Estaba de vuelta al campo de batalla, realmente tuvo suerte de que nadie halla notado su cambio de aroma desde su llegada, y realmente estaba agradecido al ser líder de un escuadrón, que le daba el privilegio de tener una tienda de campaña solo para él, otorgándole algo de privacidad, aunque tampoco se podía descuidar, si llegaba a dejaba que su aroma saliera demasiado, alguien reconocería que había un omega en el lugar, pero si lo controlaba, a lo máximo pensaran que uno de ellos se habrá acostado con un omega, cosa que era común para cualquier soldado allá ido a la ciudad
Pero algo que no esperaba, era que el día siguiente que había llegado, durante la mañana, una carta, apenas abrió el sobre reconoció la caligrafía de Alexander
"Querido Aaron Burr
Apenas nuestros caminos se separaron en unas insignificantes horas, pero aún así, no logro que mi cabeza abandone las memorias que arraigan en lo profundo de mi cerebro sobre mi estancia en vuestra casa cuando lo ayude con su problema, todavía sigo sintiendo vívidamente en mi memoria la cercanía entre nosotros, solo quería de cerciorarme de que haya tenido un buen descanso durante las horas nocturnas y que nadie se halla dado cuenta de la verdad, ya que apenas eh llegado y Washington me agobio en trabajos nada emocionante como el trabajo de campo que usted tiene, por lo cual temo no poder verlo personalmente durante varios días, por lo cual, ruego que me escriba una respuesta donde aclare mis preocupaciones. No sé en qué estatus se encuentra nuestra relación, pero sin duda se ha vuelto muy cercana y realmente estoy preocupado por usted, más con su estado al borde de la revelación, pero no se preocupe, su secreto está a salvo conmigo
Tu obediente siervo
A. Ham"
Era relativamente corta la carta a que uno se acostumbra a recibir cuando se trataba de Alexander, realmente debía de estar muy ocupado pero al mismo tiempo lo suficientemente preocupado de su estado, por lo cual, aprovecho su tiempo libre que tenía ahora para escribir su respuesta, y escribir otras cartas para otras personas
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Al poco tiempo de haber llegado, fue trasladado al general Israel Putnam, quien lo quiso tomar bajo su protección, teniendo que trasladarse a Manhattan por un periodo de tiempo, pero aun con eso, las cartas de Hamilton que había empezado a llegar casi diariamente desde el término de su celo no se detuvieron, aunque bajaron su frecuencia por culpa de la misma guerra. Las cartas era claramente un cortejo, pero no era el típico cortejo que utilizaba (y había visto más de una vez) de Hamilton, este era mucho más sutil, sin interés evidente de querer acostarse, sino más bien en querer entablar una conversación inteligente de ambas parte, llevando incluso discusiones entre los mensaje de las cartas, siendo empezadas y mantenidas mayoritariamente por Alexander, pero era entretenido, era casi relajante escribir y recibir las cartas durante los periodos de estrés que se sufría estar en el campo de guerra
"Mi Querido Aaron Burr
Sigo firmemente en mi postura frente a la discusión, pero agradezco sus argumentos, tal vez pueda incluso pueda agregarlas para completar a la mía, realmente no conozco otra persona capaz de seguirme e igualar mi mente como usted lo hace, realmente hace que se sienta agradable enfrentarme estos temas con usted, pero debo recalcar que debe marcar más su opinión en lugar de evadirla y cambiar el flujo, ¿Cuánta veces lo has hecho durante nuestras conversaciones sin que me dé cuenta? Es la pregunta que me hice hace poco al darme cuenta de aquella táctica ¿acaso hace lo mismo en la guerra, o no?, ¿Cómo se siente estar en el campo de guerra marcando un antes y después que dejara marcado en la historia que algún día se contara a las siguientes generaciones?, apuesto a que es más emocionante que estar a cargo de los diarios de Washington
Esperando su respuesta, tu obediente siervo
A. Ham"
"Mi querido Alexander:
No creo que le gustaría estar en mi posición, más todavía el peligro que enfrento en ser descubierto, sin mencionar que el olor del ambiente es nefasto, la muerte, el estrés y el miedo es lo que se oler fácilmente hasta para un beta, y dar una opinión firme algo es algo que no daré hasta ver todo lo que tengo en la mesa, eso incluye con la táctica evasiva o retirada, ha habido varios cambio y casi no encuentro tiempo para responderte, pero mi general esta temporalmente fuera de combate por una fiebre por unos días y estamos bajo el mando de Charles Lee, aunque no estoy de acuerdo con sus tácticas, debo seguirla al ser mi superior, así que no es de extrañar que se demore más tiempo en llegar mis cartas
De tu obediente siervo
A. Burr"
Después de aquella carta, las cosas se pusieron peligrosas por un ataque sorpresa que recibió la brigada que supervisaba, teniendo que retirarse estratégicamente de Manhattan, logrando salvar a toda la brigada en ser capturada, pudiendo así re abastecerse en Harlem. Debido al aquel logro, toda su brigada le tomo respeto, e incluso gano la confianza de su capitán, logrando ser ascendido a teniente general, quedando a cargo y siendo líder de la misma brigada que salvo, los Malcoms.
Era de esperarse que apenas le subieron de rango, llegara la carta de felicitaciones de Alexander, siempre está atento de cualquier noticia que involucrara su persona, y todavía más emocionado al saber que será trasladado a los cuarteles en Brooklyn, el mismo lugar que se encontraba él
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Cuando llego a Brooklyn, tuvo que entregar el informe sobre los daños que se recibió durante la batalla y huida a Harlem a Washington, no era necesario que él mismo lo entregara, podía enviar a cualquiera de su brigada para hacerlo, pero en la última carta que le envió el Alfa le pidió que lo entregara personalmente, más que nada para verlo en persona, al fin al cabo era el secretario del General Washington
Una vez que llego a las puertas toco en seguida, pudiendo oler en el aire el distinguido aroma de Alex desde que estuvo dentro de las instalaciones, con su informe bajo su brazo, y su gruesa bufanda bien posicionada en su cuello, apenas recibió una respuesta afirmativa del otro lado entro con cuidado al cuatrto, recibiendo de lleno el aroma de la marca de territorio del general, pero este, a diferencia de la última vez que entro, también estaba combinado con el de Hamilton, quien estaba trabajando en su propio escritorio, al lado derecho del escritorio del otro alfa, quien en ese momento no se encontraba en el lugar
- pasaron meses desde la última vez pude verte- fue el saludo que recibió del alfa cuando termino de escribir, levantándose con una sonrisa en su rostro al verlo bien –aunque la última vez que lo vi no eras un teniente coronel-
- solo pasaron 3 mese, además, no tienes nada de que envidiarme, Alexander, ser la mano derecha de alguien como el General de Washington- le entrego el informe al contrario, quien al recibir las hojas le hizo una seña hacia su escritorio
- quédate un rato, Washington no regresara pronto y es aburrido trabajar en silencio - ya había dejado todo listo con respecto con sus responsabilidad, así que podría darse aquel lujo – ¿y cómo es trabajar con Lee?, escuche que es un cretino y no escucha las estrategia que se le manda-
- bueno, no puedo negar lo que dijiste – trabajar con Lee fue un dolor de cabeza, fue difícil tratar a los soldados del norte que estaban siempre a punto de realizar un motín – no se llevaba muy bien con los del norte- realmente agradecía la ayuda de aquel soldado que lo ayudaba aplacar la ira de los soldados
- lo sé, Laurens estaba en el norte, hace poco volvió, me dijo las mierdas que habla sobre Washington, ese hombre - sacudió su cabeza con una sonrisa - pero me dijo que tiene un plan para darle su merecido
- "así que era él, el soldado que se quejaba Charles"- pensó para sus adentros
Lo que siguió de la conversación no era tan diferente a la que se mantenía en cartas, pero sin duda era diferente en hablar con uno frente al otro que leerlo en un papel con tinta. No pasaron mucho rato cuando Burr decidió que era mejor retirarse, pero antes poder salir se topó en la puerta con nada más y nada menos que con el general, quien solo lo miro unos segundo con una expresión que no logro descifrar, pero había logrado que su corazón se parara por unos instantes, tal fue su miedo o su respeto que le tenía aquel alfa que lo provoco, sin embargo él solo se adentró a la habitación sin decir alguna palabra a su persona, acción que igualmente imito y se alejó de allí
Realmente no se esperaba que al llegar a su tienda de campaña, en la entrada de esta estuviera el alfa con aroma a chicle de menta refunfuñando mientras lo esperaba
- ¿necesita algo, general Lee? - pregunto para llamar la atención del contrario quien se ilumino su mirada al verlo
- por fin llegas Burr, necesito tu ayuda, ¿recuerdas del soldado insubordinado de que te hable?, el muy insolente me envió una carta retándome a un duelo si no me disculpaba de lo que dije sobre George, a pesar que tengo la razón sobre ellos - con apenas saber eso supo el rumbo que tomaría la conversación
- asumo que usted no se disculpó y se encuentra aquí para que sea su segundo, ¿o me equivoco, señor? - retarse a un duelo era normal entre los recluta de la armada, aunque él no había participado como un participante activo o como segundo, sabía bien las reglas de esta
- me encanta lo inteligente que eres Aaron - paso su mano sobre su frustrado rostro – mañana durante el horario del desayuno tienes que juntarte con el segundo de ese Laurens - y sin más se despidió, era de noche y no tenía el turno nocturno, así que era mejor irse a dormir para prepararse para mañana
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Lo tenía que haber esperado que Alexander era el segundo de Laurens, estaba exactamente en el lugar donde debían juntarse para ver si lograban un acuerdo de paz o ver el lugar y hora del duelo
- realmente no me esperaba que Lee lo hubiese escogido como segundo, Aaron - a pesar que se expresó con su típica seguridad que lo caracterizaba, había unos tinte de nervios que se denoto en los movimientos de sus manos –bueno, vamos al grano, o se disculpa, o sino veremos el lugar-
- creo que ambos sabemos que cosa que hay que ver- así que ambos se dispusieron a ver el lugar del duelo siguiendo las reglas de estas, pero durante todo el periodo que estaban, podía ver los pequeños movimiento que denotaba que había algo que Alexander no le estaba diciendo
- ... Bien, entonces antes del amanecer se juntaran para llevar a cabo el duelo ... bueno .... - el de ojos miel se mordió el labio inseguro mirando hacia ambos lado procurándose de que realmente estuvieran completamente solos, debido a lo que tenía que decir a continuación, se acercó al oído del contrario mientras susurraba en voz baja – Washington sabe que eres un omega - y la respiración del ojos purpuras se cortó apenas escucho las casi silenciosas palabras del Alfa, su mente se llenó de terror de la consecuencia que traería eso, Dios santo no, podría enviarlo a una corte marcial y quitarle todo lo que tenía a su nombre, pero, a pesar del miedo que sentía, no dejo que ninguna emoción estuviera plasmada en su rostro, dejándolo solo con una mirada indescifrable, no podía mostrar debilidad, sino su aroma se dejaría llevar y todos lo olería
- ¿Cómo? - fue lo único que logro formula en sus labios después de un rato, aun con los labios de Alexander al lado de su oreja sintiendo cada exhalación de su parte
- me lo dijo ayer después de que te fuera de la oficina - respondió mientras se retiraba lentamente, volviéndolo a mirar directo a los ojos – creo que él ya tenía sospecha después de que volviéramos después de "eso", no tengo idea que planea hacer ahora, pero lo que sí sé, es que no va reseñar tus hazaña en Harlem en las ordenes generales de hoy - eso lo hizo enojarse, sabia lo importante que era eso, ya que así se le podía reconocer a los soldados, darle estatus o verlo como héroe de guerra, pero no podía hacer nada, ya que él lo podía destruir fácilmente –me tengo que ir, te enviare una carta si algo pasa, pero tengo la sensación de que vas a estar bien - fue lo último que dijo antes de marcharse, dejando solo al omega quien se quedó unos minutos pensando, tendría que buscar una solución pronto, pero por ahora, era mejor esperar la decisión del general, tal vez, solo tal vez, no todo estaba perdido
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lo siento por tardar mucho en sacar el capitulo, y también temo que me demore en sacar los siguientes partes, pero no planeo dejar esta historia, solo que los capítulos se demoraran un poco más en salir, más que nada por tema de los estudios, mucha gracias por su lectura
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