Lucifer [Español]

By gonemalik

59.8K 3.6K 315

Una historia a cerca de una moribunda chica y un diabólico muchacho, los cuales deben trabajar juntos para a... More

Antes de Leer
Parte Uno
02 | E n g r e í d a
03 | Á n g e l
04 | M i c h a e l
05 | A s e s i n a d o s
06 | R e c u e r d o s
07 | I n c r e d u l i d a d
08 | B e b e r
09 | R e g r e s o
10 | N o t a
Parte Dos
¡SORPRESA!

01 | L o u i s

9.2K 411 33
By gonemalik

      MELANIE ABRIÓ SUS OJOS DEBIDO a una luz brillante; no era solamente una luz brillante: era El Cielo. Frunció el ceño. El Cielo nunca antes había sido tan claro y brillante, había sido oscuro, justo después de la media noche.

       Con un movimiento de cabeza, se incorporó de donde se encontraba; en el medio de la carretera, al lado de un árbol de roble.

     —¿Qué demonios...? —Susurró para sí, mirando a su alrededor. El paisaje era familiar pero muy vacío y desolado.

     Melanie miró a su alrededor para encontrarse con una línea de árboles a su izquierda. Y pronto, reconoció dónde se encontraba: sentada junto a las afueras de su ciudad natal. Miró por encima de su hombro y vio el contorno de las casas a la distancia.

     Pero había algo mal. Todo estaba...  sin color. El ambiente hizo pensar a Melanie en una película en blanco y negro, en donde todo estaba opaco y sin vida. Pero ¿por qué estaba así? ¿Posiblemente estaba soñando?

     Se miró a sí misma, encontrando que era la única cosa con color. Lentamente, se puso de pie y miró a su alrededor.

     A distancia, podía verse una nube de niebla arrastrar sus formas hacia ella. Se estremeció.

     Era como en una pesadilla: todo bien, tranquilo y misterioso antes, y de pronto, un psicópata salta de las sombras y te mata.

      Ella envolvió sus brazos al rededor suyo y se dirigió a la cuidad

      Mientras caminaba, no había forma de ignorar el dolor sordo en todo su cuerpo; su pecho y especialmente su cabeza. Era incómodo. Así el aire se filtró a través de su ropa como la nieve encrespada al rededor suyo.

      Corrió lo más rápido que pudo a su hogar, dejando la bruma atrás.

      Al pasar la señal de «Bienvenidos» de la cuidad, sus ojos se movían de una ventana a otra para tratar de vislumbrar algún movimiento. Pero no vio ninguno. El lugar entero estaba desierto. Sin personas, animales, insectos, sólo nada. Sin señal de vida alguna, excepto por ella.

      —¿Hola? —Ella gritó, sus ojos sus ojos dirigiéndose al agua. Melanie nunca había sido una de esas que lloraban, pero estar tan sola, la hizo sentirse asustada.

       Sabía que ahí había algo mal y que éste, no era el pueblo en donde había crecido. Ese pueblo había estado bien habitado, era un lugar cálido, no oscuro y frío.

       Melanie se acercó a la casa más cercana y tocó tres veces la puerta. Esperó diez segundos antes de intentar de nuevo. Nadie respondió. Las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas mientras miraba al rededor del pueblo fantasma, el pánico creciendo en su interior.

     Nunca se había sentido tan sola...

     Le aterraba pensar que no había nadie más a su alrededor. ¿A dónde podían haberse ido?

       —¿Hola? ¿Hay alguien más ahí? —Chilló, su voz mezclada con pánico. Su respiración era errática y temblorosa—.  ¡Por favor díganme dónde estoy!

        El silencio seguía y ella comenzaba a llorar fuertemente. ¿En dónde estaban todos? ¿Su familia y amigos andaban por allí? La idea la había hecho correr hasta su casa. Vivía como a  cinco minutos del centro de la ciudad, así que la carrera fue rápida. Pero el dolor en su cuerpo la hacía contraerse constantemente. Corrió por las escaleras a su puerta y entró.

      —¿Mamá? ¿Papá? —Gritó frotando las lágrimas de debajo de sus ojos—. ¿John?

       Su hermano siempre estaba ahí para ella entonces, si había alguien más, sabía que podía ser él.

     Después de resolver que la casa estaba completamente vacía, dejó la construcción.

        —¿En dónde diablos estoy? —Melanie se estremeció involuntariamente y se volvió para ver la niebla que se arrastraba desde los edificios, hacia ella, como una serpiente deslizándose hacia su presa.

        Ya que la envolvió en su frío abrazo, dejó escapar un sollozo, llorando.

       ¿Qué estaba pasando? Era como si todos se hubieran ido de la faz de la tierra y se hubieran llevado todo lo feliz con ellos.

    Melanie se acurrucó en una bola pequeña, dejando que la niebla estuviera sobre ella.

     ¿Qué si se quedaba atrapada para siempre? ¿Qué si nunca más volvía a ver a sus seres queridos? ¿Qué si...?

    —Melanie Cooper  —Sus sollozos fueron silenciados por una voz varonil a lo lejos.

    Ella lentamente se incorporó y miró por encima de los garajes, donde una silueta alta estaba parada en las sombras. Ella lentamente se levantó y lo miró de soslayo.

     —¿Qué sucede aquí? —Ella preguntó, su voz temblorosa—. ¿En dónde están todos?

     —¿Siempre eres así de curiosa? —Preguntó el hombre, quien permaneció en la oscuridad de los garajes.

     Melanie sacudió su cabeza.

     —No. No entiendo... Yo sólo...

     —¿Asustada? ¿Confundida? ¿Preguntándote por qué este mundo parece tan familiar pero no del todo como en casa? —Él preguntó, inclinando la cabeza hacia un lado. Melanie asintió lentamente, limpiando sus lágrimas con el dorso de su mano.

     —¿Me ayudas por favor? —Ella dijo tranquilamente—. No estoy segura de qué ocurre o dónde está mi familia.

     —Tu familia está bien. Eres tú quien no.

     El hombre dio un paso a delante, la niebla enroscándose alrededor de su figura, como una Pitón.

     —¿De qué hablas?

     —Estoy tratando de decirte algo intensamente trágico de la manera más gentil y susceptible posible —él dijo antes de respirar profundamente—. Estás muerta.

     Melanie se echó a reír.

     —Estás loco.

     —Algunos creen que sí, pero sé que no lo estoy. Al menos, no en esta situación.

     —Entonces... estoy muerta. ¿Cómo es eso posible? ¡Estoy justo aquí! —Dijo Melanie, iracunda;  burbujeando en su interior.

     No era el momento para jugar con ella. No dejaría que este extraño la atormentara de esta manera, no cuando estaba tan vulnerable y confundida

     —Estás aquí —El hombre asintió—. Pero ¿sabes dónde es "aquí"?

     Melanie miró a su alrededor y se estremeció una vez más.

     —Estoy en mi pueblo.

     —Pero, ¿eres real? — El hombre cuestionó, dando otro pequeño pasó hacia ella—. ¿Cómo puedes estar tan segura cuando todo parece tan... sin vida? Agotado. Es como este pueblo se ve.

     —¡Pero no lo está! —Melanie argumentó—. ¡Ese garaje del que estás al lado es verde y el techo de arriba de esa casa, es rojo!

     —No aquí. No lo es.

     —¿Dónde es «aquí»?

     El hombre rió oscuramente antes de salir de las sombras, en la luz.

     Melanie notó que él también estaba a color. Tenía el cabello oscuro alborotado y penetrantes ojos azules. Su delgada figura estaba vestida con un largo abrigo negro, y una sonrisa situada en sus labios mientras hablaba:

     —Este lugar tiene muchos nombres. El Más Allá, es uno... Como es el Inframundo. Pero lo mantendré bonito y simple para ti, querida Melanie.

     Melanie se estremeció ante su informalidad y el hecho de que supiera su nombre. No lo reconoció en absoluto. Y que él estuviera charlando con ella de esa manera amable, la asustaba.

     —Este lugar —dijo él extendiendo sus brazos y girando sobre sus talones—, está en medio del Mundo de Los Muertos y el Mundo de Los Vivos. Estás atascada entre ambos, Melanie. Parece que tienes una razón para no querer morir todavía.

     —Tengo muchas —Espetó Melanie.

     —Hmmm —el hombre tarareó—, me caes bien. Eres afortunada de que esté aquí para ayudarte, porque como probablemente puedes ver... solamente estamos los dos.

     —No creo que me guste la idea de nosotros dos solos en un mundo desierto —dijo Melanie—. Ni siquiera te conozco.

     —Nadie me conoce. Al menos no lo suficiente para que me llame amigo. Has oído hablar de mí, sin duda alguna. Todo el mundo lo ha hecho.

     —No eres una celebridad fallecida, ¿verdad? —Melanie preguntó, tratando de ponerle nombre a su rostro.

     — Difícilmente. Yo soy más una figura religiosa, pero eso lo pone más ligero. No del todo religioso, pero ¿quién querría serlo? —Él se estremeció.

     — Eres un pendejo arrogante —Melanie se enfureció y comenzó a caminar lejos de él.

     — ¿A dónde vas, Melanie Cooper? ¡No hay para donde vayas! ¡Tan pronto camines cinco millas de donde moriste, no podrás ir más allá! —Él gritó después de que ella empezara a moverse lejos de él.

     — ¡No estoy muerta! — Ella gritó, girándose para encararlo, pero saltó hacia atrás. Él no estaba parado donde lo había dejado; estaba justo enfrente de ella. Él inclinó su cabeza de nuevo y la miró.

      —Estabas en un horrible accidente, Mel —él dijo, alzando la mano para meter el cabello detrás de su oreja—. Sólo no lo has recordado todavía.

     Ella dio una palmada para aventar su mano.

      —¡No lo estaba! Creo que recordaría si algo malo me hubiera pasado.

      —Estuviste en un terrible accidente. No estoy mintiendo.

      —Pruébalo entonces. Pruébame que estoy muerta, porque no te creo.

      —A su debido tiempo. Los recuerdos vendrán a tu mente. A veces la gente olvida su muerte a su paso, pero con el tiempo, volverán a ti.

       —Eso es una mierda —resopló, pasando una mano por su cabello—. Estoy atorada en este lugar, ¿hasta qué? ¿Hasta que despierte de esta pesadilla?

         —Si esta fuera una pesadilla, estarías viva en ella, no muerta. Y estás atrapada aquí hasta que tus recuerdos se presenten de nuevo y...

         —¿Luego qué? —Ella instó—. ¿Me voy a casa?

         —No. Una vez que recuerdes, voy a ofrecerte una opción: puedes pasar tranquilamente a El Cielo o El Otro Lado, como algunos lo llaman. Supongo que estarás en un viaje seguro al Cielo ya que pareces una niña buena —él dijo sonriendo maliciosamente hacia ella—. O resucitaré tu cuerpo a cambio de tu alma cuando mueras... De verdad.

        —Entonces... ¿No estoy muerta? —Preguntó ella.

      —No. Estás muerta, por eso estás aquí. Pero, por eso estás atrapada en El Más Allá; significa que tienes un asunto sin resolver y esa es la razón por la que no has pasado al Cielo. Todavía tienes algo que hacer.

       —¿Lo tengo?

       —Lo tienes.

       —¿Qué es? — Ella preguntó, confundida.

     — No tengo idea. ¿Tal vez necesitas salvar a alguien, o aprender algún secreto? Podría ser cualquier cosa. Pero hay algo en tu vida que vas a descubrir que determinará si pasas o me das tu alma.

     —Estás loco —dijo Melanie—. ¿Quién eres de todos modos?

      —Soy alguien a quien debes temer, Melanie —Él dijo caminando alrededor de ella en lentos círculos; sus ojos posicionándose en el cuerpo de ella—. Alguien de quien deberías huir.

      —Bueno, no puedo. ¿Puedo? —ella dijo—. Lo hiciste muy claro con tu completo «no puedes ir más allá de cinco millas.»

      —Cierto, cierto —el extraño dijo, dando golpecitos a su barbilla con  un dedo—. Pero todavía.

      —Entonces, ¿eres un recolector de almas? ¿Qué significa exactamente?

Él le sonrió.

       —Muy curiosa... Me gustan las curiosas. Siempre tengo. Te hace atractiva... querer saber cosas que posiblemente no puedas entender.

       —Deja de tomarme el pelo —ordenó Melanie—. Necesito saber qué está sucediendo y por qué aparentemente estoy muerta.

       —Ya te he explicado por qué estás aquí: estás muerta y tienes que esperar hasta que tus recuerdos vuelvan, antes de decidir si pasas o vives a cambio de tu alma en años futuros. Por ahora, es lo que necesitas saber, querida.

     —¿Quién eres? —Melanie negó con su cabeza, sin estar segura todavía de qué creer.

     —No me creerás si te lo digo —el hombre dijo.

     —Pruébame. Ya estoy confundida a cerca de todo esto, así que no es como si un nombre fuera a desordenar mi mente más.

    Dejó salir un profundo suspiro, mirándola lentamente.

    —Me llaman por muchos nombres. Algunos ya los has escuchado antes. ¿Satán, Abaddon, Balcebú, Lucifer? O más común: El Demonio. Pero ahora, me llaman por mi abreviación de Lucifer; Louis. Simplemente suena más... Humano. ¿Sabes? Puedo encajar sin que nadie me eche ni un segundo vistazo.

    —¿Encajar? ¡No hay nadie aquí con quien encajar!

    —Pero, sí hay. Otros como tú que quedan varados aquí y necesitan que los guíe. No quiero asustarlos antes de ofrecerles mi acuerdo. La mayoría de ellos, no son tan curiosos como tú. Entonces, usualmente mi nombre no lo preguntan.

      —Entonces, ¿me estás diciendo que eres el Diablo? Tú pollas... —dijo Melanie sacudiendo la cabeza —. No te creo.

     —No quieres creerlo — dijo Louis, situando sus manos en los hombros de ella—, porque tienes miedo. No lo niegues. Puedo sentirlo, Melanie.

    Ella empujó sus manos y se hizo un paso atrás.

      —Si realmente eres el Diablo, entonces, seguramente serías capaz de devolverme mis recuerdos, ya sabes, ya que era un horrible accidente y eres del tipo de los que les gusta lo desagradable

     Louis levantó una ceja.

      —Yo podría, pero pudiera ser peligroso y lastimaría... Sería como un atizador del fuego que hay en tu cerebro mientras cabo en tus recuerdos. —Melanie se estremeció; ya estaba experimentando pequeña cantidades de dolor en su cabeza. No creyó que pudiera aguantar mucho más, sin  embargo, bastante. Pero estaba tan desesperada por irse a casa...

     —¿Hasta tu calle entonces? —Dijo Melanie rodando sus ojos—. No me importa. —Sacó su barbilla, hacia él, en forma terca—. Cuanto antes lo recuerde, más pronto puedo dejar este agujero del infierno.

     —Buena elección de palabras, pero créeme cuando te digo que no has visto nada del infierno.

     —Ah, sí, lo olvidaba; vives ahí, ¿no?

     Louis rió.

     —Todavía curiosa, veo.

      Este tipo no está bien de la cabeza, pensó Melanie, entrecerrando sus ojos.

Continue Reading

You'll Also Like

95.4K 11K 65
➵ CARREFOUR - au ➵ Todo es humor.
66.5K 3.9K 23
𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘦𝘴𝘪ó𝘯 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘮á𝘴 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦, 𝘗𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰...
307K 26.4K 73
Agustina Ortiz,hermana menor de Valentina Ortiz es una Omega recién ingresante a la secundaria,ser Omega no es fácil menos a esta edad (historia crea...
169K 14.5K 37
No hay nada que haga más feliz a Jay que conocer a Violetta, su artista favorita. ¿Qué pasará cuando Chiara, su hermana mayor, le ayude a cumplir su...