Perfecto

By HiroNakano

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Jin se enamoró la primera vez intensamente. En la peor edad para hacerlo... cuando tenía 15 años conoció al q... More

Vuelta Inesperada
Novios
Cinco meses
Kim SeokJin
Do It
You&Me
I Need You
Perfecto
AVISO

Epílogo

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By HiroNakano

EPÍLOGO

Cinco meses después.

Kim NamJoon no dejó de pensar en Jin a partir de aquella noche, esa donde el menor lo llevó hasta su casa mientras la ciudad era azotada por una lluvia con características de tormenta.

Cuando entró a su hogar nada más y nada menos otra discusión obvia con su esposa le hizo sentir horrible. No podía entender cómo fue capaz de casarse con una mujer como ella. Que sus deseos superficiales de ser igual que el resto lo llevaron a tomar la decisión de amarrarse a la peor persona del mundo. Lo único rescatable era su hijo, pero aun asi le era imposible negar el hecho de estar desperdiciando su vida al lado de ese ser humano, sobre todo si se ponía a pensar en Kim SeokJin y lo diferente que lo encontró.

Recordaba que le había amado profundamente, según su parecer, a los dieciséis años. Cuando era un joven inmaduro que se sentía bien al ser objeto de deseo de otras personas. No fue capaz de darse cuenta de la profundidad de las emociones del otro, porque seguía siendo un juego. Pero sí podía reconocer el amor que nacía cuando estaba junto a Jin y todo parecía mejorar dentro de su confusa y extraña vida.

Hasta que se aburrió.

Se cansó de los versos de amor que el otro le escribía, de las palabras llenas de deseo que le regalaba, de los besos absorbentes que le daba... la forma patética en la cual se comportaba.

Se cansó de él, de su amor... justo en el momento en que otra persona pareció ponerle atención y se fue con ella, dejando a SeokJin sin mediar explicación.

Los años siguientes fueron lo mismo. Pasar de una mujer a otra mientras, a veces, veía a Jin siempre en facetas distintas. Se había vuelto más alto y más lindo, eso no podía negarlo. Pero él estaba enfrascado en la conquista de todo lo que pudiera, porque eso levantaba su autoestima, creyéndolo perfecto e invencible.

A pesar de que ya conocía a MiMi y su desagradable comportamiento de su época juvenil, olvidó todo en el momento en que comenzó a coquetear con ella. Se hicieron novios, principalmente porque todos sus demás amigos del centro de voluntariado estaban de novios entre sí y él, por supuesto, no quería quedarse atrás. Quizás también influyó, solo un poco, que por casualidad vio una publicación en su Facebook. Uno de sus conocidos había comentado una foto donde salía TaeHyung y SeokJin. Ambos posaban en lo que parecía un mirador en una montaña y estaban demasiado juntos para ser solo "amigos", como él suponía que eran.

MiMi entonces se convirtió en su novia y lo divulgó a los cuatro vientos. Quería que todo el mundo supiera que él estaba con alguien otra vez porque, principalmente, no había mujer que se resistiera a sus encantos. Deseaba demostrar que siempre iba a tener a alguien para pasar la soledad y que de verdad, era una persona que todos querían y deseaban tener a su lado.

Otros años pasaron y se dio cuenta de que los demás comenzaban a casarse, incluso su ex amigo ChungSung. Eso, también, provocó molestia en su interior porque a pesar de que él siempre supo que ChungSung tenía sentimientos por Jin, estos aún eran amigos, y lo comprobó cuando los vio en las fotos de matrimonio de su ex amigo. SeokJin y ChungSung aparecían uno al lado del otro en varias fotografías, donde también se podía notar a un tipo un poco más bajo que su ex y de pelo menta. Jin parecía tan cómodo, muy feliz al lado del estúpido de su ex amigo... imbécil que a pesar de estar en su propio matrimonio no dejaba de mirar con ojos de maldito enamorado a Kim SeokJin.

Y bueno, si lo pensaba bien, ya tenía veintisiete años y era momento de sentar cabeza y casarse... además, tampoco podía ser menos que sus otros amigos. Así que sin pensarlo mucho en realidad le pidió matrimonio a MiMi y se casó con ella seis meses después. Durante todo ese tiempo no supo ni tuvo noticias de SeokJin, por lo que pronto le olvidó nuevamente y todo se hizo mucho más fácil y monótono en su vida.

Fue también por una casualidad que volvió a saber de Kim SeokJin, esta vez en otro matrimonio, el de TaeHyung y HoSeok, los mejores amigos del menor. Entonces cayó en cuenta que TaeHyung jamás fue el novio de Jin y se sintió un poco estúpido al darse cuenta de aquello. En la foto se podía ver al más alto sonriendo feliz al lado de sus dos amigos, todos con trajes de gala. También vió algunas fotos de Jin con otro sujeto, alguien un poco más joven, que siempre salía a su lado y con la mano en su cintura. Ese si parecía un comportamiento de alguien que apreciaba a SeokJin y no le pareció correcto... que siguiera sonriendo de esa forma siendo que debería... debería...

Quizás NamJoon nunca lo iba a admitir en voz alta, pero en su interior más profundo siempre había deseado que Kim SeokJin siguiera amándolo y que no aceptará a nadie más en su vida. Tenía, a veces, la idea de que cuando se aburriera realmente de MiMi y su vida "perfecta" solo tendría que decirle un par de cosas al otro para que éste lo aceptara y volviera a estar con él.

¿Cómo se sentiría tenerlo debajo de su cuerpo? ¿Sentir sus labios alrededor de él? Quizás escucharlo jadear en su oído mientras SeokJin le miraba con la importancia que NamJoon merecía.

A partir de ese momento no pudo dejar de pensar en SeokJin y en lo mucho que quería tenerlo de vuelta. Pero una cosa era pensarlo y otra muy distinta era llevarlo a cabo, convertirlo en realidad, sobre todo cuando de pronto se vio casado y meses después con un hijo en camino. Estaba llevando la vida que todo el mundo quería para él y que sus deseos más arribistas y falsos le mostraban.

Pero entonces, luego de otros casi tres años sin saber de él, ni siquiera por una foto de red social, pues era muy orgulloso como para teclear el nombre en el buscador y ver qué era de su vida, se lo encontró nuevamente por casualidad en un bar al que al principio no quería ir.

Y ahí estaba, frente a él sin reparar en su presencia, riendo contento junto a otras personas. Con su rostro igual de hermoso que a los quince, veinte o veinticinco años, con un color de cabello que con las luces a veces se veía lila y otras grises, un vaso de jugo en la mano y ese porte de elegante persona que opacaba a todos a su alrededor.

Es probable que nunca hubiera tenido una real oportunidad de verlo bien, admirar su presencia y darse cuenta de los gestos que hacía cuando estaba entre personas de confianza. Incluso su única forma de sacar el móvil de sus pantalones y sonreír con cariño y sinceridad sobre la pantalla. Jin era la existencia más hermosa que había visto en su vida y lo peor, es que solo en ese momento se dio cuenta, cuando el menor levantó la mirada con el ceño levemente fruncido buscando algo a su alrededor.

Los ojos de ambos se encontraron y NamJoon estaba seguro de que ni siquiera cuando era un estúpido y perdido adolescente había sentido la fuerza en esa mirada, que permaneció conectada a la suya por algunos segundos para después desaparecer por completo y no volver a posarse en su dirección en todo lo que restó de noche.

Entonces, durante todas esas horas que pasó en el mismo lugar que Kim SeokJin, mientras seguía mirándolo interactuar con los demás como si él no existiera, comenzó a imaginar un mundo en el cual él sí había escogido bien, donde su cerebro pensaba de manera correcta y no le costó nada, absolutamente nada, ver las imágenes de él y Jin juntos a través de esos casi quince años de real ausencia.

Caminando juntos a la escuela, luego NamJoon pasando por él a pesar de estar en la universidad. Estudiar por fin juntos en el mismo lugar... quizás NamJoon de verdad hubiera escogido música porque Jin, en esos cortos cinco meses, siempre le alentó a cumplir sus sueños. Graduándose juntos, viajando a Grecia que era el anhelo de toda la vida de SeokJin, compartiendo un apartamento, pasando el rato con los amigos de Jin y que se notaban mucho mejores personas que los suyos... quizás también hubiera logrado hacer un álbum de música y en la dedicatoria el nombre de SeokJin resaltaría por sobre todo. Casarse una noche de verano en la playa, sencillo, ellos y sus cercanos... disfrutar su vida juntos como compañeros eternos... estar en esa misma noche al lado del otro y que lo mirara con amor y cariño tatuado en sus bonitos ojos castaños y ser el dueño por siempre de aquellos labios que se veían perfectos pero que, por supuesto, ya no recordaba.

Entonces el peso de probablemente algo llamado culpa lo invadió, impidiéndole respirar bien.

¿Qué clase de mierda había tenido hasta ese momento?

¿Qué dejó escapar por un estúpido capricho de quinceañero?

No sabía porque, pero en aquel instante la certeza de que su vida hubiera sido millones de veces mejor al lado de SeokJin le golpeó con brutalidad la cabeza, hundiendo su corazón dolorosamente.

¿Qué tenía él en eso que llamaba casa?

¿Un hogar? ¿Amor? ¿Comprensión?

Solo gritos, celos y estúpidas peticiones que no lo dejaban vivir.

Un hijo a quien amaba con locura pero que estaba siendo criado de la peor forma por su propia madre y que, por cobarde e imbécil, no era capaz de salvar.

Se sintió patético, estúpido, el peor ser humano del mundo por haber dejado a ese chico que seguía sonriendo como si todo estuviera bien y NamJoon no pensara que la vida a su alrededor se estaba derrumbando.

Sin poder soportar un momento más salió del lugar, porque no podía pensar en otra cosa que no fueran todos los errores que cometió con SeokJin cuando eran jóvenes. En aquellos deseos que a veces le nacieron de volver junto a él, de ser él mismo porque estaba seguro de que con el único que podría ser realmente Kim NamJoon era con Jin, quién no huiría despavorido por lo que existiera en su interior... él le acompañaría, comprendería y ayudaría a cumplir sus sueños y anhelos más profundos.

La lluvia y el frío de aquella noche no ayudaban en nada. No solo se estaba congelando su cuerpo por la temperatura, sino que su corazón se sentía como un témpano de hielo.

A él nunca le habían pasado esas cosas... nunca se puso a pensar en aquello... o bueno, quizás sí, cuando estaba muy borracho, llegaba a su casa y se acostaba al lado de la peor mujer que podría haber escogido para casarse. Pero no, era un pensamiento de ebrio que no volvía en la mañana ni a la semana siguiente.

No podía entender qué le ocurría, sobre todo, cuando sentía que iba a llorar en cualquier momento. Y para su mayor mala suerte, ningún taxi hacia acto de presencia.

Pero cuando estuvo a punto de comenzar a caminar para llegar a pie a su casa de ser necesario, un automóvil rojo se detuvo frente a él. Observó como la ventana fue descendiendo, luego la cabeza y voz de SeokJin se dejó escuchar.

Le preguntaba si podía llevarlo a su casa, el clima era muy helado en ese momento y se podría enfermar. NamJoon pensó que estaba sufriendo un pequeño ataque de pánico, por lo que se quedó callado para luego negar de forma torpe. Pero Jin insistió y él no fue capaz de negarse una segunda vez, por lo que agradeciendo sinceramente se subió en ese coche que aún olía a nuevo. Le dijo que vivía dónde mismo y así el camino comenzó, primero entre un silencio incómodo, luego con la música del celular del menor y finalmente con una charla que le permitió conocer la vida de SeokJin durante esos quince años. Obviamente todo fue a grandes rasgos pues no le dio mayores detalles, pero se sintió feliz de escuchar que asistió a la universidad y que había viajado mucho. NamJoon le preguntó si logró ir a Grecia, a lo que Jin negó, pero dijo que ya estaba planeando ese viaje y que esperaba poder realizarlo pronto. También que seguía siendo amigo de TaeHyung y HoSeok y que en general en la vida le iba bastante bien.

Que era feliz.

Feliz, por supuesto, sin él.

Entonces no comprendió, tampoco muy bien, pero cuando llegaron a su casa y se dio cuenta del mundo en el que estaba a punto de entrar otra vez, quiso hacerle notar a Jin que quizás su encuentro no era una simple casualidad, sino algo predestinado. Por supuesto no lo dijo con esas palabras exactas, pero estaba seguro de que SeokJin entendería... si su amabilidad le llevó a invitarlo a su auto para que no enfermara, quizás algo de sentimientos por él quedaban dentro del menor y, por un breve segundo, pensó que podría utilizar eso a su favor.

Pero no. Jin se negó, se molestó, y cuando estaba a punto de enviarlo a la mierda por su "atrevimiento", una llamada cortó su conversación y por la otra línea se pudo escuchar la voz adormilada de otro hombre, quien preguntaba por Jin y cuando iba a regresar a casa.

SeokJin, por supuesto, había cambiado de manera rotunda y automática su rictus molesto y voz dura para dar paso a la cariñosa expresión que bañó por completo su hermoso rostro. Sonrió contento, feliz, emocionado y enternecido. Habló de la misma forma y cortó pronunciando un te amo.

Kim SeokJin ya tenía a otra persona y se notaba que por eso era feliz. En ese segundo NamJoon se sintió derrotado y humillado por no darse cuenta de que por supuesto alguien como SeokJin tenía en su vida a otra persona que sí lo valoraba, entendiendo lo maravilloso que era.

Y se bajó del automóvil, Jin diciendo otras cosas que no entendió muy bien porque en su cabeza todo resonaba como si estuviera encerrado en la más profunda de las cuevas. Kim SeokJin se había marchado del lugar, por supuesto que no volteó a verlo y él más alto se quedó con la amarga sensación del abandono que jamás sintió a sus dieciséis años.

¿Qué tan estúpido fue durante todo ese tiempo?

¿Por qué solo en ese instante se daba cuenta de sus errores y lo mal que había vivido su existencia?

¿Por qué no podía dejar de sentir ese dolor profundo en su interior? A pesar de tener a MiMi gritando frente a él, preguntando de quién era el auto que lo llevó.

NamJoon entonces comprendió que todo se estaba convirtiendo finalmente en lo que había buscado. Ya no existía una perfección de fotografías retocadas a la cual aferrarse, ni siquiera muestras de cariño de lo que alguna vez sintió por esa mujer. No había nada en su interior, nada más que la imagen sonriente de SeokJin mientras contestaba el teléfono en su automóvil y la forma en la que hablaba de amor con otra persona... mientras Kim NamJoon se sentía como el más insoportable y horrible ser humano del mundo... pues por su propia mierda perdió, muy seguramente para siempre, el amor y cariño de la única persona que le había hecho realmente feliz... en aquellos lejanos recuerdos que tenía de los mejores cinco meses de su vida... quince años atrás.

Esperaba que en su próxima vida pudiera actuar de manera correcta, pues estaba seguro de que en algún momento de la historia podría por fin tener de vuelta a Kim SeokJin a su lado.

—Quizás... quizás...

Y a pesar de que escuchó la voz de su hijo llamarle desde su costado, no pudo hacer nada más que seguir mirando a la pareja que caminaba de la mano frente a él, sonriendo como nunca antes había visto hacer a dos personas.

Estaba seguro de que solo llevaba un par de segundos mirándolos interactuar, quizás incluso besarse calmadamente mientras compartían un helado. Pero NamJoon no solo había sentido el peor escalofrío de su vida recorrerle la espina dorsal, sino que también la fuerza con la que todos esos pensamientos que llevaban cinco meses atorados explotaban dentro de su confundida cabeza.

Volvió a sentir el tirón en su mano y no tuvo más remedio que descender la vista y mirar cómo su hijo intentaba llevarlo hacia una juguetería. No le contestó nada pues de inmediato movió sus ojos a la misma dirección de segundos atrás y se dio cuenta de que SeokJin y JungKook ya no estaban en su campo visual, por lo que arrastrando él esa vez a su hijo los buscó por un par de segundos hasta hallarlos frente a una tienda de ropa deportiva en aquel centro comercial.

Escuchó la risa de Jin, vió la forma en la que JungKook tomó su cintura y lo pegó a su cuerpo y la manera en la que le susurro algo al otro hasta hacerlo sonrojar y luego provocarle otra risa estruendosa.

Pudo notar, también, a pesar de la distancia, el anillo en el dedo anular que ambos llevaban como muestra de su unión.

NamJoon sabía perfectamente que significaban esas alianzas porque lo pudo averiguar gracias a fotos de la red social más famosa de Corea.

Y no se dio cuenta de que estaba llorando hasta cuando HooBin movió mucho su mano para llamar su atención y preguntarle, asustado, porque su papá estaba llorando.

NamJoon se colocó a la altura de su hijo, intentando calmar el dolor en su pecho y las ganas de ir corriendo detrás de Jin y suplicarle de rodillas que volviera a amarlo... que esa vez NamJoon no le defraudará y que estarían juntos para siempre.

—Papá ha cometido el peor error de su vida HooBin, espero que tú seas más valiente e inteligente que yo y puedas ser feliz de forma correcta... todos los días.

Por supuesto que el pequeño niño no entendió lo que estaba hablando su padre, pero no hizo nada más que dejarse abrazar con fuerza y casi desesperación por NamJoon, quien lo sostenía como si su pequeño cuerpo fuera la única tabla de salvación que tuviera.

Kim NamJoon lloró y lloró mucho aquella linda mañana de verano en brazos de su pequeño hijo y que finalmente terminó dormido y colgando a su cuello, bajo la preocupada mirada de las personas que paseaban a su alrededor, mirándole con lástima.

A él no le importaba.

Nada en su vida le importaba en ese momento... no cuando se dio cuenta de que definitivamente había perdido lo mejor que tuvo alguna vez en su vida, por su egoísmo, egocentrismo, pedancia, mentiras, orgullo...

El karma siempre llegaba y en los momentos más inesperados... solo para mostrarte los caminos errados que cada uno tomó en alguna oportunidad.

NamJoon supo entonces que aquel era su Karma... quizás si esperaba otros quince años Jin iba a volver a sus brazos.

—Quizás... quizás.

Sin perder más tiempo ni seguir dando ese pobre espectáculo en pleno centro comercial, NamJoon tomó el cuerpo de su hijo y afianzando sus brazos se lo llevó con la clara intención de desaparecer del lugar y poder llorar todo lo que pudiera en su apartamento, cuando estuviera completamente solo, sin la compañía de nadie, ni siquiera de sus pensamientos más crudos o dolorosos.

Porque cada uno de los pensamientos de Jin que seguían bombardeando su cabeza no lo dejaban en paz, a pesar de ya saber que no tenía ni una sola maldita oportunidad con él.

Caminó con el semblante derrotado, la mirada angustiada y pérdida... el aura de quien lo ha extraviado todo y se encuentra vagando en el más crudo de los desiertos.

Esa fue la forma en la cual SeokJin había visto como NamJoon se iba con su hijo en brazos.

Le había visto mirarle, luego llorar y ahora irse.

Quizás sintió un pequeño, pero muy pequeño pinchazo en su corazón al ver tan patética escena y se preguntó si él, durante todos esos años, se había visto de igual forma.

Pero desechó por completo la idea al segundo siguiente.

Nada pasaba por aquello, él solo tenía que sonreír feliz a JungKook cada uno de los días en los cuales iban a estar juntos... porque solo con él SeokJin creía en el "para siempre", sobre todo si veía la forma divina e irreal con la cual el menor le miraba, como si tuviera una galaxia completa dentro de sus oscuros orbes iluminando el camino pedregoso de Jin.

—Te amo JungKookie, no lo olvides nunca ¿está bien? —Le dijo mientras le tomaba las caderas para apegarlo por completo a su cuerpo.

JungKook solo sonrió ante la espontánea declaración y sin mucho más lo besó con la misma necesidad infinita de siempre, tan antigua y nueva a la vez, profunda, potente, electrizante y llena de felicidad.

Kim SeokJin entonces dejó de pensar en NamJoon y en sus tiempo de escuela, en lo doloroso que fue amar al otro por casi quince años... lo olvidó todo. Mientras tuviera los labios de JungKook tomando los suyos y sus manos queriendo arreglar su siempre frágil corazón, Jin no le iba a pedir nada más a los dioses ni a la vida.

Su lugar en el mundo estaba entre los brazos cálidos y perfectos de su joven esposo.

El verdadero y real amor de su vida.


****************************************************************

Bueno... este es el final de la historia... (primero quiero aclarar que creo que repetí muchas imágenes... lo lamento xD)

Y ahora bien, esta historia surgió como una necesidad personal de contar un episodio de mi vida, un amor que fue muy corto pero luego bastante doloroso, por muchos, muchos años... por supuesto, no tuve un final tan feliz como el de SeokJin -hasta el momento, no pierdo la esperanza- pero me quité algo así como un peso de encima al escribir esto, terminarlo y publicarlo.

Espero que les haya gustado a las personas que lo leyeron, en especial a Gabihobi8... te saranheo caleta amiga 🥰😘🥰 gracias por tu apoyo siempre.

Solo les quiero decir que la próxima subiré otra historia, esta vez un one shot que surgió luego de leer un AU en twt... será más sexualongo y espero que les guste tambien... es un NAMxJINxTAE por si acaso...😏😏😜

¡Otra vez, muchas gracias y no se olviden de votar! 

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