PROV ARISTOTELES
Me encontraba de admirando el perfecto rostro de Temo quien dormía profundamente a mi lado, grababa cada parte de su rostro en mi memoria, podía observar sus largas pestañas caer sobre sus parpados, sus cejas fruncirse cuando soñaba algo, así como sus labios entre abiertos que balbuceaban cosas sin sentido en ocasiones y sus profundos suspiros, me encontraba tan enamorado de cada parte de él que solo tenía ganas de meterlo en una cajita, donde nadie lo tocara, donde nadie pudiera lastimarlo.
Luego de nuestra reconciliación disfrutamos un momento juntos acompañados de las estrellas, nombrando constelaciones que conocíamos ambos, luego subimos a su habitación e hicimos el amor toda la noche siendo uno, volviendo a unir nuestros corazones nuevamente.
Ninguno de los López nos molestó, mis cuñados y mi hermano me habían ayudado a colgar las fotografías y acomodar las flores sin hacer ruido ya que Papancho vigilaba que Temo no se despertará, cuando lo hizo creó la cuartada perfecta para que bajará a encontrarse conmigo y así llegar hasta este momento.
Suspiré admirando su belleza conteniendo las ganas de besarlo para no despertarlo, miré mi celular dándome cuenta que era medio día, Pancho y Susana se habían quedado en nuestro departamento para dejarnos la casa sola pero no tardarían en regresar.
Temo suspiro hondo entreabriendo sus ojos encontrándose con mi mirada.
-Hola dormilón...-susurré- ¿dormiste bien?
-Estas aquí- me regalo una sonrisa cansada- no fue un sueño...
-No Temocles- besé su mano- nuestro amor es una realidad.
Asintió y suspiro hondo entrelazando nuestras manos.
-¿Quieres que bajemos a desayunar?- sonreí- prometo no quemar la cocina...
-me encantaría- me regalo una sonrisa adormilada- pero me siento muy cansado para bajar, ¿podemos quedarnos un momento más?
Asentí con comprensión mientras miraba como cerraba de nuevo sus ojos sin tardar en dormirse, sentí una extraña sensación en mi corazón y decidí bajar a preparar el desayuno. Hacia la comida para distraer mi mente pensando en todas las decisiones que se tomarían a partir de este momento
Teníamos que decidir si regresaríamos a nuestra casa, los tratamientos médicos que seguían, las terapias psicológicas que ambos debíamos tomar, las actividades que quería realizar con él y sobre todo cumplir sus últimos deseos, al pensar en eso me temblaron las manos y sentí nauseas por lo que me mojé mi rostro con agua controlando mi respiración. Tenía tantas ganas de llorar pero me había prometido ser fuerte por ambos y debía cumplirlo, ya habría tiempo para los lamentos luego.
Acomodé el desayuno y subí mirando a Temo dormir profundamente, me metí a bañar para luego ponerme ropa cómoda, no pensábamos salir ese día dela casa, en cuanto salí Temo estaba comiendo todo lo que había preparado.
-¡Oye debes guardarme un poco!- sonreí acercándome a él mientras me regalaba una sonrisa.
-No –rio con complicidad- es mío.
Se metió un bocado más a la boca mientras yo intentaba robarle un poco con el otro tenedor, al final tomó un poco y me alimento mientras yo le regalaba besos.
-¿y Papancho? –preguntó mientras daba un sorbo a su jugo
-No han de tardar en regresar Tahi- besé su frente- sabían que tenemos mucho de qué hablar.
-Lose –jugó con el tenedor sobre la comida mientras evitaba mirarme.
-Tranquilo-puse mi mano sobre la suya- todo va a estar bien...
-No sé qué paso sigue Ari – me miró- y tengo miedo, no sé por dónde comenzar.
-Bueno una buena idea sería acabarte el desayuno- sonreí tomando un poco en el tenedor y alimentarlo- la otra es que disfrutemos del día uno del otro y por último en la semana debemos ir a ver al médico para que nos diga que sigue ¿de acuerdo?
El asintió mientras terminábamos de desayunar.
-Quiero ir a nuestra casa- susurró- quiero nuestro espacio...
-Bueno ¿te parece si nos quedamos aquí unos días? Luego de ir al médico podemos volver
Asintió mientras terminábamos de desayunar, bajamos a la sala para ver una película cuando Susana junto con Pancho y todos los López entraron a la casa.
-¡Ja! ¡Julio perdiste la apuesta!-comentó Lupita.
-¿Qué apuesta?- preguntó Temo curioso mientras se encontraba apoyado en mi pecho.
-Estos niños apostaron que no los íbamos a encontrar chiflando y aplaudiendo- mencionó Sebastián.
-¡Calcomanías!- gritamos mi Tahi y yo.
-Ya, ya ni se alteren que tengo suficiente con perder por su culpa.-Julio sacó su billetera pagándole a Lupita.
Luego de eso prepararon una comida familiar conviviendo todos juntos, sintiéndonos en armonía, como si nada malo pasará, como si no tuviéramos el tiempo en contra.
Cuando terminó la semana por fin decidimos ir al médico, esperábamos en la sala del consultorio mientras tomaba la mano de Temo y el apretaba firmemente la mía, estaba nervioso, pasaba las manos por su peluca y su respiración era ligeramente agitada, cuando por fin dijeron su nombre entramos encontrándonos con el médico quien miraba firmemente los papeles.
-Me alegro que regresaran.- suspiró hondo antes de continuar- tenemos que hablar de las opciones y terapias de seguimiento
Nos sentamos enfrente mientras me armaba de valor para mirar al doctor,
-Doc... Yo quería disculparme por mi comportamiento de aquel día, realmente no sabía cómo reaccionar, no fui mi intención dudar de su criterio, ni de su trabajo, solo fue un momento difícil
-No se preocupe señor Córcega- me respondió con una ligera sonrisa- Este tipo de situaciones son difíciles para toda la familia, soy consciente de ello y hay veces en donde incluso he recibido golpes, su reacción fue de las más amables, pero regresemos al tema que nos compete, es importante señor López que siga su vida cotidiana, que regrese a trabajar, que mantenga su mente ocupada, que lo llenen de amor y cariño ,que no lo traten diferente, el estado emocional nos regalará mucho tiempo.
Temo asintió mientras suspiraba hondo antes de preguntar.
-¿Ya no habrá más quimioterapia cierto?
El médico respiro hondo quitándose sus lentes y junto sus manos antes de responder.
-Tendremos sesiones de continuidad asi les nombramos, estas sesiones serán una vez al mes al principio para disminuir los síntomas, son ligeras e incluso mantendrán tu cabello a salvo, retiraremos el catéter y conforme avancé el tiempo serán más continuas, si requieres el catéter para entonces podemos volver a colocarlo
Mi Tahí asintió y presiono mi mano.
-¿Va a doler? –lo miró nervioso- el final ¿va a ser doloroso?
Sentí un nudo en mi garganta y miré el techo para que Temo no viera mis ojos llorosos mientras los cerraba, no podía llorar tenía que ser fuerte, aún podía aguantar hasta el final, tenía que hacerlos por ambos.
-No- respondió el médico- manejaremos terapia para el dolor, al principio la quimio te ayudará a disminuir el dolor, luego aumentará poco a poco – hizo una pausa colocándose rígido antes de agacharse hacia nosotros y hablar más bajo- Incluso en su momento la marihuana puede ayudar, sé que es ilegal pero en pacientes con Cáncer es terapéutico para manejar el dolor, si pueden conseguirlo le será de mucha ayuda joven López y al final cuando no nos ayudé comenzaremos con morfina y sedantes altos para que no duela ¿de acuerdo?
Ninguno respondió, sabía que nos estaba dando respuestas pero mi mente no lo analizaba y mucho menos la de Temo, era como escuchar buenas opciones pero no eliminaba el hecho de que era un proceso doloroso, sentí mi boca seca incapaz de responder.
-Quiero que sepan que estas terapias no solemos manejarlas aquí, en otros países si pero aquí es complicado y costoso, dependerá de lo que ustedes quieran y decidan
-No quiero...-Temo respondió suavemente- no quiero que duela, asi que si es necesario que al final este sedado la mayoría del tiempo lo aceptaré.
El médico asintió y luego Temo me miró mientras yo tomaba su mano asintiendo firmemente, si era su decisión yo iba a respetarla y lo que menos quería es que sufriera en ese lapso de tiempo
-Debemos hablar también de tus cuidados, durante un tiempo vas a estar bien, pero conforme avancé no podrás estar solo, deberán organizarse para cuidarte entre tu familia o podrías contratar una enfermera.
-No- lo interrumpí- yo tomaré cursos para cuidarlo y estaré la mayoría del tiempo con él, cuando no se pueda nuestra familia nos ayudará pero yo seré el cuidador principal.
-Lo entiendo- comentó el médico- pero con el tiempo lo tendrás que ayudar en su higiene persona y necesidades básicas, sería bueno que un profesional también te ayudara
-No – respondí amablemente- yo lo voy ayudar en todo eso, he decidido algunas cosas personalmente y tendré en su momento el tiempo para hacerlo, de esa manera podre estar con Temo todo el tiempo.
Temo me miró confundido mientras yo le susurraba un alrato hablamos y el asintió.
-Bueno lo más importante señor López es que viva, disfrute cada día si quiere viajar hágalo, siempre y cuando tomé precauciones puede hacer lo que quiera, disfruté, sé que es duró pero la vida es así tal vez el regalo que le dan es despedirse, algunos no pueden hacerlo simplemente se van de un día para otro, asi que ámense mucho, disfrútense mucho y los esperó aquí en dos semanas para tu sesión y para retirar el catéter- me miró al final- señor Córcega cuídelo mucho, hágalo feliz, cualquier cosa estoy a sus órdenes y ya saben lo demás todo normal
Asentimos mientras nos poníamos de pie y salimos de ahí, conduje hacia la casa mientras ambos íbamos encimados en nuestros pensamientos, en los últimos días había pensado en una decisión y luego de la consulta por fin la había tomado la opción correcta.
-Tenemos que hablar Tahi- comenté mientras entrabamos a nuestro departamento- es muy importante.
-Dime- giró su rostro mirándome preocupado
-Siéntate –lo guie hacia el sofá y tome sus manos- quiero que sepas que he pensado esto durante días por lo mismo he tomado la decisión correcta.
El me miró confundido mientras yo proseguía
-He tomado mi decisión y no quiero que te sientas culpable por ella ¿de acuerdo? Es algo que quiero hacer, no mejor dicho que necesito hacer por ambos, por ti pero más que nada por mí –suspiré hondo antes de soltar- voy a pausar mi carrera...
El me miró confundido para luego abrir sus ojos asombrado y luego negar con la cabeza.
-¡No Aristóteles! ¡Tú no tienes que hacer eso!
-¡hey tranquilo!- tome sus manos entre las mías- no es una pregunta, es una decisión que ya tome y asi como estoy apoyando las tuyas tú debes apoyar las mías.
-Pero eso no lo puedo permitir- se levantó mirándome- lo vas a hacer por mí, no quiero que pauses tus sueños, tu carrera, tu fama por mi culpa.
-No es por ti –me levanté acercándome- es por nosotros, amo lo que hago, amo mi música y mis fans, pero nada se compara con lo que siento por ti, te amo como nunca pensé amar y si tengo el tiempo contado a tu lado planeo disfrutar cada segundo que nos regale la vida.
Su mirada se cristalizo mientras intentaba debatir mis palabras.
-Pero....Ari...-me miró- tu música, puedes perder a las fans por mi culpa.
-Shh- me acerqué y tomé su rostro entre mis manos para que me mirara- mis fans me van a esperar, van a estar ahí ¿de acuerdo? Ellas saben que tú siempre has sido importante y no estaría en donde estoy si no fuera porque me impulsaste, mi música seguirá creciendo, haré más canciones en este tiempo porque tú me vas a inspirar, eres mi inspiración, mi musa, mi todo.
Besé su frente antes de continuar
-Me costó mucho llegar a esta decisión, pero es lo que quiero, lo único que pido es que me apoyes ¿de acuerdo? Además ya lo hablé con Diego y el entendió perfectamente y apoyó mi idea.
Días atrás le contamos lo sucedido a Diego y Mateo, para ambos fue difícil aceptar lo que estaba pasando, Diego no dejaba de reclamarle a Temo que no podía dejarlo mientras Temo solo contenía el llanto, luego de unos minutos el ambiente se tranquilizó y decidieron estar ahí pasará lo que pasará. Más tarde le había contado mi decisión a Diego quien solo me dijo que me apoyaría y que sabía que tarde temprano pausaría todo con tal de estar con el amor de mi vida.
-Siempre me has apoyado Temocles, apóyame esta vez
Me miró y sonrió mientras tomaba mis manos
-Si es lo que realmente quieres entonces sí , te apoyaré
Juntamos nuestras frentes y nos dimos un cálido beso mientras deseábamos que todo estuviera bien.
Los días siguieron su curso normal, Temo había ido a su sesión la cual la había manejado bastante bien, le retiraron el catéter y me enseñaron a curar su herida para que cerrara pronto.
Por mi parte había comenzado con cursos en línea recomendados por mi primo Robert sobre cuidados paliativos, aprendía lo básico para que en un futuro supiera que hacer en caso de alguna emergencia, incluso había seguido el consejo del médico y comencé a buscar lugares y permisos para el manejo de Marihuana.
Algunos pensarían que tomábamos las cosas demasiado bien, sin embargo no todo era asi, en las noches mientras Temo dormía me quedaba mirándolo, grabando cada rasgo de su rostro en mi memoria, tatuándolo en mi corazón para nunca olvidarlo, solía encerrarme en el baño a llorar cuando nadie me veía asi como había aprendido a guardar mis emociones frente de él de manera que no se preocupará y que sintiera la fuerza de ambos.
Una noche estábamos en la sala, él semi acostado mientras yo tocaba la guitarra, su cuerpo estaba cubierto por una manta y me veía sonriendo, yo anotaba los acordes y el sacaba una libreta anotando algunas cosas.
-¿Qué haces amor?
-Una lista de pendientes- suspiró- ya sabes cosas que me gustaría hacer...estos días.
Puse la guitarra aun lado y me senté detrás de él mientras él se acomodaba en mi pecho.
-Veamos ¿Qué se te ha ocurrido?- bese sus cabellos y escondí mi rostro en ellos para que el no viera mis expresiones en este tema tan delicado.
-Mmm no mucho- susurró- ¿quieres ayudarme?
-De acuerdo.
-Solo tengo que quiero un viaje en la playa de ahí no se me ocurrió nada más realista.
-¿realista?- acomodé mi barbilla en su hombro mirando su libreta a cual tenía cosas borradas a lápiz.
-Ya sabes, como volar, viajar al espacio cosas asi.
Tomé el lápiz en mis manos y apunté.
-Volar un globo aerostático, ir al planetario
-Wow...eso no se me hubiera ocurrido
-A veces Tahi.- acomodé sus cabellos- solo debemos acoplarnos a lo que podemos lograr para continuar cumpliendo nuestros sueños.
-Si pudiera cumplir más sueños- habló bajito antes de continuar- desearía más tiempo, haber tenido contigo una familia, una vejez juntos
-Shh...-besé su mejilla.- ya tenemos una familia y es enorme con muchos sobrinos, tenemos el tiempo que nos regale la vida mi amor y no me agrada ser viejito imagínate como me vería todo arrugado.
Río por mi comentarió y beso mis labios.
-Te amo –sonrió y se reacomodo- no se me ocurre nada más porque siento que ya hemos vivido muchas cosas..
-Bueno podemos realizarlas conforme se nos vayan ocurriendo Tahi ¿te parece?, además quiero sumar también mis sueños por ejemplo quiero ir a un concierto contigo de Ricky Martin.
-Oh tal vez si lo deseas pronto se haga realidad- me regalo una sonrisa- aunque por ahora estoy de acuerdo en aquello de seguir anotando sueños en otra ocasión
Le robé unos besos más hasta que se hizo demasiado tarde.
-Es hora que descase señor López- susurré.
-Un rato más –me pidió mientras hacia un puchero-¿podemos ver una película?
-Está bien.
Nos sentamos a ver Jumanji mientras las horas pasaban, un poco antes de la medianoche Temo se levantó a la cocina mientras yo tomaba su libreta entre mis manos, me asomé esperando que no viera y tomando la hoja de atrás la rayé a lápiz para saber que más estaba escrito y borrado, lo único que estaba en varias frases era un deseo que me formó un nudo en la garganta.
Casarme con Aristóteles
Pasé saliva mientras ideaba un plan para cumplir aquel deseo que no solo era de él si no mío también.
Escuché la alarma de medianoche y en esos momentos se apagaron las luces, pensé buscar a Temo cuando miré que él venía hacia mí con una pequeña vela encima de una rebanada de pastel.
Hasta ese momento caí en cuenta que era mi cumpleaños, con toda la presión y problemas lo había olvidado por completo, él había esperado ser el primero en felicitarme como cada año, era parte de nuestra tradición.
Se sentó a mi lado mientras me miraba sonriendo ampliamente, el pastel temblaba un poco entre sus manos, a causa de la debilidad ocasional, en esos momentos comprendí algo, esté era mi último cumpleaños a su lado.
Sentí ardor en mi estómago mientras simulaba una sonrisa, tomé la rebanada de sus manos para sostenerla yo mismo mientras esperaba que terminara la canción
-Felicidades Tahi –besó mi mejilla- pide un deseo.
Lo miré fijamente a los ojos mientras le regalaba una sonrisa luego miré el pastel y cerré los ojos soplando la vela.
-¡Bravo!- El aplaudió emocionado mientras tomaba un tenedor- ¿Qué pediste?
-Si te cuento no se realizará- bese su frente- gracias amor... Te amo
-Te amo Tahi – tomó mis manos entre las suyas- y siempre agradezco a la vida que me dejé compartir un año más contigo...
-Siempre celebraremos juntos ¿de acuerdo? Pase lo que pase.
El asintió mientras besaba mis labios, comimos el pastel y me levanté a lavar el plató, cuando regresé mi prometido estaba profundamente dormido en el sofá, la mayoría de veces estaba cansado, así que sabía el esfuerzo enorme que había hecho por mí con tal de felicitarme.
Con mucho cuidado lo tomé entre mis brazos mientras él acomodaba su cabeza en mi hombro, besé su frente y lo recosté en la cama cubriéndolo con las cobijas, regresé a escombrar la sala, tome su libreta entre mis manos y sonreí, le ayudaría a cumplir sus sueños, era lo único que podía hacer por él, comencé a mandar algunos mensajes para una lluvia de ideas y para darle una sorpresa que llevaría un poco de tiempo.
Me recosté a su lado y me viré para tener su rostro cerca del mío, sabía que me esperaba un largo día por la mañana por parte de nuestros amigos y familia, junté mi frente con la suya mientras imaginaba su expresión al hacer sus ilusiones realidad antes de cerrar los ojos
-Te prometo que lucharemos juntos hasta el final Tahi
Y me dejé envolver ante el mundo de Morfeo al lado de mi pequeño sol.
Y aunque los años pasaran, haciendo envejecer al sol y la luna, nada los separaba, ambos sabían que algún día sería el fin, porque a pesar de todo el sol era una estrella radiante, que cuando partiera arrasaría con todo a su paso, pero no le preocupaba a la luna, porque ella siempre en mil galaxias existiría solo si es al lado del sol.