El viento hacia que mi pelo se desordenara más de lo que normalmente está. La arena fría y húmeda tocaba mis pies. Había un atardecer pintado en el cielo, tenía una buena vista desde donde estaba. Hacía mucho frio y aunque tuviera la chompa de Sam no me mantenía lo suficientemente abrigada.
Todos estaban esparcidos por la playa. Sam estaba intentando prender la fogata. Matt traía unas cuantas ramas. Bella estaba en el agua hablando con Valeska mientras ella estaba en la orilla escuchándola. Yo estaba mirándolos desde lejos en la pequeña tienda que tenía la playa. Compré unos cuantos bocaditos y camine hacia Sam. Se lo notaba irritado por su fallido intento de prender el fuego. La brisa hacia que sus cabellos rubios estén apuntando a todas las direcciones. Me encantaba su cabello. Sam tenía el aspecto del típico chico popular sin embargo no lo era. Aunque tenía el pelo claro y los ojos azules, no era el centro de atención. Sorprendentemente él era solo un chico más del colegio.
-¿Quieres que pida ayuda?- se sobresaltó al notar mi presencia
-Solo estoy teniendo unos inconvenientes- la madera comenzó a prenderse- ¡Vez! Te dije
-¡Al fin! Después de media hora de espera
-¿Ya lo lograste?- preguntó Matt
-Sí, no fue tan difícil
-Ni tú te lo crees- me miró- ¿Qué compraste?
-De todo un poco- le respondí. Le pase la bolsa y él la abrió
-¿Qué hacen?- preguntó Valeska
-Matando dinosaurios, fíjate- le respondió de manera divertida Matt
-No te pregunte a ti
-Bueno, dejen de pelear y sentémonos todos- le dije
-Al- me susurro Sam
-¿Qué paso?
-Ven- lo seguí hacia donde estaban los bolsos. Sacó una caja forrada de papel decorativo- Te compre esto
-¿Qué es?- Abrí el regalo- No tenías que hacerlo...
-¿No te gusta?
-Me encanta pero ¿Cómo la compraste?
-Utilicé el dinero guardado
-¡Sam! Era tu dinero
-Ganaré más, me conseguí un nuevo trabajo que si paga bien
-No creas que no te voy a devolver el dinero- le golpee su hombro ligeramente
-No lo aceptaré- antes de que pudiera responderle una voz familiar nos interrumpió
-¿Vienen o no?- dijo Valeska. El short que tenía puesto estaba húmedo, supongo que al final decidió meterse al agua
-Claro
Nos acercamos nuevamente a donde estaban los demás. Ahí se hallaban troncos que Matt había colocado para que nos sentáramos. Bella estaba sentada en el tronco con una toalla alrededor suyo. Matt estaba sentado en la arena cerca de ella. Valeska se sentó alado de su amiga, normalmente se sentaba al lado de Sam pero debido a los eventos previos su relación ya no era la misma. Sam y yo nos sentamos en el mismo tronco. Agarre una bolsa de patatas y comencé a comer.
-¿Qué piensan hacer por estas vacaciones?- dijo Matt
-Mis padres quieren ir a Barcelona- comentó Valeska- pero van por trabajo y de seguro tendré que pasear sola
-No te amargues Rubia, yo no voy hacer nada. Si convences a mis padres tal vez te pueda acompañar-le respondió Bella.
-¿Qué tal si todos vamos?
-Sería un viaje de chicas porque nosotros no podemos- agrego Matt- Yo también me voy de viaje pero a Argentina y Sam se consiguió un trabajo de verano
-Entonces... ¿Nos vas a acompañar Alexa?- dijo mientras me dedicaba una sonrisa forzada. La relación entre Sam y ella no fue la única que fue afectada. En mi caso todos se alejaron de mí, excepto él rubio.
-No me van a dejar
-Qué pena, supongo que solo vamos a ser tú y yo, Bella.
-Mejor- susurró la otra chica
-¿Qué van hacer allá?- pregunte
-Val de seguro se encontrará con un chico
-Eres una mentirosa- dijo entre risas
-¿Cómo alguien no va a querer una rubia ojos mieles?
-Tengo unos en mente- miró a Sam y él desvió la mirada
La noche transcurrió así. En un punto todos nos metimos al agua. Comimos todos los bocaditos e incluso compramos más. Mis dedos se hicieron pasas. Salí del mar, en ese momento sentí como el frio recorrió todo mi cuerpo lo cual hizo que se me pongan los pelos de punta. Agarré mi toalla y me sequé. Cuando vi hacia el mar ninguno de mis amigos estaban ahí.
-¿Chicos? ¡Hola!- grité. No hubo respuesta, solo sonaba el fuerte viento.
Escuché como el agua se vertía y volteé hacia dónde provenía el sonido. La fogata estaba apagada. Las olas golpeaban con fuerza el suelo. Comencé a sudar, no podía moverme. Sentía nauseas. Mis piernas se debilitaron hasta que caí. Las lágrimas no tardaron en salir en ese momento.
-Alexa- alcé la mirada y vi a Nick- despierta
Mi ropa estaba húmeda por el sudor. Mire el reloj, 3am. Camine hacia el baño y me limpie el sudor. Me mire en el espejo. Era un espanto. Estaba roja. Mis ojos ahora parecían grises en vez de verdes. Necesitaba dormir urgentemente. Me cambie mi camisón por una camisa azul normal ya que no olía muy bien. Agarré mi chompa gris y me fui.
Mientras subía las blancas escaleras pise muy fuerte una, esperé unos segundos y nada, nadie lo notó. Abrí la puerta y no vi a Nick. Avancé hacia el borde. Apoye mi codo a las barandas de metal. Admiré la vista, las luces rojas, amarillas y azules brillaban como las estrellas. Los edificios eran los mismos de siempre al igual que los carros. El silencio se ponía más incómodo por cada segundo que pasaba. Estaba acostumbrado a que Nick este aquí. "Tranquilidad" por eso fue que venía aquí y ahora solo deseo poder hablar con él.
-¿Preparada para tirarme?-me giré hacia atrás y lo vi
-Es la primera vez que vengo temprano
-¿Estas bien?
-No dormí bien- suspiré y me senté
-Volviste al inicio- se sentó alado mío y me miró
-Es injusto- apoyé mi cabeza a su hombro.
-Así es la vida ¿No? Tu misma lo dijiste hace una semana
-¿Cómo hago para ya no tener esos sueños?
-No duermas o... quema todas las cosas que te recuerden a él
-¿Qué?- lo miré- estas de broma
-O las puedes botar
-Nick-me interrumpió
-Alexa es la verdad. Debes olvidarte completamente de él
-No me parece una solución lógica- me paré y avancé hasta le puerta
-Como quieras. Igual eres tú la que sufre, yo no- me detuve. Me quede mirando a la puerta gris metálica- Piénsalo bien. Con olvidar a Sam resuelve todos tus problemas, tu mamá te sacaría de aquí, volverías con tus amigos, volverías a la escuela. Alexa serias feliz
-Faltan dos días para que salga. Botaré la caja ese mismo día- voltee
-No te quedes ahí parada. ¿No quieres saber que hice hoy?- asentí y nuevamente me dirigí hacia donde estaba sentada hace unos minutos.
(---)
8am. Estaba despegando todas las fotos y dibujos relacionado con Sam de mi pared
-Buenos días Alexa- Sandra entró y miró hacia la caja que estaba en la cama- ¿esas no son...?
-Las cosas de Sam, sí. Me estoy deshaciendo de todo- despegue la última foto y la puse en la caja. En la foto estábamos los cinco sonriendo.
-¿Puedo saber la razón?- dejo su bolsa en la cama y reviso el interior de la caja
-Él es la razón por la que estoy aquí- cerré la caja- es hora de olvidarme de él
-Alexa esto no está bien, no necesitas olvidarlo para estar mejor- se sentó en la cama y me tomo de la mano- Todos hemos perdidos a personas que amábamos y si es difícil al inicio pero pronto lo superaras y podrás vivir con los recuerdos
-Estoy segura que "todos" no tienen sueños en los cuales se despiertan llorando- quite mi mano de la suya y agarre la última que faltaba.
Era la que estaba en mi cómoda. La de su cumpleaños. La miré fijamente, no podía deshacerme de esta foto. Pero debía. Y lo voy hacer. Abrí la caja de nuevo y la coloque adentro.
-Al menos quédate con esa. Me dijiste que era tu favorita
-Sandra déjalo. Todo esto se va a la basura- bajé la caja de mi cama- Vamos a desayunar
Estábamos sentadas en la mesa. Una al frente de la otra. Ninguna decía nada. Sandra me miraba hasta que se dio por vencida. Tomó su teléfono y no despegaba la vista del dispositivo. Al ver el teléfono, me acordé del texto de Sam. Tome mi botella de agua, la destape y bebí un poco. Si quería olvidarlo debería parar de pensar en él. Aunque era inevitable, si estaba vivo entonces todo volvería a estar como antes ¿Cierto? No habría una razón por la cual yo me quedaría aquí. Por la frustración moví mi mano y esta empujo la botella sin tapa. El agua mojó el suelo y antes de que se regara toda recogí la botella. Sandra no dijo nada, solamente levantó la vista hacia mí y el suelo y volvió a sus asuntos. La miré de regreso esperando a que me dijera algo. Las palabras nunca llegaron, pero una risa sí. ¿Qué es tan gracioso?
-No puedes pasar un minuto en silencio sin inquietarte- me dijo aun con la mirada en el teléfono
-Pensé que me regañarías- le respondí
-¿Por qué? Si ya me esperaba que hicieras un mal movimiento- sonrío y me miró
-No entiendo
-Cuando hay mucho silencio te pones a pensar demasiado las cosas y no notas lo que estás haciendo
-Solo han pasado seis meses y tú ya sabes lo que voy hacer mañana
-No. Hoy me demostraste lo contrario, nunca pensé que borrarías a Sam de tu vida
-No es lo que mi mamá quería- Sandra negó con la cabeza
-Tu no le haces caso a tu mamá- pauso un momento y acercó su silla a la mesa- ¿Venus te dijo que hagas esto?
-¿Qué? No, ni siquiera sé cómo está- negué
-Entonces fue el chico ¿Cómo se llamaba?
-Él es irrelevante en esta conversación- Me levanté- Voy al baño
Camine hacia los baños. Abrí la puerta de un cubículo desocupado, entré, cerré la puerta, me senté en la tapa del baño y apoye mi cabeza a la pared
No tenía ganas de discutir con Sandra. Pareciera como que si esta fuera la semana de discusiones. Mamá, Nick y Clarisa conmigo, mis padres, Noah y papá y por ultimo yo y Sandra. Lo peor es que ya se acerca acción de gracias. Va a ser un caos, estoy segura. Mamá cocinaría el pavo con mi abuela paterna. Hablarían de mis hermanos, la razón de porque Noah está aquí, el trabajo de Liam, a que universidad quiere ir Alex, como estoy yo y que hay de nuevo en la vida de Colin. Pero no mencionarían a Lucas, mi abuela si lo quiere, sin embargo sabe que a mi mamá no le agrada y respeta su opinión. Luego ordenarían la mesa, al momento que todos nos vamos a sentar tocan la puerta y entran Cloe y Lucas. Y ahí es cuando el día de acción de gracias se convierte en un desastre.
El tiempo avanzaba lento. Me cansé y salí del baño. Voltee hacia la mesa. Sandra estaba mirándome sonriendo victoriosamente. La miré antipáticamente sin embargo su sonrisa seguía ahí. No me acerque a la mesa, mas hice lo contrario. Fui al elevador y apreté el cinco. Tenía esperanzas de que Venus ya hubiera llegado. Camine por los pasillos hasta llegar a su habitación. Toqué la puerta
-¿Quién?- preguntó una voz femenina dentro de la habitación
-Alexa- le respondí
-Pasa
Abrí la puerta. Venus estaba sentada en la cama con los brazos cruzados. Sus ojos ahora eran mieles cristalinos y su nariz estaba roja
>> Lo lamento. Debí contarte antes lo de Sam pero no pude, pensé que me ibas a creer culpable y que me detestarías- definitivamente esos eran mis pensamientos previamente, pero ya no.
-Está bien. No vine por eso- bajó su mirada y yo me senté alado de ella
-¿Podemos no hablar del tema?
-Pensé que te habías muerto, Venus. No es un tema que pueda evitar
-Pero estoy aquí, gracias a ti. Eso es lo que importa- resopló
-¿Entonces de que quieres hablar?
-¿Sabías que le gustabas?- volteó a verme- a Sam
-Pensé que le gustabas tú
-Yo también. A ti también te gustaba ¿por qué no le dijiste que si?
-Necesitaba concentrarme en mis estudios, necesitaba hacer feliz a mis padres. Nunca me imaginé que algún día lo perdería
-Ahora yo no buscas su aprobación
-Me di cuenta que la vida es muy corta como para que me interesen ellos- la miré
-Lo siento
-Acepto tu disculpa- Tomé su mano- ya me hacías falta.
(---)
11am. Estaba leyendo "Miller's Valley" de Anna Quindlen para matar el tiempo. Mamá me compró libros en inglés para que mejorara en el idioma. Ya estaba acostumbrada. Algunas veces no solo me hacía leer en ingles sino también me daba libros de emprendimiento o los típicos de 100 pasos para mejorar tu empresa o cosas así, me parecían patéticos esos libros pero no tenía elección. Mientras pasaba de página escuche toques en la puerta.
-¿Sandra?- dije pensando que era ella la que estaba afuera
-No, intenta de nuevo- exclamo la voz del otro lado.
Me levante de la silla y abrí la puerta.
-Buenos días Nick- me hice un lado para que pase
-¿Qué haces?- avanzó y agarro el libro de la silla- No sabía que eras bilingüe
-Tú también sabes inglés- le quite el libro de sus manos- ¿Quieres saber de qué se trata?
-No tengo ni el mínimo interés por abrir un libro y leer. Deberías intentar hacer otras cosas
-¿Cómo qué?
-No ser tan aburrida- me respondió riendo
Puse el libro de vuelta en la caja que estaba en mi cama. Ahí guardaba todos mis libros. Había quince en total, algunos en inglés, otros en español. Cerré la caja y me senté en mi cama
-No pensé que en serio la harías- dijo refiriéndose a las cosas de Sam
-Ya somos dos. Igual lo debía hacer si quería sentirme mejor
-¿Funciono?
-No tanto. No te conté, pero Venus conocía a Sam, lo dos salieron por un tiempo. Cuando me la encontré hablamos de él y de nuevo no pare de hacerme preguntas a mí misma
-¿Por eso es que estas leyendo? Sabía que no eras tan aburrida
-Leo no solo para distraerme también porque lo disfruto, solamente que en este momento lo necesitaba y agarré un libro
-Entonces hablemos de otra cosa. ¿Cuándo comenzaste a dibujar?
Cuando tenía siete. Noah me enseñó
-¿Tu hermano?
-Sí, Era muy bueno dibujando y me enseñó todas sus técnicas y como utilizar las sombras- mire el reloj rojo de mi cómoda
-Con eso me confirmaste mi teoría
-¿Cuál?- Lo volví a mirar
-Todos en tu familia son prodigios, incluyéndote.
-Aun así somos aburridos
-Sin duda, los más divertidos son Lucas y Colin y eso que no me nombre a mí ya que al parecer soy "aburrida"
-No es mi culpa que saliste como tu mamá
-Ey-fruncí el ceño- No es cierto
-Piensa lo que quieras- se levantó dirigiéndose a la puerta- Aquí me despido, tengo que ir a mis actividades
-Yo voy contigo- me levanté también
-Creo que estas bien con tu libro. Abrió la puerta y salió
La puerta se cerró y quede en la habitación sola. Vuelvo a agarrar mi libro. Creo que ya me aburrí. Abro la ventana, asomo mi cabeza, estoy intentando encontrar algo con que distraerme de la calle. Nada. Las calles grises estaban más solitarias que yo. Asomé mi cabeza intentando husmear en las vidas ajenas de los vecinos. No lograba ver dentro de las ventanas de los edificios de al frente debido a que las cortinas tapaban todo. Me doy por vencida.
Pongo mi mano en la perilla de la puerta, no la abro porque no sé cuál es el sentido de ir hacia el pasillo. ¿Con quién hablaría? Me toca esperar al almuerzo para poder ver a Venus. Me desplomo en mi cama y cierro los ojos para poder dormir con la esperanza de que el tiempo pase más rápido. Al no haber resultado agarre la almohada y la lancé hacia la puerta.