Uncertain (Omegaverse)

By Ro--AARONBURR

5.2K 389 441

la vida no discrimina a la hora de dar bendiciones o maldiciones, no hay diferencia entre los santos y pecado... More

Aclaraciones
Aaron Burr, Sir
Step by Step
Right Hand Man
A Winter's Ball
Defenceless
the arrival of the letters
the truth
Guns and Shipps (Hercules)
Discovery
Fall For You
bridal dance

Ten Steps And Go Inside

323 25 7
By Ro--AARONBURR


Los duelos son normales en la época de guerra, más todavía entre los propios reclutas, eran producido por el estrés o por el miedo, pero para evitar que haya un conflicto en el interior de la armada, se realizaba un duelo con una serie de 10 reglas para llevarla a cabo, siendo el primer, obviamente, tener una discusión entre las dos personas implicada y que ninguno de los dos quiera ceder su disculpa al otro, que ya estaba listo. En el segundo debes escoger quien será tu segundo, una persona de confianza para atestigüe el duelo, que verificara las armas para el duelo para que fuera justo, ver que ambos sigan las reglas y en caso en que falleciera su representante, se tenía que hacer cargo del cuerpo llegue a los familiares de este, ya esta previsto también. Tercer paso, hacer que los segundos se encuentren para entablar una conversación para negociar la paz, pero si no funciona, se negociara el lugar y hora del duelo. también esta cumplido este paso

Eso lleva para el cuarto paso, cuando se llegue al acuerdo del lugar, se debe de conseguir un doctor para que supervise el duelo y conseguir las pistolas, siendo esta la etapa en que actualmente se encontraba Aaron Burr, a pesar de ser comunes los duelos, los doctores eran terco para acceder en participar en uno, ya que puede traerle consecuencia y no a muchos le gustaba meterse en problemas, pero logro convencer a uno, dando la espalda al duelo para negar que lo vio si ocurre algo. Esta listo

En el quinto paso, es ir al lugar del duelo, se decidió ir en la mañana antes del amanecer para que no hubiera nadie que estorbara y/o interrumpiera en el campo de honor, esta preparado. aunque Laurens y Alexander se demoraron en llegar, hablando entre risas mientras se lanzaba miradas de complicidad 

En el sexto paso era escribir una carta donde conste su ubicación del duelo, y hacerse llegar a los familiares de la persona, este paso generalmente lo cumplían los segundos a la hora de entrega, y aparte de eso, se tenía que confesar y rezar si es que llegase a morir, que o el cielo o el infierno le abra sus puertas. esta hecho

Para el séptimo paso, una vez que te hayas confesado, y estar en el lugar del duelo, se revisa que las armas estén en igualdad de ventajas, también se delimitar los pasos que se darán, siendo cada vez más pequeño el número de la gravedad de la ofensa, escogiendo el número 10

Octavo paso, es la última oportunidad de negociar, mandando los segundos nuevamente para esta ocasión

-Alexander- saludo mientras se acercaba al alfa al centro del lugar, asegurando que su bufanda estuviera bien envuelta en su cuello

-Aaron- golpeo juguetonamente el hombro con una sonrisa – bueno, ¿su hombre planea disculparse con lo que dijo?

-para ser franco, él no lo planea hacer, y si –respondió antes de que Hamilton pudiera retomar la palabra – intente influenciarlo de que no lo hiciera, ya que en lo personal considero que son tontos e inmaduro, en su mayoría- levanta los hombros mientras mueve de un lado al otro su cabeza con expresión resignada -¿pagar con su vida? Eso es absurdo, señor-

-tú estuviste allí cuando hizo todas desobediencia a las órdenes del general, era un inexperto y muchos soldados murieron por ello- respondió con fiereza –entonces, tenemos que ir al paso nueve, Aaron

-no hay otra solución, hay que hacerlo –ambos segundo volvieron con su representante para declarar que no pudieron llegar al acuerdo, teniendo que ir al siguiente etapa

Novena fase, Laurens y Lee estaba de espalda con arma en mano, sus segundos se encontraba a poco metros de distancia con un silbato para indicar cuando se complete los diez pasos. Los cuales ya se empezaron a contar en voz alta por los segundos al mismo tiempo

-Uno, Dos, Tres, Cuatro, Cinco, Seis, Siete, Ocho, Nueve- apunto de contar el número diez, ambos sujetas los silbatos y lo tocan para de inmediato gritar lo último –Paso diez, ¡fuego!-

Se escucharon dos disparo ser lanzados al mismo tiempo, pero solo se pudo escuchar el sonido grotesco de la bala al chocar contra algún pedazo de carne, siendo Lee el que cayo hacia el suelo con una herida de bala en el costado, sujetándose con fuerza su mano en esa zona mientras gritaba de dolor, de inmediato el médico y su segundo se acercaron para ver el daño del disparo

-le rozo el costado, y la bala no quedo incrustada en esa zona, pero debe lavarse la herida y cocerla para evitar mayor daño al tejido de la zona- hablo con prisa el medico sujetando el costado de Lee con un paño mojado que lentamente se teñía de rojo

- ¿te rinde Lee?- Aaron levantaba una ceja mientras miraba de forma escéptica a Alexander

-le dispararon en el costado, es obvio que se rinde- levanto a Lee pasando el bazo sobre sus hombros para poder cargarlo mientras miraba a los ganadores

-para que no te metes con nosotros ni con el nombre del General Washington- sonrió complacido de lo que acababa hacer el beta mientras chocaba las manos contra la del alfa –estoy satisfecho con esto-

-sabía que ganarías John- ambos estaban tan enfrascado en su victoria como para darse cuenta de una sexta presencia que rápidamente se acercaba al lugar, siendo nada más y nada menos que el General

-¿¡Que significa todo esto!?- pregunto con voz autoritaria mirando él lugar –a penas inicio el día y escucho el sonido de las balas- el enojo se apreciaba en su rostro mientras miraba a todos los presentes –señor Burr, deje al general Lee en la enfermería junto al doctor, ahora-

-Si señor- no pudo evitar baja la cabeza en señal de sumisión a la presciencia del alfa que no estaba nada de buen humor, comenzando de inmediato la orden

- Señor Lee, sé que tenemos nuestras diferencias y algunas disputas, pero créame que estos jóvenes no hablan por mí, le agradezco su servicio- se volteo hacia su mano derecha con autoridad –Hamilton, lo espero adentro- y comenzó su caminata sin escuchar ninguna palabra del aludido, dando largas zancadas que lograron sobrepasar al de ojo purpura, pero justo cuando paso a su lado lo miro mientras decía – lo quiero también en mi oficina después de que vayas a la enfermería- sintió como su piel se erizaba del miedo, negándose a verlo directamente a los ojos por el temor de no poder controlar su aroma y sobrepase la barrera de su bufanda, sintiéndose algo aliviado cuando se adelantó, alejándose más de él

Cuando llego a la zona de la enfermería junto al médico, comenzando a suturar la herida de Lee, se dispuso de salir del lugar aun con indecisión de ir a la oficina, pero sabía que las consecuencia seria peores si no iba, teniendo que armarse de valor para dirigirse hacia allí

Mientras caminaba hacia su destino, ignorando todo su alrededor hasta que sintió un tirón en su ropa en la altura de su cintura, con extrañeza desvió su mirada al lado encontrándole con un niño de cabellos negros y ojos azules

-para ti- le entrego una carta el pequeño de 10 años con una sonrisa

-mucha gracias John, es de tu madre ¿no?- el niño asintió con una sonrisa mientras se alejaba con una sonrisa, se trataba del el hijo menor de Theodosia. Mire la carta antes de guardarla en el bolsillo, tenía que dirigirme allí primero, después la leeré

Cada paso que daba me acercaba más a tal vez lo que sería mi final, podía sentir el aroma de Alexander, pero se encontraba alterada, igual a como huele con cada vez que discutía, era normal sentirlo, pero saber que provenía de esa habitación, provocaba que un nervio recorriera mi columna vertebrar al saber que pronto tendré que enfrentarme a la ira del general

Una vez que estuve a punto de llegar a la puerta, esta se abrió violentamente por un enojado Hamilton sosteniendo una caja, quien seguía dando unos gruñidos con los ojos vidriosos por aguantarse las lágrimas, no le dirigió ninguna palabra cuando paso por su lado, intrigando al de ojos purpura por su comportamiento, pero no hizo ningún ademan para detenerlo o preguntarle, simplemente se dirigió a la oficina, cerrando la puerta una vez que paso el umbral, encontrando al Alfa dándole la espalda

-siéntate- fue lo primero que dijo, aun estando en aquella posición, pero aun así manteniendo aquella aura de respecto, por lo cual solo acato la orden sin ninguna queja o pregunta –no quiero ninguna excusa o queja, cumplirás y obedecerás lo que te voy a decir a continuación – se dio la vuelta y se sentó en la silla detrás de su escritorio –no tengo ni idea de cómo pasaste tanto tiempo desapercibido, hasta para mí, de que eras un omega, sin duda hubo un claro cambio desde antes y después de aquella semana de "descanso por una enfermedad"- enfatizo con su voz las últimas palabras, mirando fijamente al de fragancia de té azul –pero no importa, lo que harás a continuación será retirarte a causa de la "enfermedad" que lo aquejo antes, debido a que no se recuperó totalmente, dimitiendo del ejercito continental a causa de ellos, no volverás a campo de batalla, pero se le permitirá ocasionalmente misiones de inteligencia- la mente de Aaron se quedó en shock por lo que acababa de escuchar, ¿le estaba dando una salida, en lugar de mandarlo a la corte marcial?

-eh, señor...- fue interrumpido por la mano que alzo Washington

-por mi lo enviaría a la corte marcial para que juzguen su caso ,pero le estoy dando la salida por sus méritos y porque el señor Hamilton me lo pidió- fue lo que dijo antes de tomar unos papeles sobre la mesa y empezar a trabajar en ellos –esos es todo, señor Burr, espero su carta que dimita del ejercito antes de que acabe el día y su retirada para mañana temprano, muchas gracias-

Sin más que añadir, Aaron salió de la habitación sabiendo que habían terminado, bueno, al menos unos de sus problemas estaba resuelto, en parte, pero no decido darle más vuelta al asunto, enfocándose solo en la idea de en volver a su tienda para escribir la carta y empezar a guardad sus cosas, pensamiento que se vio interrumpida por cierto aroma que venía de su propia tienda de campaña que lo confundió, apresurando sus paso hasta llegar a ella y abriendo la entrada

-Hey... -comento algo desganado Alexander con un bolso de tela que llevaba en el hombro –necesito un favor- Aaron levanto una ceja con duda

-¿de qué trata?- se a la zona donde guardaba las hojas y tinta para dejar todo listo para empezar a escribir

-bueno, ¿me puedo quedar en tu casa por un tiempo indeterminado?- detuvo lo que estaba haciendo para girarse hacia alfa esperando un explicación, quien dio un suspiro antes de continuar –Washington, por así decirlo, me despido y me obligo a volver a casa, pero... desde que llegue a América, me quede viviendo en la casa de Hércules los primeros años, y después de unirme a la revolución, he estado viviendo en sus instalaciones- se rasco la nuca con algo de vergüenza por su pobreza al no alcanzarle un lugar para dormir, ni había logrado casarse con alguien para conseguir un hogar

-¿y porque no vuelves a vivir con Hércules?-

-pues es que la vendió por el tipo de trabajo que está haciendo, ya que no le era rentable, y digamos que el resto de mis conocidos no tienen casas en estas zonas o también las vendieron- se quedó callado nervioso evitando su mirada, esperando la respuesta del omega, ya que de esa dependía en donde pasaría la noche, causándole un poco de ansias el silencio prolongado del omega pensando su respuesta, evaluando sus pros y contras

Aaron se dirigió a su pequeño escritorio, abriendo uno de los cajones para sacar algo y regresar al frente de Alexander extendiendo su mano –no las pierdas- las pupilas del de fragancia a café se dilataron al ver las llaves de la casa de Aaron, extendiendo las comisura de sus labios en una enorme sonrisa

-Dios santo, gracias Aaron- tomo las llaves aun agradeciendo al omega

-Cuando llegues, saque las mantas de los muebles y los sacudas, yo llegare mañana- a penas pronuncio esas palabras, la curiosidad creció en Hamilton

-Acaso... ¿Washington también lo despidió?-

-más o menos, solo, has lo que te pedí- se negó a explicar aun con la insistencia del alfa, quien algo malhumorado salió de allí dispuesto en irse a la casa de Burr

Fue difícil escribir la carta, más de lo que le gustaría, era difícil aceptar el hecho que sabes que tu vida lentamente se está derrumbando y no puedes hacer nada más que suavizar un poco el golpe, pero por lo menos logro escribir su renuncia... tenía sentido irse ahora, ya estaban en primavera y el tiempo estaba mejorando, no tendría excusa para seguir usando la bufanda 

Se quedó el resto del tiempo dentro de su tienda de campaña guardando todas sus cosas después de enviar la carta, utilizando la excusa de que no se sentía bien para no hacer sus deberes como coro... ex- coronel. mientras lo hacía, sintió el crujido de papel en su bolsillo, recordando la carta que le mando Theodosia, sacándola con cuidado de su bolsillo para no estropearla más, y con ese mismo cuidado la abrió, leyendo su contenido con su respiración sostenida

"Querido Aaron Burr

A pesar que nuestro intercambio de carta a disminuido su ritmo significativamente en los últimos meses, sigue siendo una de las persona qué más confió, realmente aprecio su amistad y su cariño, me hiciste sentirme como una joven con sus tiernas adulaciones, a pesar que estoy algo desacuerdo con la forma que da sus opiniones, no seas tímido cariño. Bueno, usted sabe muy bien la precariedad de mi salud que combato cada día, y a pesar que la combata con las receta que me dan los médico, me sigue aquejando la duda de que llegue el punto de que empeore a tal punto que no pueda soportarlo más, siendo esto mi mayor miedo, de que mis dos querubines se quedaran solos, pues, me llego una carta contándome que a mi esposo le dio un fuerte ataque de la fiebre amarilla, y temen que no pueda pasar la temporada, así que lo que le estoy pidiendo, es si algo me llegara a suceder, pueda ser el protector legal de mis dos hijos, ellos le quiere

De tu obediente sierva

T. Prevosts"

Era consciente de su frágil salud, pero no le gustaba pensar en aquel tema, casi parecía una maldición que todos los que ama estuviera al borde de la muerte o que ya la hayan cruzado, sin embargo, era su realidad, y si por lo menos podía hacer que la mente de Theodiosia  dejara de aqueje sobre que le pasaría a sus hijos en este mundo cuando partiera, lo haría. al fin al cabo, es la mejor dama que ha conocido en su vida 

Apretó con más fuerza el pedazo de papel, arrugándolo por completo, no le había dicho la verdad, ni a Will, o a su hermana, o inclusive a su primo que le era como un hermano para él, todos ellos merecían saberlo, todos ellos merecen saber la verdad 

.

Era ya de mañana, tenia sus pocas cosas empacas y listas para irse, y sin más dilatación las cumplió como le había ordenado el general y volver a su casa, antes de partir le envió una carta a Theodosia citándola a su morada para explicarle algo de suma importancia, a parte de aceptar el cuidado de sus hijos en caso de una desgracia 

.

-Alex. ¿por qué tus cosas están aquí?- se encontraba parado al frente de su habitación viendo unas ropas que claramente no eran suyas, el vestía con clase y elegancia, no con ropas que ya llevaban varias veces  remendadas ya claramente vieja

-porque aquí dormí anoche- respondió como lo más obvio del mundo mientras le ayudaba a subir sus cosas por la escalera 

- ¿pero tenias que usar justamente la de mi habitación?- quería colocar algunas cosas en su escritorio, pero estaba apoderado de un montón de hojas escrito de forma apresurada y un chaleco del alfa - y más encima dejarla apestando a tu olor- ¿como diablos dejo todo su olor impregnado en su cuarto si solo paso una noche durmiendo?

- ¿es tu cuarto? no lo sabia- era demasiado descara la obvia mentira que le daba, soltando un leve bufido por ello - ya, ya, ya, no te enojes, fue aquí donde pasamos tu celo y me sentía más cómodo-

-saca tus cosas y llévala a otro cuarto, este es mío- si, podía ser un omega, pero paso toda su vida criado como alfa, y una de las cosas que siempre más le recalcaron era el tema de su territorio, y Alex lo había usurpado nada mas y menos que su zona de confort

-okey, hissss, tampoco te enojes tanto, solo fue una noche- comenzó a recoger sus cosas con el ceño fruncido mientras murmuraba

Una vez que todo estaba en su lugar, comenzó a redactar unas par de carta, tenia que decirle la verdad a sus más cercano, era mejor decirle antes de que se entere por otro medio, o por un descuido suyo. lo único que esperaba es que no se lo tomara tan mal aquella noticia 

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

si, me demore, pero se lo traje, pero esta vez fue debido a que paso algo con el Word (es donde escribo todos los capítulos) y tuve que hacer un montón de cosas para recuperar lo de vuelta el avance que llevaba, y escribirlo en otro lado gracias por ser tan pacientes, y le prometo que el siguiente no se demorara tanto

Palabras: 2943

Continue Reading

You'll Also Like

86.9K 8.8K 56
☆ y me pueden decir diez mil cosa' de ti pero yo pongo mi alma en el fuego por ti nadie sabe, lo que yo haría no saben que ni con cien mencione' van...
697K 19.5K 80
"...Vamos a pecar juntos..." ❝One-Shots sobre personajes masculinos del anime "Naruto" , escritos por un fan para otros fans , con alto contenido +18...
196K 16.7K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
49.5K 7.3K 17
Max Verstappen es el dueño del mundo, es el jefe de una de las mafias más poderosas, lo controla todo, es rey, el amo y señor, tiene a todos a sus pi...