- ¿Estas segura de esto?
- No - contesté - pero no tenemos otra opción, pronto anochecerá y tenemos que buscar donde dormir
- Demonios
Les explicó, llegué a la conclusión de que para oler como caminantes debemos ponernos lo que más apesta a caminantes, sus entrañas. Para lograr eso tenemos que matar a uno, abrirlo y bañarnos en... me da asco de solo pensarlo. Entonces, la señora atraerá a un caminante y yo lo mataré
Vi un caminante cerca de nosotros, si ella lo atraía iba a ser pan comido. Le hice la seña para que lo llamara, me oculté detrás del tronco y esperé a escuchar su voz
- Hola... - dijo ella pero no pareció ponerle atención - ¡ey!
El caminante por fin la miró y caminó con lentitud hacia ella, la señora retrocedió un par de pasos y me miró asustada. Le negué con la cabeza y miré al muerto, estaba cerca pero no lo suficiente. De todos modos la mujer se espantó y corrió para esconderse detrás del tronco, rodee los ojos y me aproximé al caminante. Le di con mi lanza justo en la frente y este cayó al suelo
- Estas loca... - dijo ella
- Si, no lo negaré
- Pudo matarme
- Pero no lo hizo - tomé los hombros del caminante y lo arrastré hacia el árbol - si usted lo hubiera atraído un poco más no tendría que estar haciendo esto
Dejé el cuerpo del caminante echado de espaldas y me arrodillé junto a su pecho. Le entregué mi lanza a la señora y ella me miró sin entender
- No - contestó
- Si, necesito que me proteja mientras hago esto. A no ser que quiera hacerlo usted
Inmediatamente tomó mi lanza y me dio la espalda, ahora ella vigilaba mientras yo hacía el trabajo sucio, literal. Saqué un cuchillo de mi bota, no estaba lista mentalmente para esto, tomé la abertura de mi camisa y la puse sobre mi nariz, levanté el cuchillo sobre mi cabeza y lo clavé sobre el estómago del muerto. Cerré los ojos e hice fuerzas en mi mano, hice que el cuchillo avanzara sobre la piel del caminante y dejara sus tripas al aire. Apestaba demasiado, mucho peor de lo que pensé, apreté la camisa contra mi nariz y evité oler el contenido
- Estas demente - dijo la señora
- Ya lo se
- ¿Como aguantas el olor?
- El olor no, la imagen si. En la granja de mi abuelo tuve que aprender a matar animales para la comida, mi padre también me hizo aprender sobre la parte cruda de la vida
- Eso es horrible
- Concuerdo con usted, ahora venga
Saqué mi cuchillo del cuerpo del caminante y lo guardé, esto me iba a hacer vomitar, tomé los extremos de la piel cortada y lo abrí dejando sus entrañas al aire. Tomé el intestino conteniendo la respiración y lo saqué, le hice señas a la señora para que se preparara. Levanté las entrañas y se las pasé por su pecho y brazos, ella tenía la cara horrorizada pero se aguantó las palabras. Terminé con la parte delantera y la rodee, pasee el intestino por su espalda y la deje llena de sangre
- Ahora le toca hacerlo conmigo - dije
- No puedo
- Si puede - dije tomándola de la cara y pasando toda la sangre que podía por su cuello y hombros - ¿cual es su nombre?
- Roxanna
- Bien, Roxanna, ¿quieres sobrevivir?
- Si
- Para eso me necesita - dije - y para que yo viva tiene que hacer esto
- Voy a vomitar
- Hágalo luego de pasarme el estómago y riñón del caminante - contesté seria
Roxanna entendió la importancia de esta misión y asintió con la cabeza. Se acercó al caminante y pude oír sus horcadas por lo que estaba sujetando entre sus dedos, cerré los ojos y ella pasó el contenido sobre mi cuerpo, se sentía peor de lo que pensé. Que algo envuelto en sangre y músculo y fibras te pase por el cuerpo de un lado a otro era asqueroso
No iré a detalles, solo me lo pasó por brazos, pecho y espalda, de una manera mucho más minuciosa de la que yo hice con ella. Cuando terminamos te envolvernos en tripas de caminantes nos miramos una a la otra, estábamos asquerosas
- ¿No deberíamos cubrirnos las caras? Podrían ver que no estamos muertas
- No lo harán y no podemos hacer eso - recordé un par de lecciones - la sangre esta contaminada y ponerla cerca de los ojos, boca o nariz podría darnos una infección
- He visto sangre de caminantes en caras de las personas antes - dijo en defensa propia
- Pero se podían lavar inmediatamente, nosotras no podemos desgastar el agua
- ¿Ahora que? - preguntó asustada
- Hay que probar si funciona
- No pienso ir de carnada esta vez
- No tendrá que hacerlo - dije mirando al frente
Una pequeña horda había seguido nuestro rastro y caminaba lentamente hacia nosotras, significaba que si esto no funcionaba íbamos a tener que escapar pero eso solo nos agotaría, era el perfecto momento para probar lo de las tripas
- Muy bien... - dije lentamente - tome una de las mochilas
Ella tomó la segunda y se la puso sobre la espalda, tomé la primera e hice lo mismo. Recuperé mi lanza y me preparé para lo peor
- Hora de irnos
- No - contestó jalando mi mano y ocultándonos detrás de un tronco
- ¿Disculpa?
- No lo lograremos, las dos estamos en recuperación, nos cansaremos muy rápido
- Tenemos que ir con la horda y luego desviarnos
- No haré eso
- No tenemos ninguna opción, ahora tome mi mano y haga lo que diga
- Eres solo una niña, no sabes lo que haces
- Una niña con experiencia, si quiere correr adelante, es libre de hacerlo pero morirá en menos de dos horas, si quiere cambiar eso tendrá que hacer lo que yo
Dejé a Roxanna sin palabras, claramente entendía el peligro de la situación y se quedó sin caminos con salida. Tampoco confiaría en mi misma, una niña de menos de quince años atrevida y valiente
- Ahora, no suelte mi mano pase lo que pase, no hable ni haga ruidos, solo camine a paso lento
- ¿Estas segura de esto?
- Si no, le debo un chocolate
La horda estaba a unos metros de nosotras, nos apretamos las manos y esperamos lo peor. Pero nunca llegó, los caminantes no reconocieron la diferencia entre ellos y dos chicas vivas, había funcionado pero no por mucho tiempo. Apreté la mano de Roxana y avancé con lentitud siguiendo la dirección de la horda
Nos chocamos con un par de ellos pero no pasó nada, sentía el pulso acelerado en la mano de Rox pero no podíamos distraernos. Avanzamos un par de metros junto a los muertos, preparadas para cualquier cosa. Apreté mi lanza contra mi brazo, si tocaba a uno de los caminantes podían alterarse pero tenía que tener cerca mi mejor arma, la ametralladora estaba en mi espalda oculta por la mochila. Ojalá salgamos de esto vivas
Hasta ahora todo estaba tranquilo, habíamos logrado avanzar más de un par de kilómetros en esta estrategia, pero pronto la sangre dejaría de apestar y eso nos delataría. Si mis cálculos no estaban mal estábamos cerca de un camino de tierra de Daryl solía tomar, pero tendríamos que desviarnos 80 grados de la dirección que estamos tomando, además estaba por anochecer pronto y teníamos que encontrar un lugar donde estuviéramos seguras
Apreté la mano de Rox, ella me miró por unos segundos, le apunté con la mirada hacia nuestra derecha. Ella asintió con la cabeza y desvió sus pasos con lentitud. Ambas terminamos dirigiéndonos a lo que sería nuestra nueva ruta, miré hacia atrás y vi a tres caminantes que nos terminaron siguiendo pero los demás siguieron a la horda
Avanzamos lo que pareció ser menos de un kilómetro hasta que llegamos a un camino de tierra. Dejé la mano de Rox y tomé la lanza con ambas manos, solo quedaron dos caminantes detrás. A ambos no me costó nada derribarlos
La noche estaba cayendo y nosotras seguíamos sin protección, tomé la mano de Rox y la guié hacia el bosque. No nos alejamos mucho por si necesitábamos guiarnos con el camino de tierra pero si lo suficiente como para que cualquier caminante que pasara por ahí no nos pudiera diferencias
Un par de horas después habíamos logrado prender un pequeño fuego con la ayuda del cortaplumas y la señora se dedicó a calentar dos latas de comida. Estaba perdida, no tenía ningún plan, ya había ejecutado el único que se me ocurrió pero no estaba segura de lo demás ¿que haría Daryl? ¿que haría Rick? ¿Que haría mi padre?
- Aquí tienes - dijo Rox interrumpiendo mis pensamientos. Ella me estaba entregando una lata caliente y la envolvía con una manta para no quedarse, le agradecí con la mirada y recibí la comida
Eran frijoles para recalentar, no era algo de lujo pero teníamos que recuperar nuestras fuerzas, no sabía cuanto tiempo íbamos a estar solas aquí afuera. Debíamos encontrar más comida y un mejor refugio
- Gracias por salvarme - dijo después de comer un poco - otros me habrían dejado atrás, como lo estaban haciendo
- No podía dejarla atrás, no dejo a ningún soldado caído... - pensé en mi padre
- ¿Disculpa?
- Nada - sacudí mi cabeza, fingí que me rascaba el cuello y sentí la cadena aún colgando de mi cuello
- Siento haber dudado de ti - continuó - nos sacaste de la prisión
- No me agradezca todavía - dije - tenemos que seguir adelante, encontrar un mejor lugar para sobrevivir
Vi como su cara se apagaba, no era una anciana pero tenía la edad suficiente, el virus no la ayudaba, apenas se estaba curando y tenía que volver a salir. No iba a poder cambiar turnos con ella, entonces no podría dormir nada...
- ¿De casualidad no tendrá una cuerda con usted?
- No - dijo mirándose - pero si el chal puede...
- No - negué - encontraré algo más, necesita mantenerse caliente
- ¿En que estabas pensando?
- En nada importante - dije, no valía la pena preocuparla
Hubo un silencio incómodo, por unos minutos quise decir lo que sea para evitar el silencio pero luego empecé a pensar en todo. No sabía que había pasado con Maggie, ni con Glenn, ni Beth, ni Rick o Daryl... o Carl.... pero sabía lo que pasó con Hershel. Mi mente se inundó con imágenes suyas, momentos que tuvimos juntos, peleas, reconciliaciones... dejé la lata de comida y llevé mis brazos a mis piernas. Las abracé, oculté mi cara entre ellas y lloré en silencio. Se había ido, realmente no estaba aquí conmigo y no pude ayudarlo
Sentí unos brazos rodear suavemente mi cuerpo y me apoyé sobre el cuerpo de Rox, escuché su corazón latir contra su pecho y apegué mi cara a su ropa. Ella me abrazó con fuerza y acarició mis brazos intentando darme cobijo. Lo dije antes y lo volveré a decir, no me gustaba que me vieran llorando pero hay veces en las que simplemente no me importa, ahora solo quería dejar ir todo y liberar mi cabeza un poco del dolor
- Olvidaba que eras una niña pequeña - dijo apoyando su cabeza sobre la mía - eres tan fuerte y ruda que es fácil olvidarlo
- No lo soy - dije apretándome a su cuerpo - mi abuelo murió en manos del Gobernador y no pude hacer nada - llevé mi mano a mi cuello y saqué el collar de mi padre y lo dejé en sus manos - mi padre me pegaba todo el tiempo buscando que lo obedeciera y juré nunca volver a obedecerlo, el otro día me lo encontré en el bosque - limpié mi nariz con mi manga - estaba enfermo y me ordenó matarlo... lo hice sin dudar y siento que me persigue todo el tiempo
Solté un sollozo y lo intenté ocultar mordiendo mi muñeca, no pensé que diría esas palabras en voz alta pero lo hice, no me extrañaría si Rox decidiera dejarme ahí y escapar sabiendo lo que confesé. Ella ni lo intentó, me abrazó y nos apoyamos contra el tronco de un árbol detrás nuestro, podía sentir su nerviosismo pero no me dejó de lado
- Este mundo tan cruel hace que hagamos cosas que uno nunca imaginaría
- ¿Usted tuvo que hacerlas? - pregunté
- Si - dijo con la voz seca - tenía un hijo, un poco más grande que tu. Estuvimos solos mucho tiempo, vivíamos de las sobras y corríamos de casa en casa. Un día nos topamos con una horda y él dio todo para salvarme, lo mordieron en el hombro y escapamos al bosque. No quería convertirse en uno de ellos y no podía tomar su vida, entonces la tomé yo pensando en lo que él necesitaba
- ¿Que pasó después? - pregunté abrazándola, ella dejó el collar en mis manos, lo puse en mi cuello y no lo oculté
- Después de varios días sola me encontraron los hombres del Gobernador, me dieron asilo y no me preguntaron sobre mi pasado. No he vuelto a enfrentarme a caminantes desde entonces, no pude ni matar a uno solo pensando que podría ser mi hijo volviendo como uno de ellos
- A veces desearía que este mundo no existiera, - dije soltando lo que venía a mi mente - no me importa si eso significara volver a mi casa con mi padre, no tenía que preocuparme por todo esto
Durante un par de horas fingí estar dormida para que Rox cayera dormida, cuando confirmé que lo estaba me levanté y empecé a hacer turnos para protegernos. No compartimos muchas palabras después de comentarle como me gustaría vivir en el mundo anterior a este y nunca pensé que compartiría secretos con alguien tan lejano como ella, ni siquiera se los dije a Carl o a Daryl
Llorar la muerte de Hershel me había calmado un poco, sabía que esto solo era el inicio, cuando mi madre murió no lloré realmente hasta semanas después, cuando empecé a extrañarla. Lo iba a extrañar, no sabía como podía continuar con su imagen en mi cabeza, pero tenía que ser fuerte por él. Teníamos que seguir adelante y sobrevivir
El sol empezó a salir unas horas más tarde, físicamente no me sentía cansada pero mentalmente sentía que podía dormir años. Llorar no solo me deshidrató, me agotó y teníamos que seguir adelante. Desperté a Rox con cuidado y le ofrecí un par de frutas deshidratadas con agua para desayunar. Guardamos todas nuestras cosas, menos la ametralladora que no tenía balas, apaciguamos el fuego y volvimos al camino de tierra, tal vez si lo seguíamos podríamos encontrar un lugar seguro
Lastimosamente no lo pudimos averiguar, alrededor del medio día nos encontramos con una horda de caminantes, le había entregado una de mis armas a Rox pero no íbamos a poder contra todo ellos. Nos desviamos por el bosque y nos perdimos, solo tenía en mente que el bosque no es eterno, tiene un fin y no podríamos estar muy lejos de él
Caminábamos con paso lento, Rox no tenía resistencia y con la reciente cura apenas podía trotar si era necesario. No era mi amiga pero habíamos creado una especie de vínculo, no podía simplemente dejarla con una mochila, desearle lo mejor y marcharme. Me hacía sentir responsable de ambas y no la iba a dejar atrás
A mitades del bosque nos topamos con un riachuelo, habían un par de peces en el agua pero no sabía pescar, Rox tampoco sabía. Nos sentamos a las orillas del río y sacamos las últimas latas que teníamos, íbamos a comerlas frías pero no teníamos nada mejor. No nos quedaban muchas energías y teníamos que seguir caminando
Cuando Rox terminó de comer su parte, se quitó los zapatos e hizo remojar sus pies en el agua helada. No entendía por que lo hacía, dentro de un momento tendríamos que seguir caminando hasta encontrar otro refugio para pasar la noche
- ¿Te entró lodo o algo a los zapatos? - pregunté viendo como disfrutaba el agua
- No - dijo - solo es refrescante, tal vez hasta divertido
- No tenemos tiempo para algo divertido - dije seria - debemos preocuparnos por encontrar...
- Cierra un segundo la boca - dijo con dulzura aunque no sabía si tomarlo de esa manera - y mete tus pies en el agua
- Por supuesto que no - exclamé - tendríamos que usar las mantas para secarnos y luego guardarlas en las mochilas, no haré semejante desperdicio
- Yo las llevaré si eso te hace feliz
- No - dije intentando dar mi punto final
- Vamos... no seas aburrida, se una niña
- Soy una niña
- Entonces actúa como una
Rodee los ojos, pero claro que actuaba como una niña... una muy madura para mi edad, sacudí mi cabeza y me decidí. Me saqué las botas, dejé mis medias a un lado y dejé que mis pies reposarán en el agua. Estaba helada pero volví a meterlos, sentí satisfacción, hasta ahora no me había dado cuenta de cuanto me ardían los pies por caminar
El agua estaba clara, podía ver unos cuantos peces pasando tranquilamente, como si nada los amenazara. Me acerqué a ver más de cerca y por accidente noté mi reflejo, no era muy claro pero era algo. Tenía la cara manchada de suciedad, mis expresiones se endurecieron y noté como ya no tenía la cara de niña cuando salimos de la granja. Había crecido tanto como mi pelo, mis ojos aún eran claros y me impresionó ver cuan grandes eran
Quité con suavidad mi mirada y revisé mis manos, estaban sucias y secas pero se habían agrandado. Ya no era la niña que recordaba ser, sabía que habían pasado al menos dos años desde lo de la granja pero no tuve en mente como eso me afectaría a mi
- ¿Que tienes? - preguntó Rox
- Estoy vieja - dije pensando mis palabras
- Si tu estas vieja ¿que estaré yo? - bromeó, apenas me sacó una sonrisa - ¿Tiene algo de malo?
- No, pero no me recordaba así - dije cruzando mis dedos
- Déjame ayudarte
Tomó un poco de agua y la pasó con delicadeza sobre mi cara, limpió cara extremo con ultra cuidado. Se sentía raro, nunca tuve una situación así con nadie y aún así se sentía cómodo. Terminó de rociar gotas de agua sobre mi cara y tomó mis manos, las llevó al agua y las enjuagó con cuidado. Al terminar me sonrió y me apuntó el agua. Volví a mirarme, ahora podía reconocerme con mayor facilidad, eso no cambiaba el hecho de que no tenía los mismos rasgos pero pude ver rasgos que antes no
- Gracias - dije volviendo a mirarla, ella asintió con su cabeza y comenzó a limpiarse ella sola
Fue agradable, algo que no sabía si repetiría con tanta tranquilidad. Por unos momentos me había olvidado de la existencia de los caminantes y reí con ella, lastimosamente fue interrumpida por un par de muertos de los que tuvimos que escapar y volver a la realidad. Había olvidado los problemas que teníamos por delante, los muertos, la falta de comida y agua potable, un refugio...
Seguimos caminando por varias horas, estábamos más que perdidas entre los árboles, habíamos perdido la ruta en la que estábamos caminando gracias a los caminantes y no estaba segura si estábamos avanzando o si estábamos volviendo sobre nuestros pasos... Ahora todo era confuso, pero teníamos que seguir
Mis pies no tardaron en volver a arderme por todo el esfuerzo, si a mi me estaban doliendo vistiendo botas no me imaginaba lo que le dolía a Rox con zapatos casuales. Miré al cielo y revisé el reloj en mi muñeca, intenté ponerlo en hora pero no era muy exacto aún así estaba cerca de la hora
- Pronto anochecerá - dije mirando el cielo y luego el reloj
- Ten - dijo ella pasándome una botella con agua, al inicio teníamos cuatro botellas de agua potable pero ahora teníamos dos y bajando
- Gracias
- Tendremos que armar una fogata por aquí cerca - propuso ella - hay bastantes ramas para utilizar
- Creo que deberíamos seguir caminando en la noche - dije
- No podremos - me detuve
- Estamos perdidas, gracias a los caminantes del río no se si estamos volviendo sobre nuestros pasos o estamos avanzando, podríamos toparnos con hordas que vienen de la prisión
- Creo que es muy exagerado lo que dices - miré el alrededor - hemos estado dos días aquí afuera y solo nos topamos con caminantes solitarios
- ¿Y que tal si nuestra suerte se nos acaba? - pregunté - ¿que tal si nos topamos con la horda por descansar y nuestra solución es seguir caminando?
- No estamos en condiciones de hacerlo - dijo ella - hemos caminado sin parar, no encontramos nada útil y apenas comemos bien
- He sobrevivido antes con menos comida, podremos hacerlo
- Cuando estabas en un grupo más grande, ahora solo somos nosotras dos
- Rox - la llamé - solo piénsalo, si nos rodean estamos fritas, debemos seguir caminando hasta encontrar alguna casa. No podré quedarme despierta esperando que nada nos pase
- Hace frío en las noches, necesitamos mantenernos calientes o nos enfermaremos y acabamos de salir de un resfrío
- La caminata nos mantendrá calientes - dije, giré sobre mis pies y seguí caminando
- Elora - me llamó, me detuve y la miré seria - no haremos eso
- ¿Confías en mi? - le pregunté, ella miró el suelo - ¿confías en mi o no?
- Lo hago
- Que bien, porque yo no - me miró extrañada - confías en que alguna de las dos se quede despierta para ver que nada nos ataque, confías en que estaré de guardia dispuesta a protegerte y lo estoy. Pero no confío en mi misma para poder hacerlo y salvarnos, estoy cansada, tengo hambre y quiero dormir pero no puedo hacerlo hasta que encontremos algo más seguro
- Elora... yo no tenía idea...
- No te culpo - dije - estas débil por tu recuperación y de seguro tienes igual o más hambre y cansancio que yo, pero podemos hacerlo, juntas podremos
- Tienes razón - sacó de su pantalón el arma que le di - podremos hacerlo
La noche no tardó en caer sobre nosotras, los pies me ardían pero estaba consciente y viva. Notaba el cansancio de Rox en sus ojos, pero no se rendía, era una mujer muy fuerte y valiente. Tenía en mente que pronto iba a salir el sol, que pronto podríamos ver el camino y ubicarnos nuevamente, sin linternas era casi un suicidio pero sabía que lo lograríamos
No solté la mano de Rox en ningún instante, me daba miedo que la soltara y no pudiera volver a encontrarla. Los sonidos se hacían mucho más tenebrosos y fuertes con cada paso que dábamos, íbamos a ciegas y no sabía si los sonidos frente a mi eran reales o solo una broma de la naturaleza
- ¿Como te encuentras? - le pregunté en casi un susurro
- Aún en pie, pero agotada
- Podemos descansar - propuse - tal vez tenías razón, no tiene sentido caminar así
- Depende de ti
Me aseguré de caminar hasta un punto en el que la luna alumbraba con fuerza, la suficiente para identificar el alrededor. Hice que Rox se apoyara contra un tronco y la ayude a sentarse, quité la mochila de su espalda y saqué una botella de agua, se la entregué y bebió el poco contenido que tenía. Me senté junto a ella y bajé mi mochila, revisé el contenido
En la mochila que tenía llevaba una manta, una pequeña bolsa con restos de la fruta deshidratada que quedaron, los paños de mujeres y balas para el arma de Rox. Revisé la de ella y vi que tenía una manta, la caja de balas para el arma de Rick y el corta plumas. La comida se nos había acabado al igual que el agua, teníamos que encontrar más y pronto
- Ten - dije entregándole la bolsa con la fruta deshidratada
- Come tu, estoy bien
- Yo no soy la que esta en medio de la recuperación - dije - estuve varios días sin comer hace tiempo, tu no tienes ese estómago desde hace mucho más que yo
- Gracias - dijo aceptando la bolsa
- ¿Tienes el arma que te di? - le pregunté, escuché como ella sacaba el arma de su pantalón - perfecto, tenlo en tu mano por si acaso
- ¿A donde vas?
- Tengo que revisar la zona, no nos quedaremos mucho y si intentamos prender una fogata haremos demasiado ruido y no puedo ver contra que peleo. Debo estar segura de que estamos solas
- ¿Segura de ello?
- Si tu estas de acuerdo, si - dije, tomé su mochila y guardé en ella las balas del arma que no tenía, el cortaplumas y una manta. Puse la manta de mi mochila sobre sus pecho y guardé en mi mochila la caja de balas de la Colt Python, arma de Rick, y la botella vacía. Cerré ambas y las dejé a su lado
- Ten cuidado ¿si?
- Tu también - dije
Me aseguré de llevar mi arma en mi cintura y mi lanza en mano. Me puse de pie y caminé con cuidado, revisé que camino tenía más luz y lo seguí contando mis pasos. Si aquí me perdía sería difícil encontrar a Rox
Mis pisadas rompían las hojas con un pequeño chasquido, pensé que sería una desventaja pero con ello atraería a mi a cualquier ser muerto para matarlo de una vez. Me tenía preocupada que me saliera de la nada, pero para eso tenía cuchillos ocultos, mi arma y mi lanza
El ambiente empezó a apestar un poco por lo que entendí que no debía tomar ese camino, retrocedí un par de pasos en silencio y tomé otra ruta. La peste podría ser de un animal muerto o de un caminante pero prefería no averiguarlo. Mi corazón latía velozmente contra mi pecho, sabía que estaba en peligro pero tenía que mantener mi cabeza clara, alterarme haría que nos mataran a...
Un disparo fuerte llegó a mis oídos, no había sido mi arma pero fue una cerca de mi. Mierda, no sabía si Rox estaba en peligro o si era otra persona pero no podía no comprobarlo. Intenté regresar sobre mis pisadas, incluso sentí el aroma apestoso volver a mi nariz, quise evitarlo pero mis pies se chocaron con algo y caí al suelo
Un quejido llegó a mis oídos, me había topado con un caminante y no sabía si estaba tirado en el suelo y si estaba parado. Retrocedí arrastrándome en el suelo hasta que pude definir que se arrastraba conmigo. Tomé mi lanza con ambas manos y me quedé quieta, en cuanto sentí que algo apretaba mi bota lancé con fuerza mi lanza hacia esa dirección. Sentí que le había dado a algo pero el quejido seguía presente, ahora me jalaba hacia él
Retomé mi lanza y volví a apuntar, sentí como dos manos me jalaban intentando atrapar algo más que solo mi zapato. Pataleaba y retrocedía intentando librarme pero era inútil, tomé con fuerza la lanza y volvía a lanzarla, esta vez impacto contra algo más duro y el quejido se calló
Me puse de pie a toda velocidad y retomé mi lanza. Entonces escuché gritos, eran de una mujer... Roxanna. Seguí los gritos con velocidad, deseando no chocarme con nada más. Sonó otro disparo y empecé a escuchar más quejidos alrededor mío
Llegué hasta la zona donde había dejado a Rox, por la poca luz de la luna pude vislumbrar dos muertos tirados en el suelo, no se movían. Me acerqué con velocidad a Rox y ella por poco me disparaba, tomé el arma desde el mango y le hablé. Estaba desesperaba y lloraba
- Rox soy yo - dije tirando el arma al suelo - soy yo, Elora
- Elora - dijo abrazando mi cuerpo - lo siento, ellos...
- No importa - dije separándome de ella - pero tenemos que irnos, los tiros atraerán a más muertos
- Yo...
No tardó en suceder lo que predije, varios quejidos sonaron entre los árboles espantando a las dos. Ahora si que tendríamos que correr, no importaba nada más, debíamos escapar. Tomé el brazo de Rox para ayudarla a pararse pero no pudo lograrlo
- Rox, tenemos que irnos - dije intentando levantarla
- No puedo - dijo llorando - me mordieron
- ¿Que? - dije dejando de hacer fuerzas - ¿donde?
- En mi pierna derecha - dijo, la dejé contra el tronco y bajé con velocidad a su extremidad
Sentí la manta sobre su piel, la retiré y luego busqué con mi mano alguna herida. No la encontré pero sentí algo húmedo pegarse a mis dedos, no... no pudieron haberla mordido
- Tenemos que irnos - dije retomando su brazo
- Te haré más lenta, haré que nos maten
- No te dejaré aquí
Ella terminó haciendo un esfuerzo conmigo y se puso de pie, puse su brazo alrededor de mi cuello, tomé una mochila y avancé intentando identificar el lugar con menos quejidos de muertos. Rox cojeaba por la herida pero eso no evitaba que intentara sacarnos de ahí. Ahora más que nunca deseaba encontrar el pequeño camino de tierra con el que nos topamos antes, sería más fácil guiarnos
Intenté llevarnos cuanto más lejos pude pero mi cuerpo empezó a cansarse por el peso extra, los quejidos aparecieron delante nuestro. Le di mi lanza a Rox para que le sirviera de bastón y saqué mi arma con mi mano libre. Escuché como uno se balanceaba sobre las dos entonces disparé, eso atraería a más de ellos pero era inevitable no usar el arma
No encontraba una ruta, clara, solo caminaba en zig zag evitando a todo muerto que podía, a momentos era inevitable y tenía que disparar más veces pero eso no iba a hacer que escapáramos. Sentí el cuerpo de Rox rendirse y ambas caímos al suelo, tiré mi arma y la busqué con los dedos hasta encontrarla
- Vamos Rox, podemos lograrlo - dije tomando la lanza del suelo y luego su mano
- Debes irte - dijo sentándose, dejé las armas y la mochila junto a ella - aunque salgamos de aquí tendrás que dispararme
- Tenías la manta encima, tal vez te hizo herida pero no sentí huecos en la tela
- No podemos saberlo - dijo triste, escuchaba sus sollozos, tomó mi mano y la apretó - no puedo arriesgarte así
- Yo si, no puedo simplemente dejarte
- Tienes una oportunidad - dijo tomando mi cara entre sus manos - aprovéchala
- No...
Empecé a llorar sabiendo que me estaba pidiendo que escapara mientras ella era la carnada, me daba una oportunidad pero no quería tomarla... no podía tomarla
- Ve, se feliz y encuentra otro grupo - dijo dejando un beso en mi frente - eres fuerte, podrás hacerlo
- ¿Cual es tu deseo? - pregunté - algo que pueda cumplir en tu nombre....
- Que vivas - dijo feliz - estos días conocí a una chica tierna y valiente, vive y sigue siendo así
- Rox... - los quejidos se hicieron más fuerte
- Corre
- Rox...
- ¡Corre! - me ordenó
Maldije en mi cabeza pero no tenía opción, tomé la mochila del suelo y mis armas. Saqué un cuchillo de mi cintura y se lo dejé en mano, de algo tenía que servir. Corrí en dirección contraria en la que ella estaba y me apresuré en alejarme de ahí
Escuchaba sus gritos, no eran pidiendo ayuda, estaba atrayendo la atención de los muertos y los distraía de mi. Sentí las lágrimas correr por mis mejillas, hice lo posible por no chocarme con nada y seguí corriendo. Acababa de abandonar a una mujer a su suerte, alguien que me mostró un par de cosas en mi que no conocía y que nos cuidamos una a la otra. Puto mundo de mierda....
Encontré un árbol alto a tiempo, antes de que más caminantes me atraparan. Pasé el resto de la noche sujetada a una rama gruesa deseando que ninguno supiera escalar. Apenas pude dormir un poco, mi cabeza me recordaba el remordimiento de haber abandonado a Roxanna como carnada, sentía un dolor en el pecho como aquel que sentía cuando murió mi abuelo...
La mañana tardó el doble de lo que esperaba, mis pies y mis dedos me dolían, tuve que pelear con un par de caminantes en el camino y con suerte salí viva de ahí. Había dejado una mochila atrás y una de mis armas, ni siquiera sabía que tenía la que recogí, deseaba que tuviera lo que necesitaba. La tomé con cuidado y abrí el cierre, solo vi una botella vacía y la caja de balas para la Colt Python, el arma que no tenía conmigo. Maldije y cerré mi mochila, abrí mi arma y noté que tenía un par de balas más
No tenía comida, no tenía refugio, ni agua ni compañía. Estaba sola contra el mundo y sentía el miedo nacer en mi interior, miré el suelo desde donde estaba... estaba muy alto, si caía de cierta forma podría...
No, no iba a hacer eso, el deseo de Rox era que viviera. Hacer eso era totalmente lo contrario, tenía que ser fuerte y mantenerme cuerda. Respiré un par de veces y bajé del árbol con cuidado, una vez en el suelo me aseguré de que no hubieran muertos cerca mío
Comenzó mi viaje, había perdido totalmente el sentido de mi ruta pero no me detuve. Pasaron las horas, el hambre empezó a hacer sonar mi estómago, tenía la garganta seca, la vista cansada y los pies agotados. No sabía cuanto tiempo más podía estar así, antes solía tener pequeños descansos con turnos de guardia pero ahora no podía detenerme. Estaba sola y cansada, no sabía si podría pelear contra un solo caminante
En cuanto la noche llegó deseaba encontrar un árbol igual de grande que el de anoche pero no lo hice, la zona en la que estaba tenía árboles flácidos y sus ramas eran débiles. No podía crear una fogata por mi cuenta y...
Di una pisada en falso y sentí como pisaba el aire, mi cuerpo cayó al suelo y empecé a rodar sobre la colina. Protegí mi cabeza como pude pero recibía un golpe tras otro, moreteando cada parte de mi cuerpo. Cuando dejé de caer, me quejé de dolor, revisé mi cuerpo y no encontré nada roto. Busqué a tientas mi lanza hasta encontrarla. Lo único que me faltaba, perderme aún más
Empecé a caminar pero las hojas eran mucho más estrepitosas, cada vez que pisaba una parecía que pisaba cinco. Ese sonido atrajo miradas inesperadas. Escuche como varios quejidos se acumularon detrás mío, esto no era un par de caminantes... era una horda