Estúpidamente Perfecto © [TER...

By milenawalters

5M 229K 39.6K

¿Que el idiota, mujeriego y engreído mejor amigo de tu hermano mayor intente seducirte para dormir contigo? ... More

𝑆𝑖𝑛𝑜𝑝𝑠𝑖𝑠
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
XXVI
XXVIII
XXIX
XXX
XXXI
Epílogo

XXVII

119K 4.9K 1.2K
By milenawalters

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 XXVII

~☤~

No tenía palabras para describir cómo me había sentido con Dylan. Lo único que podía decir era que había sido perfecto. Había sido demasiado cuidadoso y delicado conmigo. Fue totalmente tierno, sus movimientos eran lentos, tratando de no lastimarme. Me preguntó algunas veces si quería que se detuviera, si estaba pasándola mal, si quería que lo intentáramos en otro momento. A todo respondí que no.
Las cortinas de la habitación estaban abiertas, y el sol de la mañana entraba por la ventana logrando que me despertara y me encontrara con Dylan, que parecía despabilado. Estaba segura de que se había despertado unos cuantos minutos antes. Al verme, sonrió y aprovechó para rodearme con su brazo, colocándome en su pecho desnudo y acariciando mi mejilla con sus dedos.
—Buen día —dijo, y me dio un beso en la frente.
Aún no creía que había dormido con Dylan McCuller, es decir, después de todos sus intentos de seducción. Hacía unos cuantos meses ni siquiera se me habría cruzado por la cabeza despertarme a su lado. Hacerlo con Dylan jamás estuvo en mis planes, es más, era algo que nunca me hubiera permitido.
—Buen día —respondí, sonriendo.
Durante la noche, los fuertes brazos de Dylan habían estado sosteniendo mi cintura para que la posición fuera más cómoda, y así él podía darme besos en el cuello mientras lo hacíamos. Sentía su robusto abdomen rozando contra el mío, y sus piernas chocando contra las mías. Debajo de su clavícula se encontraba un tatuaje, una palabra en árabe, que no había visto cuando lo tuve sin remera enfrente mío en otras ocasiones. En la noche le pregunté qué significaba, a lo que él respondió: "Aurore".
Me dijo que era el nombre de su madre, que posterior a su muerte, se lo había tatuado cerca del corazón, para saber que siempre estaría allí, acompañándolo. Eso lo había destrozado, y quería recordar que Aurore nunca lo dejaría, que por más lejos que estuviera, vivía en él, en su corazón.
"Tú me recuerdas a ella", dijo él anoche, antes de dormirnos, "Es por eso que estoy tan enamorado de ti, y eres tan importante para mí". Me había dejado sin palabras.
—¿Descansaste bien? —susurró, mientras nuestros labios se rozaban.
—Sí —respondí, esbozando una sonrisa con los labios juntos.
Él tomó mi mano con la suya, y mirándolas, entrelazó sus dedos con los míos, para después sonreír tiernamente.
—Eres la primera con la que he sentido las cosas que sentí anoche —dijo, después de quedarse unos segundos callado admirando nuestras manos juntas—, en serio hiciste que me volviera loco.
Entrecerré los ojos por causa de una sonrisa interrogativa, y dije:
—Pero no hice nada para que te sintieras de esa forma. No tenía idea de qué hacer.
Él lanzó una sonrisa con los labios juntos, y respondió:
—Tienes razón —asintió varias veces con la cabeza—, no tenías idea de qué hacer.
Alcé las cejas, un poco sorprendida por la respuesta de Dylan. ¿Esa era su idea para hacerme sentir bien? Antes de poder contestarle, siguió:
—Y eso es lo que más me gustó —recorrió mis ojos con los suyos, con una mirada cariñosa—, creo que el hecho de hacerte sentir cómoda y ser cuidadoso contigo, fue lo que más me enloqueció. Las mujeres con las que dormí tenían muy claro lo que debían hacer, y cómo lo debían hacer, pero contigo, todo fue diferente, porque al ser tu primera vez, dejaste que yo fuera quién hiciera lo imposible por lograr que anoche fuera inolvidable para ti. Y aunque no lo hubiera aparentado, tú me controlaste. Sinceramente, estaba totalmente hipnotizado por ti y por tu cuerpo.
En mi rostro ya se había formado una sonrisa, y mis dientes ya habían presionado mi labio inferior. No sabía cómo explicar cómo me había sentido al escucharlo, simplemente podía decir que mi corazón se había acelerado, y mis ojos no podían dejar de mirar los suyos con unos sentimientos indescriptibles. Me quedé callada, sin idea de qué decir, apretando los labios y negando incrédula con la cabeza. Quise hablar, pero cuando abría la boca, volvía a cerrarla porque me daba cuenta de que no sabía qué responderle.
Entonces, él acarició mi mejilla con la yema de sus dedos, y con una voz y una sonrisa seductoras, dijo:
—Me encanta dejarte sin palabras —y me besó.

•••

Después de una semana de que Claire y yo por fin estuviéramos juntos, todo Dalton hablaba sobre ello. La mayoría de las chicas con las que dormí estaban sorprendidas, y algunas de ellas querían hacer que cambiara de opinión de empezar una relación. Obviamente, me negué a todas y cada una de ellas. Mike estaba feliz por nosotros, o al menos eso intentaba aparentar. Claire le había dicho que conmigo se sentía bien, y eso le bastaba a su hermano. Yo le dije lo que sentía hacia ella, y él me creyó, pero dijo que si volvía a lastimarla, jamás podría volver a acercármele. Le prometí que no sería así.
La amiga de Claire estaba emocionada, y me dijo exactamente lo mismo que Mike, pero aún así nos abrazó a ambos y nos deseó suerte. Connor también estaba un poco sorprendido por vernos a Claire y a mí juntos, pero lo único que hacía era ver la expresión de Mike al observarnos y aliviarse por no tener que contemplarnos peleando como lo hemos hecho durante casi todo el año escolar desde que me involucré con Claire.
Sarah y Hayley estaban muertas de envidia por Claire, y supe que ya no estaban juntas porque ambas disputaban por mí y ninguna pudo tenerme.
Y James... Él no decía nada. Me clavaba miradas fulminantes y recelosas, que lo único que hacían eran demostrar la ira que sentía al vernos a mí y a Claire juntos. Si voy a ser sincero, ya no quería lidiar con él. Quizás porque ya no debíamos competir por la chica, y porque a pesar de que él estuvo primero con ella, ahora ella estaba conmigo. No digo que Claire haya sido un desafío, una disputa entre él y yo, digo que yo la quiero, y sé que puedo tratarla mejor de lo que él lo hizo.
Sin embargo, había algo que no se había cerrado aún entre James y yo: la apuesta. Habíamos apostado a Claire, y eso había quedado inconcluso. Ninguno de los dos dijo una palabra cuando él la había conquistado, y supongo que ya quedó en el olvido. Él la quería en serio, y yo lo sabía. Yo la quiero en serio, y él lo sabe. Hacer que Claire fuera una apuesta fue lo más estúpido que pude haber hecho, y me arrepiento de ello, pero creo que los dos sabemos que ella era mucho más que eso, y la apuesta ya había dejado de importar.
Ambos la queríamos.
—¡Dylan! —dijo Claire detrás de mí, antes de entrar a Dalton, y eso hizo que me quitara de mis pensamientos.
—Hola preciosa —le respondí, y cuando la tuve a mi lado, la besé.
Ella sonrió, como cada vez que le doy un beso. Me encantaba cuando hacía eso.
—Justo estaba pensando en ti —dije, mientras nos dirigíamos a la entrada de la escuela, yo abrazándola del cuello y ella rodeando mi cintura.
—¿Sobre qué? —preguntó ella, alzando la cabeza para mirarme.
Quería decirle acerca de la apuesta, es decir, merecía estar al tanto del desafío que le había impuesto a James. Después de todo, las cosas eran diferentes ahora, y si se lo contaba, sabría que no tenía que ocultárselo porque ya no era así. No era una apuesta, y jamás lo había sido, aunque me hubiera costado tiempo darme cuenta de aquello.
Antes de poder comenzar a hablar, James se cruzó en nuestro camino. Claire lo saludó, un poco incómoda, y yo le extendí la mano para hacer lo mismo. Él la tomó de mala manera, y vi en su rostro una expresión desafiante.
¿Qué rayos quería?
—Dylan —comenzó, observando a Claire de reojo, pero sin quitar la vista de mí—, acepto mi castigo.
No, no podía ser. ¿Estaba hablando en serio?
—Tú ganas —continuó—. Tienes a Claire, la has conquistado.
Claire giró su cabeza para mirarme, y preguntó:
—¿De qué está hablando?
Abrí la boca para decir algo, pero no tenía palabras. Quería golpear a James, sentía mi maldita sangre arder, y sabía que no podría salir de ésta.
—¿Él no te lo dijo? —le preguntó irónico a Claire. Ella negó con la cabeza, sin quitarme una mirada que transmitía preocupación—. Dylan, cuéntale. Cuéntale por qué estás con ella.
La tomé del brazo y murmuré un "vamos". La gente estaba mirándonos, y quería irme de allí cuánto antes. "Vamos", volví a susurrarle a Claire.
—No —dijo ella, soltándose de mi mano—. No hasta que me digas qué demonios está ocurriendo.
Sentía su voz entrecortada, y sus ojos estaban cristalizados, al igual que los míos. Estaba muy nervioso y alterado, no sabía qué hacer ni decir.
—Esa era la apuesta, ¿cierto? —dijo James, al verme totalmente en shock—, quién lograba conquistar primero a Claire Schonfeld, no debía hacer el ridículo frente a todo Dalton.
—¡Cállate! —le grité, mientras sentía como mis uñas se clavaban en la palma de mi mano por la cólera que sentía y las ganas de molerlo a golpes que tenía.
—¿Es cierto lo que dice? —me preguntó Claire, agarrándome con fuerza del brazo para que no me acercara a James—. ¿Soy una apuesta? —siguió, y yo me quedé callado, mirándola, incapaz de responder—. ¡¿Soy una maldita apuesta?!
Dije "no" con la cabeza, y luego miré a James, que tenía una sonrisa victoriosa en el rostro. Tenía que hablar con Claire, él no valía la pena. Tenía que arreglar las cosas con ella, aclararle todo. Lidiaría con el idiota de James más tarde. Primero debía calmarme, mis manos, dejar de temblar y mi corazón, dejar de latir con tanta rapidez.
—Te juro que ya no es así —le dije a Claire—, fue antes de conocerte. Antes de enamorarme de ti.
—¡Estás mintiendo! —gritó ella, y vi cómo lágrimas comenzaban a caer de sus ojos.
Eso partió mi maldita alma. Mi mente estaba en blanco, desconocía cómo debía actuar, no sabía qué decir, cómo convencerla de que ya no era así, que la quería, que en serio la quería.
—Por favor —le rogué, tomándola de las manos.
Ella las apartó en seguida.
—¡No! —dijo, sollozando—, ¡Aléjate de mí!
Claire me quitó de su camino, y fue a paso acelerado hasta la puerta de Dalton. La seguí, intenté detenerla, pero ya era tarde.
—¡Eres un idiota! —me gritó, al darse vuelta antes de salir de la escuela, y vi sus ojos llenos de lágrimas.
—Te lo ruego... —dije—, jamás pensé que esto me llevaría a enamorarme de ti. Por favor, créeme.
Pero antes de escucharme, antes de poder explicarle, ella me dio un cachetazo, corrió hasta la calle y la perdí de vista. No la seguí, y sé que voy a arrepentirme por eso, pero esto era mi culpa, mi maldita culpa. Era algo que sabía que ocurriría, que no debí ocultar. Y ahora que Claire se había enterado, sería muy difícil que me perdonara.
Ahí fue cuando me di cuenta, de que la había perdido.

________________________
Holaa lectoresss! ❤️ Después de una semana, les traigo el nuevo capítulo de Estúpidamente Perfecto! || Y atentosss que por navidad, subiré otro durante estos días!
Cuéntenme en los comentarios qué opinan acerca de Dylan, y acerca de la historia en sí. 🥰 En serio muchísimas gracias por leerla, está por llegar a las 10K visitasss! 🤍
No se olviden de votar! Los quiero muchísimo! ❤️

Continue Reading

You'll Also Like

744K 51.9K 65
Emilia Matthews es una amante jugadora del fútbol, no piensa en otras cosas más que en entrenar y ganar sus partidos, en su vida no importa otra cosa...
15.2K 699 53
Sus ojos azules podían volver loco a cualquier ser humano que habitara la tierra. Sus emociones eran como olas, arrasando con todo lo que encuentran...
1K 74 6
fanfir de "el fabricante de lágrimas" un amor inesperado entre Rigel y Arianna Milligan. Está historia empezó el día en el que mis padres decidieron...
102M 6.3M 35
• YA A LA VENTA EN TODAS LAS LIBRERÍAS DE LATAM Y ESPAÑA • ADAPTACIÓN AUDIOVISUAL POR WATTPAD WEBTOON STUDIOS «Es como si cada uno fuera un cielo. Un...