Una suave música, probablemente de la lista de reproducción de Zayn, llegaba ahogada desde el otro lado de la puerta creando un ambiente relajado. Su primo y su compañero hablaban en susurros y risitas bajas para no molestar a la pareja que aún "dormía" en la habitación.
Harry rió suavemente cuando el sonido de una palma estrellándose contra piel blanda sonó, seguida de un chillido de Z. Rodó los ojos ante las risas que siguieron antes de bajar la mirada al precioso tesoro que tenía recostado sobre su pecho.
Sus rosados y finos labios entreabiertos dejaban escapar suspiros esporádicos, mientras sus ojos danzaban debajo de sus párpados. La cabeza del omega yacía justo sobre su corazón, su lugar favorito, mientras el alfa jugaba con los dedos entrelazados a los suyos a la altura de su estómago. Su otra mano dejaba pequeñas caricias en la espalda de su conejito.
Sumamente tranquilo y en paz, aspiró el delicioso aroma a chocolate con leche que ansiaba combinar con el suyo en el futuro. Su alfa descansando, manso y pleno, como nunca antes. Louis se revolvió en su sueño, enredando aún más sus piernas con las del rizado, arrancándole una amorosa sonrisa al macho despierto.
Esto es papá, susurró en su cabeza dirigiendo las palabras a su progenitor. Lo encontré.
¿Cuántas veces había fantaseado con ese momento? ¿Cuántas veces luego de frías noches solitarias, de cuerpos olvidables y placeres fugaces? Había anhelado tanto conocer a su omega, estrecharlo en su brazos. No podía creer que tan preciosa criatura fuera hecha para él.
Que ese valiente omega eligiera estar a su lado, amándolo.
Suspiró, llevando su mano de la espalda al sedoso cabello castaño, hundiendo sus anillados dedos. La historia de Lou era triste, como él lo había esperado, pero aun así no dejó de sorprenderlo.
No podía creer que hubiera una persona en el mundo capaz de lastimar al hermoso tesoro en sus brazos. Mucho menos que fuera su padre.
El comienzo de un gruñido retumbó en su pecho al pensar en un joven Louis solo y a merced de personas como Ethan y Nick. Su alfa rugiendo por proteger a su preciado compañero con el total apoyo de Harry.
Su pequeño era tan fuerte, pensó mientras su corazón se llenaba de orgullo. Louis era increíble, cada palabra que asaltaba en su cabeza gritaba la admiración que sentía por su conejito.
Un ligero golpe sonó en la puerta de la habitación. Harry susurró un "adelante" y la tímida cabeza de Zayn se asomó por el pedacito entreabierto. La cálida sonrisa en el rostro del moreno y la reciente información dada por Lou despertó en el alfa un gran respeto por Zayn y su familia. El cariño ya grande hacia el compañero de su primo creció en cantidades importantes.
_ Buenos días.- Saludó, bajito para no despertar a su amigo.- Venía a despertarlos para ir a clase. Lou se molesta si despierta con poco tiempo para prepararse.
Harry le sonrió.
_ Gracias por la advertencia, voy a levantarlo.- Susurró, ganándose un asentimiento.
El alfa cerró los ojos, besó la cabeza de Louis y se dispuso a despertarlo.
_ Lou.- Lo llamó con suavidad, revolviendo sus cabellos.- Louis, cariño, hora de despertar.- Un tierno quejido abandonó los labios rosas mientras el omega escondía más la cara en la fuente de aroma de Harry. El roce de su pequeña nariz de botón dándole escalofríos en todo el cuerpo.- Vamos, conejito, no quiero que te enojes conmigo si despiertas tarde.
Un tierno suspiro golpeó su cuello antes de que Louis se retirara de su refugio. Aun con la cabeza apoyada en su pecho, miró al alfa con ojos somnolientos. Una sonrisa perezosa creciendo lentamente.
_ Buenos días, alfa.- La voz ronca, pero de algún modo, dulce del omega lo enamoró un poquito más.
_ Buenos días, cariño.- Contestó deleitándose de sus sonrojadas mejillas.
Harry se sentía rodeado de algodón de azúcar. Su cuerpo se movía liviano, sin preocupaciones o estrés. Su espalda libre de tensiones, aunque los exámenes estaban a la vuelta de la esquina.
Sus hoyuelos no abandonaron su rostro mientras preparaba omelets para su compañero, que lo observaba atento ir y venir por la cocina con una sonrisa relajada. Amaba ser el centro de atención de su compañero; su alfa se pavoneaba orgulloso y algo altanero por ser el foco de los pensamientos del pequeño omega.
Louis preparó la mesa mientras su alfa hacía el desayuno. Zayn y Liam habían salido a desayunar afuera para dejarles algo de privacidad a la nueva pareja.
Pasaron la mañana entre risas, besos tiernos y caricias suaves. Pero lo que más deleitó a Harry fue lo perfecto y natural que se sintió tenerlo tenerlo en casa. Como si aquella preciosura fuera una pieza faltante en su rutina que siempre estuvo destinada a ser.
_ Vamos Hazz, mueve ese trasero o vamos a llegar tarde.- Lo apuró Louis haciéndolo reír.
Resultó que su pareja era, efectivamente algo obsesiva con la puntualidad.
Entraron al campus tomados de la mano. Harry se sentía el doble de su altura mientras caminaba con aquel pequeño tesoro a su lado por los pasillos del establecimiento, su cabeza en alto, hoyuelos al sol y el orgullo brillando en sus ojos. Su alfa inflaba el pecho mientras todos se fijaban en sus dedos entrelazados.
Mío, gruñía con satisfacción, al poder hacerles saber a todos que ese era su omega.
Su compañero reía ante el obvio gozo del rizado, pero estaba claro que también lo disfrutaba. A pesar de sus sonrojadas mejillas, sus fanales océanos chispeaban felices.
Cuando llegaron a la cafetería, puesto que su primera clase había sido suspendida, fueron recibidos por la ovación de los amigos de Harry y Liam. El último, ya sentado junto a su omega moreno, le guiñó el ojo a Lou que se había sonrojado de pies a cabeza.
Uno a uno los alfas y betas fueron felicitando a Harry cuando éste les anunció (alto, para que el resto del alumnado pudiera oírlo también), que había encontrado a su destinado. Los murmullos a su alrededor no se hicieron de esperar, pero Louis no pareció molesto esta vez. Aunque rojo por la gran atención, el omega sonreía a los machos en la mesa, que lo miraban con respeto.
Sus amigos siempre trataron a Lou más que bien, pero el saber que eran destinados pareció encender en ellos un interruptor que hasta el momento se había encontrado apagado.
_ Gracias a Dios le hiciste caso, pequeño Lou.- Bromeó Cam, apuntándolo con un tenedor que contenía humeantes papas asadas y haciendo uso del sobrenombre que se había deslizado de los labios del propio beta en la primer semana que Louis se había unido a ellos.- Ya estábamos cansados de verlo babear por ti en cada rincón. "Mi conejito es tan inteligente."- Imitó la voz y expresión del rizado haciendo reír a todo su público.- "Lou te patearía el trasero, es muy rápido".
Estuvo a punto de darle un golpe a su amigo, pero la cantarina risa de su omega lo detuvo. Nunca antes había estado tan desenvuelto rodeado de aquellos torpes, pero buenos machos. Su cabeza inclinada a un lado y su mano cubriendo su boca para ahogar las dulces carcajadas que abandonaban sus labios.
Pasaría todas las vergüenzas del mundo si eso le permitía escuchar aquel sonido más seguido.
_ ¡Ahora será peor!- Exclamó Luke desde el otro extremo, sin tener piedad del rizado.- ¿No recuerdan la primer semana luego de que Liam y Zayn se pusieran de novios? ¡Estará besando el suelo donde su omega camine!
Las risas y burlas hacia Liam no se hicieron de esperar. Zayn estaba muy interesado en las pequeñas historias de su alfa hablando de lo increíble que era su omega. Y la falta de atención del moreno estaba molestando a su novio, que fruncía el ceño a sus compañeros que acaparaban a su bebé.
_ Dios salve al pobre diablo que se atreva a molestar al pequeño Lou.- Comentó alguien a su izquierda.
Su lobo respaldando las palabras y se sintió satisfecho al recordar su enfrentamiento con Adam. No habían visto al intento de alfa en toda la mañana y eso los ponía contentos a él y a su lobo.
Se había cobrado las lágrimas de Louis por el susto y el terror que él mismo había sentido al enterarse que se habían llevado a la fuerza a su conejito. Nunca antes había sentido tanta ira y enojo al mismo tiempo, era casi aterradora la intensidad con la que sus sentimientos florecían cuando tenían que ver con su pareja.
Tantas veces había escuchado historias, pero vivirlo en carne propia era casi una locura. Una bella y magnífica locura.
¡Y aún no se lo había contado a su madre!
¡Que feliz se pondría Anne al escuchar la noticia!
Harry sonrió a sus pensamientos, entrelazando los dedos con los de su omega mientras este seguía molestando a Liam por las historias que contaban los machos.
Su madre estaría orgullosa de él y estaba seguro que amaría a Louis en cuanto lo conociera. Anne siempre se había mostrado preocupada en cuanto a su estilo de vida, el rizado sabía que la mujer no lo juzgaba, pero se ponía tan triste al saberlo solo. La omega deseó siempre un gran amor para su cachorro, uno que pudiera cuidarlo y regalarle todos los niños que sabía su hijo anhelaba.
Todavía recordaba la dicha en su voz cuando le había contado que su adorado sobrino Liam había encontrado su destinado. Su madre incluso había sonado emocionada, sorbiendo al pedir cada detalle del suceso.
Apretó la mano de Lou, atrayendo su atención. Brillantes azules mirándolo en expectación.
_ ¿Quieres acompañarme a visitar a mi madre el fin de semana?- Preguntó bajito, entre las voces de sus amigos.
Su omega abrió los ojos ampliamente, parpadeando en su dirección mientras se mordía los labios con nerviosismo.
_ ¿Crees que le agradare?- Inseguridad tiñendo sus palabras. Harry le sonrió, soltando su mano y pasando su brazo por los hombros del más chico. Lo atrajo en un medio abrazo.
_ Ella va a amarte, conejito. Estoy seguro.- Brilló de entusiasmo ante las palabras de su alfa, asintiendo despacito.
_ Me encantaría conocer a tu familia, Hazz.- Canturreó el castaño dejando un besito rápido en los labios de su compañero.
Harry rió, agradeciendo a la luna por su pequeño tesoro.
Pero su felicidad no duró mucho.
_ ¿Pueden terminar con eso?- Gruñó en broma el rubio que se dejó caer al lado de su compañero.- No cuenten dinero delante de los pobres.- Dijo Niall en dirección a Louis con un puchero.
Ridículo, pensó Harry con sus colmillos picando por salir. El omega rió.
_ Buenos días, Ni.- Saludó Louis tiernamente, regalándole una sonrisa al rubio.
El alfa de Harry gruñó antes de que pudiera detenerlo y todos en la mesa se giraron a verlo.
Malditos machos entrometidos, se quejó mentalmente.
_ ¿Aún sigues molesto?- Preguntó Lou con una ceja alzada. Niall, a su lado, bajó la mirada a sus pies mientras todo su rostro se tornaba rojo. Harry bufó como toro enojado, provocando que su conejito rodara los ojos.- Hazz, fue un accidente. Él no sabía que yo tenía serios problemas en mi cabeza.
Estaba claro que el omega quería aligerar el ambiente y, si era sincero, una pequeña parte de su cerebro registraba las palabras como racionales. Niall no tenía porqué saber que Louis luchaba en su interior por aceptar a su alfa, ni tenía idea de su historia. Hasta podría ser que el beta hubiera querido empujar a Lou a ver cuan bien se hacían el uno al otro. Tal vez solo quería ayudar.
Pero su alfa no parecía querer dar la pata a torcer.
_ Está bien, Lou. Tiene razón.- El rubio habló al sentir los verdes ojos fulminar en su dirección.- No volveré a meter la pata con tu omega, Styles.- Prometió, extendiendo su mano.
Harry la miró, luego a Lou que fruncía los ojos en su dirección. Bufó antes de tomarla y estrecharla. Puede que la mención de Louis como su omega haya calmado un poco al lobo viviendo en su pecho, pero seguiría vigilando al beta de allí en adelante.
_ Bien, ahora que hemos hecho las paces, niños...- Se burló su conejito, juguetón.- ¿Por qué no me acompañas a la clase? Llegarás tarde a la tuya sino.
Poniéndose de pie de un salto, Harry tomó la mano de su novio y saludó a sus amigos antes de alejarse.
El alumnado de la Universidad seguía viendo en su dirección no tanto con asombro, sino con curiosidad. El rizado podía entenderlo. El alfa que había pasado dos años de carrera durmiendo con cuánto omega se le diera la gana de repente se veía profundamente comprometido, actuando como el tierno novio ideal.
Gritando a los cuatro vientos que había encontrado a su alma gemela.
Y eso sólo parecía aumentar su atractivo y popularidad.
La cosa era que las parejas destinadas eran muy respetadas y valoradas por la sociedad. No siempre uno tenía la suerte de encontrarse con su alma gemela y eso hacía que el lazo se celebrara con mucho ahínco, augurando buenos deseos para los compañeros que comenzaban la relación.
Harry podía distinguir el asombro y el respeto en muchos de los ojos en su dirección, afortunadamente en gran cantidad.
Aún así, existían personas mezquinas que no daban importancia a estos hermosos lazos y despreciaban tal hallazgo. Muchas veces movidos por sus propios deseos egoístas.
Llegaron a la puerta de la clase mucho antes de lo que al rizado le hubiera gustado. Muchas miradas puestas en ellos, en especial la del profesor al que Harry, varias veces, había atrapado en las curvas de su omega. Styles alzó una ceja en su dirección; su cabeza en alto, su sonrisa ladeada de presunción.
_ ¿Vienes por mí al final de la clase?- Preguntó su compañero, ajeno a cualquier par de ojos que no fueran los preciosos verdes que tenía delante.
Las orejas y cola de su alfa en alto, pavoneándose dichoso.
_ Claro, podemos ir por unas hamburguesas luego. ¿Quieres? Liam y Zayn podrían ir con nosotros.- El más bajito asintió con una sonrisa.
_ Claro, te veo luego.- Susurró. Louis se alzó en puntitas de pie rozando sus labios juntos en un pequeño picoteo, pero Harry lo detuvo antes de que se alejara completamente, tomándolo de las mejillas y besándolo tan profundo que el omega tuvo que sostenerse de los fuertes bíceps para no tambalearse.
Varios silbidos se hicieron eco detrás del omega, tornando sus mejillas más rojas de lo que ya estaban.
Harry los separó suavemente con los hoyuelos bailando a cada lado.
_ Nos vemos luego, conejito.- Saludó antes de picotear los labios del omega una última vez.
Louis entró en la clase, completamente rojo, pero la barbilla en alto. El alfa lo vio tomar asiento antes de enviarle un saludo cortés y complacido al escuálido profesor.
.....
Por la mitad de la clase, Louis aún estaba intentando recuperarse del descarado reclamo que Harry había hecho ante todos los presentes. Su parte omega estaba extasiada por el despliegue de amor y posesión de su alfa.
Y Lou... bueno, Lou se hubiera muerto de la vergüenza si no fuera porque Emma no le había quitado la mirada de encima en toda la hora. Una sonrisa de suficiencia adornaba el terso rostro del omega mientras la chica enviaba dardos en su dirección.
Eso es, cariño, Harry es mío.
Se jactó dándole una sonrisa resplandeciente antes de volver sus ojos hacia el frente del salón.
Una parte de él no podía creer que semejante alfa fuera suyo. Fuerte, protector, apuesto y lo más importante... miraba a Louis con un amor tan inmenso que provocaba estragos en su estómago. Su interior explotando en fuegos artificiales cada vez que lo besaba, los vellos de sus brazos erizándose cuando lo llamaba conejito con aquella voz profunda y sensual.
Admitía que en un principio el apodo le pareció algo infantil, pero con el pasar de los días y escuchándolo de los labios del rizado no pudo más que amar aquél tonto alias.
Tan poco tiempo juntos y tan indispensable se había vuelto para Louis. Incluso su aroma se transformó en un esencial para sentirse seguro en su rutina.
Casi podía reírse de sí mismo y el miedo que había sentido por aceptarlo como su compañero, pero había estado tan aterrado. Solo el respeto que Harry había mostrado por su historia y sus sentimientos había aplacado sus miedos.
Ahora lo único que llenaba su corazón era amor y seguridad.
La clase terminó tal y cómo empezó, aburrida y calmada. Ed, uno de sus compañeros alfa, a quien el omega había ayudado con la materia algunas veces, se acercó a felicitarlo por haber encontrado a su compañero. Lou se sorprendió por la emoción en los ojos del macho antes de que este le confiara que también estaba emparejado con su destinado. Su omega asistía a la universidad a unos kilómetros de Londres, por lo que lo veía los fines de semana.
Conmovido, el más bajito le deseó lo mejor y le hizo prometer que le presentaría a su omega cuando viniera a la ciudad de visita.
Cuando estaba saliendo junto al pelirrojo, la voz firme de Martin lo llamó, haciéndolo bufar antes de despedirse de Ed y darse la vuelta.
El docente se encontraba sentado detrás de su escritorio con el semblante serio y la boca torcida en disgusto. A pesar de estar disimulado, pudo captar un aroma agrio envolviendo al hombre.
Louis había sentido los ojos grises del delgado alfa en él durante toda la clase, pero no pudo importarle mucho mientras aún saboreaba los carnosos labios de su compañero en los suyos.
_ ¿Qué necesita?- Preguntó con la frente en alto, pero el rostro relajado, fingiéndose ignorante de la atención que recibía del hombre.
La nariz aguileña del profesor se torció, deslizando los lentes de pasta negros unos centímetros hacia abajo.
_ Me gustaría tener unas palabras acerca de su desempeño académico.- Comenzó juntando las manos y enlazando sus dedos. Louis frunció el ceño, desconfiado.
_ No le entiendo, mis notas son muy buenas.- Refutó el omega cruzando los brazos.
_ Lo son, pero no puedo evitar notar que sus trabajos recientes decayeron en calidad y no puedo pasarlo por alto.- Parloteó mirando los papeles que tomó en sus manos, empujando sus gafas. Lou casi podía ver a través de sus intenciones.- Tal vez si tomaras clases de apoyo podríamos resolver las repentinas bajas.- Dijo levantando la mirada. Detectó allí un brillo que no había estado antes.
Louis quiso reír ante el pobre y obvio intento, pero logró detenerse, fingiendo entendimiento. La baja de sus notas era verdad, pero tan solo se trataba de dos trabajos pobremente realizados por haber pasado la noche cavilando entre pensamientos que contenían a su alfa favorito y las turbaciones que le provocaba su padre.
Pero eso fue todo. Solo dos jodidos trabajos hechos de mala gana. Ni siquiera eran proyectos de evaluación cuatrimestral y ya había superado sus preocupaciones.
Ya tenía a su compañero con él.
_ Reconozco que mis últimos dos trabajos no fueron tan buenos, pero le aseguro que ya pude ponerme al día con los apuntes de la clase.
_ Eres un buen estudiante, Louis.- El omega enarcó una ceja ante el tuteo.- Debes mantener tus prioridades claras y cuidarte de las malas influencias.
Louis apretó sus puños con enojo, sus dientes rechinando, más puso toda su fuerza de voluntad en relajar su rostro.
Maldito entrometido.
_ No se preocupe, profesor, tengo mis prioridades muy claras. Y toda la gente que me rodea es valiosa y muy responsable.- Suspiró para drenar algo de su enojo.
_ No pude evitar notar su acercamiento con el joven Styles.- Se atrevió a decir, haciendo que el omega de Louis quisiera arañar su petulante rostro.- Sería una lástima que sus calificaciones bajaran por su culpa.- Quiso contestar, pero el alfa siguió, poniéndose de pie y rodeando el escritorio.- Yo se que a su edad, los enamoramientos son muy comunes, pero con todo el respeto que el señor Styles se merece, su estilo de vida no es muy digno.- El hombre fingió arrepentimiento, deteniéndose frente a Lou.- Disculpa, no se si sabes que...
Oh, no. No vayas por ahí...
_ Se muy bien del pasado de mi destinado.- Casi gruñó, poniendo distancia, pero sin apartar su mirada segura de los grises y pequeños ojos. El aroma agrio creciendo ante la palabra "destinado".- Pero le puedo asegurar que mis calificaciones no se verán afectadas por mi relación.
_ El desempeño académico es muy importante...
_ Tiene razón.- Lo cortó con una sonrisa dulce.- Tal vez necesito algunas clases de apoyo.- Martin le correspondió la sonrisa avanzando dos pasos, que el menor retrocedió al instante.- Mi alfa obtuvo las mejores notas en su año con usted. Él no tendrá problema en darme clases particulares.
_ Creo...
_ Muchas gracias por su preocupación, profesor.- Saludó con un movimiento de cabeza.- Que tenga buen día.
Dejando al hombre con las palabras en la boca, Louis salió murmurando juramentos contra Martin. Sus pequeños pies pisoteaban el suelo del pasillo con enojo mientras algunos rezagados aún transitaban por allí.
¿Quién se creía ese pervertido para hablar así de su novio? Harry era más alfa que aquel debilucho pedante. Además... ¿Qué mierda tenía que ver su vida amorosa con sus clases?
Su omega gruñía al unísono, siendo alentado por su ira y la de su alfa.
Se detuvo en seco.
¿La ira de su alfa?
Antes de poder indagar más en aquella sensación, Zayn llegó refunfuñando, con la mochila colgando de su hombro y su bello rostro fruncido en molestia.
_ ¿Qué ocurre, Zy?
_ ¡Liam me olvidó!- Gritó dramáticamente, su puchero alcanzando niveles de ternura desorbitantes, solo rivalizando con el hechizante batir de sus largas pestañas.
_ ¿Cómo que te olvidó?- Era algo difícil de creer, Liam no olvidaría a su omega ni en su cama durante el sueño.
El alfa tenía casi un sexto sentido con su compañero, como una especie de rastreador de Zayn. Sería algo perturbador si no fuera porque el macho desbordaba amor y ternura por su novio.
_ ¡Sí, igual que papá en el supermercado cuando tenía cinco!- Exclamó con indignación.- Dijo que iría a buscarme a mi clase, pero lo esperé por quince minutos y no apareció. Lo llamé y no me responde.- Apretó sus mandíbulas.- Estoy tan enojado.
_ Lo veo.- Susurró Lou con las cejas alzadas observando a su amigo. Harry tampoco había aparecido. Suspiró paseando la mirada por el pasillo.- Parece que hoy es el día de hacer enojar a los omegas.- Eso pareció atraer la atención del moreno.
_ ¿Qué te sucedió a ti?- Preguntó, dando cuenta por primera vez del mal humor de su amigo.
_ ¿Recuerdas a Martin?- Z negó.- El "profesor acosador".
Esta vez Zayn abrió los ojos, recordando y asintiendo.
_ Ewww, cerdo. ¿Sigue molestándote? ¿Por qué no lo reportaste con el decano?
_ ¿Para qué?- Preguntó irritado.- ¿Le digo que roza mis manos más de la cuenta cuando le entrego mis tareas? ¿Que me mira en las clases?- Z se cruzó de brazos y torció la boca en disgusto.- El decano y Martin son amigos. Además no tengo pruebas. Me metería en más problemas.
_ Malditos alfas.- Louis secundo el insulto.- Dile a Harry.- El omega frunció el ceño.
_ ¿Para que lo amenace y luego lo suspendan? Ya tuve que aguantar una charla sobre lo mala influencia que es para mí y cómo mi relación está afectando mis notas.
La mandíbula de Zayn cayó.
_ ¿Realmente dijo eso?
_ Si, no sabes el esfuerzo que tuve que hacer para no gruñirle en la cara.
_ Puedo decirle a Liam...- Le sonrió cansadamente a su amigo.
_ No, se lo dirá a Harry y se meterá en problemas.
Z suspiró, molesto por no poder encontrar una solución y se sumieron en un silencio indignado. Ambos saltando entre los mismos pensamientos.
Debieron estar así por unos momentos porque no vieron llegar a la persona junto a ellos.
_ Emm, disculpen.- Una suave y angelical voz los hizo salir de su nube de molestia.
El omega que les hablaba era solo unos centímetros más alto que Louis, más su delgado cuerpo le daba un aspecto de fragilidad e inocencia que tuvo al par de amigos parpadeando en su dirección por unos momentos, totalmente embelesados. El aroma a vainilla los envolvió hermosamente actuando casi como un relajante natural.
_ ¿Si?- Dijo Lou sonriéndole inevitablemente. El muchacho apartó uno de sus bucles castaños de la frente antes de contestar.
_ Estaba buscando la clase de matemáticas avanzadas.- El nerviosismo en su voz era claro y combinaba con el sonrojo en sus mejillas.- Vine por un intercambio, así que aun me pierdo. Este edificio es mucho más grande que el de mi Universidad.
_ Pues bienvenido.- Soltó Louis amablemente, haciendo reír al muchacho.- La clase que estás buscando está justo en el piso de arriba. A mitad de pasillo, junto a los baños.
_ Muchas gracias.- Exclamó más animado, extendiendo su mano.- Mi nombre es Shawn Mendes.
_ Soy Zayn Malik y él es Louis Tomlinson.- Comentó el moreno, nunca perdiendo la oportunidad de hacer nuevas amistades.- Estamos en primero.
_ ¡Yo también! Tal vez coincidamos en alguna clase.- Lou no podía sentir más que ternura por el chico frente a él. Parecía muy joven a pesar de que seguramente tuvieran la misma edad.
_ Seguramente, si quieres...
Louis se cortó a sí mismo al escuchar los rápidos pasos retumbando por el pasillo. El trío de omegas se dieron la vuelta para observar a un agitado Luke que corría directamente hacia ellos. Patinó para frenar, mirando de Lou a Z. Su pecho subiendo y bajando con velocidad.
_ Harry y Liam se metieron en una pelea.- Soltó entrecortadamente.
_ ¿Qué?- Chilló el ojiazul sorprendido. Harry no era agresivo, no se metía en peleas tontas. No realmente, sus únicos arranques de furia eran meramente defensivos.
_ Él y otro alfa comenzaron a pelearse y Liam quiso detenerlo para que no tuviera problemas, pero un amigo del alfa entró en la discusión...
Explicó algo atropellado, su respiración aún dificultosa.
_ ¿Y no pudieron detenerlos ustedes?- Acusó, poniéndose en marcha luego de darle una mirada de disculpa a Shawn.
Sus pequeños pies moviéndose con rapidez para llegar hasta su pareja.
_ Lo intentamos, Liam paró, pero Harry... Ni siquiera a los profesores lo lograron, por eso vine por ustedes. No sé qué le habrá dicho Troy, pero nunca lo había visto así.
_ Carajo.- Juró Zayn detrás suyo. Y Louis no pudo más que estar de acuerdo con él.
Si la pelea había llegado hasta ese punto, su compañero tendría serios problemas y no quería ni pensar qué represalias tomarían las autoridades de la institución si lograba lastimar seriamente al otro alfa.
Su corazón se oprimió de solo imaginar a Harry siendo expulsado.
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¡Hola amores!
Espero la hayan pasado lindo en navidad.
Aquí otro capítulo que espero les guste.
Si este capitulo llega a las 15 estrellitas y a los 50 comentarios les voy a tener una sorpresa para el capítulo que viene 🙄🙄
¡Ya es oficial! Toda la institución lo sabe (porque los profesores también son chusmas/cotillas, no se dejen engañar).
Amo escribir a este Harry tan prendado de su omega 😍 Ojalá tuviera uno así.
¿Qué creen que haya pasado? ¿Harold tendrá problemas?
¿Quieren golpear a Martin tanto como yo?
¿Se murieron de amor por Shawn tanto como yo?
Ok, no pregunto más.
¡Feliz Año, dulzuras!
♥ Les adoro ♥