SUNSET - ATARDECER / Aristem...

By algjk13

27.4K 2K 1K

Aristoteles y Temo seguían juntos luego de 10 años de relación, tenian un gran futuro por delante y grandes p... More

I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
CAPÍTULO ESPECIAL I
XIII
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
ESPECIAL ARISTEMO II
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
ESPECIAL III
VOTEN Y LEAN POR FAVOR!
XXV
XXVI (FINAL)
¡NUEVO FIC! (primer capitulo publicado)
Epílogo
GANAMOS!
RETO DEL MES DEL ORGULLO:ARISTEMO

XIV

640 52 11
By algjk13


PROV CUAHUTEMOC

No fui consiente de cuánto tiempo había dormido, pero cuando abrí mis ojos me sentía completamente agotado, me dolía la cabeza a causa del llanto, mi cuerpo se sentía sin fuerzas como si un camión me hubiera pasado encima, lo único que quería en esos momentos era cerrar los ojos y volver a dormir. Tal vez solo quería que él dolor ser fuera, pero ni durmiendo cien años desaparecería el dolor que oprimía mi corazón.

Giré mi cuerpo en la enorme cama de mi infancia sintiéndola vacía, esta vez Ari no aparecería por la puerta con el desayuno, no habría besos de buenos días, no se escucharía más música por los pasillos, no habría nada más porque él había tomado la decisión de marcharse, yo no tenía por qué juzgarlo, entendía que era una situación complicada y él no tenía por qué renunciar a sus sueños por mi culpa.

Me viré en la cama mirando la habitación, mi cuarto aún tenía las marcas de mi crecimiento del paso de los años, ahora que analizaba las cosas podía percibir que el tiempo se había ido demasiado rápido, en esta habitación había crecido y al parecer aquí pasaría mis últimos meses, cerré los ojos conteniendo las lágrimas mientras recordaba cómo había llegado aquí la noche anterior.

FLASHBACK

Conforme pasaban los minutos entendía que Ari no iba a volver, giré mi rostro hacía la ventana al ver el atardecer, pero por primera vez no me llenó de calidez, mis lágrimas corrían por mis mejillas mientras sentía enorme el espacio del departamento para mí solo, no quería quedarme aquí esta noche, sorbí mi nariz mientras estiraba la mano para tomar mi teléfono, mi corazón se rompió un poco más cuando vi que no tenía ninguna llamada de Aristóteles, con un suspiro desbloqué el celular y llamé a mi Papancho.

-¿Temochas?- contestó por la otra línea

-Papancho –suspiré- ¿puedes venir por mí?

-Claro Mijo ¿Dónde andas?-su voz denotaba preocupación- ¿no está Aris ahí?

-El se fue papá- mordí mi labio respondiendo con la voz entrecortada- por favor no me preguntes ahora, les explicaré más al rato, solo reúne a mis hermanos esta noche y ven por mi...por favor

-Tranquilo Mijo- escuche movimiento del otro lado- voy para allá.

Colgó y yo me levanté tomado una pequeña maleta, coloqué algunos cambios de ropa, lo de mi curación y medicamentos básicos, luego vendría por lo demás, la cerré y mire la enorme cama donde Ari yo hicimos por última vez el amor, no quería creer nada, no necesitaba afrontar en esos momentos que todo había terminado, y mucho menos que iba a morir.

Escuché el ruido del timbre, y salí a abrir encontrándome con mi Padre, solo pude correr hacia sus brazos para que me sostuvieran mientras lloraba entre ellos.

-Tranquilo Mijo todo se va a solucionar.

Como prometió no pregunto nada, simplemente me ayudo con mi maleta mientras nos subíamos a la burra y el conducía de regreso a su casa. En cuanto llegamos percibí los carros de mis hermanos estacionados, al parecer todos ya se encontraban ahí, tenía que sacar fuerza para contarles todo lo que había pasado, pero no sabía de donde, sin embargo en esta ocasión no retrasaría más lo inevitable, entre más rápido se enteraran, más tiempo compartiríamos juntos.

Sentí la mano de mi padre en mi hombro y al mirarlo entendí que pasara lo que pasara los tenía a ellos, porque mi familia nunca me abandonaría, suspiré hondo antes de salir de la burra y entrar a la casa. Cuando puse un pie adentro todos mis hermanos estaban en la sala, al parecer algo les dijo Susana porque ninguno de mis sobrinos se veían alrededor, solo estábamos los López reunidos para ese momento.

-Carnalito ¿Qué te paso?- la primera en acercarse fue mi hermana mayor Guadalupe- te ves muy pálido.

-¿Dónde está mi cuñado Aris?- preguntó Ana – Pensamos que vendría contigo.

No quería responder aún asi que solo caminé hacia la sala sentándome en el sofá.

-Creo que es mejor que todos nos pongamos cómodos.- mencioné mientras todos se sentaban confundidos a mi alrededor- Aristóteles no va a venir

-Se pelearon de nuevo de seguro- comentó Julio- o se fue a agarrar de moquetazos con alguien.

-¡Julio! –Reprendió mi tía Chela- a ver Mijo mejor cuéntanos que paso.

-Yo...-suspiré- Aristóteles y yo terminamos.

Todos se quedaron en silencio mirándome con una mirada visiblemente sorprendida, era como si en esos momentos fuera más real la caída de un meteorito a que Ari y yo termináramos nuestra relación.

-Pero.. ¿Por qué Mijo? – Preguntó mi tía Candy-si ustedes se miraban re enamorados, no puedo creer que todo acabara asi nomas.

-Más bien –suspiré- lo dejé libre, no quería que se sintiera más tiempo atado a mí y a esta enfermedad.

-Pero Mijo no digas eso –susurró mi tía Chela abrazándome de lado- Pronto te recuperarás y seguirán con sus planes, ya veras, solo háblenlo y dejen que el tiempo sane sus heridas.

-Ese es el problema tía – tome sus manos sonriéndole con tristeza- ya no me queda más tiempo...se agotó.

Todos me miraron sin comprender mis palabras, se quedaron callados un momento y aproveche para continuar.

-El tratamiento...- tomé aire hondamente antes de contestar- mejor dicho los tratamientos ya no funcionan en mi cuerpo, al parecer el cáncer es tan fuerte que no quiere irse de mí.

Miré a mis hermanos quienes tenían los ojos muy abiertos antes de comenzar a llenarse de lágrimas, ni siquiera podía mirar a mi Papancho, el tiempo se detuvo por unos minutos en silencio.

-Pero tranquilos, está bien, he decidido pasar mi tiempo aquí con ustedes con mi familia, verán cómo disfrutaremos este tiempo juntos, ¿de acuerdo? Haremos que cada minuto valga la pena.

-Pero Aristóteles dijo que había más tratamientos en el extranjero carnal- me interrumpió Pepe, él sabía por Ari la noticia horas antes pero había guardado silencio hasta ese momento- podemos ir buscar alguno y recuperarte.

-No Pepe- suspiré- hay más tratamientos pero ninguno garantiza que vaya a librar el cáncer.

Pause mis palabras poniéndome de pie mirándolos con decisión.

-Una vez hace tiempo le dije a Papancho que lo único que quería era ser feliz, ser libre- los miré poniendo mis manos en mis bolsillos del pantalón- los amo demasiado, créanme no quiero dejarlos, pero me siento tan cansado como no se imaginan, mi cuerpo no es lo que era, no me siento yo, todo el tiempo duele, ya no quiero vivir con dolor, no quiero pasar mis últimos meses en una cama con aparatos, quiero estar con ustedes, con mi familia, disfrutar cada cena familiar, abrazarlos todos los días, y si ustedes quieren también estarán conmigo, no quiero sonar egoísta, solo compréndanme, tan poco voy a obligarlos y así como le di la opción a Aristóteles también se las doy a ustedes de quedarse conmigo este tiempo que me queda.

Todos se quedaron callados mientras se limpiaban las lágrimas de sus ojos, podía percibir sus emociones e sus miradas, unas de enojo, otras de tristeza y unas más de desconcierto, pasaron los minutos y cuando pensé que nadie iba a hablar comenzó mi Papancho.

-No tienes ni idea de cuánto me duele todo esto hijo – se acercó a mí y tomó mis manos- de todos siempre has sido el más valiente, el más fuerte, el más libre y yo te prometí en aquella banca que iba a apoyar tus decisiones y voy a estar contigo cada día que Diosito me dejé verte y abrazarte ¿de acuerdo? Yo te voy a cuidar siempre mijo siempre y jamás detendré tu vuelo.

Me acerque a abrazarlo, Dios me había regalado al mejor padre del mundo y podía comprobarlo atraves de sus brazos, poco después sentí el abrazo de Susana, de mi tía Chela, de mi tía Candy, no tardaron en unirse Guadalupe y Ana, seguido de mis calcomanías, el último en unirse fue Pepe, todos llorábamos juntos, pero estábamos unidos y mientras lo estuviéramos, yo tendría la fuerza necesaria para luchar un poco más.

Cuando todos nos calmamos nos sentamos en la sala y mis tías prepararon un poco de café para todos.

-En cuanto vea a Aristóteles le voy a partir la cara por hacerte llorar- comentó Pepe molesto- nadie hace llorar a mis hermanos.

-No lo harás- respondí- yo lo dejé libre él no tiene que pasar más tiempo por esto, merece ser feliz con alguien que pase muchos años a su lado, con alguien con quien pueda envejecer, casarse, tener hijos.

-Yo digo – me interrumpió Lupita- que Aris te ama y solo debemos darle tiempo, para nadie es fácil esta noticia.

-Claro Mijo- siguió mi tía Chela- debes de entenderlo, no es fácil para nosotros aceptar la situación , pensar que debemos dejarte ir, imagínate para él, no tiene a nadie más que tú, claro nos tiene a nosotros, pero tú eres su pilar más fuerte.

-Si ya verás como mi sobrino regresa pronto- me animó mi tía Candy- solo dale un poco de tiempo.

-Mientras tanto- interrumpió Susana- cuentas con todos nosotros, te cuidaremos, apoyaremos y estaremos para ti todo el tiempo ¿de acuerdo? Porque somos una familia unida, no lo olvides

Asentí y terminé mi té, me sentía agotado por lo que me disculpé y fui a mi habitación para ese momento ya pasaba de la media noche, entré a mi recamará para darme una larga ducha y ponerme la pijama y ya acostado en ella, lloré, sentía mi mente dormida, como si se negará aceptar la situación, no pasó mucho tiempo antes de mirar a mi Papancho entrar ala recamara recargandose en la cabecera de mi cama frotando mi espalda.

-Perdón Papá- susurré con voz rasposa- por no ser más fuerte, por no vencer esta enfermedad.

-Mijo – lo miré contener las lágrimas- todo va a estar bien, no perdamos la fe, recuerda que los milagros existen y pasé lo que pasé tu nunca dejaras de ser un guerrero, mi guerrero.

Asentí mientras tomaba su mano.

-¿Puedo pedirte un favor?

-Tú pide Cuauhtémoc que tu servilleta te ayudará

-Solo quiero que investigues si Ari está bien

-No te preocupes Mijo que los López ya andamos en eso- sonrió- a pesar de todo Aris es un López y aunque se vaya siempre contará con nosotros

-Gracias papá, eres el mejor

Suspire y cerré mis ojos

-¿te puedes quedar conmigo hasta que me duerma?

-Claro que si Mijo – sonrió- siempre ahuyenté las pesadillas cuando eras chiquitito, asi que me quedaré a tu lado para espantarlas de nuevo

Cerré mis ojos dejándome vencer por el agotamiento, no tardé mucho en dormirme lo cual agradecí infinitamente ya que no quería pensar en nada por ahora, lo único que recordaba era que mi subconsciente extrañaba a Aristóteles y que antes de dormir pensé un Tahi te amo.

Recordar el día de ayer solo me había deprimido más, no quería salir, no quería comer, no quería nada, tomé mi teléfono para verla hora y me percaté que pasaba de la media tarde, al parecer había dormido toda la noche y parte del día, me levanté metiéndome a bañar para colocarme otra pijama, no pensaba salir el resto del día, solo comería algo y volvería a la cama, cuando salí cambiado admiré las tonalidades del atardecer atraves de mi ventana y me acerqué lentamente a observarlo un día más sin embargo de nuevo se sintió frio, justo como mi corazón.

Minutos después apareció Papancho por mi recamará y me sonrió

-¡Vaya flojo! Pensé que dormirías hasta año nuevo – sonrió acercándose- pero mira nomas que traes, la pijama, dormiste todo el día y planeas quedarte acostádote en la cama, ¡no Temo eso sí que no!

Se acercó a mi armario y tomó una camisa y un pantalón dejándolos en la cama.

-Papá no me siento con ánimos de salir , además es tardísimo.

-Chitón Mijo – contestó él con autoridad- calmantes montes pájaros cantantes, no te estoy preguntando Pepe hizo una reservación para cenar como familia, así que cámbiate y nos vemos abajo por que no es pregunta ¡Es una orden Cuauhtémoc!

Se fue sin dejarme responderle y suspiré hondo antes de comenzar a cambiarme, no sabía exactamente dónde íbamos pero si me tenía que poner camisa debía ser un lugar elegante, me coloqué la peluca ya que me incomodaban las miradas de lástima y cuando me sentí arreglado salí de la habitación.

En cuanto bajé las escaleras, noté la sala vacía pero eso no fue lo que me sorprendió. Había un pasillo con fotos mías y de Aristóteles colgadas por todos lados, tomé una de ellas y la giré mirando que tenía un escrito

Temo bienvenido a este momento... nuestro momento 

La foto era de nosotros diez años antes, jóvenes con globos a nuestroalrededor, justo cuando decidimos ser Aristemo, me sentí confundido mientrastomaba otra foto la cual era de nuestro árbol con nuestro apodo tallado en eltronco

Tahi, significa Te amo hasta el infinito...

Mis manos comenzaron a temblar, no quería continuar pero la curiosidad también me ganaba, me acerqué a otra donde estábamos celebrando el cumpleaños de Ari, juntos.

Quiero pasar todos los años que me regale la vida tu lado.

Seguí el pasillo fotográfico topándome con una foto donde resaltaban nuestros tatuajes

Tú tienes la llave de mi corazón, tu eres la llave de mi felicidad 

Luego estaba nuestra foto con nosotros vestidos de traje negro, éramos más jóvenes y recordé que era de nuestra graduación

Nunca lo olvides Temo, tu eres magia

Después vi una de nosotros en la playa, en dónde me dijo que se iría conmigo 

No necesito nada más que a ti, siempre serás solo tú.

Pasé saliva y continúe encontrándome una de mi durmiendo, justo en nuestro aniversario número cinco.

¿Sabías que te ves hermoso cuando duermes? Eres con la única persona que me veo envejecer a cada minuto de mi vida, la única que quiero ver en las mañanas y dormir en las noches.

Tomé una foto más, enesta ocasión era de nosotros por primera vez en la ciudad de México, en nuestrodepartamento

Contigo he hecho mil locuras, contigo comencé nuevas etapas, vamos a enfrentar una más juntos.

No sabía si aún seguía dormido o despierto, solamente me sentía mareado a causa de la emoción pero eso no me detuvo en llegar a la siguiente foto la cual era de Ari en un escenario, su primer concierto dónde estuve  en primera fila.

Eres mi fan número 1 ¿recuerdas? Quiero verte en cada concierto porque todas mis canciones son para ti, mi musa...

Tomé la siguiente,era una foto de nosotros en uno de nuestros tantos viajes besándonos

Juntos hemos conocido muchas partes del mundo, pero la verdad es que tú eres mi universo entero.

Había otra más de un atardecer, no salíamos en ella pero se veían los colores del mismo.

Vivimos en un mundo lleno de colores, yo soy tu atardecer tranquilo y armonioso, déjame ser tu calor muchos años más.

La ultima foto estabapegada cerca de la puerta del jardín, eran nuestras manos, entrelazadas, juntas sin soltarse

Sé que he soltado tu mano, pero nunca será para siempre, siempre volveré a ti porque tú eres mi hogar, mi familia, mi todo.

Mis manos comenzaron a temblar mientras abría la puerta que daba al patio el cual estaba alumbrado por luces tenues, colgaban focos blancos alrededor iluminando armoniosamente, pero lo que más me sorprendió es que estaba repleto de girasoles, lo único que se veía libre era un pequeño camino el cual llegaba a una persona parada justo en medio.

Aristóteles portaba una camisa blanca, acompañado de un pantalón negro con tenis blanco, tenía sus rizos revueltos y sostenía entre sus manos el teclado que le regalé años atrás, su aspecto lucia muy nervioso, llevando a mi mente a aquella vez en el patio de la escuela, cuando se me había declarado, aunque su expresión era diferente, podía denotar tristeza en su mirada, estaba algo pálido y tenía ojeras debajo de sus ojos tan grandes como las mías, sus labios lucían algo resecos y entendí que la distancia entre ambos no solo me afectaba a mí, sino que a él también porque ambos éramos uno solo.

-¿Aristóteles?- pregunté confundido - ¿Qué haces aquí?

-Temo- suspiró hondo mirándome- yo no soy bueno con las palabras ¿recuerdas? Pero dejemos que la música hable por mí, asi que no me interrumpas.

Tomó el teclado entre sus manos mientras respiraba hondo antes de comenzar a tocar.

-Sé que a veces hablo mucho que a veces no te escucho pero te conozco bien- Conocía esa canción, fue de las primeras en escribir, en una época lejana donde éramos dos adolescentes enamorados profundamente, esa era una de mis canciones preferidas pero nunca se lo mencioné, la amaba porque nos describía perfectamente, tenía mucho tiempo sin escucharla y no sabía cuánto la extrañaba hasta este momento- Tengo mala ortografía no se de geografía y aún sin mapas te encontré....

Pero aunque tengo mil defectos y jamás seré perfecto quiero amarte como un loco solo aguántame otro poco – su tono era suave, tranquilo, solo acompañado de su teclado tocándome como los viejos tiempos- y veras no hay reglas para amar ,no existe un manual que pueda enseñar lo que es un beso de verdad –Su voz sé rompió en ese momento con profundidad como si fuera a llorar mientras sus ojos sé cristalizaban un poco sin detener la canción- que todo va a estar bien si sientes tú también lo que yo siento y que importa si no soy perfecto.

-Sé que tengo en mi pasado secretos que he guardado y que algún día te contare- tomó aire acercándose a pasos lentos hacia mí- yo no sé bailar pegado y tanto te he pisado y no me dejas de querer –sonreí al escuchar esa parte porque era cierto, pero nunca dejamos de practicar hasta que logramos bailar perfectamente juntos canciones lentas, solo para siempre estar unidos- yeh pero aunque tengo mil defectos y jamás seré perfecto quiero amarte como un loco solo aguántame otro poco

-y veras no hay reglas para amar, no existe un manual que pueda enseñar lo que es un beso de verdad-me limpie la lágrima que resbaló por mí mejilla sin dejar de mirarlo, mientras corrían unas cuantas por las suyas, mordí mi labio inferior mientras cerraba los ojos disfrutando las ultimas notas sintiendo una calidez recorrer mí corazón, llenando mí cuerpo sintiéndome tranquilo- que todo va a estar tú también si sientes tú también lo que yo siento y que importa si no soy perfecto y que importa...-en las ultimas notas sentí el amor en su canción, en su voz y en mi ser.- si no soy...perfecto.

Cuando termino la canción abrí mis ojos encontrándome con su mirada cristalina cerca de la mía, tenía sus labios entre abiertos como queriendo decir algo más, por un momento sentí que todo se borraba a mi alrededor quedando solo él y yo, perdiéndonos uno en el otro, sin saber que decir hasta que él continuo.

-Soy el idiota más grande del mundo, lo fui desde aquel momento que te rechacé en aquella banca, pero la vida me dio la oportunidad de redimirme- suspiró hondo remojando sus labios con su saliva- ayer volví a cometer un error similar al irme, me deje ganar por mi miedo justo como aquella vez, no trato de justificarme pero como dice la canción no soy perfecto.

Se acercó y tomo mis manos entre la suyas entrelazándolas.

-Fui egoísta al decidir por ti, no me puse en tu lugar, en pensar en lo que tú quieres, en tus miedo, y sobre todo en tu dolor – respiró hondo mientras se cortaba su voz- debes entender que nadie está preparado para despedirse del amor de su vida, hemos pasado tantos años juntos y cambiaste mi mundo a tal punto que me aterra seguir sin ti, porque eres el adiós que nunca en mi vida sabré decir.

Se acercó mirándome con sinceridad atraves de sus ojos

-Sé que será muy difícil nuestro camino a partir de hoy, pero quiero estar ahí, quiero sostener tu mano firmemente hasta el final, quiero ver tus risas, tus lágrimas, disfrutar cada día, cada minuto, cada segundo que la vida me regale a tú lado y atesorarlos en mi corazón, quiero estar contigo toda la vida Tahi, y si es que hay algo después de esta también.

Subió sus manos hacia mis mejillas acariciándolas mientras limpiaba las lágrimas que caían en ellas de manera delicada con sus pulgares

-Sé que no merezco tu perdón, de igual manera si te prometo que no me iré a ningún lugar no me creerás- junto su frente con la mía mirándome- pero si puedo demostrártelo con acciones, asi que lo único que puedo pedirte es una oportunidad más, la última donde te demostraré cada día de mi vida cuanto te amo, y no sólo en esta, si no en todas las eternidades. Asi que mi Temo, mi Tahi ¿Quieres compartir una eternidad conmigo?

-¡Si, Aristóteles Córcega!-entrelace sus manos con las mías- yo también quiero estar una eternidad a tu lado, porque pase lo que pase...

-Tu siempre vas a ser mi corazón- a completó mientras dejaba caer unas lágrimas.

-Y el corazón...-susurré cerrando mis ojos

-Nunca se equivoca..- suspiró hondo mientras rozaba su nariz con la mía.

Luego de esa última frase acerqué mis labios lentamente hacia los suyos, el sincronizo mi movimiento hasta que nuestros labios se rozaron en uno solo, sentí su aliento cálido combinarse con él mío, mientras mi lengua identificaba el sabor salado de sus labios a causa de sus lágrimas, sus labios jalaron suavemente los míos, succionándolos mientras nuestro roce nos hacia uno solo y nuestros corazones iban al mismo ritmo.

Cuando nos separamos abrimos los ojos encontrándonos uno con el otro, no pude evitar esbozar una sonrisa al ver al amor de mi vida parado justo enfrente de mí y sin perder más tiempo salté hacia él enredando mis brazos alrededor de su cuello, mientras el me sostenía de la cintura y respiré hondo, sintiendo la calidez en mis pulmones como si al fin pudiera respirar.

Nos mantuvimos en esa posición unos instantes llenándonos de la cercanía de uno del otro, cuando nos separamos sonreímos al mirar nuestras mutuas lágrimas, acerqué mi pulgar a su mejilla y las limpie mientras el cerraba los ojos disfrutando ese rocé, fue cuando percibí el moretón en su mejilla.

-¿Qué te paso Tahi?.- mi voz sonó preocupada.

-Digamos que lo merecía- susurro riendo- tú no te preocupes por eso amor

Sonreí y bese su mejilla lastimada mientras miraba a mí alrededor.

-Girasoles....-susurré recordando como en uno de mis cumpleaños me había regalado uno

-Si, una vez te dije que te daría todas las flores del mundo, pero por ahora solo puedo darte girasoles-sonrió mientras su mano acarició mi mejilla- porque significan admiración, y yo admiro lo fuerte y valiente que eres amor, a pesar de todo hemos llegado juntos hasta aquí, y el amarillo significa que tu eres el sol que ilumina mis días, que me da calidez, el girasol siempre se vira hacia el sol asi como yo siempre regresaré a ti para poder vivir.

-Gracias por ser mi girasol- susurré pasando el nudo que se había formado en mi garganta mientras tomaba su rostro entre mis manos y lo llenaba de besos.-Te amo mi Tahi.

El me abrazó de nuevo mientras cerrábamos nuestros ojos, sintiendo paz en nuestros corazones mientras las estrellas del cielo eran testigo de nuestro amor, un amor eterno, más allá de lo universal porque eso significaba nuestro amor justo como nuestro apodo. Porque Tahi es te amo hasta el infinito.

Y en las noches mientras las estrellas brillaban, la luna soñaba con estar cerca del sol, con abrazarlo, con sentir su calor, sintiéndose afortunado que a pesar de la distancia, a pesar de los años, de los milenios el sol sólo tuviera ojos para ella, porque eso solo significaba que existían amores que eran infinitos, que eran para la eternidad.

--------------------------------------------------

Estamos de regreso, vamos a terminar esta hermosa historia, espero les gustara el capítulo.

Nos leemos la próxima semana

Les mando muchos abrazos por fis dejen sus comentarios al final

besos , abrazos y tengan una linda semana :)

Continue Reading

You'll Also Like

60.6M 3M 42
Sinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría el...
1.7M 88.8K 44
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
26.8K 879 36
Es una historia con un poco de todo, amor, desamor, risas, y +18 🔞 🙃