlo contra sus muslos. Entonces le sujetó y Taeil hyung puso una toalla en su propia boca, donde los gritos desgarradores morían.

Todos parecían saber lo que estaba a punto de suceder. Todos menos yo lo sabían.

Quería ser más útil, calmar el dolor de hyung o encargarme de cualquier cosa mientras mamá pasaba algo anaranjado que supuse era yodo en el vientre de Taeil.

-Dame dos toallas, Jaemin. ¡Rápido!

Obedecí y la vi poner ambas toallas sobre la panza hinchada con una separación entre ambas. Y el corazón se me detuvo, luego latió con descontrol. Oh, por favor, no.

-¿M-mamá qué vas...?

-Shh.

Sus dedos palparon la diminuta porción de piel entre las toallas y, con el filo del cuchillo apretó para comenzar a hacer un tajo.

Joder, joder, joder...

-Jaemin, abre el botiquín ¡John sujétalo, no hay tiempo!

Yo bebía sangre, pero esta cantidad y este aroma me estaban mareando. Lo hice por inercia, mientras Hyung gritaba e intentaba mantenerse quieto, yo rocié suero sobre la herida y mamá hizo un tajo enorme en su vientre.

San Lobo...

San lobo... Ay no.

La bilis subió por mi garganta. El sentimiento mortal de pánico al ver una escena atroz en una película de horror. Pero esto estaba pasando frente a mis ojos y... Dios.

Las manos de mamá se metieron dentro del vientre de Hyung y tapé mis ojitos por no sé cuánto tiempo. Hasta que lo oí... ese pequeño sonidito milagroso. Era algo que llegaba a mis oídos cada vez con más fuerza, haciéndome separar mis manos para ver aquella pequeñita criatura.

Y entre tanta catástrofe, esa diminuta cosita era preciosa.

Simplemente hermoso. Un diminuto bebé que parecía embadurnado en algo asqueroso, pero lloraba... estaba vivo.

-Jaemin...- susurró mamá-, sostenlo... debo ayudar.

Esas palabras me trajeron a la realidad. Hyung.

Se había desmayado... o estaba... ¡No no no!

John lloraba enterrando el rostro en el cuello de su omega. Mamá trabajaba a prisa, limpiando la herida y cociéndola con seguridad. Acababa de ver algo así en la vida real. Yo ni siquiera sabía cómo sostener un bebé, no sabía cómo mirarle. Tenía tanto miedo y pensé en como John debía de sentirse.

Abracé el bebé escuchando las palabras de mamá que buscaban calmar a su hijo mayor.

-Tiene pulso, el señor Park llegará en la mañana y le curará. Solo debemos vigilar su fiebre, estará bien cariño... n-no, mi vida, no llores.

Mi hermanito estaba meciendo suavemente el cuerpo de su omega, llorando en silencio.

-John...- susurré- ¿Quieres sostenerlo? Es muy bonito.

Los ojos de mi hermano se abrieron, enrojecidos y angustiados, siguió cuidando a Taeil hyung mientras sostenía al pequeño bebé. Y entre todo el dolor, él sonrió, la manito de la pequeña criatura atrapó el dedo de su papá.

-Hola, pequeñito- dijo entre llorosos-. Tu appa despertará pronto. Eres precioso, Chenle.

No aguanté un segundo más. Ellos no sentían la sangre como yo. Corrí fuera de la casa, rasguñé mi cuerpo con las ramas crujientes y derrapé por la tierra hasta caer en el suelo del bosque. Entonces tosí y vomité. Miles de emociones haciendo ebullición en mi interior; pánico, miedo, dolor y ansiedad.

Temía por Hyung, la imagen de sus párpados morados y sus labios verdosos, la forma en que la sangre manchaba sus piernas y su cuerpo no se movía... me tenía aterrado. Estaba entrando en pánico por lo que acababa de ver. Pero también, a mi mente llegó el pensamiento de que eso podría sucederme a mí, mi hijo nacería sin su appa y no estaría en los brazos de su padre, no tendría a Jeno.

-¿Estás bien?

Salté limpiándome la boca al escuchar aquella tranquila voz desde mi espalda. Al voltear no había nadie y retrocedí aterrado. El corazón me latía en la garganta como una bomba con cuenta regresiva.

-¿Q-quién está ahí...?

-Tranquilo- mis ojos se abrieron con sorpresa. Una sombra se acercó hasta ser iluminada por la luna; era un hombre alto y de apariencia extraña-. Te olí desde un kilómetro y me preocupé.

-¿Q-qué?

La sonrisa del hombre era grande y brillante.

-Estás embarazado, ¿Verdad, omega?

Sostuve mi panza conteniendo, otra vez, las ganas de vomitar. Ni siquiera tenía comida en mi estómago pero me sentía como si acabase de subir a una montaña rusa.

-Yo... ¿Quién es usted?

-Oh, tranquilo omega, no tienes que preocuparte de quién soy. Pero cuando te olí creí que eras otra persona...- tenía las manos tras la espalda, usaba ropa anticuada y aquellos ojos verdes brillaban como dos esmeraldas-. Supongo que nos veremos seguido si sigues volviendo al bosque.

Entonces desapareció como llegó, fundiéndose con la difusa arbolada. Había sido surreal, desde nuestra conversación hasta su extraña apariencia, con ese cabello blanco y ojos grandes. Definitivamente otro vampiro. Pero no olía como uno.

Raro.

<<🌙>>

El señor Park llegó en la mañana. Ninguno de nosotros durmió en ese transcurso de tiempo. John se quedó en el suelo, recostado en el sofá donde su omega descansaba. La fiebre se había calmado por fin, pero había pasado toda la noche entre temblores y espasmos descontrolados.

El señor Park dijo que estaría mejor dentro de poco, solo hacía falta mantener un ojos sobre él y procurar que no se vuelva loco por cuidar al pequeño. A eso le agregó una contenta risa, una que nadie respondió.

-Jaemin, acompáñale por el sendero- pidió John y salí por la puerta junto al anciano de apariencia agradable.

Caminamos en silencio, solo debía llevarle al final del bosque y alguien de su manada le estaría esperando. La suya era un más grande, según tenía entendido él hombre era un gran amigo del alfa líder, había escuchado muchas historias sobre esa manada. Decían que era el único lugar en donde el consejo no estaba conformado solo por ancianos. Claro que no siempre fue así, pero el alfa líder era joven e hizo muchas reformas.

-¿Necesita que espere con usted?

El hombre sonrió, su gran mano despeinó mi cabello.

-Eso sería bueno, he oído que hay vampiros en la zona ¿Has visto alguno?

Si supiera...

-No, los territorios están marcados.

-Oh claro... pero ya sabes jovencito, esas criaturas no son buenas siguiendo las reglas. Aunque me gustaría cruzarme con uno alguna vez, ver si son tan desalmados como dicen o si se parecen más a los humanos de lo que aparentan.

Mis mejillas se sonrojaron.

-¿N-no cree usted que iría contra las reglas?

-¡Claro que sería contra las reglas!- su pesada mano palmeó mi hombro y me guiñó un ojo con complicidad-, pero las reglas están hechas para romperse. Había un zorrito en nuestra manada, ese mocoso siempre está rompiendo las reglas y eso lo vuelve encantador. Oh, es tan divertido verlo con su alfa, ambos son como el agua y el aceite. Lástima que ya no viva con nosotros, extraño a ese travieso.

-Supongo...

-Y... ¿Ya los saben todos?

Salí de mi trance para mirarle en un corto parpadeo.

-¿Disculpe?

El anciano frunció el ceño.

-Deberías decirles, tu olor es inconfundible, pero hay algo más... hmm... ¿Puedo saber quién es el papá?

-E-es mi alfa.

Vi esa duda en sus ojos y me asusté, pero él sonrió enseguida.

-¡Es fantástico! Vendré dentro de un mes para revisarte ¿Te parece?

-Yo... eso creo.

-¡Bien, llegaron por mí!- comenzó a marcharse pero regresó para mirarme con sabiduría-. Eres un buen chico, Jaemin. Cuando vuelva me dirás como es que el olor de un vampiro está impregnado en tu ropa, pero por ahora será nuestro secreto. ¡Cuídate, muchacho!

<<🌙>>

DongHyuck

Un repicar en mis oídos no me dejaba concentrarme. La música estaba demasiado alta. Creí que pondrían algo agradable, pero todo era ruidoso y estresante. Bandas antiguas de las cuales apenas conocía una o dos canciones.

Sorpresivamente algunos vampiros recordaban su cumpleaños por más que hayan pasado décadas desde la última vez que celebraron uno. O eso creía, hasta que Renjun dijo esta mañana "¡Adivina que fecha es hoy!", ni siquiera tuve tiempo de responder cuando dijo "¡El día en que morí...! ¿O era en el que nací? A veces los confundo, como sea, hay que celebrarlo".

La única ventaja de mi inútil ceguera fue no haber tenido que ayudar con la decoración. Taeyong puso globos en mis manos y me ordenó inflarlos con mi pobre capacidad pulmonar. Es decir, yo ni siquiera hubiese sabido como era mi ropa si Renjun no me la hubiese elegido y explicado a lujo de detalle. Se trataba de un buzo sencillo con un raro diseño en el frente y una chaqueta de mezclilla. Ambas prendas hacían juego con mis jeans, mientras lo que resaltaba eran mis converse rojas.

Sunmi dijo que me veía bien y que la forma en que Renjun me peinó era adorable. Era increíble que ella estuviese aquí, al parecer los vampiros no tenían muchos amigos, y Renjun quería un (cumpleaños/aniversario de su muerte) divertido.

-¿Aburrido?- la voz airosa chocó contra mi oído. Olía a sangre añeja y su aliento a cerveza.

Sonreí. Increíblemente estaba en una fiesta, teniendo una conversación con mi asesino.

-Las fiestas no son lo mío. El alcohol no sabe bien, si bailo puedo caer y por si no me viste... estoy ciego, la gente podría pisarme. Y esta música apesta.

Doyoung se rió ronco. Su aliento a centímetros de la comisura de mi boca. Cada parte donde nuestros cuerpos se tocaban me hacía sentir alerta e incómodo.

-No puedo creer que no te guste survivor.

-Eh...- intenté alejarme, pero sus dedos detuvieron mi muñeca-, no es que no me gust...

Oh Dios mío.

Sus manos grandes apresaron mi rostro y mi cuello fue torcido con brusquedad antes de que me besara... Este lunático me estaba besando. Sus labios eran suaves y tomaban los míos con prisa.

-¡Detente!- le empujé con toda mi jodida fuerza y respiré aliviado de no tener sus manos encima- ¡Ahg, maldito imbécil!

Dije que no era bueno yendo a fiestas, siempre temeroso de caerme pero tuve que avanzar para alejarme de él. Y esa sensación de pavor seguía conmigo. Oí a Renjun cantar la canción a viva voz, me tambaleé sintiendo el dolor en mi pecho y las lágrimas en mis ojos.

Me sentía... era un tonto por sentirme de esta forma... pero me sentía violado. Ultrajado por alguien que me había hecho daño. Ren dijo que desde ahora era un tipo duro, un vampiro patea traseros, pero en segundos me convertí en un nene buscando un lugar para llorar.

Ni siquiera logré bajar al maldito sótano. Su mano me detuvo y mi cuerpo se empujó contra la pared por mi cuenta.

-DongHyuck-

-¡Ahora no, Mark!

-Bien. Lo mataré.

-¡Ahh!- grité tan alto hasta que mi voz se quebró.

Estaba cansado de estas personas. Y fui yo quien atrapó su brazo. No sabía si me estaba mirando, o si yo lo estaba haciendo. Solo quería acabar con esto.

Arrastré la espalda por la pared musgosa hasta sentarme en los escalones que bajaban hacia el sótano.

¿Ellos estaba jugando conmigo? ¿Era alguna clase de lucha para ver quien se quedaba conmigo?

Si era eso lo que sucedía, yo lo detestaba.

Y ya no perdía nada por preguntar lo que quería averiguar.

-¿Estas celoso?- respiró y respiré, pero no respondió. Maldito-. Ja, eres increíble.

-Lo estoy.

Mi boca se frunció, levanté la cabeza como si pudiese verle.

-¿Q-qué?

-Estoy celoso.

Oh...

Ni siquiera sabía si él podía verme. Estábamos en este lugar oscuro que apestaba a humedad. Pero mi corazón latía como si hubiese vuelto a la vida y yo solo quería...

-¿Por qué?

Ggruñó y sus pisadas resonaron como un eco. Su cuerpo se sentó a mi lado y nuestras rodillas chocaron.

-Doyoung te quiere, no con buenos sentimientos, él te quiere porque sabe que yo te quiero.

-Eso es egoísta.

-Lo sé. Pero odio que te haya besado. joder, realmente estoy celoso.

Estiré mis dedos hasta rozar su camisa y solté un endeble suspiro

-Bien... Puedes besarme también.

Lo ansiaba y necesitaba. Habíamos estado actuando de esta manera por tres meses. Era frustrante y agotador. Yo solo... necesitaba esto.

Y fue aún más desesperando cuando sus manos sujetaron mi rostro y nuestras narices e juntaron. Él rozó nuestros labios hasta que mi lengua jugó con la suya y fuimos un desastre. Labios partidos buscándose con desespero, rápido y luego lento. Y él olía bien, extrañamente la sangre en su aliento era agradable, incluso la colonia que usaba me gustaba. Como si fuese un olor de la infancia, uno que perdura en el tiempo.

Lo que no me gustaba era lo que me hacía sentir. La forma en que apresaba mi cintura separándome de la pared para pegarme a él, no me gustaba lo mucho que eso me hizo temblar.

Pero mis manos tocaron con suavidad su rostro, entre besos cortos. Una nariz pequeña y ojos rasgados, piel fría y labios que se curvaban al sonreír debajo de mis dedos.

-Eres bonito...

-¿Eso crees?

-No, solo quise ser gentil.

Se rió de mí, me volvió a besar y yo volví a sentirme mal. Nosotros éramos dos extraños que se besaban y luego se odiaban. Yo le odiaba por lo raro que me hacía sentir, por lo mucho que me hacía olvidar lo que fui y lo que esa cura me iba a devolver. Él me odiaba porque le recordaba algo que perdió y que nunca más podría tener.

Esto nunca terminaría bien, estaba claro en mi mente, me perseguía en segundos en los que me distraía.

Y me aterró lo mucho que esto me podría destruir. Alejé su cuerpo y me puse de pie.

-Y-yo no sé si te quiero.

-Hyuck...

-Tu no me has hablado desde la cabaña, no sé lo que quieres pero y-yo tengo miedo de quererte... Tengo miedo de que siempre quieras más a un fantasma que a mí... Toma una decisión, Mark, entonces puedes hacer lo que quieras conmigo.

Quedó horrible pero no quería demorar más. No falta tanto para el gran final y sé que me van a odiar pero quiero llegar a ese final porque estoy muuuuy emocionada por escribirlo 😂♥️

Continue Reading

You'll Also Like

473K 66K 43
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
36.3K 5.5K 33
❝ Kim SeokJin es un Coronel con un carácter difícil. Jeon JungKook es un paciente enfermero que lo atiende. A SeokJin le gusta JungKook, a JungKook...
14.5K 2.7K 26
Todo lo que un criador debe hacer es llegar al Edén. •Distopía •Omegaverse Portada: @Doddlemin ✨
78K 5.1K 23
Jessica empieza su primer año de universidad y conoce a Saul, con quien se lleva bien, luego de unos meses él le presenta a sus amigos Cuando Jessic...