Como siempre me levantaba para ir a mi colegio. Uniforme y corbata. Vaya privilegio. Mi madre los cordones me ata. Va a ser un gran día.
Entro en el colegio donde me esperan mis amigos para en los más grandes convertirnos. Entre carcajada y carcajada, clases y profesores pasan.
Después, mi madre me recogía y comprábamos donuts en la pastelería para merendar. Series de Disney Channel mientras meriendas. ¿Qué más pedir?
Al Corte Inglés nos dirigíamos, ropa compraríamos. Sin deberes sin hacer, sin preocupaciones sin tener.
A la vuelta, mis amigos en el parque me esperaban. Miles diversiones me esperaban. Historias infinitas, magia divina.
Mi día se cierra.
Si yo ahora llego a saber que ese sería el último día que podría vivir aquello, lo viviría el doble o el triple.
Mudanza se aproximaba, monstruo se acercaba. Mudanza que me arrebataría mi paraíso.
Áquel que nunca quise dejar.