⎯Xen, quítate, por favor⎯ Lian empujó a su novio, quien le estaba besando el cuello. Los dos se habían hospedado en la habitación donde siempre lo hacían.
Xen cayó de espaldas en la cama y dio un gruñido.
⎯¿Ahora qué, Lian?⎯ El muchacho no se molestó en ocultar la frustración en su voz. ⎯Hemos estado con lo mismo desde hace dos semanas y ya me estoy empezando a cansar⎯dijo, sobándose con fuerza el rostro con las manos.
⎯Lo siento... simplemente no estoy de humor.
⎯Lian, dime... ¿pasa algo malo?⎯Xen se acomodó de forma en que estaba sentado delante de Lian.
Todo... Lian deseó que fuera tan fácil de decir, pero no lo era. Ni siquiera ella podía entender por qué estaba actuando así. Xen tenía razón, habían estado así por dos semanas.
Desde que Kun la dejó... todo se había vuelto un caos. Debió haberle dicho a Xen que al fin era libre, pero no podía hacerlo. Sentía como si estuviera traicionando a Kun. No podía entender nada. Sólo tenía una cosa clara... extrañaba al muchacho... lo extrañaba con todas sus fuerzas.
Trató de vivir con normalidad, pero parecía que ésta lo estaba evadiendo. Miraba los programas de comedia que veía junto a Kun en una de esas raras ocasiones en la que estaba en casa temprano en la noche, pero ya no le hacían gracia. Sólo recordaba cuando los dos jugaban a quedarse en silencio para ver quien reía primero. Y como ella era un mal perdedor, siempre hacía trampa atacando a Kun, haciéndole cosquillas en el cuello hasta que el chico tuviera los ojos llorosos por la risa.
Cuando se despertaba, iba directo a la cocina porque estaba acostumbrado a ver su desayuno listo en la mesa. Kun usualmente se lo preparaba. Ella no solía prestarle mucha atención, pensando que el otro preparaba el desayuno para dos porque era más práctico. Después de pensarlo bien se dio cuenta que Kun rara vez tomaba desayuno.
Durante los fines de semana veía a Kun con sólo una taza de café mientras leía el diario... lamentaba no saber de qué forma le gustaba tomárselo.
Era una pareja desconsiderada.
Era gracioso como este tipo de cosas la perseguían ahora que era libre...
⎯Xen... démonos un tiempo.⎯ dijo en voz baja. Se levantó de la cama y empezó a abotonarse la blusa. Nunca en sus casi seis años de relación había pensado que este momento llegaría, el momento en donde le pediría un tiempo a Xen. Estaban locamente enamorados... ahora, ya no estaba muy segura de sus sentimientos. Romper la relación parecía lo más correcto...
⎯¿Qu-Qué?⎯Xen estaba confundido. ⎯¿Hice algo malo Lian?
⎯No.
⎯Entonces... ¿por qué?⎯
⎯Necesito un respiro... hemos estado haciendo lo mismo por 6 años, Xen.
⎯No te creo... él tiene algo que ver con esto, ¿no es cierto? ¿Te dijo que dejaras de verme?
⎯Él no tiene nada que ver... es mi decisión⎯ En cierta parte era una mentira, Kun sí tenía algo que ver... inconscientemente. Al recordar la última conversación que tuvo con él, su corazón dolió. Recordaba cuán vulnerable se veía el muchacho cuando admitió que la amaba... y cuán cruel había sido su reacción.
Cuando terminó de arreglarse, cogió sus cosas y miró a Xen.
⎯Ya me voy.
Xen dio un suspiro antes de ponerse de pie, sabía que debía dejar ser a Lian, sabía qué tan firme se ponía la chica cuando tomaba una decisión, insistir sólo empeoraría su relación.
⎯Cenemos primero, después te llevaré a casa.
Lian sólo asintió. Salieron del hotel y esperaron a que el encargado del estacionamiento trajera el auto de Xen.
Kun, quien por casualidad estaba en el mismo hotel por una reunión, vio a Lian subirse al auto de Xen. Había sido testigo de la misma escena miles de veces, pero aún así el dolor que le producía la escena no parecía disminuir... nunca se acostumbró a verla, sino que cada vez que lo hacía el dolor era mayor.
⎯Kun, ¿nos acompañas a cenar?⎯ le ofreció Li Yuan, el presidente de la compañía con la que acababa de negociar.
⎯Me encantaría, Yuan, pero mi esposa⎯ Sonrió falsamente. Ésa era la manera más fácil de excusarse, sabía que el muchacho entendería.
⎯Ah... las esposas. Sí... siempre hacen que volvamos temprano a casa...⎯rió el muchacho. ⎯Tu esposa tiene suerte de tenerte, Kun⎯ agregó mientras le palmeaba el hombro. ⎯Me debes una cena eh, la próxima vez tráela, a Mei le gustará conocerla⎯Kun asintió e hizo una mueca de despedida antes de dirigirse al vestíbulo.
Estaba conduciendo su auto sin ningún problema, cuando de repente un auto del carril contrario se desvió al suyo y lo siguiente que supo, todo a su alrededor se oscureció.
Aparte de los suspiros, no se escuchaba ningún otro sonido dentro del auto de Xen. Acababan de cenar y estaba por dejar a Lian en su casa. El silencio que se filtraba en el ambiente se rompió cuando el celular de la chica empezó a sonar, Lian frunció el ceño al ver el número de su madre en la pantalla.
⎯¿Dónde estás?⎯ preguntó su madre de forma nerviosa.
⎯Fuera⎯respondió. Su madre sabía de sus actividades y no estaba muy contenta al respecto. Lian la mantuvo en silencio al decirle que Kun no tenía ningún problema con la situación y porque sabía qué haría su padre si se enterara.
⎯Ven inmediatamente al hospital Lian... Kun tuvo un accidente⎯ La línea se cortó antes de que Lian pudiera preguntar algo. Le tomó un momento para que terminara de procesar lo que acababa de pasar y cuando lo hizo se sintió muy débil.
⎯Xen, detén el auto⎯dijo con voz temblorosa, Xen frunció el ceño.
⎯¿Qué pasó?
⎯Necesito ir al hospital ahora mismo... oh por Dios, por favor, detén el auto.
⎯Lian, cálmate. Yo te llevaré... pero primero dime qué pasó.
⎯Mi esposo... tuvo un accidente. ¡¡Tengo que ir de inmediato!!⎯ en su estado de pánico Lian no pudo ver las expresiones de dolor y confusión en el rostro de Xen.
Ésa era la primera vez que Lian se refería a Kun como "su esposo".
⎯Yo te llevaré...
⎯¡No! Sabes que no pueden verte ahí.
⎯No lo harán Lian... Sólo quiero asegurarme de que llegues allá sana y salva⎯Xen apretó con fuerza el manubrio mientras cambiaba de dirección para dirigirse al hospital.
⎯Está bien⎯ Lian se quedó en silencio. Cuando llegaron a los alrededores del hospital, Lian bajó con rapidez del auto olvidando por completo agradecerle a Xen por haberle llevado hasta ahí.
Xen se quedó mirando con tristeza la figura que se alejaba de Lian. "¿Te estoy perdiendo?" pensó, después dio la vuelta y se fue, su corazón lleno de dudas.
Lian llegó jadeando a la sala de emergencia, la madre de Kun le abrazó en cuanto la vio.
⎯Lian... mi hijo...⎯ lloró la mujer.
⎯Yun... estará bien...⎯ le dijo sobándole la espalda en un intento de hacerla sentir mejor. No estaba seguro a quién estaba tratando de convencer, a la madre de Kun o a sí misma. Se sentía perdida al saber que no podía hacer nada para mejorar la condición de Kun en ese momento.
⎯¿Qué pasó?⎯ preguntó a nadie en particular.
⎯El conductor estaba borracho... el conductor del otro auto tuvo la culpa⎯ respondió su padre.
Un gran odio hacia el desconocido conductor invadió a Lian. Al parecer las heridas que había sufrido el otro hombre habían sido menores y ya estaba bajo la custodia de la policía. La mandíbula de Lian se tensó y juró que si algo malo le pasaba a Kun el hombre se pudriría en la cárcel.
Los 30 minutos de espera se sintieron como horas, todos estaban en silencio, preocupados, esperando a que el doctor saliera.
La madre de Kun se acercó rápidamente al doctor apenas éste salió de la sala de emergencia.
⎯Doctor, ¿cómo está mi hijo?
⎯Está bien, señora. Tiene las piernas fracturadas pero podrá volver a caminar en un mes o dos con la ayuda de terapia.
Suspiros de alivio se oyeron por todo el pasillo. Kun estaba a salvo, eso era lo único que importaba en ese momento.
⎯Todavía tenemos que sacarle unas ecografías y hacerle algunas pruebas para estar seguros, pero por ahora, eso es todo. No se preocupen mucho, para mañana ya habrá despertado.
⎯Gracias, doctor⎯agradeció la madre de Kun.
⎯De nada... ahora, si me disculpan.
Unos minutos después, Kun fue trasladado de la sala de emergencia a un cuarto privado.
Los ojos de Lian se llenaron de lágrimas al ver la condición de Kun. Se podía ver a simple vista que había perdido peso, lo cual no había sido causado por el accidente. Su rostro estaba lleno de rasguños superficiales, pero aún así no opacaban su belleza. Sus dos piernas estaban enyesadas. La enfermera le entregó las pertenencias que habían reunido de Kun, la vergüenza invadió a Lian cuando vio el anillo de bodas. Ella casi nunca usaba el suyo... sólo lo hacía cuando estaban con sus padres.
Se sentía responsable por lo sucedido... el odio que sentía hacia el dueño del auto que chocó contra Kun era mínimo a comparación del odio que sentía hacia sí misma. Sentía que ella era la culpable.
La madre de Kun no quería irse, pero Lian insistió en que la mujer se veía muy estresada y necesitaba descansar. Además, quería pasar tiempo a solas con Kun... al menos para aminorar la culpa un poquito.
Después de mucha persuasión, pudieron convencer a la mujer de ir a casa y descansar.
Cuando al fin estuvieron a solas, Lian se sentó al borde la cama, entrelazó la mano libre de Kun con la suya como si fuera una acción completamente natural...
⎯Lo siento⎯ con su mano libre apartó los cabellos que tapaban los ojos de Kun. Tocó la semi-arrugada frente del chico que ante su toque se relajó automáticamente.⎯¿Me abandonaste de un día para otro y tienes las agallas de aparecer después de tener un accidente?⎯ le llamó la atención como si el otro pudiera oír todo lo que estaba diciendo. Quería sacudir a Kun para que se levantara de su estado inconsciente... para que pudieran hablar... para que pudiera estar más tranquila.⎯¿Tienes idea de lo mucho que te he extrañado Kun?⎯ Dio un fuerte respiro cuando sintió que la mano que sostenía se movía un poquito⎯Despiértate pronto, ¿sí? Hablaremos⎯le dijo dando un suave beso en la mejilla de Kun. Se acomodó en la silla que estaba al costado de la cama, mantuvo sus manos entrelazadas para asegurarse que cuando despertara Kun estuviera ahí. Recostó su cabeza en la cama y cerró los ojos para dormir.
Kun recuperó la consciencia cuando sintió que los rayos del sol caían en su rostro. Su cuerpo le dolía, una indicación de que estaba vivo, sonrió tristemente aún con los ojos cerrados. Hubiera sido mejor si simplemente se moría... abrió los ojos lentamente, tratando de ajustar su visión ante la repentina luz. Sintió algo pesado a su costado, sentía su mano adormecida así que volteó a mirar a su lado y se topó con una melena... era Lian.
Un sentimiento cálido se esparció por todo el cuerpo de Kun, ver a Lian ahí le daba cierto consuelo. Saber que en cierta forma la chica se preocupaba por él le hacía sentir un poco mejor, pero sabía que no debía acostumbrarse a ese sentimiento. Por más que quisiera mantener a Lian a su lado, no quería que ella se sintiera obligada. Dos años ya habían sido suficientes. Ya había tomado la decisión de dejarla ir, y se aseguraría que el otro disfrutara de su libertad sin ningún remordimiento o culpa. Antes de cerrar los ojos, miró con cuidado a la figura que dormía en su cama, viéndola por última vez, porque la próxima vez que los abriera no volvería a saber quién era Lian.
Lian despertó por el olor a café en el ambiente. Sonrió cuando sintió que la mano de Kun todavía estaba entre la suya, dio un vistazo alrededor y vio que la madre del muchacho ya estaba ahí.
⎯Yun⎯ la mujer le sonrió antes de pasarle una taza de café.
⎯Creo que ya deberías ir a casa Lian. Debes descansar⎯ Lian negó fuertemente con la cabeza. No estaba de acuerdo con la idea, quería estar ahí para cuando Kun abriera los ojos.
⎯No Yun. Me voy a quedar... quiero cuidar de Kun⎯ dijo la chica honestamente. La madre de Kun le sonrió con tristeza.
⎯Lo siento Lian... pero, no te sientas responsable. Yo puedo cuidar de Kun⎯ Lian frunció el ceño mirando a la anciana.
⎯No es eso Yun. Kun es mi esposo... lo correcto es que esté acá.
⎯Ya lo sé todo, Lian... y lamento mucho haberte metido en esta situación.⎯Dijo con gentileza la mujer ⎯Pensamos que sabíamos que era lo mejor para ustedes... pero nos equivocamos. No debimos haberlos forzado a casarse.
Lian permaneció en silencio.
⎯No estuve de acuerdo cuando me dijo que había pedido los papeles del divorcio⎯continuó mirando intensamente a la chica. ⎯Para ser honestos, estaba cerca de odiarte... pero él hizo que me diera cuenta que la que estaba mal era yo. Sé cuánto te ama mi hijo, tú fuiste su única fuente de felicidad desde mi divorcio con su padre. Con sólo mencionar tu nombre mi hijo sonreía, supongo que por ser madre, me volví egoísta. Quería darle felicidad, pero en el proceso olvidé considerar la tuya. No creo que esté feliz si te ve acá Lian, no porque no quiera verte sino porque preferiría saber que estás divirtiéndote.
Cada palabra que dijo la madre de Kun hizo que Lian se diera cuenta de lo ciega que había estado al no notar el amor que Kun sentía por ella, pero a la vez pudo ser capaz de ponerle nombre a las emociones que estaba teniendo... estaba enamorada de Kun. No sabía cómo ni cuándo había pasado, pero Kun le había capturado completamente. Sin siquiera saberlo. Miró al chico con dulzura cuando se dio cuenta que éste estaba empezando a despertar.
⎯¿Kun?
La madre del muchacho corrió a su lado... una sonrisa se dibujó en su rostro cuando los ojos miel de Kun finalmente se abrieron.
⎯Mamá⎯ dijo él con la voz ronca.
⎯Estás a salvo, cariño.
La mirada de Kun giró rápidamente a ver sus manos entrelazadas.
⎯Kun... ¿cómo te sientes?⎯Lian fijó la mirada en los ojos del chico, encontrándose con una sin expresión.
⎯¿Quién eres?⎯dijo el menor y la sonrisa de Lian se desvaneció.
⎯Oye, deja de jugar...⎯dijo tratando de bromear, pero cuando Kun separó su mano se dio cuenta que lo que estaba pasando era real. Volteó a mirar a la madre de Kun quien también estaba consternada por la forma en cómo su hijo estaba actuando.
⎯Kun... es Lian, tu esposa. ¿No te acuerdas?⎯preguntó su madre con gentileza.
Kun negó con la cabeza.
⎯No la recuerdo, mamá.
Lian estaba apunto de llorar al escuchar esas palabras. Justo cuando se había dado cuenta de sus sentimientos por Kun, ahora era el otro el que no podía recordar los suyos. Su corazón se hizo pedazos.
⎯Iré- vo-voy a llamar al doctor⎯se disculpó.
El doctor revisó a Kun y les comunicó que tenía pérdida de memoria temporal o amnesia. No estaba seguro cuándo regresaría la memoria del chico pero de que regresaría, regresaría. Lian rezaba para que sucediera pronto porque esa mirada sin expresión que le daba Kun era como una puñalada a su corazón.
El silencio inundó la habitación cuando la madre de Kun decidió dejarlos solos por un momento. A Kun no le gustaba el sentimiento de ignorar a Lian pero sabía que tenía que hacerlo, de lo contrario, el monstruo dentro de él saldría a la luz. Le rogaría a Lian que se quedara con él, que dejara a Xen... y ya no podía seguir privando a Lian de su felicidad.
La chica se atrevió a romper el silencio, si quería que Kun recordara, tenía que hacer algo. Se acercó a la cama de éste y se sentó en el borde.
⎯No te acuerdas de mí, ¿verdad?⎯ le preguntó tratando de evitar que su voz se quebrara.
⎯Lo siento... pero no.
⎯No te preocupes... Te ayudaré a recordar⎯ le dijo sonriendo. ⎯Soy Lian, tenemos la misma edad, pero soy menor que tú por meses. Llevamos dos años de casados... y lamento decirte que he sido la peor esposa del mundo⎯Molesta, Lian se secó la lágrima que rodaba por su mejilla.
⎯Debí haber sido un pésimo esposo también.
⎯No... eras el mejor.
Kun estaba confundido, ¿por qué Lian estaba diciendo todas esas cosas?
⎯¿Nos amábamos?
⎯S-sí... Sí...
⎯Entonces, no debí haberte olvidado... el amor nunca se puede olvidar, ¿No? No siento nada hacia ti en este momento... así que, probablemente, lo que sentíamos no era tan profundo⎯mintió Kun, ni siquiera sabía cómo era capaz de decir todas esas mentiras sin flaquear.
Lian se mordió el labio. La urgencia de decirle a Kun de que lo amaba con todo su corazón era incontrolable, pero decidió mejor posponer la confesión hasta que Kun recobrara la memoria... de esa forma podrían sincerarse entre sí.
⎯Sólo dices eso porque perdiste la memoria... cuando la recobres te darás cuenta de lo enamorado que estás de mí.
⎯No lo sé.
⎯Creo que deberías descansar más Kun... Iré a la casa y traeré algunas cosas... Regresaré pronto, ¿está bien?
⎯Está bien.
⎯Kun... por favor, acuérdate de mí⎯dijo antes de dejarlo solo.