La idea de que los seres humanos pueden dejar sus cuerpos durante los estados de sueño es realmente muy antigua. Un sinnúmero de personas cree que es posible estar en comunión con la inteligencia cósmica a través de visiones y sueños vívidos experimentadas durante la proyección astral o los viajes astrales, también conocido como experiencias fuera del cuerpo.
Según una encuesta publicada por la prestigiosa revista científica Live Science, entre el 8 y el 20 por ciento de la población afirman haber tenido algún tipo de experiencias fuera del cuerpo en algún momento de sus vidas. Aunque la mayoría de las experiencias se producen durante el sueño o en estado de hipnosis, algunas personas afirman haberlo experimentado mientras estaban simplemente relajados. Como ya hemos comentado en diversas ocasiones, el cuerpo astral permanece conectado a través de un cordón de plata metafórico (similar a un cordón umbilical) que ata la conciencia al cuerpo físico.
Encuentros demoníacos
El miedo a la posesión es uno de los mayores peligros de los viajes astrales. Cuando comenzamos la proyección astral, es probable que emerjamos a uno de los planos inferiores: muchos expertos en el tema afirman que este plano está habitado por demonios o espíritus malignos, que pueden controlar un cuerpo cuando estemos ausentes. Es por este motivo que se recomienda tomar medidas para protegerse contra cualquier entidad hostil que nos podamos encontrar en el estado astral.
Algunas de estas precauciones incluyen imaginar una luz blanca o de oro alrededor de nuestro cuerpo astral, pidiendo a los espíritus protectores, ángeles o guías que nos ayuden. Normalmente se puede saber si una presencia o espíritu es malévola por su aura, que puede ser oscura, confusa, o simplemente con una “mala vibración”. Pero también hay que dejar claro que estas entidades no nos pueden dañar a menos que se les invite a hacerlo
Entidades demoníacas
Según la gran cantidad de experiencias, hay ciertas entidades que hay que tener en cuenta durante los viajes astrales. Como hemos comentado anteriormente, estas entidades demoníacas no nos dañaran a menos que se lo permitamos. Y pueden engañarnos de diferentes maneras, mediante sentimientos, emociones o miedo. A continuación, una pequeña lista de entidades demoníacas que nos podemos encontrar durante nuestros viajes por el plano astral:
La entidad demoníaca intrusa: Aquellos que experimentan el viaje astral por primera vez son más propensos a atraer a las entidades demoníacas intrusas. El término “intruso” está asociada con la presencia de estas entidades en cualquier momento del viaje astral, y no es del todo necesario que estemos en los planos astrales más bajos.
Apariciones: Mientras que la entidad demoníaca intrusa puede parecer como simples sensaciones en la proyección astral, muchos “viajeros astrales” han informado haber visto apariciones de seres aterradores durante su “aventura”. Estas entidades pueden aparecer como un “demonio” tradicional, pero también puede aparecer como una representación de nuestros miedos. Este tipo de apariciones suelen ser borrosas o puede ser muy específicas en función de la percepción individual.
Personas: En nuestros viajes astrales nos podemos encontrar “personas demoníacas”. Esta puede ser alguien que ha fallecido o incluso una persona que existe en nuestra realidad. Los expertos dicen que se tratan de proyecciones asociados estrechamente con el bajo astral.
Extraños ruidos: Algunos viajeros astrales han asegurado haber escuchado voces demoníacas mientras se encontraban en otros planos de existencia. Estas voces pueden ser difíciles de descifrar y con un idioma que desconocemos. Pueden dar órdenes o hacer amenazas en función de su experiencia durante el viaje astral. Pero cuidado, también es posible escuchar cómo nos persigue durante nuestros “viajes”.
Sentir presencias: El atributo más común asociado con este tipo de aterradoras experiencias es la sensación de que una entidad demoníaca está presente con nosotros en nuestro viaje astral. En otras palabras, se puede “sentir” que una amenaza demoníaca está cerca, incluso si no puedes verla o escucharla. Pero nuestra intuición nos advertirá que una de estas entidades está cerca.
Entrando en el bajo astral
Quienes han llegado a acceder a los más bajos planos de existencia han asegurado haber visto grandes masas de formas aéreas, oscuras, deformes e inhumanas. Estos son los seres que habitan en el bajo astral y que se sienten atraídos por el magnetismo corrupto de un viajero astral, e incapaz de ser repelidos por aquellos que han perdido la fuerza de voluntad necesaria para protegerse de tales criaturas que se adhieren como lapas a su víctima.
Pero también tenemos que recordar que el magnetismo positivo actúa como un veneno contras estas entidades, y les impide adherirse a nuestros cuerpos físicos una vez que regresamos de nuestro viaje astral. Sin embargo, si accedemos a este plano sin el magnetismo positivo necesario, entonces el daño puede ser irreparable para nosotros y para todos aquellos que nos rodean en el plano físico. Si esto ocurre, las entidades demoníacas tendrían pleno control sobre nuestra persona, llegando a acabar en una posesión.