Minseok despertó mirando a su alrededor con los ojos desenfocados, su estómago dolía un poco, era más como un reflejo del dolor que tuvo antes pero aún así se sentía molesto, intentó incorporarse con ayuda de sus brazos pero unas manos lo detuvieron empujándolo gentilmente hacia atrás.
-Aún no es tiempo -Jongdae le sonrió sentándose a su lado sin dejar de observar el rostro aún pálido del príncipe.
-Me duele mucho todo el cuerpo, no creo qué pueda seguir acostado por favor.
-Entonces llamaré al doctor y...
-No... Solo ayúdame a sentarme para que pueda descansar mi espalda.
El soldado suspiró poniéndose de pie, no le gustaba la idea de ver al príncipe moverse sin el consentimiento del médico pero sabía que podía llegar a ser muy obstinado si se lo proponía, así que intentando no llevarle la contraria lo tomó por debajo de las axilas sentándolo, para luego permitirle acomodarse a su manera, caminó varios pasos hasta la mesa que portaba una jarra con agua fresca y sirvió un poco en un vaso acercándoselo al monarca antes de volver a su lugar y observarlo en silencio.
-Gracias -agradeció Minseok antes de beber ávidamente, no se había dado cuenta de cuánto necesitaba el líquido refrescante hasta ese momento -¿Puedes contarme qué pasó? No recuerdo mucho, al menos no el cómo enfermé.
-Sólo sé que perdiste fuerzas y tú cuerpo comenzó a reaccionar con espasmos y sudores, después no pude estar a tu lado porque me ordenaron salir de la habitación mientras el médico te atendía.
Jongdae se quedo pensando por unos segundos en lo que había dicho, si lo meditaba con calma todo era muy raro, Minseok siempre había sido un joven delicado de salud, sus pulmones débiles se agitaban con facilidad y solía dormir mucho debido a la fatiga, pero la dolencia que había sufrido esta vez sin dudas fue algo más grave, y él necesitaba saber si el príncipe recordaba algo extraño que pudiera darle pistas o reafirmar su hipótesis, porque definitivamente muchas cosas no cuadraban y aunque nadie había vuelto a hablar del asunto, llevaba mucho tiempo sirviendo en el palacio y sabía que nada ocurría por casualidad.
-¿Sabes que pudo ocasionar tu malestar? ¿Recuerdas si comiste algo en mal estado o quien fue la última persona que te trajo alimentos?
-El príncipe lo observó intentando adivinar los pensamientos de su guardia -¿En qué estás pensando exactamente? -movió su cabeza negativamente para restarle importancia al asunto mientras le pasaba el vaso vacío y se acomodaba mejor -Lo último que recuerdo es que una doncella me trajo algunos aperitivos para merendar y luego mi estómago comenzó a doler.
-¿Una doncella? Las doncellas no pueden entrar a los aposentos de sus majestades a no ser que sean concubinas.
-Era una de las chicas de mi madre Jongdae -aclaró el mayor pasando una de sus manos por su frente sintiéndose cansado -Ellas suelen venir a veces, no siempre... solo cuando madre les ordena traer algo para mí.
-Nunca las he visto sin embargo y siempre estoy a tu lado, es extraño que justo cuando no estoy presente entren a tus aposentos a traerte alimentos sabiendo que todo lo que comes debe ser verificado por una de las matronas de la corte.
-¿Qué estás insinuando Dae? Es mi madre por Dios, nunca haría nada para lastimarme... -Minseok se estiró un poco más cerca del guardia posando una de sus manos en su mejilla y le sonrió tratando de relajar el ambiente, confiaba ciegamente en él y sabía que sus intenciones eran buenas, nunca podría enojarse con él, tenían la suficiente confianza para hablar sin rodeos porque habían compartido muchas cosas que hasta hoy se mantenían ocultas y que significaban todo para los dos, pero no quería que sus ideas lo condujeran por caminos equivocados, él era un hombre que a menudo se encontraba expuesto a la enfermedad más absurda, no pensaba culpar a nadie por eso.
-Ahora... ¿Podemos cambiar de tema y hablar de cuando me darás cariño? Te necesito un poco ¿Sabes?
-Si me necesitas solo un poco entonces creo que podemos esperar a que me necesites más.
-Ahh eres malvado -Jongdae sonrió amplio al ver la expresión tierna e infantil que había adoptado su príncipe con los brazos cruzados y sus labios abultados sin mirarlo, Minseok despertaba sentimientos tan cálidos en su interior que a veces creía que podía explotar, se levantó de su sitio acercándose a él descruzando sus brazos para llevar luego las manos a su boca y besarlas con cariño.
-Voy a abrazarte durante mucho tiempo para recuperar las horas perdidas, si quieres algo más tienes que ponerte bien pronto.
Minseok se abrazó a él recostando su cabeza en el ancho pecho respirando calmo junto a los latidos del corazón que resonaba en su oido como un tambor de noche, le bastaba con eso, si Jongdae estaba a su lado, todo estaba bien.
-Me recuperaré enseguida ya verás.
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Baekhyun había caído en un estado somnoliento que le impedía abrir sus ojos por completo, Chanyeol repartía caricias en su espalda despreocupadamente mientras miraba el techo de la habitación y él luchaba por mantenerse despierto, podía decir sin temor a equivocarse que lo que había vivido hacía apenas un instante había sido la mejor experiencia de su vida, no podía evitar suspirar cada tanto cuando un frío exitante pasaba por su estómago al recordar las caricias del príncipe, y es que apenas estaba conociendo lo que era la intimidad entre dos personas, hacer el amor, sonrió levemente por su opción de palabras, ¿"hacer el amor" sonaba correcto? ¿Chanyeol llegaría a amarlo alguna vez? Quizá se estaba apresurando un poco pero definitivamente le gustaría sentirse amado, pertenecer a alguien, pertenecer a él.
Después de haber culminado, cuando por fin bajó de su nube y se descubrió sobre el príncipe con su miembro llenándolo aún, había experimentado una timidez tan grande que le impidió reaccionar con coherencia, quiso incorporarse y vestirse pero en el momento en que lo hizo una sustancia viscosa similar a la que manchaba el abdomen del príncipe salió de su interior asustándolo, y provocando que cayera sobre su trasero al lado del monarca quien no paraba de reír, Chanyeol lo acostó sobre su espalda y con movimientos lentos y suaves limpió su cuerpo mientras él se moría de vergüenza e imaginaba mil formas de hacerse invisible, después de eso solo se acurrucaron allí, uno al lado del otro en un silencio cómodo que amenazaba con hacerlo dormir.
Chanyeol se sentía extrañamente bien, si era totalmente sincero no recordaba la última vez que había disfrutado plenamente con el sexo, de hecho ya hacía un tiempo desde la última vez que había estado con alguien, exactamente desde aquella noche cuando regreso al palacio después de un año de ausencia, no se había dado cuenta de ello y era extraño porque su vida siempre fue sexualmente activa, pero esta vez había sido diferente, diferente como demasiado bueno, tanto que no podía apartar sus manos del cuerpo de Baekhyun, el chico era inocente y tierno, casi tanto como la sensualidad que emanaba y de la que sabía no era consciente, lo supo desde la primera vez que lo vió a los ojos, y lo había comprobado un instante atrás cuando la exitación nubló sus sentidos y se convirtió en un terremoto que removió sus cimientos.
Se incorporó un poco y miró el rostro ahora dormido de su pequeño amante, repasó sus delicadas facciones, su pequeña nariz y sus labios enrojecidos por los besos, así como las marcas rojas que adornaban su fino cuello y que habían sido cortesía suya, elevó una de sus manos y la acercó a sus mejillas tocándolas suavemente, trazando un camino con su índice desde ahí hasta su barbilla y descendiendo por donde latía su pulso, entonces Baek abrió los ojos encontrándose con los suyos y Chanyeol se quedó estático por un momento, intentado descifrar cuáles eran los sentimientos que revoloteaban en su pecho, agitándolo y confundiéndolo.
-Alteza... La princesa Jinha está aquí para verlo.
Baekhyun abrió sus ojos como platos mirando a todas partes con miedo, y Chanyeol se incorporó de un salto tomando su ropa.
-Un momento, en cuanto termine de alistarme saldré.
Baekhyun comenzó a vestirse rápidamente cuidando que cada cosa estuviera en su lugar, sin prestarle atención a la mirada intensa de Chanyeol, acomodó las sábanas después lo más a prisa que pudo y miró al príncipe preguntándole mudamente que hacer, moviéndose torpemente cuando éste le indicó en susurros que buscara su ropa de montar procediendo a vestirlo después, el príncipe no parecía estar nervioso ni mucho menos, de hecho daba la impresión de estar haciendo algo totalmente normal, y bueno hasta cierto punto lo era, si no se tenía en cuenta el hecho de lo que había pasado horas antes, pero Baek tenía un salto en el estómago como si con solo una mirada la princesa pudiera adivinar lo que sucedía, organizó su cabello cuando el príncipe estuvo listo y caminó detrás de él con el corazón en la mano, la princesa estaba fuera de las puertas de la habitación acompañada de sus doncellas, su expresión era seria y lejana como si estuviera pérdida en sus pensamientos, Baekhyun solo la observó unos segundos antes de devolver su mirada al suelo, pero fue suficiente para alcanzar a ver los ojos juzgadores de la monarca, quien lo recorrió de cabeza a pies sin discimulo antes de volver su rostro a Chanyeol y caminar hacia él.
-¿Estamos listos oraboni? -preguntó colocándose a su lado con una vibra totalmente diferente a la que tenía antes, Baekhyun frunció el ceño confundido por el cambio de actitud de la muchacha, era como si fuera dos personas al mismo tiempo y sinceramente había comenzado a asustarse por su bipolaridad.
-Si, ya podemos irnos -respondió Chanyeol haciendo una señal con su mano a la princesa para que avanzara -Los demás nos están esperando.
-¿Los demás? Pensé que estaríamos solos.
-Y yo que te gustaría pasar tiempo todos juntos, hace mucho que no lo hacemos -indagó el alto deteniéndose para verla a los ojos.
-Oh...sí claro que sí, es solo que se me ocurrió que quizá no les habías dicho nada, pero definitivamente será mejor aún si estamos todos.
Baek no pudo evitar esbozar una pequeña mueca con sus labios al escuchar las palabras de la princesa, era inaudito que Chanyeol no notara las intenciones de su hermana, no le importaba compartir su tiempo con el resto de sus hermanos ni siquiera había visitado al príncipe Minseok, solo quería estar pegada a su "Oraboni" todo el día, Baekhyun tenía un fuerte presentimiento oprimiéndole el pecho, pero como siempre, debía ser discreto y guardar silencio.
Después de caminar largamente por el pasillo en donde se encontraban las habitaciones de los príncipes, atravesaron el patio central pasando el reloj de agua, y desviándose a la derecha llegaron a los establos reales, justo donde una amplia y extensa pradera podía observarse, Baekhyun quedó extasiado con el paisaje, el palacio había sido construido sobre una suave pendiente a los pies del monte Bugaksan y a sus alrededores se había instalado la capital, en realidad esto era algo que podía variar de la noche a la mañana, solo bastaba que el rey decidiera mover su corte a cualquiera de los otros cuatro palacios que se habían edificado a lo largo de la dinastía Yi, pero definitivamente Gyeongbokgung tenía la mejor vista de toda Joseon, desde allí se visualizaban las montañas y los ríos, el mercado, la muralla que dividía y protegía la capital, absolutamente todo, la brisa corría libre y fresca despeinando las copas de los árboles, haciendo que Baek sintiera unas ganas enormes de acostarse sobre la yerba y simplemente admirar el cielo.
Un sonido de cascos de caballos lo distrajo de sus pensamientos y a lo lejos pudo apreciar como se acercaban los príncipes, cada uno en un magnífico ejemplar haciendo gala de sus artes de equitación, Baekhyun los observó con admiración, altos y apuestos jinetes con rostros serenos y un aura de poder extraordinaria, entonces sus ojos sin querer conectaron con el príncipe heredero por un momento, pero fue tan intensa y abrumadora la fuerza de su mirar que aunque lo intentó no pudo hacer otra cosa que quedarse estático en su lugar, Yifan aminoró de a poco su marcha hasta quedar junto a él aún mirándolo detenidamente, escaneándolo a conciencia recorriéndolo por completo, hasta que sus ojos notaron la marca roja que había en su cuello cambiando su expresión a una feroz, sus manos apretaron las bridas de su caballo provocando que sus nudillos se tornaran blancos y su mandíbula tensa, Chanyeol lo había hecho.
-Baekhyun, asiste a la princesa Jinha con su caballo.
Las palabras de Chanyeol fueron dirigidas a él pero sus ojos estaban sobre su hermano, Yifan lo miró de vuelta alternando entre uno y otro percibiendo la posesividad en su tono y su molestia subió de nivel, realmente por un momento llegó a pensar que tendría una oportunidad, sobre todo al haber sido testigo de las malas formas con que Chanyeol trataba a menudo al chico, pero al parecer se había equivocado, o él había sido demasiado lento, porque ya Baekhyun había escogido, y no había sido a él, animó a su caballo a moverse y con una última mirada se fue a galope bajo la atenta mirada de Jinha que observaba el intercambio con ojos de águila.
-Enuco Byun ¿vienes?
El tono empleado por la chica descolocó Baekhyun por completo, no había cruzado muchas palabras con ella pero las pocas que intercambiaron habían sido de todo menos agradable, su voz siempre sonaba demandante y autoritaria, pero en este momento su llamado había sonado condescendiente y tranquilo como si hubiera querido ayudarlo a salir de un mal momento, aún así no se confió, observó a Chanyeol por el rabillo del ojo y lo encontró concentrado en el camino por donde antes se había marchado el príncipe heredero, así que suspirando levemente se acercó a la joven princesa quien por alguna razón había decidido rodear el caballo y quedar del lado equivocado, Baek sabía cabalgar desde su niñez, se había criado en una casa noble y tenía especímenes ejemplares, así que la observó confundido pensando en qué decir a continuación porque quizá sería demasiado de su parte atreverse a darle instrucciones a una dama de su linaje, pero ni bien había hecho el intento por corregirla de la forma más respetuosa posible, las manos de la monarca se aferraron al cuello de su ropa tirando bruscamente hacia abajo hasta descubrir parte de sus clavículas mirando fijamente las marcas, la posición en la que estaban ocultaba una parte del cuerpo de ambos, más de Baekhyun que al ser pequeño de estatura quedaba casi por completo detrás del animal, Jinha lo miró con repulsión por largos segundos, prácticamente lanzándole dagas con sus ojos y él tembló internamente sabiéndose descubierto y posiblemente delatado, porque no se había equivocado, la dulzura aparente que mostraba la princesa distaba mucho de su verdadero carácter.
-Eres repugnante -le susurró muy cerca del rostro prácticamente deletreando cada palabra con tanto veneno que Baekhyun creyó que se congelaba en su sitio. -¿Crées que revolcándote con él vas a obtener más que un buen polvo?
-A-alteza de que...
-Sólo diré esto una vez Baekhyun, aléjate de Chanyeol, sólo eres un empleado, un hombre incompleto bueno para nada del cuál se deshará después de un par de cogidas.
Los ojos de Baek se abrieron tanto por el vulgar uso de palabras de la princesa, que ésta colocando una de sus manos en su boca y dando una rápida mirada por sobre el caballo rió bajito para no llamar la atención de los demás.
-¿Creíste que eras especial? -continuó Jinha acariciándo el lomo del animal distraídamente -Chanyeol acostumbra a tener amantes, el género nunca ha sido un problema porque al final termina dejándolos cuando se cansa de apostar con Yifan quien se lleva el premio, así como pasará contigo en unos días ahora que al parecer le has dado lo que estaba buscando.
Baekhyun sintió su corazón fraccionarse y sus ojos humedecerse, en realidad no había pensado en eso, pero se escuchaba correcto teniendo en cuenta que fue esa la impresión que dieron desde un principio si lo pensaba con calma, de momento comenzó a sentirse estúpido y utilizado, tan ingenuo, bajo su cabeza y arregló el cuello de su jeogori conteniendo sus lágrimas, no tenía sentido ni derecho a refutar, era solo un empleado, un bueno para nada como había dicho la princesa, un nadie.
-Colócate sobre tus manos y rodillas para que pueda poner mis pies en tu espalda y subir al caballo.
Baekhyun asintió con su cabeza y miró una última vez hacia Chanyeol encontrándolo a unos metros de distancia rodeado de sus hermanos, sus piernas temblaron cuando se inclinó hacia adelante y sin pensarlo demasiado se colocó como se le había ordenado, sintiendo en su espalda el peso del cuerpo femenino, las palmas de sus manos se enterraron en la tierra y Baek reprimió un gemido de dolor cuando la princesa subió sobre él haciendo una fuerza innecesaria, y sin importarle estar del lado menos indicado logró subir al caballo.
-¡Oraboni ya estoy lista!
Baek se puso de pie de inmediato sacudiendo sus manos y ropas con expresión pérdida, Chanyeol lo observó por un momento con el ceño fruncido pero la entusiasta voz de su hermana le hizo volver con ella.
-¿A dónde vamos? ¿Podemos ir por allá bien lejos?
-No creo que tanto sea aconsejable Jinha -respondió JongIn sonriendo por la tierna manera de hablar de la chica, que aún señalaba de manera infantil hacia donde quería ir.
-¿Subiste sin problemas al caballo? -preguntó Sehun curioso al notar que el mozo de cuadras no estaba por allí. -Nos entretuvimos un poco y ni siquiera nos ocupamos de tí.
-Oh el eunuco Byun me ayudó, fue muy amable, incluso le agradecí, ¿Verdad Baekhyun?
Baekhyun la miró por un instante de forma indescifrable antes de hacer una reverencia y quedarse mirando sus pies largamente para evitar encontrarse con los ojos de los príncipes, Sehun lo observó inquisitivamente percibiendo algo extraño, luego miró a Chanyeol quien se encontraba ahora mostrándole a Jinha la postura correcta y como sostener las riendas, y se encogió de hombros pensando que posiblemente fueran ideas suyas, de todas maneras el eunuco siempre era callado y poco expresivo, así que dando una fuerte palmada en el hombro de su gemelo y comenzando a reír por la expresión de sorpresas de éste tomó ventaja en una improvisada carrera.
La tarde pasó lentamente para Baekhyun, las palabras de la princesa Jinha resonaban en sus oídos sin darle descanso, provocando que su humor fuera cada vez más en picada y su inseguridad aumentara, rememoró todas las veces que se encontró en una situación comprometedora con los príncipes Chanyeol y Yifan, siempre probando fuerzas uno contra el otro sin percatarse de su incomodidad, obviamente sus sentimientos serían algo irrelevante para ellos, ¿A quién podría importarle lo que sintiera un simple empleado? Miró hacia el lugar donde se encontraban Jinha y Chanyeol, el alto tenía las correas del caballo contrario en su mano izquierda haciendo que el animal avanzara a su ritmo mientras ella se aferraba a la crin del animal entre risas, la escena era hermosa si la observaba con ojos imparciales pero en su posición era imposible, su corazón sentía que ya tenía un bando y aunque intentaba frenarlo y decirle que no era inteligente de su parte caer por el príncipe, él ya había decidido por si mismo, y había caído tan hondo y profundo que casi podía sentir la sensación de vértigo en el estómago, caminó lentamente hacia uno de los árboles que rodeaba la explanada y se dejó caer apoyando su espalda en el tronco y dirigiendo su mirada al cielo, perdiéndose por un momento en las aves que cruzaban el horizonte y pensando que se sentiría poder volar, abrir tus alas y lanzarte al vacío sabiendo que estarías a salvo, Baekhyun sabía que quizá nunca llegaría el momento en el que pudiera volver a probar el sabor que tenía la libertad, era su culpa estar donde estaba como lo era sentir lo que sentía, y justo ahora entendía el significado de las palabras de Kyungsoo, se había dejado arrastrar, y lo peor era no poder hacer nada para soltarse, no querer.
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La princesa despidió a sus doncellas en la puerta de sus habitaciones y se dispuso a atravesar el umbral, le apetecía estar sola, odiaba ser escoltada y seguida a todas partes como si fuera inútil, era algo que debía soportar solo en el palacio principal porque en Changdeokgung las reglas las ponía ella misma, por supuesto habían damas de la corte y eunucos que intentaban controlar cada uno de sus pasos, pero su crianza era muy diferente a la de la vida usual en la capital para una joven de cuna noble, así que las reglas podían guardárselas en el lugar donde más les acomodara, solo le bastó dar un paso dentro de la habitación principal para notar que había alguien más dentro de la misma, así que poniendo en práctica su entrenamiento levantó sus faldas extrayendo el puñal que portaba en su tobillo, y dándose la vuelta con su brazo extendido lo colocó en la garganta de su hermano Junmyeon.
-¿Quieres morir?
Junmyeon jadeó sorprendido abriendo sus ojos desmesuradamente, la princesa retiró el arma y se quedó observándolo en silencio y con expresión estoica dejando el puñal en una de las pequeñas mesas auxiliares de la habitación.
-¿Que haces aquí?
-Sólo vine a saber cómo estabas, desde que llegamos no hemos hablado y como no te encontré decidí esperarte - explicó el mayor con toda la calma que logró reunir.
-No me gusta que se cuelen en mi habitación sin mi consentimiento.
-Deja de hacer una tormenta en un vaso de agua Jinha no te queda. -Habló Junmyeon caminando por la estancia. -¿Haz investigado lo que madre te pidió?
-Si tanto te preocupa lo hubieras hecho tú desde un inicio, tengo entendido que primero te lo pidió a tí.
-Tu relación con Chanyeol es mucho mejor, yo solo sé que Yifan y él pelean por el eunuco.
-Eso se nota a simple vista no hay que estudiarlo.
-¿Haz visto algo más entre ellos o no? -interrogó el príncipe colocándose frente a ella -Madre necesita saber exactamente qué pasa, donde se ven si es que lo hacen y hasta que punto llega el interés de los dos por el chico.
Jinha recordó a Chanyeol y su eunuco saliendo de la habitación con sus rostros un tanto sonrojados, el eunuco portaba marcas en su cuello y clavículas y todo el tiempo miraba a Chanyeol como si fuera el centro de su mundo, definitivamente había algo más, sin mencionar que Yifan estaba por así decirlo en espera de una oportunidad, su comportamiento hoy se lo había demostrado, sus hermanos estaban a punto de entrar en conflicto por el muchacho.
-Aún no, o son muy cuidadosos o no estoy observando bien.
Junmyeon observó a su hermana por unos segundos, no sabía si creerle o no porque la chica siempre había sido muy perspicaz, nada escapaba a sus ojos o a su intuición, pero no tenía otra opción que ser paciente.
-Estaré esperando información.
-Cuando la tenga se la daré a madre... No te preocupes -contestó Jinha comenzando a deshacer el lazo que mantenía cerradas sus ropas, Junmyeon la observó con la mandíbula tensa por un momento, sin perderse la manera en que las prendas caían por el esbelto cuerpo de su hermana, odiaba cuando se comportaba de esa manera tan liberal y despreocupada y aún así se mantuvo fijo en ella, hasta que supirando profundamente se retiró sin proferir otra palabra.
Jinha rodó los ojos hacia la puerta haciendo una mueca de fastidio y terminó de desvestirse quedando completamente desnuda, se acercó a una de las mesas que portaba una fuente con fruta fresca y pelliscando un racimo de uvas se llevó una a la boca y volvió a dejarlo en su sitio.
-Hyerin -llamó a una de sus doncellas mientras entraba al baño y se sumergía en la tina de agua caliente, su servidumbre conocía su rutina a la perfección, y sabían que debían disponer sus cosas antes de que llegara a sus aposentos, por lo general una de las chicas corría la voz de que estaba al arribar y las demás preparaban todo rápidamente.
-Alteza. -la doncella se presentó a su lado de inmediato y ocupó su lugar mientras Jinha se recostaba apoyando su cabeza en el filo y le permitía lavar su cuerpo.
-Hyerin, ¿Haz conocido a muchos hombres?
-Unos cuántos alteza.
-¿Serías capáz de seducir a cualquiera que te propongas?
-Podría intentarlo princesa. -Jinha asintió convencida, Hyerin había crecido a su lado y era su sirvienta de confianza, la conocía lo suficiente como para saber de qué cosas era capáz.
-¿Qué piensas del eunuco Byun? -interrogó la princesa volteándose sobre su estómago y apoyando sus brazos en el borde. -Crées que le gusten las mujeres o solo los hombres?
-Creo que quizá su experiencia se limite solo a un hombre, si lo pienso detenidamente parece correcto...
La princesa se incorporó quedando sentada frente a la doncella mirándola de manera curiosa.
-Quiero que te acerques a Byun Baekhyun Hyerin, quiero que descubras hasta el dato más insignificante sobre él, mi madre tienes sus planes... Pero a mí nunca se me ha dado bien llevar hilos en mis muñecas -alegó la princesa volviendo a su posición inicial sobre su espalda -No me interesa ser reina, solo Chanyeol, solo él.
-Como ordene su majestad.
-Ahora ven aquí y relájame con tus maravillosas manos, estoy muy tensa.
🌹🌹🌹
Holio babys, heme aquí otra vez, no voy a escribir mucho más, solo diré... Jinha... Chau las quiero un millón