Todo estaba muy oscuro... Me dolía mucho la cabeza... ¿Que ocurrió?
Mi vista estaba muy nublada, sentía que estaba acostado en el suelo, no podía ver en qué lugar estaba exactamente, traté de levantarme pero mis piernas estaban atadas con un tipo de tela y mis brazos también...
En ese momento todos mis recuerdos volvieron, recordé que entré a la habitación a alertar a Zack de que las chicas lo estaban drogando cuándo sentí un fuerte golpe en mi cabeza...
¡Zack! ¿¡Que ocurrió con Zack!? Me pregunté en mi mente para luego entrar en pánico. Comencé a estirar mis piernas para tratar de levantarme pero no podía, en una de esas estiradas sin querer golpeé algo duro con mi pie.
—¡Auch!— Escuché un quejido.
—¿Zack?— Pregunté
— ¿Dónde estoy?— Respondió con voz cansada, sin duda era Zack.
— Que alivio— Suspiré despreocupado.
De pronto escucho una puerta abrirse y una gran luz entra en la habitación, mi vista no se recuperaba por completo así que ese rayo de luz empeoró mi visión, no veía nada, sólo luz.
—Me encanta verlos así— Dijo una voz masculina, exactamente la que escuché antes de ser golpeado por la cabeza.
—¿Quién eres?— Pregunté muy confundido.
—Tu cállate maldita rata— Respondió muy molesto, de pronto sentí cómo colocaba su zapato en mi cara y hacía fuerza contra el suelo, aplastandome lentamente la cabeza.
—¿¡Qué quieres maldito!?— Pregunté muy adolorido.
—¿Connor?— Preguntó de pronto Zack.
— Aww, me parece un amor que todavía recuerdes mi nombre— Respondió el chico, retirando su zapato de mi cara.
Connor es el maldito ex psicópata de Zack, el que destruyó mi casa esa noche en la que fuí a ver películas con Matt y los demás...
—¿Por qué nos ataste?— Preguntó Zack confundido.
—¿Te acuerdas cuándo me ataste y jugamos en la cama?— Respondió Connor de una manera muy cínica.
—¡Eres un maldito psicópata sacanos de aquí de una maldita vez!— Grité muy furioso, recuperando parte de mi vista.
—Tu cierra esa puta boca— Dijo volviendome a pisar la cara— Por tu culpa Zack me abandonó, me dejó por irse contigo.
—Esa es la estupidez más grande que he escuchado— Respondí a pesar del dolor.
—Zack y yo éramos felices, él aveces cometía errores engañandome con otros chicos o chicas, pero esos chicos y chicas siempre lo abandonaban, lo dejaban sólo y yo sólo lo disculpaba y seguíamos siendo una bonita pareja— Comentó Connor.
—Ellos se alejaban porque tú los amenazabas, cuando me enteré de que hacías eso, rompí nuestra relación— Respondió Zack.
—No sé de dónde sacas eso... Pero yo sólo esperaba que todo volviera a ser cómo antes... Sólo amenazaba a éste estúpido destruyéndole su casa, él se alejaba de ti y luego tú volvías conmigo...— Confesó Connor.
—Pero no fue así— Respondí.
— Ahora por tu estupidez, ambos morirán, nunca había tenido que llegar a éste extremo, pero... ¡Los mataré a los dos!
—¿Que mierda estás haciendo?— Preguntó Zack molesto.
—Tu decides, vuelves conmigo y sigues con vida o te quedas a morir con éste infeliz— Le propuso a Zack.
Un silencio se mantuvo en la habitación, ya había recuperado toda mi vista, así que pude observar que estábamos en el baño privado de la habitación de Zack.
—¿Entonces?— Preguntó Connor.
— Púdrete maldito— Respondió Zack.
Connor inmediatamente cerró la puerta del baño y nos volvió a dejar a oscuras.
— Debajo del piso del baño instalé una pequeña bomba que los matará a los dos— Dijo Connor detrás de la puerta — No traten de pedir auxilio, porque la música está muy alta y nadie los va a escuchar, además, los muertos no hablan — Dijo abandonando la habitación.
—¿¡Que vamos hacer!? El tipo habla en serio— Pregunté entrando en pánico nuevamente.
—Me siento muy mal Adrián— Respondió Zack.
— Éste no es momento para eso— Respondí— ¡Hay que salir de aquí de una maldita vez o moriremos!