De una fuga y otros desastres...

By Jhullyhanha

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❝Dos amigos se meten sin invitación en una fiesta de disfraces. Cuando piensan que todo será una aventura per... More

♛Sinopsis ✏
CRAYONCITO EN FÍSICO
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♛ U N O ✏
♛ D O S ✏
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♛ C U A T R O ✏
♛C I N C O ✏
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♛ O N C E ✏
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♛ C A T O R C E ✏
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By Jhullyhanha

Un chico llegó en una moto y Martina fue a saludarlo, dejándonos solos a Isa y a mí; aproveché eso para darle una colleja —sin fuerza realmente— y reclamarle a mi amiga:

—Quita esa cara, Isabel. Parece que te estuviéramos torturando y no en una salida de amigos.

—Elías, ese tipo sabe que yo era el crayón. Lo sé, lo siento acá. —Se tocó dramáticamente el corazón y yo blanqueé los ojos.

—¿Con la misma convicción con la que me dijiste que él me iba a golpear si no saltábamos por la ventana? —Resoplé—. Por favor. Él no sabe nada, estoy seguro. Así que deja esa cara de tragedia y diviértete. ¡Estamos en la pista de hielo y gratis! Gózalo y ya.

—¿No escuchaste su interrogatorio? Solo busca información para...

—Que no, Isa, él solo es amable. Deja tu novelón para después. Diviértete y ya —insistí.

Isa miró a Martina y a sus amigos que estaban a solo un par de metros de nosotros y luego me miró con los ojos entrecerrados.

—¿Esa es la diabla? —Sonreí sin responder, pero eso le contestó—. ¡Es por eso que estás tan feliz! ¿Y si ella sí te reconoció?

—Yo era un cuaderno, no me ha reconocido —obvié—. Vamos, pórtate bien por mí. Ella puede ser el amor de mi vida.

—O no ser nadie y solo nos arriesgamos.

—Bueno, ya estamos aquí, así que actúa bien. Puede que luego de hoy no los veamos jamás en la vida de nuevo, así que solo aprovechemos.

—Cada vez que dices "solo aprovechemos" algo malo sucede. Ahora entiendo por qué eras un cuaderno de matemáticas, estás lleno de problemas.

Solté una carcajada hasta que la hice reír y el tema quedó allí.

—¡Vamos! —escuchamos la voz de Martina que nos ondeaba la mano; llegamos a ellos y ella señaló al recién llegado—. Él es James, James, ellos son Isa y Elías, de mi trabajo.

El chico nos sonrió a ambos y nos encaminamos todos hacia la entrada.

La gran pista estaba ubicada en medio de la plaza, unos metros más abajo del nivel de la calle por lo que al rodearla podíamos verla desde arriba, era enorme y alrededor había un par de tiendas de chucherías y una pequeña cafetería. El metal que la bordeaba era dorado por lo que lucía elegante y costosa; ya estaba todo decorado con guirnaldas verdes de Navidad y luces por lo que el panorama era mágico. Estaba medio llena, había personas de todas las edades patinando y tomándose fotos o riendo con los amigos; giré a mirar a Isa que iba a mi lado y ella también estaba maravillada con la vista, tanto, que pareció incluso olvidar con quién estábamos.

Ojalá eso le durase más porque no quería más paranoia dramática Isabelina.

Martina y James iban a la cabeza, detrás iban Andy y Alicia y nosotros dos de último, no podría decir quién de nosotros estaba más contento de estar ahí. La fila para entrar era larga, pero se movía rápido y vi que Martina sacó de su bolso las seis entradas.

El día que Alicia fue al almacén por sus patines no imaginé ni por medio segundo que ella pudiera ser la diabla de la fiesta porque no pensaba en eso, pero al verla junto a Andy tuve un clic que me aseguró que era ella, eran los mismos ojos y el mismo brillo. Su cabello no era rojo, como supuse, sino que estaba en una gama oscura de rubio y era ondulado en las puntas, su sonrisa era divina y estaba adornada con unos labios pintados de morado que le sentaban de maravilla a su rostro canela. Admito que me decepcionó un poco deducir que era mayor que yo, pero no por eso dejó de gustarme. 

—Esto está divino —dijo Isabel, aún mirando hacia arriba a las decoraciones de la entrada y hacia abajo, la pista como tal—. Y hay un puesto de peluchitos, mira.

Señaló lo más lejos de la pista, al extremo y apenas se notaba que vendían peluches como los de una feria y había otras dos casetas de quién-sabe-qué. De todas maneras asumí que un solo recordatorio valdría lo equivalente a dos días de trabajo así que solo eran para admirar.

Alicia se volteó hacia nosotros sin dejar de caminar y asimismo, empezó a hablar:

—Hay una amiga que vamos a ver adentro. Es un poco... complicada, así que si luce antipática, no es personal, ella es así.

—Y ella fue la que nos invitó, así que no podemos no saludarla —añadió Andy.

Ambos asentimos y tras otro par de minutos de fila, logramos entrar. Bajamos los escalones hasta la entrada directa a la pista y los cuatro que iban adelante se encaminaron directamente a un grupo pequeño de chicas que estaban colocándose los patines sobre una de las gradas.

Martina las saludó a las tres de beso en la mejilla y noté que James, Andy y Alicia se limitaron a saludarlas con una sonrisa pero sin acercarse mucho. Luego de que los conocidos se saludaran, Alicia nos señaló a nosotros dos.

—Ellos son Isa y Elías. Chicos, ella es Maddie.

Vi que mi amiga le dio una sonrisa sincera y ondeó su mano; en el almacén aprendíamos a sonreírle genuinamente a todo el mundo por más que no nos agradara así que eso nos sirvió cuando notamos que en efecto, la tal Maddie era muy malmirada.

—Es un gusto, Maddie... —dijo Isa, pero fue interrumpida por ella.

—Madisson —corrigió—. Maddie solo para los amigos. Un placer, Isa.

Isa a pesar de su paranoia había aprendido a las malas a no dejarse intimidar por miradas o palabras malintencionadas —exceptuando cuando sentía que cometía un crimen y que iría a la cárcel, cofconelpríncipeysufiestacof— así que con el mismo tono que Maddie, ella la corrigió:

—Isabel, por favor, Isa solo para los amigos.

Mi pobre amiga se sonrojó, pero no quitó su sonrisa servicial ni le agachó la mirada a la antipática. Andy bajó el mentón para disimular una risa que le brotó y decidí intervenir para desviar la atención:

—Muchas gracias por invitarnos, Madisson. Fue un gesto muy amable.

—Agradecimientos a Alicia —apuntó—. Espero que la disfruten, nos vemos adentro.

Si la hipocresía tuviera rostro al buscarla en el diccionario, definitivamente sería el de Maddison sonriendo al hablarnos. Me pregunté si era realmente así con todo el mundo o si no le agradamos por no ser de su mismo estatus social (porque eso se notaba con solo vernos y verla a ella).

Maddison y sus dos amigas que no dijeron ni una sola palabra ni se presentaron, terminaron con sus patines y nos dejaron para ir y meterse en la pista. Nosotros nos sentamos también para ponernos los patines.

—Te lo dije —murmuró Alicia, luego miró a Isa—. Hiciste bien en responderle. Si ella sabe que te puede callar con dos palabras, lo hará siempre.

—No quise sonar grosera —musitó honesta.

—No fuiste grosera —aseguró Andy—. Le dijiste exactamente lo mismo que ella te dijo a ti.

—Sí, pero para mí lo que ella dijo fue grosero.

—Sí, pero en ti sonó tierno.

Isa rio entre dientes y cuando miré a Alicia ella tenía un gesto burlón al verlos a ambos, con una sonrisa apretada pero ladeada y estuvo a nada de menearle las cejas a su amigo.

Por favor, ese Príncipe estaba coqueteándole a Isa pero yo conocía a mi amiga y sabía que ella no hacía lo mismo, es más, casi podía leerle la mente y solo pensaba "claro, tierno como el crayón al que demandarás" o algo similar.

Salimos todos a la pista y Martina de inmediato hizo carrerilla con James así que se alejaron de nosotros.

La abuela de Isa vivía a dos horas de la ciudad y cerca de un lago por lo que antaño solíamos ir allí en invierno a patinar, pero la última vez había sido dos años atrás por lo que la costumbre ya la habíamos perdido; no el conocimiento, sin embargo, así que logramos patinar con relativa facilidad.

La que no la tuvo tan fácil recién entramos fue Alicia que casi se abre de piernas al dar una deslizada así que se apoyó sobre mi hombro mientras se equilibraba como debía ser. Habiendo tanta gente patinando en distintas direcciones había que ir con sumo cuidado de no estrellar a nadie y como Alicia iba casi colgada de mí, Andy e Isa tomaron la delantera; no iban lo que se llama juntos, pero al menos Isa no le huía y él parecía no prestarle suma atención.

Quedamos un poco rezagados pero sin perderlos de vista y entonces junto a nosotros pasó Maddison con más velocidad y al llegar a Andy lo tomó de la mano para arrastrarlo con ella; como Isa estaba ahí al lado, la empujó sin querer.

Eso no fue un accidente como hizo parecer con su aniñado "ay, disculpa" y Alicia y yo lo sabíamos. Isa estuvo a nada de caer así que se detuvo y nosotros la alcanzamos.

—¿Estás bien? —preguntó Alicia.

Isa tenía la mandíbula apretada, pero yo sabía que no iba a maldecir sobre Maddie porque era amiga de Alicia y no quería ser descortés así que solo asintió.

—Es un poco... atravesada tu amiga —musité a Alicia.

—Tiene un enamoramiento con Andy y si por ella fuera, lo acapararía toda la noche —replicó sin nada de filtro—. No le hagan caso.

—Esta pista es hermosa —dijo Isa para olvidarse del tema aunque yo la veía colorada de rabia. Siguió hablando hasta que se le pasó el mal humor—. Es enorme, hay tanto espacio, es genial. —Isa miró al otro lado de la pista y sin despegar de allí su vista, se empezó a alejar—. Nos vemos ahorita.

No repliqué nada porque eso nos dejó solos a la diabla y a mí, ella no se había soltado de mi hombro y yo no estaba para nada incómodo con eso. Era más bajita que yo, pero se las ingenió para engancharse a la solapa de mi chaqueta y no moverse sino cuando yo me movía.

—Tu amiga es muy amable.

—A veces es rara, pero es muy noble —dije—. Apuesto a que se fue a mirar la tienda de recordatorios. Le encanta chismosear vitrinas.

—Y tú eres muy amable —murmuró, volteando totalmente el tema—. Y si puedo decirlo, tienes unos ojos preciosos.

Le sonreí y ella pulió un gesto tan inocente y dulce que hizo que me gustara más, era un contraste curioso su aspecto de niña tímida y su actitud fresca y extrovertida. No importaba si no volvía a verla luego de esa noche, era tan linda que solo tomaría y aprovecharía esas horas.

—Son cafés, el color más común —respondí—. Hallas unos iguales en la mayoría de personas. Incluso en tu espejo hallas unos iguales de cafés.

—Vale, corrijo: tienes una mirada preciosa. Color café hay en todas partes, es cierto, pero esa mirada que tienes es preciosa, es igual a la de mi tercer novio.

—¿Cuántos has tenido acaso?

—Dos.

No sabía que una mujer podía dejarme sin palabras luego de un halago hasta que conocí a Alicia. No sé si balbucear sea muy seductor, pero eso y sonreír fue lo único que hice hasta que gracias al cielo, Andy se nos acercó y empezó a deslizarse a nuestro lado.

—¿Muy meloso con la pegajosa? —burló Alicia.

No me reí porque no le tenía confianza pero en mi mente ya no era Maddie sino "la pegajosa". Sonaba genial y acorde.

—Me arrastró por media pista —desdeñó—. Ella hace quedar mal al género femenino que sí quiere tener tantita dignidad.

—Eres su reto, corazón —le dijo Alicia—. Yo creo que nadie le había dicho que no antes y por eso te insiste tanto. No se detendrá hasta que te enrolles con ella.

—Ojalá y tenga paciencia hasta que se acabe el mundo. —Andy miró a ambos lados y volvió la vista a Alicia—. ¿Y Martina?

—Por ahí anda con James.

—¿Y Isa? —preguntó, mirándome a mí.

—Tu pegajosa la empujó —le contó Alicia—, pero no sé, dijo que iba a mirar algo y se fue.

—Voy a buscarla —dijo. Alicia lo miró enarcando una ceja y tuve que ladear la cara para no reírme porque descubrí que yo no era el único al que Alicia hacía sonrojar—. Y a Martina también.

—Claro, a Martina. Suerte, Andy.

El aludido blanqueó los ojos y patinó lejos de nosotros.

—¿Molestas así a todo el mundo?

Alicia sonrió de lado con picardía.

—Claro que sí. Soy pequeñita de tamaño, si no los molesto, ellos me molestan a mí. Es supervivencia básica.

—Suena lógico. —Alicia rio y se afianzó ahora a mi brazo, aunque no parecía tener dificultad alguna en mantenerse en pie. Empezaba a dudar que no supiera patinar, pensé que fingía, pero no me quejé—. ¿A tu amigo le gusta Isa?

—Es mi amigo, no debo decir eso.

—Por favor.

Se movió con cautela para quedar ahora frente a mí y en sus ojos hubo un brillo juguetón.

—Si me alcanzas, te digo.

Y se soltó de mí y echó a patinar velozmente hacia el otro lado; teoría confirmada, sí sabía patinar, e incluso mejor que yo. Con la mayor de las sonrisas en la cara, la seguí.

Sería una buena noche.


Hoooola, Crayoncitos ♥

♛ ¿Opinión del capítulo? ♛

¡Muchas gracias por seguir acá! Aprecio mucho el apoyo ♥

✏ Nos leemos ✏

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