SUNSET - ATARDECER / Aristem...

By algjk13

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Aristoteles y Temo seguían juntos luego de 10 años de relación, tenian un gran futuro por delante y grandes p... More

I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
XI
XII
CAPÍTULO ESPECIAL I
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
ESPECIAL ARISTEMO II
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
ESPECIAL III
VOTEN Y LEAN POR FAVOR!
XXV
XXVI (FINAL)
¡NUEVO FIC! (primer capitulo publicado)
Epílogo
GANAMOS!
RETO DEL MES DEL ORGULLO:ARISTEMO

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By algjk13

PROV CUAHUTEMOC

La parte más dura del día era mirar mi reflejo en las mañanas, en cuanto entraba al baño cerraba con seguro para que Ari no entrará, me quitaba la pijama poco a poco hasta quedar completamente desnudo y suspiraba hondo antes de quedar frente al espejo.

Mi cuerpo había cambiado demasiado en los últimos meses, mis clavículas sobresalían atraves de mis hombros, podía ver mis costillas atraves de mi cuerpo, mi abdomen se encontraba más delgado, mis huesudas caderas resaltaban más que mis piernas, mis nudillos estaban más delegados y mis uñas se encontraban quebradas, la masa muscular había desaparecido en exceso sin que pudiera detenerlo, suspiré profundamente enfrentando mi cuerpo en atraves del espejo, estaba completamente pálido, tenía ojeras pronunciadas bajo los ojos, mis labios estaban sin ese tono rosa que siempre los caracterizaba, incluso algo resecos, mis pómulos marcados en mis mejillas, mi nariz completamente perfilada, terminando en mi mirada opacada, sin brillo, pero a pesar de todo siempre me sonreía al final de observar cada parte de mi cuerpo porque de alguna u otra manera tenía que darme ánimos.

Me metí a bañar cuidando no mojar el catéter, desde que salí del hospital no dejaba que Ari se bañara conmigo, incluso me sentía incómodo cuando me tocaba, no quería que mirara mi cuerpo, no quería que viera como todo lo que amaba del mismo iba desapareciendo poco a poco, después de la plática que tuvimos no me sentía lo suficientemente confiado para que hiciéramos el amor y me asustaba que el buscará satisfacer sus necesidades en alguien mas, dejé que el agua se llevara mis pensamientos negativos, tenía que confiar en mi novio completamente, después de todo era una mala racha, en cuanto sanara todo estaría bien, como antes, no podía dejar que mis pensamientos me ganaran. Asi mismo mis ideas se enfocaron mejor en él próximo cumpleaños de mi novio, quería hacerlo lo más especial posible, cada año mi familia le organizaba una fiesta enorme, donde incluso los Córcega venían a celebrar con nosotros pero lo mejor era cuando llegábamos a casa y armábamos nuestra intima fiesta, este año quería que fuera especial , sería único para ambos porque seguiríamos juntos.

Me animo bastante ese pensamiento, me cambié dentro del baño y me miré una vez más para arreglar mi cabello antes de salir y prepara el desayuno de mi Tahi, estaba concentrado en peinarme para irme cuando sentí algo en mi mano.

Al momento en que baje la mirada noté un enorme mechón de mi cabello en ella, mi mano comenzó a temblar mientras alzaba la mirada al espejo, al ver mi reflejo noté el amplio espacio que se veía en mi cabeza, mostrando gran parte de mi cuero cabelludo, hace días había notado que mi cabello se empezaba a caer poco a poco pero no a gran magnitud y aunque sabía que tarde o temprano pasaría realmente no estaba listo para ello...

-No...-susurré mientras apretaba el mechón que tenía en mi mano con fuerza- No... por favor no..

Puse la mano en mi cabello acariciándolo notando como este se caía con facilidad, justo como las hojas cálidas del otoño cuando abandonaban las raíces del árbol, sin fuerza, sin vida, me lleve mi mano hacía mi boca mientras ahogaba mi llanto que se desató en ese momento a causa de la impresión, realmente nunca estuve listo para eso, ni para todo lo que había pasado en poco tiempo, este realmente era el colmo de la situación, si minutos antes me costaba sonreírme ¿ahora como lo haría? ¿Cómo me vería sin mi cabello? ¿Aristóteles me va a dejar de querer?, miles de preguntas me golpearon de momento igual que las náuseas en mi boca, sabía que estaba entrando en un ataque de pánico mientras me sentaba en el piso sosteniendo mi cabello en mi mano hecha puño, todo me daba vueltas y sentiría que en cualquier momento vomitaría, aún asi no podía moverme, respire jalando todo el aire que podía mientras sentía como lentamente me quedaba sin él mismo, con el poco aire que exhale logré gritar el nombre de la única persona que podía ayudarme

-¡Ari!...-fue lo único que salió de mis labios mientras mis lágrimas empañaban mi vista y mi cuerpo temblaba sin fuerza para levantarme

Solo pasaron unos segundos hasta que escuche que golpeaban la puerta.

-¿Temo?- escuche su voz mientras golpeaba- amor ¿estás bien? ¡Abre la puerta! ¡Temo!

Le escuchaba gritar mi nombre con desesperación y desee con todas mis fuerzas levantarme y quitar el seguro, pero no podía ver nada mientras lloraba más fuerte, dejando que salieran leves quejas de mis labios mientras agarraba mi pecho intentando respirar. No supe cuánto tiempo pasó hasta que escuche como Aistoteles golpeaba la puerta con fuerza sin dejar de gritar mi nombre, en uno de esos forcejeos logró botar la chapa entrando al baño para ir corriendo hacia mi lado.

-¿Amor estas bien?- escuchaba su voz a lo lejos pero por más que buscaba la mía no podía responderle- ¡Tahi dime algo!

-Detenlo- susurré cuando pude decir entre hipidos controlando mi respiración- ¡por favor Ari! ¡Por favor! ¡Detenlo!

-¿Qué mi amor?- se sentó a mi lado y con cuidado me abrazo refugiándome entre sus brazos- ¿Qué pasa?

-No quiero...- fue lo único que dije mientras con la poca fuerza de mis brazos le mostraba el mechón de mi cabello que tenía en mis manos- ¡Por favor Tahi.... por favor....detenlo!

Supliqué mientras no dejaba de llorar y el soló se acomodó a mi lado, sin saber cómo me sentó en su regazo acunándome entre sus brazos como si fuera un bebé, mientras comenzaba a cantar en mi oído, no identificada la canción mi mente estaba en shock mientras entre lágrimas veían mi cabello, el al percatarse de mi acción me lo quitó y entrelazó sus manos con las mías lo cual funciono porque al sentir la calidez de sus dedos volví en mí, poco a poco sentí como tenía de nuevo poder sobre mi cuerpo y lo único que pude hacer fue abrazarme a él escondiendo mi rostro en su cuello mientras dejaba que mis lágrimas y emociones desaparecieran entre sus brazos.

Ambos nos quedamos en el piso dejando que el tiempo pasara, cuando termine de llorar salí de su cuello y enfrente su mirada, él me miró a los ojos, tenía la mirada cristalina pero a pesar de todo me regalo una hermosa sonrisa mientras yo solo me mordía el labio inferior formando un leve puchero.

-Todo estará bien....- fue lo único que mencionó

-¡Ya no quiero!- lo miré mientras negaba con mi cabeza- se está cayendo y no puedo detenerlo amor

-lo se mi amor – me sonrió- pero no se ve mal... podemos peinarlo de manera que no se note.

-Ari..- suspiré mientras respiraba hondo sintiendo de nuevo nauseas- creo que es momento de quitarlo todo....

-¿estás seguro Tahi?-me miró con duda atraves de sus ojos- de verdad podemos encontrar la manera de arreglarlo...

-No- suspiré mientras más calmado me resignaba- ya no podemos detener más esto, el tiempo sigue corriendo y tarde o temprano pasaría, desearía que nunca hubiera pasado.

-Bueno- beso mi mejilla- estoy seguro que sin cabello te verás muy guapo mi amor.

-Claro que no Aristóteles- suspiré sin levantarme de su regazó- sé que estoy horrible, cada vez me pongo más feo y ahora más.

-No digas eso –me abrazo muy fuerte- para mi eres hermoso completamente, tengas o no tengas cabello amor

-Eso lo dices porque eres mi prometido- suspiré- ahora la gente me verá con lastima, ni siquiera sabré como ir a la fundación asi,

-Yo tengo una idea- sonrió ampliamente- supuse que esto podría pasar asi que busqué un lugar donde hacen pelucas amor asi te sentirás más cómodo y seguro.

-¿De verdad Tahi?- lo miré sintiéndome un poco mejor pero no completamente- ¿Podemos ir ahora?

-Lo que tú quieras mi vida- me abrazó como si fuera un bebé aun acunado entre sus brazos- lo que tú quieras mi Tahi

Cerré los ojos abrazándome mientras sentía que todo era cada vez más pesado, pensando que en algún momento mis fuerzas me abandonarían, pero pasará lo que pasará todo estaría mejor estando entre los brazos de mi novio.

Cuando la crisis pasó decidí no ir a la fundación, me había armado de valor y si no lo realizaba en ese momento nunca lo haría, por lo que le mandé un mensaje a mi hermano diciéndole que hoy en la cena los vería pero que ya no llevaría mi cabello, no quería una impresión grande para mi familia asi que lo mejor era avisarles con tiempo para que estuvieran preparados.

Caminé de la mano e Aristóteles por las calles mientras disfrutábamos de las calles de Toluca, compramos algunos dulces, reímos como los viejos tiempos dándome cuenta de lo mucho que extrañaba estos momentos a su lado.

Luego de un rato entramos a la tienda donde se podían ver todo tipo de pelucas, se especializaba exclusivamente en realizar diseños para personas que sufríamos cáncer por lo que sabía que estaba en buenas manos, en cuanto entramos nos recibió una señora con una cálida sonrisa, Ari había hablado con ella en la mañana para agendar una cita por lo que conocía perfectamente la situación, me sentó en una silla mientras tomaba un par de pelucas y me las media, unas eras de color rubio lo cual no me convencía, otras de cabello tipo largo y otras eran muy rizadas. En esos momentos Ari llegó con una llena de colores tipo afro y me la colocó mientras ninguno podía aguantar la risa, la señorita se unió y tomó unas pelucas divertidas, de etilo hippie, otras con rayos, otras de color arcoíris, una de color rosa mientras Ari y yo no las mediamos divirtiéndonos y tomándonos fotos.

Ari tomó una larga y me la acomodó en mi cabello.

-Si fueras mujer serías hermosa.

-Deja tu complejo Heterosexual Tahi – le di un golpe-¡no soy mujer! soy feliz siendo hombre

-Lose- sonrió mirándome en el espejo- eres perfecto siendo hombre, solo quería divertirme, es más espera aquí un momento

Se salió de ese cuarto privado donde estábamos y regresó con una peluca de mujer comenzando a bailar jugando con su cabello mientras yo no podía dejar de reírme

-Y bien ¿cómo me veo?- comentó entre risas - ¡Ah que soy más bonita cariño!.

-Lo eres...- me acerqué colocando mis manos en sus mejillas regalándole un casto beso -gracias Tahi por hacerme reír, por hacerme feliz.

Me jaló hacia él abrazándome y beso mis cabellos

-Siempre cariño

Miramos nuestros reflejos sonriendo y sin más me atreví a preguntar.

-Si en otra vida fuera mujer ¿me amarías?- lo miré mientras jugaba con los cabellos largos de su peluca- o solo amarías esta versión de mí.

Me acomodó la peluca mientras me miraba a los ojos.

-No importa si tengo mil vidas – me abrazó de la cintura acercándome-no importa si soy hombre o mujer en alguna otra y mucho menos si tú lo eres, estoy enamorado de ti, de quien eres y aquí o en mil vidas me enamoraría de ti sin importar el generó solo me importa que seas tú, por ti me volvería heterosexual, lesbiana o gay con tal de estar contigo, mi alma gemela, mi persona.

Lo miré conmocionado ante sus palabras mientras una sonrisa se formaba en mis labios y solo me limité a sonreír mientras le respondía.

-Yo también sería lesbiana si fueras mujer o heterosexual si fuera hombre en mi otra vida, no importa lo fea que seas amor, lo que importa es el interior.

-¡Oye!- replicó mientras ambos reíamos a carcajadas, sintiendo como pesar de todo el estrés teniamos momentos felices.

Luego de divertirnos nos quitamos la peluca y la señora se acercó con una pequeña caja, de la cual sacó algunas más sencillas de cabello natural, entre ellas apareció una que tenía el mismo color de mi cabello, la acomodó y me la colocó peinándola, al mirarme no vi mucha diferencia a mi cabello original.

-Es esta.... –susurré- es la indicada

Miré a ambos en el espejo y suspiré, al momento de quitármela vi que otro mechón de mi cabello se iba, con mis temblorosas manos lo tomé y jugué con él entre mis dedos.

-Cariño- la encargada de la tienda me miró con dulzura- creo que es momento de quitarlo todo, te sentirás un poco mejor que verlo caer poco a poco.

Suspiré hondo mirando el mechón de cabello armándome de valor mientras mi novio ponía su mano en mi hombro apretándolo.

-Si quieres podemos esperar Tahi, no te sientas presionado

Negué mientras tomaba su mano.

-Lo haré ahora- le sonreí a la encargada quien asintió y fue por la máquina- si no lo hago ahora no lo haré nunca.

Miré mi reflejo un momento antes de ver como regresaba la encargada, cerré los ojos antes de escuchar el sonido de la máquina de afeitar sobre mi cabeza manteniéndolos de esa manera hasta que se detuvo, no tenía el valor de abrirlos, sin embargo sentí la mano de mi novio sobre la mía entrelazando mis dedos dándome fuerzas, remojé mis labios resecos y solté un suspiro hondo mientras abría poco a poco los ojos.

Cuando vi mi reflejó sentí ganas de llorar, pero había tenido suficiente, me había desprendido de lo último que era parte de mi antiguo yo, más sano, más vivo, mi cabello ya no estaba, podía ver mi reflejo mucho más delgado, y pálido ya que todo mi rostro parecía hoja de papel, me miré observando mi nuevo yo y lo saludé, prometiéndome que tendría que aprender a amar cada parte nueva de mi si quería seguir viviendo.

-Te vez hermoso- susurró Ari a mi lado- mi novio es muy guapo sin importar nada ¿no cree señorita?

Paso sus brazos por mis hombros regalándome un beso en mi mejilla

-Claro que se ve muy guapo, es muy afortunado, ambos lo son.

Asentimos mientras tomaba la peluca mirándola aceptando todo lo que había pasado.

-Bueno ahora es mi turno – susurró mi Tahi a mi lado mientras lo veía sin entender

-¿De qué hablas amor?

-Si es mi turno de raparme –me sonrió-¿pensaste que serias el único que tendría un cambio de look y nuevo estilazo? ¡Naranjas! Asi que quítate Temo deja que la señorita me rape.

Pasé mi saliva mientras lo miraba con infinito amor, ¿que había hecho en otra vida para merecer a este maravilloso hombre a mi lado? Ari no tienes idea de cuánto te amo... cuando siento que no te puedo amar más la vida me sorprende. Sabía que ese era el acto más puro que mi novio haría por mí y provocando en mi pecho una calidez, pero aunque era hermoso su acto no lo permitiría.

-No Aristóteles- me levanté deteniéndolo- no me vas a copiar este estilo único cariño, nada más es mío.

-¿Y dejar que tú te veas tan guapo y yo no? No señor Cuauhtémoc.

-Tahi- tomé sus manos entre las mías y lo miré fijamente- sé que quieres hacer esto por mí, para no sentirme solo, pero a tu lado me siento acompañado amor, no necesitas hacer esto para sentir tu apoyo, estás aquí a mi lado, no te has ido y con eso me basta.

-No lo hago por ti- mintió- lo hago por solidaridad con todas las personas que tienen cáncer,

-¡Mentira!- le interrumpí- lo haces porque me amas.

Me miró a los ojos con sinceridad y agacho su rostro mientras yo tomaba su barbilla haciendo que me mirara

-No quiero que lo hagas- le sonreí sin apartar la mirada- amo tus rizos, amo enredar mis manos en ellos al besarte, amo verlos alborotados en la mañana, amo sentirlos para consentirte en el sofá, los amo tanto que no quiero dejar de verlos, el acto más hermoso que has hecho por mí es tan solo pensar hacer esto para demostrarme que me amas.

-No quería que te sintieras solo mi amor- me sonrió- solo es cabello crecerá, puedo hacer esto por ti.

-Haces suficiente mi Tahi- junté mi frente con la suya- me amas lo suficiente y con eso me basta y sobra amor, por lo mismo no lo harás ¿de acuerdo? Es como dices mi cabello crecerá...

Miró la decisión en mis ojo sabiendo que no iba a ceder asi que asintió rindiéndose, en esos momentos la señorita nos interrumpió explicando que ajustaría la peluca pero al siguiente día estaría lista, asentí sintiéndome un poco desilusionado, ya que no quería verme asi en la calle, no me sentía cómodo y se me había olvidado una gorra o gorro para cubrirme. Mi novio me miró como si leyera mi mente y sonrió.

-Ya se amor

Ari siempre tenía la moda de usar paliacates en el cuello desde la universidad, decía que era su estilo y no pensaba quitárselo, con el paso de los años se había convertido en su sello personal de artista, siempre en los conciertos utilizaba uno diferente, tenía una amplia colección en casa y no solía quitárselos para nada, pero en esos momentos lo desató y me lo colocó cubriendo mi cabeza.

-Ahora tienes algo de mí –beso mi frente- un nuevo estilo que podemos compartir.

Suspiré mientras asentía y lo abrazaba muy fuerte sintiendiendo como a su lado nada me haría caer.

-Lamento interrumpir- comentó la señorita- ¿quieres conservarlo?

Mire que tenía entre sus manos mi cabello mientras yo me mordí mi labio sintiendo melancolía, sabía que verlo no me haría bien asi que negué con la cabeza.

-No-susurré- así está bien

-De acuerdo- ella asintió y yo me adelanté a salir de la tienda sin mirar atrás.

Después de nuestras compras regresamos a casa a descansar ya que no tenía la misma energía de antes sin embargo entre los brazos de Ari siempre recargaba baterías, comimos dulces mientras mirábamos las fotos de nuestro día lleno de pelucas y risas, cuando llegó el atardecer nos levantamos para mirarlo desde nuestro balcón abrazados en nuestra amaca provisional disfrutando la calidez de los colores.

Cuando llegó la noche nos arreglamos para ir a cenar con mi familia, no me quité el paliacate de mi cabeza en todo el día, a pesar de todo me hacía sentir cómodo porque tenía el olor de mi prometido. En cuanto llegamos a la casa nos detuvimos en la entrada y suspiré hondo sin soltar la mano de Ari.

Cerramos la puerta detrás de nosotros recibiendo los abrazos de mis sobrinos, no preguntaron sobre mi cabello, solo se sentían emocionados de ver el paliacate de su tío en mi cabeza, creían que era muy romántica la situación, cuando vi a mis tías pude percibir nostalgia en su mirada antes de reponerse y recibirme con los brazos abiertos, habíamos llegado temprano por lo que terminaban de ajustar los detalles de la cena, nos dedicamos a ayudarlas en lo que contábamos todo lo que habíamos hecho en el día y mostrándole nuestras fotos.

-Que bien se te ve el paliacate del Aris mijo – comentó mi tía chela.

-Si mi niño no importa que estilo uses te ves bien guapo- completó mi tía Candy besando mi frente- y que bueno que no dejaste que Ari se cortara sus chinos él se vería re mal.

-Si Ari el estilo va bien con Temo contigo no quedaba- bromeó Susana mientras terminábamos de servir.

-Yo solo quería acompañarlo- comentó Ari sonriendo tomando el tema con seriedad- quería demostrarle cuanto lo amo.

-Con solo pensarlo es más que suficiente cariño –tomé su mano- además las fans no me lo iban a perdonar, aunque es un lindo acto de amor que lo hayas pensado.

-Bueno a Ari lo detiene la fama- escuché la voz de papacho entrando por los pasillos que daban a la cocina- pero a nosotros no.

Alcé mi mirada sin entender cuando los vi entrando por la puerta a mi Papancho, mi hermano Pepe y mi calcomanía Julio, rapados completamente mientras me sonreían orgullosos de la situación, sentí que mis piernas flaquearon mientras me sostenía de la mesa y mis ojos brillaban con emoción mientras Ari me sostenía.

-Pero...ustedes...no...-- mis palabras se quedaban entre mis labios sin querer a salir a causa de la emoción

-¡Chitón mijo! – Comenzó mi Papancho- nosotros quisimos hacerlo por ti hijo, no queremos que te sientas solo ni que sea difícil para ti renunciar a tantas cosas, así que cuando nos comentó el Aris en la mañana la situación, decidimos peluquearnos contigo

-Si carnalito – siguió Pepe- dijimos que te apoyaríamos y no queremos que te sientas solo.

-Temocles- me miró Julio- te amamos y haríamos esto y mil cosas más por ti.

Los miré con lágrimas en mis ojos, pero en esta ocasión de felicidad.

-Gracias...-susurré- gracias familia los amo tanto

Corrí hacia los brazos de mi padre quien me recibió abrazándome muy fuerte mientras llenaba de besos mi mejilla.

-Te amo mijo – comentó mi Papancho- haré mil cosas por ti, incluso te daría mi vida.

Nos sumergimos en ese abrazo especial mientras teníamos lágrimas en nuestros ojos para luego sentir los abrazos de mis hermanos escondiéndome entre ellos, dándome la fuerza que necesitaba

Esa noche fue como cualquier reunión familiar, cenamos contando nuestra semana, celebramos el próximo disco de mi Tahi, bailamos y sobre todo nos tomamos fotos mi Papancho, mis hermanos y yo para guardarlas en nuestros recuerdos.

En algún momento me senté mirando a cada uno, mientras ellos se divertían, y me sentí afortunado porque definitivamente no tenía salud pero tenía algo que no todos tenían amor y rogué al cielo prometiendo que valoraría cada momento si me regalaba muchos años más a su lado

No importa cuántos meteoritos existan en las constelaciones destruyendo planetas, lo único que importaba es que el sol y la luna eran fuertes para soportarlas, y que el mar de estrellas eran testigo de su amor, un amor único, un amor infinito como el universo

____________________________________________________________

Buenas noches a todos, espero tengan  hayan tenido una excelente semana!

Bueno espero esta historia les siga gustando, ya que intentamos explicar lo que realmente pasa con los pacientes que tienen esta enfermedad, me gustaría leer sus comentarios, opiniones o sugerencias.

Por favor si puedes deja una estrellita en el capitulo para que podamos subir y mas personas la lean.

De igual manera si te gusta la historia recomiendala :).

Nos leemos en el próximo capitulo y estamos muy cerca de la mitad.

Les deseo unos excelentes días les mando besos y abrazos.

¡Gracias por leer! 

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