Un sonido estremecedor me retumba en los oidos, dejándome aturdido por unos segundos. No sé si estoy muerto, herido o no lo sé... miro a mi alrededor, no puedo distinguir nada, mi vista está completamete borrosa. El sonidillo agudo que atraviesa mi oído derecho y el ardor en este, están matadome.
-¡Liam!.- escucho la voz de una mujer gritar mi nombre repetidas veces.
Me llevo las manos a los oidos, cubriendomelos para poder hacer resistencia contra ese sonidillo que parece torturarme. Lentamente va desvaneciendose y comienzo a ver más claro. Me percato de que me han dejado libre.
Me miro la mano, toda esta cubierta de sangre. Levanto la mirada y observo a Sam soltar el arma que tenia entre sus dedos. Esta cae cerca de mi.
Al momento no reacciono, pero después la tomo con la mano ensangretada.
Alguien me trata de derribar por detrás, pero al poner resistencia, se le hace imposible y entonces se encima sobre mi espalda.
Aun aturdido, intento ponerme de pie, pero el peso de esta otra persona no me lo permite. Estoy comenzando a desesperarme.
Giro la cabeza y observo que es Sebastián el que trata de quitarmela.
Mientras tanto, Sheryl sujeta bien a Sam para que no pueda ayudarme. La sujeta con ambos brazos, acorralando los de Sam doblados hacia arriba y con los puños cerrados.
Si le disparo a Sheryl en cualquier parte, puedo asegurar que soltara a Sam, pero caigo en el riesgo de darle a ella tambien.
Sebastián sigue tratando de quitarme el arma. Intento arrastrarme para acercarme a ellas, pero parece como si mi cuerpo estuviera totalmente entumecido. Veo mis manos sujetando el arma frente a mi, pero no parecen ser mis manos. Mi campo visual continua confundiendome.
-¡Suelta el arma, Liam!.- gruñe Sebastián.
Me inco y tomo el arma como si estuviera a punto de disparar; casi apretando el gatillo. Sebastián también lo hace, provocando el movimiento de mis dedos y haciendome disparar.
El estruendo de la bala al salir nos aturde a todos, pero mas a mi. Cierro los ojos por inercia y me encojo sobre mis hombros.
Alzo la mirada después de abrir los ojos y...
No...
No, por favor.
Esto no puede ser verdad.
Me quedo pasmado mirando la escena que hay frente a mi y tiro el arma inconscientemente.
Siento el corazón en la garganta.
Corro hasta ella; corro lo más rápido que puedo para no dejarla caer.
-No, Sam, no...- sollozo.
La tomo entre mis brazos y me inco para recostarla en el suelo para observar la herida.
Ella me mira asustada, se está atragantando. De la herida sale sangre a borbotones.
Le he dado en la traquea...
No puedo salvarla.
Diablos... ¡NO PUEDO SALVARLA!
Trato de cubrir la herida con mis dedos, pero es imposible... no puede salir de esta.
-Sam, por favor no me dejes...
No puedo evitar las lágrimas... he cambiado por ella, he hecho tanto por nosotros que esto no puede terminar asi.
Ella no puede irse y dejarme. No puede... no puedo dejarla ir, no soy lo suficientemente fuerte para afrontar esta situación una vez mas.
Cierro los ojos para evitar las lágrimas, y siento como ella me toma de la nuca.
Abro los ojos y espero a que me diga algo, pero entonces se queda inmóvil; sus ojos aun me miran, pero ya sin vida.
Un golpe fuerte se escucha a mis espaldas; un gran impacto.
-¡Policia, bajen sus armas!
Escucho una voz varonil, pero no puedo ser capaz de voltear.
Me limpió las lagrimas, y tomo su mejilla con mi mano, la cual sigue llena de sangre. Cierro sus ojos y beso cada uno de ellos. La estrecho entre mis brazos, no me importa si me lleno de sangre.
-Sam, no te vayas, no te vayas, no te vayas... ¡Porfavor, no te vayas! Lo siento tanto. Perdoname. Sam... Porfavor.... te amo, Sam. No te vayas, por favor no puedo hacer esto sin ti. Yo quiero estar contigo, vivir contigo... casarme contigo, Sam.- sollozo mientras me limpió de nuevo las lágrimas y tomo de la mesilla la cajita que Sebastián me habia quitado.
Tomo su ahora fría mano y le coloco el anillo en el dedo anular.
-Sam ¿ahora que hago? Te necesito conmigo.- me sorbo la nariz, me siento completamente destrozado.- lo voy a arreglar todo, te lo prometo. Prometo que estaré siempre contigo, prometo que seré fuerte... lo haré... por los dos...
La voz se me corta y entonces rompo a llorar, no quiero soltarla, quisiera estar asi con ella para siempre.
Escucho a todo un escuadrón a mis espaldas. Veo algo moverse a mi lado y me giro, mirando de reojo como un policia pone boca abajo y sobre el suelo a Sheryl para arrestarla. Ella mueve su cabeza hacia mi y me mira para después sonreirme con maldad. Vuelvo a bajar la mirada.
Cierro los ojos y me mantengo consciente de lo que pasa alrededor, pero a la vez quisiera que no fuera real.
La quiero de vuelta, la necesito conmigo. ¿Por qué se fue?
Un policia se acerca hasta mi.
-Señor, levantese por favor.- me pide mientras me toma del brazo para ayudarme.
No puedo negarme, asi que me levanto.
-Quisiera llevarla conmigo.- le digo señalando con la mirada el cuerpo inerte de Sam.
El policía asiente.
Me vuelvo a agachar y la tomo entre mis brazos. Ahora es mas ligera y su piel es mas pálida. Me sorbo de nuevo la nariz y salgo de ahi escoltado por el policia.
Cuando salimos, observo unas cuantas patrullas y una ambulancia. Me parece una estupidez, ya que han llegado bastante tarde.
Los chicos de la ambulancia se me acerca corriendo con una camilla y yo, al igual que el oficial, movemos la cabeza en negación.
-Payne.- escucho que me llaman y me giro.
El Oficial Murphy está aqui. Él baja la mirada y observa a Sam, entonces se acerca hasta mi.
-¿Qué pasó?.- dice ya frente a mi.
Me inspecciona la cara. Sé que es por las lágrimas que claramente aún siguen sobre mis mejillas.
-Nos acorralaron en una calle, nos sedaron y nos trajeron hasta aqui.- trato de sonar firme.
Asiente y mira a Sam de reojo.
-¿Qué le pasó?
También la miro y me quedo callado.
-Hijo.- pone la mano sobre mi hombro.
Lo miro con recelo.
-¿Por qué me hablas como si no quisieras matarme?.- le pregunto con odio. Él baja la mano.
-Liam, necesito saberlo para decirselo a sus padres. Ellos creen que... que sigue con vida.- está nervioso, puedo verlo en su mirada.
Sus padres contaban con que yo la cuidaría y con que yo la regresaría a casa. Pero... de nuevo me equivoque.
Soy una persona detestable.
Alza su mano y yo me cizco. Entonces la pone sobre la mejilla derecha y me hace girar un poco la cabeza.
-Necesitas que te atiendan esa herida.- me dice y quita la mano para después alejarse.
Lo veo charlar con otro chico uniformado, me señala un par de veces y después vuelve a retirarse.
Me siento aturdido.
Me siento realmente incompleto.
Ya no puedo mirarla.
Esta chica habia puesto mi mundo más de cabeza, me volvió realmente loco y yo... aún asi la amaba.
Y a pesar de saber lo que yo era y lo que alguna vez hice, ella me aceptó.
Por eso mismo, afrontaré mis errores y me haré cargo de ellos.
Un chico con camilla me pide que deje a Sam sobre esta y que lo acompañe.
Que idiota.
Chico, está muerta.
La dejo sobre la camilla y lo sigo hasta la ambulancia. Cuando llega hasta ahi, junto con la ayuda de una chica, cubren su cuerpo con una manta azul.
-Nos la llevaremos.- me dice.
-Esperen...- lo detengo.- ¿a dónde la llevaran?
-Nos han pedido que la llevemos al hospital.- dice y cierra las puertecillas.
Me quedo parado, mirando como la ambulancia se aleja, y comienzo a preguntarme si esto alguna vez pudo ser mejor.
Si yo habria podido salvarla.
Si yo hubiera prevenido esa "emboscada"
Si yo no hubiera regresado.
Si yo no hubiera aceptado el trato.
Si yo no hubiera sobrevivido.
-Hey, permiteme revisar tu herida.
Me sobresalto ante aquella femenina voz que me acaba de sacar de mis pensamientos.
Me giro hacia ella y asiento.
Me pide que me recargue sobre la cajuela de la patrulla.
La observo ajustarse unos guantes de latex y cuando comienza a revisar mi oreja, siento un tremendo dolor.
-Lo siento, debí decirte que doleria un poco.- dice tratando de suavizar la situación.
El Oficial Murphy se cuela a mi campo visual y entonces me doy cuenta de lo que realmente tengo que hacer.
Espero a que la chica termine.
-Necesitamos hacerte una revisión mas profunda...- comenta.- tendrás que acompañarnos al hospital.
-Lo siento.- me levantó.- antes tengo que hacer algo.
Corro hasta el padre de Zac.
-Oficial Murphy, quisiera hablar con usted.- el hombre se gira y me mira con el ceño fruncido.
-Eso todo, gracias.- le dice al hombre a su lado, sin dejar de verme, y este se aleja.- Dime.
-No tendrás que volver a intentar perseguirme, Simon.- digo y él me mira extrañado.
-¿Qué es lo que insinuas, Liam?
-Quiero cumplir mi condena.- espeto.
Alza ambas cejas y me mira incrédulo.
-Si.- ríe amargamente.- ¿cuál es el truco?
-No hay truco.- mi voz sigue seria y firme.- estoy hablando en serio. Estoy cansado de huir.
-¿Es por la chica?.- me pregunta ya mas serio.
Aunque no quiera admitirlo, lo hago y asiento.
-Debo afrontarlo de alguna manera, y sé que es lo correcto.
Se cruza de brazos.
-Bien. Pero por más que quisiera llevarte asi nadamas, no puedo. Asi que tengo que llevarte al juzgado.
-Estoy de acuerdo.- asiento.
-¿Algo mas?.- me pregunta dudoso.
Vaya, eso no lo esperaba.
-Quisiera hablarlo con su familia.
Quiero que lo sepan todo.
-¿Todo?.- vuelve a hacerse el sorprendido.
-Quiero que sepan cono fue que pasó.
-¿Y cómo fue que pasó?.- me mira expectante.
Bajo la mirada. Ya no puedo mentir, estoy harto.
-Mi arma se disparó por culpa de Sebastián.
-Hm...- gruñe.
-Hablo en serio, Simon. Te juro que es la verdad.
-Te creeré esta vez.- dice señalandome con su índice.- pero dudo mucho que su familia te lo crea.
-En eso necesito que tú me ayudes. Estuviste en la escena del crimen.- para este punto, ambos estamos susurrando.
-No mentiré por ti, Liam.- gruñe.
-Ya te dije que no es mentira.- comienzo a molestarme.- Diablos, yo amaba a esa chica, ¿crees que la mataría?
-Justo como Sid hizo con Nancy.- dice en tono irónico.
Hago un ademán de querer sujetarlo del cuello de la camisa, pero me resisto.
-No te estoy pidiendo un favor. Sólo quiero que su familia sepa lo que realmente pasó; la verdad.
Asiente.
-Esta bien, Liam. Lo haremos mañana. Pero mientras tanto, quiero que esa herida deje de sangrarte.- dice señalando mi oreja.
Asiento.
-Si puedo confiar en ti.- insinua.- te dejaré libre esta noche ¿de acuerdo?
-Prometo que no escaparé.
-Pero quiero saber en donde estarás.
-Estaré en un hotel de la ciudad. Cerca de la casa de sus padres.
El Oficial Murphy me dejó con una patrulla y después se retiró. La patrulla me dejó en un pequeño hotel, justo donde le habia dicho al Oficial Murphy.
Supongo que los padres de Sam ya se han enterado de lo que pasó. No puedo decir o pensar su nombre sin sentir un nudo en la garganta y los ojos llorosos. ¿Qué es lo que haré ahora?
Ultimamente creía que protegerla era mi propósito en esta vida, y después lo comprendí. Era algo cursi y dificil de entender, pero ahora que ella se ha ido, me siento tan vacío.
Salgo del hotel después de registrarme y camino un par de calles hasta el bar que habia visto desde la ventana de la habitación. Meto las manos a los bolsillos de la chaqueta y siento un bulto dentro del derecho. Lo saco y lo observo por un tiempo, hasta percatarme de que me he detenido.
-Sam...- murmuro mientras abro la cajita, y recuerdo que el anillo está en su dedo.
Cierro los ojos para impedir las lagrimas y continuo mi camino después de regresar la cajita de donde la saque.
Escucho la música proveniente del local desde una calle antes. Esta alumbrado de unos colores fosforescentes y miro al hombre parado en la puerta.
-¿Es un bar privado?.- le pregunto.
El hombre niega con la cabeza y me hace un ademán con la cabeza para que pase.
Ya no digo nada.
Paso a su lado y me encamino en el pasillo hasta llegar al centro del lugar. No hay mucha gente, pero si lo suficiente para que se escuche un leve bullicio. Aparte de la banda que toca una canción que me parece es de The Fray. Me siento en la barra, poniendo mis antebrazos sobre ella.
-¿Qué le sirvo?.- alzo la mirada.
Es el barman.
-Un par de shots, porfavor.
-Claro ¿tequila, brandy o whiskey?.- me pregunta limpiando la barra.
-Brandy.- asiente y se retira.
Vuelvo a bajar la mirada.
Me siento estúpido yendo a un bar para, estúpidamente, ahogar mis penas en alcohol. Esto está muy mal.
-Aqui tiene.- dice poniendolos frente a mi.
Le agradezco.
Tomo uno y me lo empino por completo. Siento el alcohol recorriendo mi garganta amargamente. Tomo el segundo y hago lo mismo.
El barman sigue cerca, y siento que el alcohol no ha sido suficiente.
Pongo el vaso de nuevo sobre la mesa, pero mas cerca de él, provocando un fuerte golpe.
-Recargalo.- le digo, casi ordenandole.
El chico asiente, toma la botella y vuelve a servirme.
Repito lo mismo varias veces mas y pierdo la cuenta después del décimo, justo cuando empiezo a sentirme mareado.
-Recaaar...galo.- la voz me pesa.
Observo al chico dudar.
-Vaaamos, haaazlo...- digo.
Recarga mi vaso y lo bebo de inmediato.
Me dejo caer sobre la barra, y me golpeo el pómulo, pero solo me limito a soltar un quejido.
Abro los ojos y observo una larga cabellera castaña. ¿Sam?
Levanto la cabeza y miro de nuevo al mismo lugar. Es ella.
Me levanto con torpeza y camino hasta ella sintiendo como me tambaleo, tropezandome con una silla que me hace caer. Me levanto y sigo caminando hasta ella.
Cuando me acerco la veo sobresaltarse.
-Sam...- la llamo.
-¿Qué?.- me dice ella sobresaltada.- amigo, estas ebrio.
La tomo de los hombros.
-Sam...
-Alejate de mi, idiota.- dice empujandome.
-Porfavor, Sam...
La abrazo y comienzo a besar su cara mientras ella se forcejea.
-¡Sueltame!
-Oye, idiota...- escucho a mis espaldas.
Siento un jalón y retrocedo, casi cayendome de espaldas.
-Alejate de ella, imbécil.- me grita un chico, empujandome para apartarme de ella.
La cabeza comienza a punzarme. Ella me mira asustada, aferrada al pecho de aquel chico.
-Sam...- sollozo.- vuelve conmigo.
Me vuelvo a acercar, pero el chico me aparta con una mano.
-¿Cuál es tu puto problema?.- le grito al imbécil que la sujeta.
Ella se interpone.
-Chico me estas confundiendo con alguien más. Deberias irte a casa.- me dice con la manos estiradas cerca de mi.
-Sam...- intento tomarle las manos, pero ella las aparta.
Veo al chico acercarse y le tiro un puñetazo, pero los sentidos me fallan y entonces caigo al suelo.
Me quejo e intento levantarme, pero no puedo, el cuerpo me pesa.
-¿Qué sucede aqui?
-Se estaba pasando con mi novia
Escucho voces...
Siento como me toman de las costillas e intentan levantarme.
-Vamos amigo, levantate.- escucho y me levanto con dificultad, con ayuda.
-Deberian llamar a la policia para que se lleven a este maldito borracho.
-Ya Ben, tranquilizate...- dice una voz femenina.
Me sueltan y caigo sobre algo alcolchonado. Siento un poco de frío y me encojo. Entonces su imagen viene a mi mente. Siento un tremendo vacío en mi pecho. Si hubiera sabido que esa sería la ultima vez en que la veria, le habria enseñado el cuanto la amaba, no la habria soltado jamás.
Creo que la parte mas difícil de esto no es el despedirme de la idea de perderla, si no acostumbrarme a la idea, y vivir con ello.
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Hey, hola chicas. Espero que no me odien, pero tenia que hacerlo. Quisiera saber lo que piensan, dejen sus comentarios porfavor.
Este iba a ser el capitulo final, pero creo que prefiero dejarlo hasta ahi y subir otro después. De verdad espero que les guste. Espero sus votos y sus comentarios. Saludos a todas✌️
P.D. Tengo una amiga que comienza a escribir su novela y necesita lectores. Ya la he leido y es muy buena. Si pudieran pasarse, se los ahradeceriamos. Se llama "I Melt With You" y la escritora es FeerBrooks
Gracias.