Me cansé de contar los días y para perder el tiempo empecé a contar las horas, pasaron cuarenta y ocho horas, las cuales fueron bastantes aburridas. Ayer a la hora de almuerzo, Rick, Michonne, Tara, Rosita y no se quien más salieron para hacer la entrega de las armas con la gente del basurero. Rick nunca se enteró que Benjamín estuvo un día antes aquí o que Carl y yo estábamos peleados, por esa razón cuando se fue, tomé un par de mis cosas de mi cuarto de la casa de Rick y las llevé a la "Casa Greene"
Pasé el resto de mi tarde de ayer y mañana de hoy limpiando todo el polvo y suciedad que se habían acumulado por la falta de gente en ella. Maggie estaba bien pero no iba a volver por órdenes de su doctor y Glenn ya no estaba para hacerse cargo, yo con mi nueva mudanza me olvide de la existencia de venir aquí y hasta que Carl hablara conmigo no me iba a mover de este lugar
Estaba cambiando las sábanas de mi cama cuando escuché pequeños golpes en la puerta, dejé mi lanza en mi cuarto pero mantuve mis cuchillos en sus lugares por las dudas. Bajé las gradas del segundo piso y fui a abrir la puerta, justo la última persona que quería ver
- ¿Si? - pregunté idealizando que era otro vecino y no él
- Vi que retiraste un par de cosas de casa y vine a ver si estabas bien
- Lo estoy Carl - confirmé - solo que pensé que hasta que mi mejor amigo tuviera un poco de confianza en mí lo mejor era desempolvar la "Casa Greene", si me disculpas tengo que terminar de hacerlo
Intenté cerrar la puerta para cortar la conversación pero su pie evito que lo hiciera, suspiré viendo que ahí estaba su terquedad y abrí la puerta
- ¿Sabes que puedo quitarlo con facilidad verdad?
- Quiero hablar contigo
- ¿No lo estamos haciendo ahora?
- Por favor Elora - dijo claramente arrepentido
Rodee mis ojos y le di paso para que entrara, él entró decidido y cerré la puerta detrás de él. Me crucé de brazos y esperé a que iniciara a hablar
- Tienes cinco minutos - dije seria - tengo mucho que limpiar
- Necesitaré más que eso
- Que pena porque ahora tienes cuatro minutos y cuarenta y cinco segundos... cuarenta y cuatro... cuarenta y tres....
- Vengo a disculparme - dijo interrumpiéndome - fui un idiota celoso y no estuvo bien dudar de ti
- Pero lo hiciste
- Quiero arreglarlo - contestó - tenías razón ese día, no somos más que mejores amigos que tienen sentimientos por el otro y estuvo mal etiquetarte como mía, no eres propiedad de nadie
- Que bueno que ahora lo sepas... ahora puedes irte... - tomé el cerrojo pero me detuve
- Pero eso no cambia nada de mis sentimientos - dijo - tienes toda la razón de estar enojada conmigo porque te puse una etiqueta que jamás estará en ti, eso es una de las cosas que más me encantan de ti, que nadie puede controlarte y sabes como manejar el mundo a tus pies. Fue una de las razones por las que me enamoré de ti - me tomó de la mano y la llevó a su pecho - cada vez que te acercas, me tocas la mano o solo me miras mi corazón se acelera como lo sientes ahora - así era, un latido muy veloz - porque solo tu puedes hacerme sentir tan indefenso y sin poder contra las personas
- ¿Yo? - pregunté sin entender
- Este mundo me quito a mi mamá y a muchas personas que quise, llore sus muertes y las pelee como bien lo sabes, pero la que jamás podría superar sería la tuya - pasó su mano hacia mi mejilla - no puedo perderte de ninguna forma y sonará muy tóxico pero me dolería verte en los brazos de alguien más. No solo eres mi mejor amiga, eres una de las personas que más amo en este mundo y a la que más quiero proteger como quiero proteger a Judith
- Ella es tu hermana, hay una diferencia
- Esa misma diferencia es la que me hace actuar como idiota - dijo él acercándose a mi
Quería alejarme de él y seguir enojada porque no justificaba su actitud ni desconfianza pero mis piernas estaban a punto de debilitarse y mi espalda chocó con la puerta por su cercanía, no tenía como escapar y sentía mi pulso acelerarse como la sangre subía a mi cara
- Eres mi debilidad Elora, mi fortaleza y mi forma de vivir. A Judith siempre podré protegerla como se que tu la protegerás algún día si algo pasara...
- Carl...
- Porque eres fuerte y nadie te puede quebrar, la gente me puede quebrar con solo mirarte de otra manera. No podría perdete jamás y eso hace que te ame aún más porque sé que algún día podríamos morir y solo quiero tenerte conmigo hasta entonces, no puedo ni es correcto pero no puedo evitar pensar así
Cortó la pequeña distancia que había entre nosotros y unió sus labios con los míos sellando un beso. Quise alejarme, mi orgullo me decía que me alejara pero sus palabras y su cercanía me habían debilitado en todo sentido, no podía pelear con él porque también quería esto tanto como él lo quería
El beso pasó de dulce a necesitado, abracé el cuello de Carl y este hizo fuerza y me subió a su cintura. Enredé mis piernas alrededor de su cadera y él me sostuvo con sus manos para que no cayera. Caminó con mucho cuidado hacia las gradas hasta quedar en mi habitación donde ambos aclaramos todos nuestros sentimientos con un simple acto de amor, puro y verdadero...
(...)
- Sigo pensando que eres un idiota - dije apoyándome en mis codos y mirándolo despeinado
- ¿Todo esto no sirvió para demostrar que soy un idiota que lo siente? - preguntó llevando sus manos a su pecho desnudo
- Algo - dije con una sonrisa - pero acepto tu disculpa, aunque seas un idiota muy lindo y sexy
- ¿Sexy? - se movió en las sábanas y abrazó mi cintura acercándome a él - mira que jamás te escuché decir eso
- Ahora lo dije - apoyé mis manos sobre su pecho - me di cuenta de que no digo tantas cosas como tu
- ¿Cosas como que?
- Cosas que demuestren cuanto de amo - dije pensando en todo - fuiste el primero en decir te amo, el primero en disculparse... estoy pensando seriamente en que me estas ganando en esta pelea
- ¿Y jamás la pierdes no? - negué con la cabeza - ahora te ganaré en otra
Hizo fuerza y movió nuestros cuerpos, dejándome totalmente recostada en el colchón y ahora él estaba encima mío. Rodee los ojos por su "demostración de fuerza" Acerqué mis labios a su nariz y dejé un beso en ella
- ¿No te gustaría ser mi novia de manera oficial? - me dejó sorprendida
- Estas en broma
- No - dijo como si fuera algo muy sencillo de decir - para nada
- Sería tu primera novia como tu mi primer novio ¿que ventajas tiene eso?
- Tal vez despertar todos los días así contigo - dijo acercándose y frotando su nariz con la mía - poder tomarte de la mano en otro sentido que no sea de mejores amigos y ahora si presumir ese título
- No soy propiedad de nadie - le recordé
- Y seguirá siendo así, solo será uno de los títulos más grandes que tienes que demuestra que mi corazón ya tiene dueña
- Y el mío también - dije jugando con su cabello
- ¿Eso es...? - preguntó sin creerselo
- Un sí - respondí
Ambos sonreímos ante la afirmación y nos acercamos chocando nuestros labios. Tal vez habríamos llegado a algo más si no fuera por que Judith estaba llorando desde su cuarto, quien sabe que necesitaba esa niña pero me arruinó un momento
- Mierda... - dijo Carl separándose de mi
- Vamos - dije empujándolo y él casi se cae
Me levanté de la cama y tomé mi ropa entre mis manos. Removí un poco mi cabello y recogí una manta del suelo, la pasé por el resto de mi cuerpo tapándome
- ¿Para que la manta? Ya conozco cada parte de ti - me sonrojé
- Para ir a la ducha - contesté sin mirarlo - y tu ve a ver a tu hermana
- ¿Esto tendrá un continuará? - preguntó juguetón
- Creo que volveré al cuarto que Michonne me dejó entonces puede que si
Me metí al cuarto de baño antes de que Carl dijera algo más sobre la situación. Si iba a volver a su casa pero no a su cuarto, Michonne nos regañaría por permanecer mucho en su cuarto y a este paso tendríamos que venir a esta casa para mantenernos en este tipo de relación íntima...
(...)
- Tenemos una nueva orden - dijo Rick en el almacén
Todo el grupo volvió después del almuerzo con la caravana vacía pero con caras frustradas, algo malo había pasado y para aclarar todo nos reunieron en el almacén. Carl atendió a su hermana que solo quería un juguete que se le había caído y yo me duché, algo que nunca olvidaré de parte de Maggie...
- ¿Orden? - pregunté
- Las armas no fueron suficientes - dijo Rick - necesitaremos buscar más
- Es una broma - dijo Carl
- No, no lo es - dijo Michonne - tenemos veinte para ir a buscar más y el trato sigue en pie pero tenemos que encontrarlas ahora y rápido
- Pero ¿donde más encontraremos algo así? - preguntó Tara
- No lo sé, pero hice todo un plan para revisar muchos lugares - Rick sacó un mapa - Yo iré con Michonne hacia el sur a buscar otros lugares donde puedan haber. Carl, irás al norte con Elora esta tarde para buscar en este pequeño complejo de tiendas, tal vez haya algo interesante que encuentren...
- ¡Rick! - gritó Scott entrando por la puerta del almacén - te buscan en la puerta
Todos nos miramos perplejos pero salimos corriendo hacia la puerta, no podían ser los Salvadores porque aún faltaban un par de días antes de que llegaran, no podía ser la Cumbre porque Jesús no necesita permiso de entrada y los del basurero no venían hasta aquí ni el Reino
La puerta de entrada se mantuvo abierta, ahí estaba un camión de buen tamaño con tres guardias del Reino, eso por los uniformes, Jerry, el de rojo que era el más confiable del Rey, esperaba fuera del vehículo. No se veía feliz como la última vez
- ¿Que hace la gente del Reino aquí? - preguntó Rick
- Tengo un pedido del Rey - dijo Jerry
- ¿Qué pasó? - preguntó Michonne
- El Rey pide la presencia de Elora en el Reino de manera urgente
- No - se negó el jefe
- Es de suma importancia, yo en persona me encargaré de llevarla y traerla, máximo hasta la caída del sol
- No - se volvió a negar
- Rick - lo llamé acercándome hasta él - ¿para que me quiere el Rey? - le pregunté a Jerry
- No tengo permiso para decírtelo pero él te explicará todo
- Si no nos dices para que la quieren a ella, ella no irá
- Sí iré - le dije a Rick
- Elora... - advirtió
- Se cuidarme sola - le recordé - y si ese loco - miré a Jerry - sin ofender, me quiere presente debe ser por algo, tal vez Daryl logró convencerlo o Morgan quiere que vaya pero tengo que ir
- No irás sola - dijo Carl llegando a mi lado
- Tiene que ir sola - dijo Jerry - prometo su total protección
- Elora... - Rick me llamó - ¿estás segura de esto?
- No tengo otra opción - le contesté - y estaré bien
- No puedes ir sola - dijo Carl tomando mi mano
- Si que puedo - contesté - si no vuelvo para antes de la media noche sabes donde estoy
- Pero...
- Iré, me detengas o no - dije cortándolo
Rick y Carl parecieron pensar la idea pero sabían que podía escaparme con facilidad de la comunidad y llegar hasta el Reino sola si quería, era mejor mandarme con los hombres del Rey que arriesgarse a que hiciera una imprudencia
- Ve - dijo Rick aceptando
Jerry sonrió un poco y fue a abrirme la puerta, apreté la mano de Carl antes de soltarla. Troté hacia el auto y entré en el asiento del copiloto. Jerry se subió al asiento del conductor y partimos a toda velocidad. Era algo arriesgado pero la curiosidad me estaba ganando
Llegamos en un par de horas al Reino, se sentía un ambiente muy pesado en todo esto y no me gustaba. Me sacudí y sujeté el extremo de mi lanza en mi espalda, no iba a necesitarlo pero tenía un muy mal presentimiento en todo esto. El Rey me estaba esperando en la mismísima puerta y no se veía nada feliz, no estaba acompañado por su tigre para mi suerte
- ¿Cómo estás Elora? - preguntó con una pequeña sonrisa pero se notaba tristeza detrás de su voz
- ¿Y usted Rey? - pregunté al llegar a su lado - me pareció muy rara la escolta hasta aquí y veo que no va a ser algo que me guste
- No - dijo él mirando al suelo - es una pena que tenga que anunciártelo pero pensé que sería mejor si yo te lo decía en persona
- ¿Qué pasó? - pregunté preocupada
- Tienes conocimiento de que servimos a los Salvadores - dijo él - tuvimos un incidente en la ofrenda y Benjamin terminó gravemente herido, lastimosamente, muerto horas después
Sentí como el pecho se me encogía, Benjamin no podía estar muerto, él no. Se había esforzado tanto en convencerme de convertirme en una amiga y le abrí paso cuando nadie más entraba. Si era cierto, los Salvadores ya me habían quitado a cuatro personas en total pero no podía serlo
- Es mentira - dije enojada - Benjamin sabe cuidarse
- Desearía que lo fuera - dijo él - pero no lo es
- Es una broma planeada por él - dije jugando con mis manos - es muy terco y se cree el gracioso... quiero ver su cuerpo, ahora
- No le hables así...
- Esta bien Jerry - dijo el Rey interrumpiéndolo - sígueme por favor
El Rey me llevó por la comunidad hacia una pequeña casa en medio de un patio totalmente desierto. Entramos a la casa y vi que habían un montón de cosas, algunas cosas de jardinería y un montón de mantas blancas acumuladas una sobre otra. En medio de todo, había una sábana con dos manchas de sangre en dos partes diferentes y tapaba algo que suponía era un cuerpo
Tomé los extremos de las sábanas y la quité con cuidado, ahí estaba él. Tenía el pelo todo sudado y piel pálida, sus ojos estaban cerrados y no parecía respirar. No iba a llorar, no podía estar muerto... pasé mis dedos contra su cuello buscando pulso pero no encontré ninguno. Por el impulso de mis dedos su cabeza cayó de costado y vi la marca de un cuchillo sobre la sien, contra el cerebro
Llevé mis manos a mi boca y retrocedí un par de pasos, realmente estaba muerto... pensé que él siendo tan terco y un idiota como lo era sobreviviría mucho más tiempo como muchas personas, pero no pasó ni una semana desde que lo vi vivo haciendo una promesa de entrenar con él pronto y ser amigos
Me detuve en sus pies y me apoyé en la camilla que sujetaba su cuerpo, frote mis ojos con fuerza evitando que las lágrimas salieran, él era otra víctima de los Salvadores y si ya tenía razones para querer matarlos ahora tenía más motivos y más rabia. Levanté la mirada y vi sangre en su pantalón, mucha sangre
Me acerqué a su pierna y examiné una herida, el pantalón estaba agujereado por una bala directa contra su piel, no fue a quemarropa pero fue letal
- Murió por una bala en...
- En la arteria femoral - dije viendo fijamente la herida - pasaron más de seis minutos apuesto...
- ¿Cómo lo sabes? - preguntó
- Se muchas cosas - dije dejando la herida - ¿cómo sucedió esto?
- Íbamos a hacer una entrega de doce melones, la orden de esta semana - aclaró - estaba seguro de que eran doce pero al llegar solo habían once
- ¿Me está diciendo que lo mataron por un maldito melón?
- Si - dijo él apenado - el hombre que le disparó iba a dispararle a Richard pero esa bala nunca llegó, fue directo a la pierna de Benjamin y se desangro hasta la muerte
- Tiene que ser una broma - llevé mis manos a mi cara y di vueltas sobre mi eje - ¿y porque no llamó a Rick si aceptará el trato con Alexandría para pelear contra los Salvadores?
- No lo aceptaré - dijo él
- Mataron a un adolescente... - le hice recuerdo - ¡por un melón!
- La razón por la que se te invocó fue porque Morgan pidió tu presencia aquí
- ¿Y porque? - pregunté, sabía que ambos fuimos sus alumnos pero nada más
- No esta en mi conocimiento - contestó - solo me pidió que se te llamara por Benjamin
- ¿Y dónde está él? - pregunté furiosa
- Jerry te llevará con él - dijo el Rey
Tomé la sábana del suelo y la pasé sobre las piernas de Benjamin, cuando llegué a su torso me detuve. Había sido tan bueno conmigo a pesar de como lo trate y ahora estaba muerto... dejé la sábana y tomé su cabeza con cuidado, la puse en su lugar y dejé un beso sobre su frente, estaba muerto y no podía hacer nada. Tomé la sábana y tapé el resto de su cuerpo, respire profundamente y salí por la puerta siguiendo a Jerry
Él me llevó hasta una de las grandes edificaciones y nos metimos por las escaleras en camino a su habitación. Mi mente solo estaba inundada por la imagen de Benjamin, por cómo se esforzó, por como era un total idiota por su actitud positiva ante el mundo y sus ganas de ser algo más que solo un sobreviviente, en especial para su hermano...
Caminamos hasta uno de los pasillos del piso quinto, y luego hasta una puerta de madera, de seguro era un cuarto muy parecido al que me quedé hospedada hace un tiempo atrás. Jerry se detuvo en la puerta y la tocó por mi
Morgan abrió la puerta con lentitud, se notaba que estaba hecho trizas en muchos sentidos, tenía los ojos rojos y la mirada casi perdida, me miraba pero parecía que su mente estaba con otros pensamientos y realmente no me estaba mirando
- Elora... - dijo con lentitud
- Gracias Jerry - dije mirándolo fijamente
- Estaré aquí por si necesitas algo más
Morgan retrocedió unos pasos y me dió permiso para entrar a su habitación, crucé la puerta y él cerró esta misma a mis espaldas. Era el mismo espacio que yo tuve en una habitación, una cama, un estante, baño... todo exceptuando la pintura que hice con Benjamín para Morgan, colgada en la pared como un trofeo. Quité la vista con rapidez
- Siento mucho lo de Benjamin - dije apoyándome en la pared
- También yo - dijo él tomando asiento en su cama
- El Rey me contó lo que pasó - dije cruzandome de brazos - estuve a punto de gritar cuando me dijo que lo mataron por un maldito melón y que no cree desear unirse a la guerra con Rick, pero no me explico porque pediste que viniera
- Benjamin trajo esa pintura para mi esta mañana - dijo señalándola, unas lágrimas salieron de sus ojos - me dijo que una chica lo ayudó...
- Y te dijo que fui yo - aclaré - eso no significa que haya sido mi mejor amigo y que quisiera llorar su muerte - estaba siendo ruda pero no podía evitarlo, estaba enfadada por abrirme con alguien y que a los días lo perdiera
- No me dijo el nombre de la chica - confesó - supuse que fuiste tu porque te conozco lo suficiente, tu estilo rebelde por lo menos. No, sabía que no querías ser amiga de él no importa cuánto se esforzara
- ¿Entonces para qué me trajiste?
Morgan se puso de pie y llevó su mano a su bolsillo trasero, ahora que estaba parado justo frente a mí vi que los extremos de su camisa y pequeñas partes de su pantalón estaban manchadas de sangre, de seguro la de Benjamin. Sacó de su bolsillo una carta doblada y me la entregó, la tomé entre mis manos y la leí:
"Hola Elora, soy yo Benjamin, bueno no soy yo pero fui yo quien la escribió y... me distraje perdón, me concentraré para escribir mis palabras porque considero que son importantes
Ayer cuando te fui a ver a Alexandría y me pelee con Carl y me ayudaste con la pintura, dejamos en claro que queríamos ser amigos y eso me puso muy feliz. Pero no es la razón por la que te escribo esto, la cual espero que la leas dentro de mucho tiempo pero uno nunca sabe cuando pasaran las cosas... Escribo esta carta por que recuerdo que me dijiste que cumplías los últimos deseos de las personas que querías y como ahora soy oficialmente tu amigo, de los pocos que tienen ese honor, quería dejarte mi deseo. Repito, espero que lo leas en mucho tiempo más adelante..."
Doblé la carta y llevé mis manos a mis ojos, sabía que no debía contarle lo de los últimos deseos a Benjamin, no porque fuera un idiota y podría contárselo a cualquiera, sino porque es un completo imbécil y me dejaría su deseo sabiendo que me sentiría obligada a cumplirlo si algo le pasaba. No podía saber que moriría al día siguiente de escribirla pero el solo hecho de haber pasado un bolígrafo por el papel marcó su destino... mierda. Abrí la carta otra vez
"Eres la chica más espectacular, valiente y segura que jamás conocí, no tengo tus habilidades ni mucho menos puedo causar el miedo que tu causas en muchas personas... creo que todo eso me atrajo de ti desde un principio... me distraje perdón... El punto es... no creo poder sobrevivir mucho tiempo como tu lo has hecho, gente más fuerte que yo cayó en el pasado, y por ello mi deseo es que si algún día muero y no te lo puedo decir en persona, es que cuides a mi hermanito y que le enseñes a sobrevivir tal como tu lo haces
Morgan es un gran maestro, el mejor de todos y el que tiene el corazón más grande en todo el Reino, pero tu eres la más audaz, la más atrevida y capacitada para enseñarle una sobrevivencia junto a Morgan. Si lees esto quiero pedirte con el alma que tu y Morgan lo cuiden mucho, yo lo cuidé el tiempo que pude pero si lo estas leyendo es porque ya no puedo hacerlo, al menos no físicamente. Se que le caerás genial y lo prometo, no es tan torpe como yo, solo quiero lo mejor para él
Es una enorme carga que dejo en tus brazos, pero para mi suerte tenemos toda nuestra vida para que ambos le enseñemos muchas cosas, incluso yo aprenderé con las clases que aún me debes... En fin, esta cosa se está haciendo larga y muy emocional, solo quiero terminar diciendo que estoy feliz de poder ser tu amigo y sé que juntos podríamos llegar a mejorar este asqueroso mundo para mi hermano...
Benjamin"
Solté la carta y me senté en el suelo arrastrando mi espalda por la pared, abracé mi cuerpo y suspiré, froté mis ojos para no soltar ni una sola lágrima. Benjamin era un idiota, realmente lo era, me estaba pidiendo que cuidara de un niño que jamás conocí y que le enseñara todo lo que se. Obviamente lo cumpliré, se lo merece, y sabe lo que significó escribir esas palabras. Pero eso solo complica las cosas, para cuidar y darle clases a su hermano tendría que dejar Alexandría para venir aquí, o tendría que llevármelo a él y a Morgan a mi hogar...
- Lo leíste - confirmé viendo la pintura
- Lo hice - admitió con la mirada en el suelo - y tu le dijiste lo de los deseos
- Lo hice - confirmé
- ¿Sabes? Él me la entregó esta mañana y me dijo que te la diera a ti si algo malo le pasaba a él
- No pudo saber que un maldito melón tomaría su vida - jugué con mis manos - su hermano se llama...
- Henry - dijo él - aún es muy pequeño
- Eso no evitará que cumpla esto
Me levanté del suelo y tomé la carta, abrí la puerta con velocidad y vi a Jerry esperando ahí mismo
- Llame al Rey - ordené
- ¿No preferirías ir...?
- Solo hazlo, es importante - le dije
Jerry asintió con su cabeza y trotó hacia las escaleras a toda velocidad, cerré la puerta detrás mío y miré a Morgan, él sabía que iba a pelear por este deseo y que lo iba a cumplir no importara qué obstáculo tuviera en el camino
- Lo que sea que estés planeando...
- Lo tengo controlado - dije - no abandonaré Alexandría por Henry, tú y él tendrán que venir conmigo
- Meses de entrenamiento y sigues sin entender que no puedes influenciar así la vida de los demás
- Puedo y lo haré
- Es un niño - se puso de pie - ni siquiera te conoce
- Lo hará en el camino
- Tiene que haber otra manera
- Pensé que te gustaba Alexandría - dije discriminando mis palabras - me parece extraño que a la primera señal de volver a casa no quieras tomarla
- No es así, me gusta aquí y me quedaré, tal como Henry
La puerta se abrió a nuestras espaldas y el Rey se asomó por ella, me separé de Morgan y lo miré seria, le pasé la carta de Benjamín y esperé a que terminara de leerla
- Ahora es mucho más fácil para mi entender porque gustaba él de ti, tienes un gran corazón Elora
- El sentimiento no era mutuo, alteza - aclaré - era uno de los pocos amigos que tenía y tengo intenciones de cumplir su deseo, debe saber que nada lo evitará
- Y tu debes saber que yo puedo evitarlo - dijo él devolviéndome la carta - Henry es un niño muy pequeño, sano e inteligente, no está en tus decisiones si él se va o no
- Pues yo no dejaré Alexandría por él pero cumpliré lo que su hermano me pidió ahí mismo, si tiene otra idea la escucho con gran entusiasmo
- Es una orden del Rey, aprecio tu esfuerzo pero Henry no abandonará el Reino
- Entonces deme opciones - dije acercándome peligrosamente - nunca nada a evitado que cumpla esos deseos, nada lo evitará ahora
- Baja tu tono con el Rey - ordenó Jerry desde atrás
Él y Morgan se miraron por unos segundos pensando en otro plan para solucionar esto. Yo tenía muchos planes pero en todos salía perdiendo y no lo iba a hacer, no con este tema tan importante
- Tengo una idea - dijo el Rey - Henry no te conoce en persona, sería mejor que te lo presentara. Es su vida después de todo, si él decide irse contigo dejaré que lo haga, en caso de negarse, sabemos lo que pasara
- Perfecto - dije con una sonrisa sarcástica - ¿donde está?
- Al final del pasillo, síganme
- No los acompañaré - dijo Morgan desde su cama - lo siento Su Majestad, pero aceptaré la decisión final que se tomé
- Es entendible, Morgan - dijo el Rey
Los dos salimos de la habitación de mi maestro y este cerró su puerta detrás de nosotros, pude notar por las demás ventanas que la noche ya estaba cayendo y que pronto debería volver a casa, tenía que arreglar esto rápido
Jerry nos llevó por todo el pasillo hasta una puerta justo en la esquina, tocó la madera un par de veces y un pequeño niño la abrió. Vi que apenas podía alcanzar mi cintura con su altura, tenía el pelo rubio, piel brillante y clara, y ojos claros, sin duda era hermano de Benjamín. La ira se me pasó un poco cuando vi su manera inocente de ver al Rey, con toda la admiración
- Majestad - dijo feliz - justo iba a buscarlo para que me leyera mi cuento antes de dormir
- Lo siento por llegar tarde Henry - dijo él entrando por la puerta, Jerry retrocedió
- ¿Quien es ella? - me apuntó
- Una amiga de tu hermano - dijo él arrodillándose - Henry - lo hizo mirarle - no se como decirte esto, es muy penoso para mi
- ¿Que pasa?
- Sabes que tu hermano sale a buscar comida con todos los adultos y cuán valiente es ¿no es cierto? - él asintió con la cabeza - era extremadamente valiente para salir y pelear con los muertos, pero siento decirte que él ya no está con nosotros...
- ¿Esta...?
No fue necesario completar esa frase, en cuanto el Rey asintió con su cabeza Henry se puso a llorar y se tiró a los brazos del Rey. Claramente él sabía el peligro que representaba salir a pelear con los caminantes y no lo negaba, de seguro Benjamin lo habló con él en el pasado, era bastante ingenioso a la hora de arriesgarse...
- Tu hermano le pidió a ella que nos ayudara a cuidarte - dijo el Rey separando al niño y limpiando sus lágrimas
- Nadie me cuidaba mejor que él - confesó el niño, respiré profundamente para evitar el dolor
- Lo sé - contestó él - pero ahora nos toca a nosotros cuidarte a ti, Elora es una de las mejores y si quieres puede enseñarte cómo cuidarte
- Morgan me está enseñando - dijo él
- Lo sé, pero tal vez un poco más de ayuda hará que sepas mejor...
- No - se negó - Morgan le enseñó a mi hermano, quiero que él me enseñe
Henry se volvió a apretar al hombro de el Rey y este me miró apenado, asentí con mi cabeza, él no estaba listo para que alguien desconocida empezara a ayudarlo, recién nos estábamos conociendo. Entendía que aún no quisiera que le enseñara nada, tal vez en un pequeño tiempo sí, pero aún no
- Ey - me puse de rodillas y toqué su hombro, me miró con los ojos rojos - soy Elora, no nos presentaron antes
- Te vi ayudar a una chica con su arco antes
- No me digas - dije con una sonrisa
- ¿Eras la novia de mi hermano?
- No - negué mirando al suelo - pero era un buen amigo, uno de los mejores
- ¿Por qué te pidió que me enseñaras cosas?
- Porque te quería - dije pensando en la carta - porque sabía que tú podías ser más fuerte que él, quiero ayudarte a serlo pero solo si estas de acuerdo
- Sí - dijo él - pero ahora solo quiero a Morgan
- Lo entiendo - contesté - cuando quieras que te ayude, díselo al Rey, irá a buscarme a mi casa y vendré con mucho gusto
Me puse de pie y acaricié el cabello del niño, este volvió a abrazar el cuerpo del Rey y lloró un poco más. Iba a ayudarlo pero no ahora, la pérdida de su hermano podía ser lo más duro que podía pasarle y no iba a forzarlo si no quería
- Lo esperaré afuera - le dije a Ezekiel
Retrocedí hasta quedar fuera del cuarto y esperé a que el Rey saliera, Jerry me ofreció una media sonrisa y apretó mi hombro, sentí un pequeño consuelo en su acto. Asentí y crucé mis dedos a la espera del Rey, este no tardó mucho en salir del cuarto
- Gracias por entender - dijo este
- Si no quería no iba a insistir - dije - en eso quedamos ¿no?
- Te prometo con mi vida que Morgan y yo cuidaremos de él
- No lo dudo
- El día que se sienta preparado quedaremos en una reunión para hacer plan mejor para que puedas venir
- Se lo agradezco - miré el suelo - si no le importaría llevarme a casa...
- Por supuesto - dijo él - Jerry
- Si Su Majestad
Jerry empezó a caminar por el pasillo y lo seguí en silencio, estaba con la cabeza conflictuada por todo lo que paso hoy, pero no podía distraerme. Tenía que llegar a casa antes de nada
Salimos de la edificación y Jerry me abrió la puerta de uno de los autos que nos esperaban justo en la entrada, me subí en el asiento del copiloto y en cuanto la puerta se cerró, apoyé mi cabeza contra el vidrio y cerré los ojos
Tantas emociones durante el día me tenían tan abrumada y agotada que con solo cerrarlos cinco segundos me dormí el resto del camino
(...)
- Elora...
Desperté de golpe y levanté mi cuchillo lista para atacar, Jerry levantó sus manos ante el acto y guardé el arma. Froté mis ojos y me calmé, guardé mi arma
- Lo siento - dije respirando profundamente
- Está bien - dijo este de vuelta - solo quería decirte que ya llegamos
Miré al frente y vi el portón abierto con Gabriel en la entrada, esperando a que bajara del auto, tenía su arma con él y Scott estaba detrás de él viendo que ningún muerto se acercara a nosotros
- Gracias por traerme - dije abriendo la puerta
Salí del vehículo y cerré la puerta con lentitud, me aseguré de tener mi lanza bien asegurada a mi espalda y caminé hacia la puerta de Alexandría. Ignoré totalmente a ambos adultos y corrí por la calles hasta llegar a la "Casa Greene"
Entré por la puerta principal y la cerré de un golpe con mi espalda, corrí escaleras arriba hasta llegar a mi habitación. Tiré todas mis armas al suelo y empecé a dar vueltas por el cuarto. Todo me tenía abrumada, todo me estaba dando vueltas y tenía mis sentimientos confundidos con mis pensamientos
Me senté en la cama y me incliné sobre mi cuerpo, Benjamín estaba muerto, justo cuando decidí empezar a abrirme con él para convertirlo en un amigo terminó asesinado por un maldito melón y los Salvadores y ahora tenía que cuidar de su hermano... Mierda, mierda, mierda...
Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas y no las detuve. Nunca estaría lista para afrontar el dolor de la muerte de las personas, pero no me quedaría llorando porque tenía miedo de salir dolida y no poder recuperarme de ello. Benjamín fue el primero en mucho tiempo que decidí abrirme y estaba muerto, muerto como Glenn, Abraham, Olivia, Hershel, Beth...
- ¿Elora? - miré la puerta y vi a Carl parado ahí, sin su sombrero y sorprendido - ¿que pasó?
- No pude protegerlo, Carl - dije tapando mi cara y volviendo a llorar - no pude ayudarlo y no puedo vengarlo....