Entré a la casa de Matt, nada nuevo la verdad, lo único que me sorprendía era el misterio que traía consigo Matt, quería hablar conmigo acerca de algo pero lo sentía muy extraño, sentía que tenía que decirme algo pero a la vez no quería decírmelo.
—Adelante, toma asiento— Dijo Matt invitandome a sentar.
Me senté en el sofá y un silencio incómodo apareció.
—¿Y tus padres?— Pregunté lo primero que se me vino a la mente para cortar aquél silencio.
— A ésta hora están trabajando, llegan en la noche prácticamente sólo a dormir— Respondió Matt.
Matt estaba de pie en medio de la sala y me sentía incómodo ¿Qué quería hablar conmigo?
—Debe ser difícil, tener poca comunicación con tus padres— Comenté.
— La verdad sí, es incómodo porque no puedo hablar de ciertos temas con ellos...— Dijo Matt.
—A mí me pasa eso, pero más con mi papá, desde que entré a la adolescencia él me ha juzgado por todo lo que hago y lo que no hago, aveces quiero comentarle cosas que hice durante el día o simplemente darle una opinión con respecto a algo, pero pienso en su respuesta e inmediatamente se me quitan las ganas de decircelo — Respondí un poco triste.
—Si, siempre me ocurre—Comentó Matt.
Matt se movió de dónde estaba y caminó hasta la cocina, quedé sólo en la sala y la verdad estaba incómodo, pero sentía que lo que me tenía que decir Matt era importante, si no lo fuera ya me lo hubiera dicho, pero lo notaba muy nervioso.
—¿Jugo?— Preguntó Matt entrando de vuelta a la sala con un vaso de jugo de naranja.
—Gracias— Agradecí recibiendo el vaso.
Matt se sentó a mi lado y se recostó en el sofá mientras yo tomaba de aquel vaso.
—¿Oye que crees del amor?— Preguntó sorpresivamente Matt.
—¿El amor?
— Si, el amor.
—Pues yo creo que el amor es una de las cosas más lindas que puede sentir un ser humano, pero a la vez puede jugar en tu contra— Respondí.
—¿Por qué lo dices?—Preguntó Matt.
— No lo sé, aveces puede ser complicado.
Un silencio incómodo volvió a surgir entre nosotros.
—¿Alguna vez te haz enamorado?— Preguntó el castaño.
—No, creo que no— Respondí.
Hace seis meses estaba decidido en declararle mi amor a Zack, pero con el tiempo ese amor se fué debilitando, pero estoy seguro que si lo vuelvo a ver todo ese amor regresará como por arte de magia...
—Yo no estoy enamorado, pero estoy confundido...— Dijo Matt.
—¿Que te confunde?— Pregunté con curiosidad.
De repente colocó su mano sobre mi pierna, haciendo que inmediatamente subiera la tensión entre nosotros.
— Estoy sintiendo algo que nunca había sentido— Respondió Matt.
—¿Eso es bueno o es malo?— Pregunté.
—No lo sé, tu dímelo— Dijo Matt de pronto dirigiendo sus labios hacia los míos, traté de retroceder pero no pude, ya los labios de Matt habían atrapado mis labios, su beso era lento y húmedo, se sentía muy bien.
Matt se alejó lentamente y me quedó viendo a los ojos.
—¿Que opinas?— Preguntó en voz baja.
—No lo sé— Respondí incómodo, nunca creí que hiciera eso.
—Adrián, últimamente he estado sintiendo atracción por lo hombres y eso me gusta— Dijo Matt.
Joder, que incómodo ¿Cómo lo apoyo sin decirle que yo también descubrí que me gustan los hombres?
—Pero eso no tiene nada de malo— Respondí.
Matt sonrió y se pasó su mano sobre su cabello.
—¿Que gustó el beso?— Preguntó con vergüenza.
¿¡Cómo digo que no si en realidad si me gustó!?
—Tomaré ese silencio cómo un sí— Respondió Matt acercándose nuevamente a mí.
Su mano volvió a posarse sobre mi pierna y su rostro se acercó hasta mi, el juntó nuevamente sus labios con los míos, el beso se sentía muy placentero, la naturalidad cómo lo hacía y esos labios tan suaves me excitaban, la verdad Matt besaba muy bien, de pronto su lengua entró en mi boca y se movía lentamente dentro de mí.
En la casa no se escuchaba nada, solamente se escuchaba el sonido de hacían nuestros labios y nuestras lenguas al juntarse, estuvimos un rato besándonos y sentía cómo crecía algo dentro de mi pantalón.
La mano de Matt que estaba sobre mi pierna subió lentamente hasta llegar a mi abdomen, su mano pasó por debajo de mi camiseta y seguía subiendo...
Pero inmediatamente yo detuve el beso, me alejé de él y me levanté del sofá.
—Lo siento Matt pero no podemos hacer ésto— Me disculpé.
— ¿Por qué no?— Preguntó sorprendido.
—Yo no soy de ese tipo de personas— Respondí.
Me negué rotundamente a tener sexo con Matt porque no ha pasado ni un año desde que estuve con Zack, y esos sentimientos que tengo por Zack todavía están ahí en el fondo de mi corazón, ahora es algo pequeño pero sigue estando ahí, si hago ésto con Matt sentiría que me estaría engañando a mi mismo y no podría con tal peso en mi mente.
—¿Acaso tienes novia?— Preguntó Matt con preocupación.
—Si, tengo pareja— Mentí.
—¿Y por qué no me lo dijiste antes?— Preguntó.
— No lo creí necesario.
— En verdad lo siento, siempre creí que eras gay y por eso quise intentarlo contigo— Dijo Matt disculpándose.
— Tranquilo— Pronuncié— Me tengo que ir, tengo que hacer unas cosas en mi casa— Dije dirigiendome hasta la puerta.
—Está bien— Asintió— Sólo espero que ésto no dañe nuestra amistad.
—Para nada— Sonreí antes de salir.
Sabía que Matt le gustaban los chicos por lo que ví aquella noche, pero nunca creí que intentara hacer algo conmigo, Matt es muy lindo, su cabello es hermoso y sus ojos son increíbles, ni hablar de su sonrisa... Pero no puedo hacerlo con él, espero haber tomado una buena decisión.