Narra "____"
Ya falta poco para llegar... quien diría que la casa del señor Urokodaki este tan cerca de la mía, solo son un par de montañas y ya.
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Me encuentro enfrente de mi hogar, viendo con tristeza los cuerpos de mi familia, camino dentro de la cabaña, sin inmutarme de la terrible escena.
Empiezo a moverme de un lado al otro, preparando todo...
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Todo está listo, me acercó a los cuerpos que ahora están apilados y tapados con una manta blanca. Iniciando a llevarlos más arriba de la montaña, alejado significativamente de la cabaña. Al llegar, logro ver la cueva, con adornos y símbolos en su entrada.
El emblema principal, situado en la parte central alta, un tallado a mano de un eclipse, y dentro de ella, una estrella.
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Al salir de la cueva, ya era de noche, calcularía que son en promedio las doce de la noche.
Tenía puesto la vestimenta del ritual funerario.
(Mas o menos asi)
Empecé a caminar, sosteniendo una mesa de mano, con pequeñas urnas de cerámica, y en cada una de ellas, portaba un diseño único... Eran cuatro las cerámicas y pergaminos que llevaba conmigo.
Me dirigí al lado izquierdo de la cabaña, más allá se encontraban antorchas prendidas que estaban decoradas, colgando el emblema... Puse las urnas junto a los pergaminos en una mesa principal central, tomando en mano una tela con un grabado dorado que tapaba mi rostro en su totalidad.
Inicie con una reverencia al altar, sujetando un pequeño báculo que también portaba en tallado a mano del emblema.
Y así, daba comienza al ritual funerario.
NARRA TOMIOKA:
La estuve vigilando desde que dejo el hogar de Urokodaki. Cuando la vi llegar a su casa, sin inmutarse de los cuerpos muertos, el disgusto se apoderó de mí.
Esperaba ver cualquier tipo de situación, una en la que maldice y llora de rabia al demonio por arrebatarle la vida a las personas que ama, o solamente enterrar sus cuerpos para darles una sepultura adecuada.
Faltaban un par de horas para que el cielo oscureciera cuando ella se dirigió con los cadáveres, a una cueva que portaba extraños símbolos y adornos.
Con la clara intención de acercarme y verificar, algo me lo impedía, no tuve más opción que esperar a que salga. La noche se hizo presente cuando la vi salir de la cueva con vasijas y pergaminos, me daba una idea de lo que podrían contener esos extraños objetos que nunca había visto.
Se reverenció a lo que sería el altar, disponiéndose a danzar... Parecía que, estaba haciendo un ritual... No puedo juzgar, las tradiciones de cada lugar son diferentes y únicos. "____" se mantuvo danzando lo que restaba de la noche, en ningún momento la vi agitarse o detenerse por las heridas de su cuerpo, lo cual me sorprendió. Que una persona que no recibiera entrenamiento alguno, pueda controlar tan bien su respiración.
El sol aún no salía, y es ahí cuando ella finaliza todo. Se derrumba bajo sus propios pies, abrazándose a sí misma, en un intento de consuelo. Sin apartar en ningún momento la vista en las urnas donde yacen su familia.
NARRA "_____":
Ya todo había finalizado. Todo esto parece tan irreal, las urnas son el intenso recordatorio de lo que paso. La ira bombeaba sin control por todo mi ser, era tan doloroso, respire pausadamente, debo ser neutral, tenía que. Retire la tela que cubría mi rostro.
- Solté un calmado suspiro, girando levemente mi cabeza para mirar un punto en concreto. Calmadamente, hable - Ya no es necesario que se esconda, Tomioka.
Él lentamente salía de la oscuridad de los arbustos y nieve, bañándose por la tenue luz de luna, nos miramos por un breve momento sin intercambiar palabras.
- Es muy tarde, por favor descanse de lo que resta de la noche. Un cazador debe tomar prioridad a su salud - dije mientras caminaba - yo, terminaré con esto... - lo último era dirigido más para mí que para él.
Escuche sus pasos seguirme, sin intercambiar palabras. Ya dentro de la cabaña, lo guie por uno de los pasillos, indicándole que descansaría esta noche aquí.
Él no dijo nada en el proceso, adentrándose en la habitación. -Descansa Tomioka - y sin más, cerré la puerta. Regresando al mismo lugar donde momentos antes estaba, para terminar de reordenar y limpiar.
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El amanecer se hizo presente, me encontraba en el comedor, poniendo los últimos platos para poder desayunar.
Unos pasos se aproximaban, gire sobre mis talones, viéndolo acercarse al comedor. Sonreí como era costumbre.
-Buenos días, Tomioka. Siéntate a comer.
Él solo asintió, agradeciendo la comida, empezando a comer en un tranquilo silencio, no hubo charla o algo que decir. Al terminar limpie y lave todo.
Tomioka: Tienes que venir conmigo...
- ¿Se puede saber el motivo? - hablé calmadamente, mirándolo a la espera de una respuesta.
Tomioka: Oyakata-sama quiere verte, él es el patrón de toda la organización de los cazadores de demonios - explico
- Oh, ¿Es así? Confió en tu palabra, iré.
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Decidí usar un conjunto de rojo y blanco, al estar lista, no hice esperar más al joven cazador.
Ya lejos de mi hogar, detuve mi andar. Él me observo, esperando lo que tenía que decir.
Tomioka : ¿Sucede algo?
- Me disculpo, Tomioka... Pero, es mejor no ir... Mejor dicho, es mejor que tomemos caminos diferentes - lo mire neutral, decidida a no declinar.
Tomioka : Oyakata-sama requiere de su presencia y-
- Lo sé, soy consiente de ello. Sabía que diría algo como eso, por eso... nuevamente, pido disculpas - Lo mire seriamente
Y antes de que él intente hacer algún movimiento, lo noquee.
No fue difícil llevarlo hasta un prado, acomodándolo y dejando un bento de comida en señal de disculpas. Marchándome así del lugar.
Fin del cap