No sabía que decir, ni siquiera sabía que pensar, era muy duro para mí verlo en esa posición, durante éstos seis meses estuve pensando en ésto como una posibilidad, pero siempre la descartaba, era porque nunca quise verlo en ese estado, no podía imaginarme por todo lo que tuvo que pasar después de enterarse que no podía volver a caminar...
Una lágrima corría por mi mejilla y todavía no se me ocurría nada que decir, sólo quería llorar cómo un estúpido, puse mi brazo sobre mi rostro y traté de limpiarme las lágrimas pero de pronto sentí un abrazo, un abrazo muy cálido.
Abrí mis ojos y vi que era Zack, estaba de pie, y me estaba abrazando fuertemente, él también estaba llorando y lo sentía muy diferente a cómo era antes...
- Te extrañé mucho- Dijo Zack dejando escapar unas cuantas lágrimas más.
- Yo... Pensé qué...- Trataba de hablar pero no me salían las palabras.
-Vamos a mi habitación- Dijo Zack colocando su mano sobre mi cabello.
-Está bien- Asentí.
El tío de Zack estaba muy feliz, se notaba la gran sonrisa que tenía en su rostro.
-Espera- Dijo Zack sentándose en su silla de ruedas- Todavía la necesito, mis piernas no se recuperan del todo.
Sonreí y lo tomé de su silla de ruedas, lo llevé hasta su nueva habitación y juntos entramos en ella, era una habitación en la planta baja y era mucho más grande que la anterior, tenía todas las comodidades.
- Ésta habitación está mejor que la otra- Comenté.
-Si, mi padre la mandó a construir después del accidente, me gustaba al principio pero ahora la odio, lloré demasiado en ésta habitación.
- Yo traté de llamarte pero no me respondías- Dije.
-Lo sé, pero pasé por un momento horrible y no sabía cómo llevar todo ésto- Respondió levantándose de la silla- Aveces estaba apunto de responder a tus llamadas pero no lo hacía, lo siento mucho...
- Tranquilo, sólo era para saber cómo estabas y ahora que te veo me siento mucho mejor.
-Yo igual me siento mejor contigo, ésta mañana tuve un sueño muy extraño- Dijo Zack acostándose en la cama.
- ¿Que soñaste?- Pregunté sentándome a su lado.
-Que te perdía- Respondió.
Eso había despertado dentro de mi todo aquel amor que había estado dormido durante éstos meses.
- Yo siempre estaré a tu lado cuándo me necesites- Respondí.
- Adrián...- Dijo Zack.
- ¿Que sucede? - Pregunté.
- Dame un beso - Respondió.
Mi corazón cada vez latía con más fuerza, pero no me podía resistir, era lo que siempre le había querido dar a Zack durante todo éste tiempo.
Me acerqué lentamente a su rostro y lo besé suavemente en sus labios, se sentía igual que el último beso que nos dimos, pero ésta vez la única diferencia es que sentía un alivio interno dentro de mi.
- Estuve mucho tiempo deseando ésto- Respondió Zack acercándose nuevamente a mí y dándome otro beso- Si fuera por mi, te besaría todo el día.
- Me gustan mucho tus labios- Dije entregandome nuevamente a otro de sus besos.
Su lengua estaba dentro de mi boca y me excitaba completamente volver a sentir todo aquello que sentía hace unos meses atrás, era como volver al pasado pero mejorado. Todo aquél deseo de todos éstos meses se había acumulado y eso despertaba en nosotros algo muy poderoso.
-¿Te masturbaste pensando en mí?- Preguntó Zack repentinamente.
De forma inmediata me puse nervioso.
- Te sonrojaste, eso lo tomaré cómo un sí- Se respondió a si mismo.
De pronto tomó mi mano con la suya, su mano estaba temblando pero aún así con dificultad llevó mi mano hacia su short, especificamente a su entrepiernas.
-¿Lo sientes?- Me preguntó.
-Si lo siento- Respondí, tenía el miembro muy grande y duro, inmediatamente la temperatura comenzó a subir en mí.
-Mis manos todavía no se recuperan por completo, así que éstos seis meses no me pude masturbar, ya sabrás las enormes ganas que tengo- Dijo Zack sonriendo.
-¿Quieres que te ayude?- Pregunté ofreciéndome.
- Así es, muéstrame que pueden hacer esas manos, quiero que me saques todo y me dejes sin aliento- Respondió.