Comencé a masajear su entrepiernas por encima de su short, Zack estaba disfrutando del momento, yo cada vez me sentía más excitado por lo que hacía. Me acomodé mejor en la cama y le bajé un poco el short dejando ver sus boxers con una gran erección.
-¿Te gusta lo que vez?- Me preguntó Zack.
Asentí con la mirada y le bajé los boxers dejando ver su verga la cuál estaba muy dura.
-Se ve muy bien- Respondí.
Con mi mano derecha la tomé suavemente y le empecé a hacer el movimiento de arriba a abajo y viceversa, se sentía muy bien masturbar a Zack.
-No lo haces nada mal- Dijo Zack jadeando.
Poco a poco fuí subiendo la velocidad y la intensidad. Me encantaba ver cómo Zack estaba completamente rojo cómo un tomate aguantando las ganas de venirse.
-¿Es mucho para ti?- Pregunté burlándome de él.
-Callate, tenía tiempo sin hacer éste tipo de cosas.
Líquido preseminal salía de la punta de su pene y eso me ayudaba a la lubricación.
-Joder, tenía tiempo sin sentir éste tipo de placer- Gimió Zack mordiéndose los labios para de pronto venirse en mis manos.
-¿Tan rápido?- Pregunté burlándome de él nuevamente.
-Estupido, espera a que me recupere que te romperé el culo hasta que no puedas caminar- Respondió.
Yo lo seguía masturbando y su pene seguía igual de duro.
-¿Por qué no lo limpias?- Dijo Zack refiriéndose al semen que estaba en su pene.
-¿Cómo?- Pregunté.
- ¿Alguna vez has hecho sexo oral?- Me preguntó.
- No, recuerda que hasta hace poco era vírgen- Respondí.
- Éste es tu momento de aprender- Comentó.
La verdad cada vez que miraba su pene me provocaba meterlo en mi boca, pero no lo hacía porque me daba asco...
- Tranquilo no sabe tan mal- Dijo Zack.
Me fuí acercándo lentamente a su pene y lo introduje en mi boca, el sabor del semen era horrible quería retroceder pero no lo hice, quería complacer a Zack...
Subía y bajaba mi cabeza para hacer el mismo procedimiento de la masturbación, pero a la vez trataba de pasar mi lengua y hacer que a Zack le gustara.
- Demonios, lo haces muy bien- Decía Zack.
Poco a poco me fui acostumbrando al sabor y yo también lo estaba disfrutando, escuchaba cómo Zack gemía y eso me excitaba cada vez más, así que baje mi mano hasta mi pene y comencé a masturbarme.
- Maldición cómo me gustaría que tuviéramos sexo en éste mismo instante- Dijo Zack con dificultad.
Me gustaba mucho cuándo yo aveces succionaba un poco el pene de Zack y el gemía en voz alta, me daba risa y a la vez me gustaba escucharlo.
- Oh Adrián, creo que me voy a venir- Advirtió Zack.
Saqué su pene de mi boca y con mi mano izquierda lo comencé a masturbar, mientras con la derecha yo me masturbaba, ambos estábamos gimiendo y sintiendo placer, Zack con su mano temblorosa tomó mis labios con delicadeza y los llevó hasta los suyos, nos volvimos a besar y entre ese beso nos venimos, sentí nuevamente cómo salía semen caliente de su pene.
-Oh Dios, cuándo añoraba que me hicieras ésto- Dijo Zack con un sonrisa.
-La pasé muy bien- Respondí.
De pronto escuchamos cómo alguien se acercaba a la habitación, yo me subí inmediatamente mis pantalones y boxers y ayudé a Zack a subirse los suyos, de pronto entra en la habitación el tío de Zack.
-Disculpen, el almuerzo está servido- Dijo invitandome a almorzar.
-Ya vamos para allá papá, estábamos ocupados intercambiando fluidos- Dijo Zack avergonzandome por completo.
-Ok está bien, haré cómo que nunca me dijiste eso- Respondió saliendo de la habitación.
-¡Por qué coño dijiste eso!- Exclamé muy avergonzado.
- Jajaja si supieras que le he dicho cosas peores- Respondió riéndose.
Me cepillé los dientes y me lave la cara, no quería ser inrespetuoso en la mesa, además me sentía sucio por todo lo que había hecho.
Llevé a Zack en su silla de ruedas hasta el comedor y junto al tío de Zack nos sentamos a comer.
-Buen provecho- Dije antes de comer.
Ambos me respondieron y comenzamos a degustar, Zack contaba cosas sin sentido cómo siempre, sólo para hacerme sonrojar o molestar, extrañaba mucho eso...
-¿Tus padres saben?- Preguntó de repente el Señor Jhonsson.
-¿Saber qué?- Pregunté.
- Que eres gay o bisexual- Dijo.
La verdad nunca le he dicho nada, y mucho menos a mí padre, no quiero imaginar cómo se pondría de furioso.
-No- Respondí- Ellos no lo saben, mi madre se pondría triste y mi padre es muy homofóbico entonces no puedo imaginar las cosas me diría o me haría.
Zack me miraba profundamente y a la vez con su cara de pendejo.
-Deberías decircelo, tarde o temprano se enteraran y es mejor que lo sepan de ti mismo que de otra persona- Respondió el tío de Zack.
- Yo siempre he sido muy abierto con mi padre- comentó Zack- Por eso siempre le digo todo lo que hago.
-Si, aveces me das información que no necesitaba saber- Respondió su tío riendo.
- Ojalá yo pudiera tener una relación así con mis padres...- Pronuncié.
-Si ellos te quieren, te entenderán- Dijo el tío de Zack apoyándome.
- Algún día se los diré, pero por ahora no lo haré- Respondí- Primero quiero tomar fuerzas y después cuándo me sienta seguro de mi mismo se los diré.
-Sin importar el resultado, igual estaré ahí para apoyarte- Dijo Zack sonriendo.